¿Verdadero o Falso? El arte de ser un conspirador en la República Popular de La Boca 

La exhibición Falso Positivo, creada para la Fundación Andreani en cooperación con la Embajada de Francia, desafía la manera en que vemos la realidad y obliga a los participantes a descifrar un misterio entre mapas sinóptico-paranoicos y documentos que diseñan “verdades a medida”, en este caso un mix de conspiraciones mundiales y un manojo de sus similares argentinas.

Buenos Aires recibe la muestra interactiva del colectivo francés U2P050, que se podrá visitar en la Fundación Andreani hasta fines de febrero.

Por Alejandro Agostinelli / Fotos: Leandro Bartoletti

¿Qué es un falso positivo? No se lo preguntes al ChatGPT porque te puede engañar. Es una «falsa alarma», un intento por determinar que algo es verdadero pero que, en realidad, es falso. ¿Y un falso negativo? Pues lo contrario: afirmar que algo es falso cuando en realidad es verdadero. ¿Y qué es una representación artística interactiva dedicada a las teorías de la conspiración? Es una cosa verdadera pero que, cuidado, podría ser falsa. O arte. Es decir: una cosa seria.

El 19 de noviembre pasado, Federico Abrile –tecnoartista, docente y amigo–, trajo desde San Luis la novedad de que un grupo de conspiradores franceses había tomado por asalto un piso entero de un edificio de La Boca, más precisamente donde opera la Fundación Andreani, en Av. Pedro de Mendoza 1987, y que estábamos invitados a una tenida que nos iba a permitir recorrer aquel espacio, denominado La Oficina Central de Conspiraciones, el sábado 22 a las 11:00 AM.

¿Convocar o no convocar? Esa era la duda. La cuestión.

Salimos de un 2025 rico en encuentros presenciales. En abril celebramos los 15 años de Factor en la Biblioteca Popular Ansible, donde quemamos varios cartuchos a la vez, en mayo convocamos a la inauguración de la muestra dedicada a Mario Bunge en la Biblioteca Nacional, durante casi todos los fines de semana de octubre estuvimos meta y meta en la Casa del Bicentenario con OFFNI Cine Fest… y la publicación de Argentina X – Un cronista a la caza de fantasmas, alienígenas y demonios, nos encontró con tres presentaciones, una en la sede del Fondo de Cultura Económica y otras dos en Córdoba, una en la Feria del Libro y otra en el espacio Samadhi, Capilla del Monte. Nadie, salvo otro autor, se imagina el trabajo que da acompañar la salida de un libro.

Hubo planes que no se acomodaron al almanaque. Y hace unas semanas tuve un antojo peregrino: hacer una juntada urbana en una sala de escape. Pero terminé descartando la idea porque las actividades, cuando son pagas, dejan amigos afuera. No se me ocurrió otra idea. A esta altura del año, la galera se puede quedar sin conejos.

CERCA DE LA CONSPIRACCIÓN

Los feriados largos no son geniales para organizar una celebración imprevista, pero era lo que había: la proximidad de otro diciembre apocalíptico me tomó de sorpresa (y sin conejos) para convocar al tradicional último encuentro del año. Este evento conspiractivo era una buena oportunidad. Pero claro, solo había tres días para comunicar la invitación. Muy sobre el pucho.

Allí solo estuvimos un puñado de iniciados: Leandro Bartoletti (encargado de registrarlo todo), Max Seifert, Roberto H. Rodríguez, Fede Abrile y yo mismo, junto a un grupo de estudiantes de la  UNA (Universidad de las Artes), acompañados por Mecha Mio e Isha Kim, docentes de la diplomatura de Inteligencia Artificial Aplicada al Arte de esa casa, y Aurora Castillo, referente de educación de la Fundación Andreani.

DATOS HELADOS

Antes de dar detalles sobre nuestro reclutamiento  en la Oficina de Conspiración, quisiera mencionar dos paradas previas. Una, Datos helados, creada por los artistas uruguayos Mathías Chumino y Federico Bolagno Romero, es una videoinstalación que exhibe una abrumadora catarata de bits donde el paisaje, la arquitectura y los territorios teofánicos de cada orilla del Río de la Plata se mueven, se desmoronan y se revuelven en dos pantallas que muestran cómo la materia vive si está hecha de datos en movimiento. Que permite, inclusive, interpretaciones teosóficas de una especie de apocalipsis. “Pensás en tu Chernobyl 4k, en la radiación HD-2D del accidente de Goiânia, en la Ciberatlántida, en la Lemuria digital, en las datacumbas de Mu y la utopía Cybersin. Pero hace frío. Es julio, llueve, hay viento y en alguna parte de toda esta maraña estás recorriendo una ciudad que nunca supo qué hacer con el clima”, describe el escritor uruguayo Ramiro Sanchiz.

FALSO POSITIVO. La exhibición de U2P050 se puede visitar de miércoles a domingos, de 12 a 19hs, en Fundación Andreani, Av. Pedro de Mendoza 1987, República Popular de La Boca.

En la otra posta, los Horizontes superpuestos, el artista agentino David López Mastrangelo armó una cárcel liviana hecha de aluminio, luz y sonido para un tal Darío Niza, salpicada de videos que muestran cómo una hojarasca de Materia Hipersticional dialoga con esa sala que es parte del proyecto que diseñó Clorindo Testa para la Fundación Andreani. “Algo de esa máquina logró desinteriorizar la materia anímica. La clave está en el pseudoespacio. Dos habitaciones superpuestas, encimadas, ocupando el mismo segmento físico. Las oscilaciones geométricas no son el origen del problema sino el síntoma. Aviso de que algo, en otro lado, está funcionando mal”, escribió Juan Mattio, cuando la vio.

