El título de este post es estrictamente cierto, pero –claro– omitimos que Barack Obama lo dijo de un modo estrictamente irónico. ¿Cómo sabemos que era irónico? Porque Obama reía. ¿Podemos jurar que, por la naturaleza de sus carcajadas, iba en plan de broma? No, pero eso parecía.
El pasado Jueves 12 de Marzo Obama enfrentó a varias preguntas de Jimmy Kimmel, una especie de Pettinato yanqui, y el presidente de los EE.UU. contestó irónicamente, cuando recibió preguntas sobre los ovnis, y riéndose de sí mismo, cuando recibió críticas.
Kimmel le preguntó por los extraterrestres ocultos en el Área 51, una añeja idea conspirativa, y Obama contestó como si asumiera que “todo es cierto”.
En el curso de la entrevista, Kimmel dijo que si él mismo fuese electo presidente “cuando estuviera jurando –mi mano todavía estaría caliente al tocar la Biblia– me gustaría correr de inmediato a donde quiera que tienen los archivos sobre el Área 51 y los ovnis y me gustaría revisar todo para averiguar qué pasó”.
Kimmel: –¿ Lo hizo?
Obama: –Es por eso que no será presidente…
Kimmel: –Una de las razones.
Obama: – Porque eso es lo primero que harías…
Kimmel: –Está arriba de mi lista.
Obama: –Los extraterrestres no van a dejar que suceda. Revelarías todos sus secretos. Ejercen un control estricto sobre nosotros.
Kimmel: –Ahora usted sabe que hay un montón de gente que va a examinar sus expresiones faciales aquí, cada contracción, cada cosa y dirá, por supuesto… ¿lo ves? ¿lo has visto? ¿lo estudiaste?
Obama: –No puedo revelar nada.
Kimmel: – ¿En serio? Porque el presidente Clinton dijo que hizo lo correcto y lo comprobó y no había nada.
Obama: – Usted sabe, eso es lo que se nos instruye decir.
El texto plano –sin el semblante y tonos en la voz y risas del entrevistador y entrevistado– podría ser interpretado como el primer reconocimiento público de la atroz realidad que miles de “outsiders” del sistema vienen denunciando desde hace mucho. Pero claro, como la entrevista salió por televisión y lo podemos ver todas las veces que queramos, podemos afirmar, casi sin la menor duda, de que todo lo dicho fue en plan irónico.
Sin risas obvias calificaría la llamada Ley de Poe, el ciberaforismo según el cual “en ausencia de un guiño o indicación que lo aclare, es difícil o imposible distinguir entre una postura ideológica extrema y la parodia de esa misma postura”.
En este caso, el guiño son las risas, que están en consonancia con el escaso interés que Obama ha demostrado poseer por el tema ovni-extraterrestres, incluso pese a que, desde 2009, las usinas cibernéticas del conspiracionismo vienen anunciando una conferencia donde el presidente de los EE.UU. hará “trascendentales anuncios” sobre el estado de la cuestión. Este clima de «anuncios increíbles» se renueva canda tanto. En los EE.UU., por ejemplo, Nación del Islám (NOI), movimiento religioso racista y antisemita que organiza congresos de ufología cuyo líder Louis Farrakhan, se presenta como un amigo privilegiado de Obama, quien lo convertirá en portavoz de «grandes revelaciones».
En la entrevista de Kimmel, Obama toma distancia del aplomo con que hace un año contestó a la misma pregunta Bill Clinton, quien negó que hubiese cualquier cosa de interés sobre ovnis estrellados, tanto en Roswell como en el desierto de Nevada.
Lo gracioso –y sin embargo patético– de este asunto es que demasiadas personas están convencidas de que hay extraterrestres encerrados en la Tierra y están lejos de creer que Obama está de broma. El ufólogo Alejandro Rojas, en la web Open Minds, cierra así el post que dedicó al tema: “¿Estaba realmente Obama bromeando? ¿O está ocultando un secreto nefasto a la vista de todos mientras saca algunas risas?”.
Este tipo de suspicacias alimentan directamente al núcleo duro de creyentes en conspiraciones extraterrestres. Si bien las encuestas delatan que es una creencia perdurable, está en franco declive desde los 90, acompañando el fin de la Guerra Fría. En los EE.UU., el 21% de los votantes cree que un ovni se estrelló en Roswell, Nuevo México, en 1947, hecho que fue seguido de un encubrimiento por parte del gobierno de los EE.UU. No es una creencia muy demócrata que digamos: el 27% de los votantes de Mitt Romney cree que en este cover up y sólo el 16% de los que votan por Obama.
Una leyenda similar a la que podría surgir con esta última entrevista de Kimmel ocurrió en 1982, cuando Steven Spielberg presentó en la Casa Blanca su película E.T. El Extraterrestre al presidente Ronald Reagan. Unas declaraciones de Reagan, que el cineasta luego calificó como una broma, empujó una bola de nieve de comentarios conspirativos.
Si la Ley de Poe denuncia la ausencia de indicaciones que diferencien “posturas ciertas de las parodias de esas mismas posturas”, la Ley de Obama podría enunciarse así: «si un mandatario en medio de carcajadas hace una afirmación extraordinaria (como por ejemplo, que los extraterrestres ‘controlan todo’ e ‘instruyen lo que dice’) con bastante probabilidad le está tomando el pelo a todos los idiotas que cedemos a la tentación de creer en un complot sólo porque lo dice una autoridad».
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Fuentes:
Obama habló del Área 51, los OVNIs y los extraterrestres con Jimmy Kimmel
Democrats and Republicans differ on conspiracy theory beliefs. Public Policy Polling, April 2, 2013
