Caso Pomar, seis años después

Desolacion

Por esas fatalidades, el 8 de Diciembre de 2009, el mismo día que entregaba mi texto sobre el caso Pomar para la contratapa del diario Crítica de la Argentina, aparecía el auto volcado en la ruta 31. Notas como aquella pueden quedar desactualizadas en horas o parecer proféticas.  “La proliferación de teorías bizarras colmó el vacío (informativo) y fue parte de la búsqueda de sentido al presagio latente de un final trágico”, escribí esa vez. Al otro día, con más calma, entregué a Newsweek Argentina esta otra nota, que rescato de lo hondo de un viejo disco rígido al cumplirse seis años de una de las páginas donde brilló con más fuerza la estrella negra de la conspiranoia mediática argentina.

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“Aseguran que los Pomar murieron en un accidente”.El martes 8, después de 24 días de mil y una conjeturas descabelladas, aparecieron los cuerpos sin vida de la familia Pomar. Los restos del Fiat Duna Weekend rojo estaban a un costado de la curva de Gahan, un sector de la ruta 31 que ahora todo el mundo califica como “peligrosa”. El mismo martes, la web del diario Clarín tomaba distancia (“aseguran”, decía el titular), pese a que la noticia fue confirmada por el propio ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Stornelli: “No caben dudas de que se trató de un accidente de tránsito, que despidió a los cuatro miembros de la familia fuera del vehículo”.

clarinEl condicional del diario se puede interpretar como un tardío gesto de prudencia, pero también como el anticipo de la siguiente fase del delirio: las teorías del complot siempre encuentran nuevos canales donde manifestarse. Los medios volvieron a demostrar que siempre están dispuestos a dar vía libre al “todo vale” especulativo en vez de atenerse al registro de los acontecimientos tal como se iban presentando. Es que impresiona la magnitud de los desvaríos en contraste con la sencillez de su resolución: la hipótesis del accidente automovilístico se descartó enseguida y el desagraciado escenario emergió a sólo 40 kilómetros de Pergamino, en una zona donde, en lo que va del año, hubo otros tres accidentes, en los que murieron siete personas. Al parecer, nadie se había tomado la molestia de buscar lo suficiente. Stornelli, quien había sido partidario de la hipótesis de una desaparición voluntaria de la familia, defendió los rastrillajes: “No se sabía lo que buscábamos”, acotó, sin sonrojarse. Daniel Scioli sumó otro galardón a su lista de promesas oxidadas: en el mes de abril declamó que su gobernación iba a “repavimentar, señalizar e iluminar la ruta 31”. Nada de eso ocurrió.
caso-familia-pomarQuedaron atrás las abusivas tesis alrededor del arma de fuego que habría comprado Luis Fernando Pomar, las elucubraciones que conectaban el caso con la ruta de la efedrina, los rumores sobre tráfico de órganos, las “extrañas relaciones” de Pomar con umbandas o pentecostales, la telaraña de fantasías sobre gestos y sombras en las tomas del automóvil capturadas en el puesto de peaje, el video casero donde un marciano se desliza detrás de la familia y la hipótesis más escandalosa de todas: la de un “gravísimo conflicto interno familiar”. “No hay evidencias fuertes, pero los investigadores piensan que Luis Pomar cometió un crimen contra su mujer y sus nenas, y está oculto”, escribió Raúl Kollmann en Página/12. También se disipan las sospechas de “ocultamiento” que pretendieron ensuciar al padre de Pomar e implota la carroña que empezó a crecer apenas alguien mencionó que Luis Fernando solía alzarle la voz a su esposa.

El ufólogo Fabio Zerpa deberá buscar otro misterio para azuzar el disparate según el cual los Pomar podrían haber sido abducidos por alienígenas y los clientes de Antonio Las Heras deberán conseguir otro detective psíquico: el fin de semana pasado “vio” a los Pomar vivos, en un peregrinaje místico cerca de Salto, la patria de Pancho Sierra. Pero la calma sólo será un impasse.

Antonio Las Heras, un charlatán con una notable capacidad para caer siempre bien parado, "vio vivos" a los Pomar.
Antonio Las Heras, un charlatán con gran destreza para caer parado, «vio vivos» a los Pomar.

Los charlatanes siempre vuelven. El mentalista Ricardo Schiaritti siguió pululando incluso después de haber afirmado que el empresario Rodolfo Clutterbuck estaba en Colonia (y nada dijo del secuestro por parte de la llamada “banda de los comisarios”), y el rabdomante que participó en la búsqueda de la cámara de José Luis Cabezas sigue siendo reivindicado.
La impudicia mediática fue un capítulo memorable: se inflaron tantos globos novelescos que no debería asombrar el escepticismo con que los más sensibilizados por la tragedia acusaron recibo del shock. La realidad pura y dura fue más previsible, nefasta y pueril: la “misteriosa desaparición” de los Pomar resultó ser otro caso de indolencia y fracaso institucional. Y el ensañamiento con una de las víctimas, como ya sucedió con el olvidado Cabezas, el espejo deformante donde los ineptos deberían verse reflejados. Quizás, lo que concluyó fue la fase delirante. Ahora persisten otra clase de interrogantes: ¿por qué Stornelli no muestra el menor signo de desasosiego cuando es evidente que nunca buscaron en el sitio más obvio? ¿Por qué sigue en su cargo Marcelo “Chivo” