8 platillos en la Luna. Edición 50 Aniversario

Durante varias semanas preparé varios sumarios para celebrar los 50 años de la histórica Misión Apolo. Astronautas y religión, lunáticos argentinos, el documental independiente local sobre la conspiración lunar que nunca se filmó, el caso del radiotécnico de Avellaneda que con un Admiral modificado y una parabólica casera captó “imágenes exclusivas” del alunizaje y algunas otras cositas, como la visita de Neil Armstrong a Buenos Aires. La falta de tiempo –y, digámoslo todo, la falta de medios interesados– conspiraron. Casi todas esas ideas quedarán archivadas, con certeza para siempre: no creo llegar vivo al próximo aniversario del alunizaje de número redondo.
Para esta fecha irrepetible, ofrezco un menú de 8 (ocho) pasos u 8 platillos. El primero fusiona sexo lunar con física relativista y cuántica; otro cuenta tres historias protagonizadas por Buzz Aldrin, nuestro héroe favorito; otro revela el contenido del discurso que iba a dar Richard Nixon si el LEM no pegaba la vuelta; otro es sobre la peli que afianzó la conspiranoia según la cual el hombre no solo no llegó a la Luna sino que el montaje lo hizo el mismísimo Stanley Kubrick; otro recuerda la parodia cosmonáutica de Joan Foncuberta y, por último, rescatamos una tira sobre el alunizaje de 1973 escrita y dibujada por dos gigantes de la historieta argentina: Héctor Germán Oesteheld y Alberto Contreras.

¡Ojalá disfrutes de la degustación!

El gran Buzz Aldrin, hoy.

Por Alejandro Agostinelli

Platillo 1. Sexo en la Luna: una pareja audaz

En 2002, Thad Roberts, un licenciado en astrofísica becario en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, Texas, robó casi 8 kilos de piedras lunares con un precio estimado de 21 millones de dólares.

Su plan era vender las muestras y salir por el mundo a disfrutar de su loco amor por Tiffany, su novia, una pasante de Ciencias Biológicas de 22 años.

En su libro Sex on the Moon: The Amazing Story Behind the Most Audacious Heist in History (Sexo en la Luna: La increíble historia detrás del robo más audaz de la historia, Doubleday 2011), el escritor Ben Mezrich revela cómo la pareja, enfundada en trajes de neoprene y usando máscaras de oxígeno, violó códigos cifrados de seguridad e ingresó sin ser detectada en el Centro Espacial Lyndon B. Johnson, que deposita más de 300 kilos de rocas lunares recogidas por los astronautas en las seis misiones Apolo.

El 20 de julio de 2002 festejaron el 33 aniversario del alunizaje dispersando el botín bajo las mantas de la cama e hicieron el amor «en la Luna». En Orlando, a donde viajaron para vender las piedras por internet, los esperaban 40 agentes del FBI.

En agosto de 2008, Thad salió de prisión y Tiffany ya estaba en otra, pese a que su novio, por más de cinco años, le había prometido que cuando saliera iba a volver a “hacerle ver las estrellas”.

–¿Por qué lo hiciste?”, le preguntó a Thad el periodista.

–Por amor, contestó.

Durante su estadía en prisión Thad redactó un manuscrito de más de 700 páginas donde describe “cómo fue conducido a nuevos axiomas geométricos para la estructura del espacio-tiempo”. Él ahora trabaja como físico teórico “para contribuir al sueño de Einstein de unificar los reinos de la relatividad y la mecánica cuántica en un mapa de la Naturaleza accesible de forma intuitiva”.

En 2011, Live Science le preguntó a Roberts qué sintió poseyendo esas rocas lunares?

–¿Valió la experiencia las consecuencias que te trajo aparejada?

–El tiempo es el activo más valioso de la experiencia humana. Yo, como muchos otros, me asombro cuando reflexiono sobre cómo esas rocas demuestran el potencial ilimitado de la humanidad, o cuando reflexiono sobre la expresión romántica que encarnan poéticamente. Pero ese temor no vive dentro de esas rocas. Nos pertenece a todos. Por experiencia, puedo decir que hay formas más apropiadas y más productivas de enfrentarnos con nuestra magnífica insignificancia que robar un pedazo de Luna. Puedes reflexionar sobre los vastos alcances del espacio y el tiempo mientras miras a través de un telescopio a la Gran Nebulosa de Orión, o simplemente puedes respirar la experiencia de estar enamorado. Hagas lo que hagas, no repitas mis errores.