HORIZONTES SUPERPUESTOS

IA DOMINA LA ESCENA

Había pedido que confirmen cuántos deseaban ser iniciados en estas oficinas en las sombras donde, según Fede Abrile, operaba una coalición de agentes dedicados a moldear y esconder las verdades que el resto del mundo no quiere ver; tras el fervor megusteador de medio centenar, solo se anotaron cinco y otro, Juan Manuel Daza, el joven poeta que hoy trabaja en las redes del futuro, quedó a mitad de camino. Quizá sabiamente: él vive el tecnoarte que hoy deslumbra a los viejos.

La exhibición interactiva Falso Positivo, creación del colectivo francés U2P050, surgió del trabajo de la Fundación Andreani en cooperación con Institut Français d’Argentine (IFA) / Embajada de Francia de Argentina. ¿La propuesta? Invitar al espectador a participar en un juego inmersivo donde esa metaconspiración, que es la obra, te transforma en partícipe necesario en pos de cierta «Verdad» buscándola a través de sucesivas pistas.

VISITA SEMICLANDESTINA. Fue tan insistente mi reclamo de mantener el asunto en penumbras que solo cinco factoides ingresamos en esa instalación donde interactúan arte, filosofía y tecnología.

Aurora explicó que en la Oficina de Conspiraciones todo podía ser cierto o falso, o nada era totalmente cierto ni del todo falso. Bajo ese mínimo umbral de confianza, el público toma una carpeta del proyecto de alguno de los escritorios de la sala. Para convertirse en Investigador Principal, cada participante deberá escanear el código QR que le dará acceso a diferentes misiones posibles. La decisión es estética. A nosotros nos gustó “El Legado Oculto de la Operadora Siete”. Como en una sala de escape, pero no, el investigador inicia una exploración extraña, donde una app radicada en un servidor inasible irá proporcionando pistas que le permitirán descifrar la información del caso para poner a prueba su percepción de la verdad, la mentira y sus fases intermedias.

Los papeles adjuntos en la carpeta contienen la información que, cotejada con los documentos que empiezan a escupir las impresoras de la Oficina, proponen entrar en la lógica abstrusa de una conspiración, en la que un montón de datos fragmentarios, parecidos a las necesidades, los intereses y/o las ideologías que constituyen el mundo, podrían encontrar un cauce, un sentido de realidad y una manera de creer en sus proyecciones futuras.

SALA DE ESCAPE GENERATIVA. La Oficina Central de Conspiraciones de Falso Positivo fue desarrollada usando IA, una tecnología que te puede marear, ayudarte a buscar la verdad o hacerte dudar de ella.

Atrapados por las coloridas imágenes desplegadas en los mapas, que como cuadros sinópticos hiperconspiranoicas muestran figuras, coordenadas o datos infográficos conectados por hilos que diseñan verdades alternativas o tentativas, nos distrajimos del plan maestro, mientras el Inv. Ppal. Rodríguez gritaba “¡Eureka!”. Nuestro compañero había descubierto la reiteración de la palabra OFFSHORE en diversos soportes, clave que podría destejer la trama oculta de la élite corporativa y darnos algunos puntos más para seguir en carrera o todo lo contrario y tendernos una emboscada. ¿Ejemplos? Así como encontrar la Huella del Pajarillo entre los ingredientes de teorías conspirativas nacionales fue encantador, descubrir al Sapo Pepe nos llenó de interrogantes.

Como dice la Fundación Andreani, “Falso Positivo propone una experiencia inmersiva que mezcla arte, tecnología y discusiones contemporáneas para reflexionar sobre la fascinación actual por descubrir ‘la verdad oculta’ detrás de historias conspirativas y sobre cómo habitamos el caos informativo del presente.” Ahora la pregunta es… esto que parece nuevo ¿funciona? “Esa obsesión de querer descubrir algo nos volvió un poco conspiranoicos. Creo que la interacción nos puso en ese lugar”, observó, atinadamente, Fede Abrile.

Tal vez falta un dato que aportó sobre el final del recorrido Joaquín Moreno, curador de la obra: la instalación se empezó a gestar en julio –es decir, a todo galope– y el colectivo francés, que ya tenía un programa general de teorías conspirativas clásicas ha debido insertar los datos de la cultura conspiranoica local y, quizá, lograr que cuajen con las expectativas de los esponsors.

La instalación fue desarrollada con la Inteligencia Artificial –sin disimulo– y probablemente no solo debió ser parte del proyecto, sino que hubiese sido imposible cumplir con los plazos sin ella. Puede ser antipático reconocer sus rastros, pero es mejor reconciliarse que vivir peleados con una tecnología que es parte de nuestro presente y llegó para quedarse. Además, la experiencia ha sido realmente divertida.

La IA ha dejado de ser un futurible, se mete en cada poro de nuestra existencia y lo peor de todo: esto recién empieza.

PD: Los errores de redacción de esta nota se han dejado a propósito porque la hacen humana.

U2P050. Este grupo ha expuesto en UCCA Labs y Boxes Art Museum en China, Avant Galerie y FRAC en Francia y Ludwig Museum en Hungría. Fue ganador del encargo Mondes Nouveaux del Ministerio de Cultura francés en 2022. En 2024, el colectivo fue invitado a crear un homenaje a la carrera de Vera Molnar en el Museo Ludwig de Hungría. Hoy su producción se desarrolla en el espacio de arte internacional Poush Manifesto en París y forma parte del proyecto artístico Glitch, creado por la activista y artista francesa Primavera de Filippi. Más info.

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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