Hoy Thad Roberts vive de dar entrevistas a medios y conferencias a grupos empresarios.

Platillo 2: Buzz, el juguetón

En 2000, en los albores de los falsos documentales periodísticos, el actor/performer inglés Borat/ Sacha Baron Cohen corría con la ventaja del efecto sorpresa. Su modo de intervenir en la realidad era interpretar a un raportero jamaiquino (racista, misógino y bastante ingenuo también) de visita en los EE.UU. para filmar un supuesto documental que iba a explorar la cultura norteamericana. De todas las entrevistas que hizo en el Da Ali G Show, donde mezcla “lo absurdo con lo real”, Baron Cohen debe estar orgulloso del reportaje que su alter ego le hizo a Donald Trump, a quien desenmascaró y le rompió los esquemas en menos de siete minutos. Pero muchos elegimos su conversación con Edwin Buzz Aldrin.

Esta breve conversación desmonta la leyenda según la cual Aldrin carece de paciencia y sentido del humor.

Entrevista a Buzz Aldrin en Da Ali G Show (activar traducción al español)

Platillo 3. Buzz, el magnífico

El segundo hombre en pisar la Luna no acuñó ninguna frase pomposa, masticada para la posteridad, como la que pronunció el finado Neil Armstrong: “Es un pequeño paso para el hombre, pero un paso enorme para la humanidad”. Hace poco recordaba el colega Hugo Asch que Buzz soltó una frase más poética y emocional: “¡Qué magnífica desolación…”! Y luego, en un reportaje, ésta otra: “Si llegamos a la Luna no fue para estudiarla ni recoger muestras de su suelo, sino para aventajar a los rusos en la carrera espacial. Todo lo demás quedó en segundo plano…”

A sus 89 años, Buzz Aldrin, impulsa un proyecto para que cinco países y empresas privadas aúnen esfuerzos para crear dos sistemas de transporte, uno que circule entre la Tierra y la Luna y otro entre la Tierra y Marte, creando postas que reduzcan el costo de despegar y aterrizar en cada ocasión para construir aldeas con el objetivo final de “colonizar Marte y establecer allí un asentamiento humano permanente”.

Platillo 4: ¿Y si la Apolo 11 fracasaba?

Todos presidente que se precie tienen su redactor de cabecera y Richard Nixon contaba con el periodista Bill Safire, a quien Frank Borman, el enlace de la NASA en la Casa Blanca, encargó preparar un discurso de consuelo y esperanza en caso de que Armstrong y Buzz Aldrin nunca regresaran de la Luna.

Por suerte, Nixon no tuvo que usar el «plan de contingencia», pero en 1990 el periodista James Mann descubrió el documento.

“El destino ha ordenado que los hombres que fueron a la Luna para explorar en paz se quedarán en la Luna para descansar en paz“ (…)  “En su exploración –hubiese dicho el presidente–, animaron a la gente del mundo a sentirse como uno; en su sacrificio, se unen con más fuerza a la hermandad del hombre” (…) “Otros les seguirán, y seguramente encontrarán el camino a casa. La búsqueda de la humanidad no será negada. Pero estos hombres fueron los primeros, y seguirán siendo los primeros en nuestros corazones”, escribió Safire.

Una catástrofe no era impensable. Entre las fallas posibles, el Módulo de Exploración Lunar podía explotar o quedar varado, donde los astronautas podrían haber muerto por falta de oxígeno o haberse quitado la vida. Además, estaba fresco el incendio en la rampa de lanzamiento de los astronautas del Apolo 1, Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee, quienes murieron asfixiados dentro de la cápsula durante un entrenamiento de rutina a menos de un mes del despegue, el 27 de enero de 1967.

Entre las previsiones, el Control de la Misión iba a “cerrar las comunicaciones” con el LEM y un clérigo iba a encomendar a sus almas a “lo más profundo de lo profundo” en un ritual público.

Ampliar abriendo una pestaña nueva sobre la imagen.

Platillo 5. El día que Stanley Kubrick aterrizó en la Luna

El rumor era antiguo, pero lo consolidó el docuficción Operación Luna (William Karel, 2002), una parodia extrema de las películas filmadas por quienes insisten que la NASA nunca puso un hombre en la Luna.

La tesis de la película es la teoría conspirativa por todos conocida: el alunizaje habría sido un montaje dirigido por Stanley Kubrick, aunque el gran director inglés nunca hubiera viajado a los EE.UU a filmar (odiaba viajar en avión) y por aquellos años terminaba de presentar 2001: una odisea en el espacio (1968), película donde los especialistas han detectado fallas producto del escaso desarrollo de los FX, limitaciones técnicas que le impidieron reconstruir fielmente la escenografía lunar, y porque el director de La Naranja Mecánica se encontraba completamente imbuido en la lectura de centenares de libros y el diseño de planos para rodar la historia de Napoleón, que a la postre no concretó por sus costos descomunales.

En la película de Karel desfilan los principales funcionarios norteamericanos presuntamente implicados en el fraude, como el astronauta de la Apolo XII Buzz Aldrin; el ex-secretario de Estado Henry Kissinger; el ex-director de la CIA Richard Helms; el ex-secretario de Defensa Donald Rumsfeld; y hasta Christiane Kubrick, viuda de Stanley. Ninguno de ellos sabía que sus testimonios iban a ser tijereteados para construir un acontecimiento inexistente. Otros estaban menos enterados todavía, ya que las entrevistas fueron tomadas de películas ajenas. Karel sólo sumó siete falsos testigos y una actriz que se fingió ex secretaria de Nixon. Sus relatos -convenientemente guionados- conectaron con el de otras caras parlantes para dar coherencia y credibilidad al falso documental. Lo únicos fragmentos de “no ficción” fueron –paradójicamente– material cedido por el pintoresco escéptico lunar, Bart Sibrel.

¿Qué salió de ese entretejido? Que un mundo incauto había sido engañado por ese joint venture surrealista (¡Nixon asociado con Kubrick!). El objetivo del film no era convencer de que el alunizaje había sido un fraude ni lo contrario. Según explicó el mismo Karel, lo que él quiso fue demostrar que no hay que creer en todo lo que se cuenta, y que “falsificar archivos y tergiversar cualquier tema en base a falsedades” es lo más fácil del mundo.

En suma, el engaño no era de la NASA sino del documentalista, y el engañado no había sido el mundo sino los espectadores del documental.

Uno de los más notables trampolines para que prosperase el mito de la “teatralización lunar” fue el film Capricornio Uno (Peter Hyams, 1977), según el cual la NASA canceló su misión a Marte por problemas técnicos y decidió seguir adelante montando en un set de TV un falso amartizaje. En la película, que no alegaba basarse en hechos reales, los astronautas colaboraron con la farsa amenazados: sus familias iban a ser asesinadas. Para evitar que todo se desmadrara la CIA decide eliminarlos.

En Operación Luna, Kubrick vive aterrorizado por el acoso de la CIA.

Platillo 6. El duelo callejero Sibrel-Aldrin

O el día que Buzz Aldrin se quitó las ganas con los detractores del alunizaje.

¿Para qué tergiversar la realidad si ésta es mucho más divertida que la ficción? El 9 de septiembre de 2002, Bart Sibrel, un periodista y documentalista obsesionado con lo que para él son pruebas de que ningún hombre estuvo en la Luna, persiguió a Buzz Aldrin con una Biblia en la mano. “¡Jure que llegó a la Luna!”, exigió frente al hotel Luxe en Beverly Hills, California. Aldrin, que ya lo conocía, intentó zafarse.

Sibrel persistió, y cuando vio que no iba a obtener nada del astronauta, lo toreó: “¿Usted anda diciendo por ahí que estuvo en la Luna, aunque nunca estuvo? Usted es un cobarde, un mentiroso y un ladrón”. Acto seguido, el brazo de Aldrin catapultó un directo hacia la mandíbula de Sibrel.

La cosa no termina acá. Del video circula una versión corta, publicada en canales de Youtube, que victimizan a Sibrel, y otra larga, la difundida en 2002 por los noticieros. La primera versión, de pocos segundos de duración, solo muestra la escena final: el derechazo parece una respuesta intolerante e irreflexiva. En la segunda se advierte que Aldrin había soportado estoico el acoso de Sibrel, antes de que sus testículos implotaran.

A Sibrel le dio el cuero para dedicar dos películas al tema: A Funny Thing Happened on the Way to the Moon (2001) y Astronauts Gone Wild (2004). Luego se llamó a silencio. (De El fraude lunar y el ambigüo arte de tergiversar)

Platillo 7. La gran parodia hiperrealista de Fontcuberta

En octubre de 1938, casi sin proponérselo, Orson Welles agitó las emociones de sus oyentes con su simulacro radial de una invasión marciana.

Sesenta años después, el artista catalán Joan Fontcuberta concretó el proyecto Sputnik: la falsa biografía de Ivan Istochnikov, un supuesto cosmonauta ruso perdido en el espacio cuyo legajo había sido borrado por los jerarcas soviéticos, cual musa premonitoria del ardid conspirativo que hoy utiliza Bob Lazar para justificar que el gobierno le «borró la identidad» (excusándose así de la ausencia de registros de sus pretendidos estudios académicos).

Fontcuberta como Ivan Istochnikov.

Uno podría pensar que la experiencia, el paso del tiempo y la reiteración de tropezones fortalecen el juicio de la gente, o la inmuniza de caer en ciertas trampas. Pero el montaje fotográfico de Fontcuberta de 1997 engañó al periodista español Iker Jiménez, quien en 2006 lo dio por bueno en su programa Cuarto Milenio.

El viaje a la Luna volvió a ser objeto de parodia en el filme First on the Moon (2005), donde el debutante Alexey Fedorchenko presentó las “pruebas” de que la Unión Soviética había llegado a la Luna treinta años antes que los Estados Unidos.

El proyecto Sputnik, escribió Fontcuberta, “es una parodia, una acción de intoxicación informativa que llama la atención sobre los peligros de la credulidad”.

Platillo 8: Asalto a la Luna, o Fugaz Encuentro de Dos Colosos

“La Luna que descubre la Apolo 11 es un mundo de contornos suaves, casi siempre gris, cubiero por una capa de polvo impalpable. Sin aire, sin agua, es el mundo muerto de la no vida, del silencio eterno. Pero Apolo 11 ha bajado en una llanura… ¿Cómo serán otros lugares de la Luna? Los famosos “mares”, las zonas montañosas… ¿Qué secretos esperan allí, al ojo curiosos de la ciencia?”.

¿A qué autor recuerda esta viñeta? El fragmento me resultó familiar, y mis ojos se clavaron en la firma del guionista: había acertado.

En 1973, Alberto Contreras publicó “Asalto a la Luna”, una tira histórica. Tanto porque la dibujó él, meses antes de que comenzara a salir aquella historieta extraordinaria que fue El Regreso de Osiris, como por el guionista: Héctor Germán Oesterheld.

Salió en ocho páginas centrales a color en la edición del 12 de marzo de ese año en la revista Billiken, “último suplemento de vacaciones ante el inminente comienzo de las clases”, como especificaba nuestro extrañado amigo Felipe Avila en el blog El Rebrote.

Le adeudamos este último material a Esteban Tolj, por escanearlo, y al historietista Osvaldo Greco, quien tuvo la generosidad de compartirlo en el grupo de Yahoo! dedicado a recordar a Contreras y a El Regreso de Osiris, coordinado por la revista Axxon.

Después de esta joya gráfica (descargar en pdf, cortesía de Marcelo Metayer), otra yapa para millenials.

LINKS UTILES: Herramientas para padres y docentes

La cuenta regresiva para el lanzamiento del 50 aniversario del Alunizaje terminó y les chiques hacen preguntas. No solo pensamos en el conocimiento deseado por los lectores de este blog, sino en docentes y alumnos que prefieren experimentar y no quedarse con las notas apuradas o desprolijas publicadas por los grandes medios, que son los que suelen estar a tiro de google.

Apollo In Real Time. Este primer website propone un viaje en tiempo real a través del primer descenso en la Luna. Su realizador, Ben Feist y colaboradores, utilizó la totalidad del material original de la misión histórica. Contiene, por ejemplo, todas las imágenes de la película de control de la misión, todas las transmisiones de TV y filmaciones a bordo, 2.000 fotografías, 11.000 horas de audio de Control de Misión y 240 horas de audio espacio-tierra y todas los audios de a bordo.

El programa comienza desde el minuto anterior al lanzamiento. Absolutamente todo lo que sucede fue cronometrado según el tiempo transcurrido y medido desde el reloj de la misión principal. Las imágenes del Control de la Misión, la película filmada por los astronautas y las imágenes televisivas transmitidas desde el espacio y la superficie de la Luna, fueron colocadas en los mismos momentos en que se filmaron, al igual que cada fotografía tomada y cada palabra hablada.

El navegador interno de la web permite desplazarse a cualquier momento de la misión usando el controlador de tiempo en la parte superior de la pantalla. La barra superior es la misión completa, con dos barras debajo que ofrecen una ampliación.

DOCUMENTAL

The Journeys of Apollo. Documental narrado por el actor Peter Cullen, quien revive el 40 aniversario de la misión que exploró el satélite natural de la Tierra.

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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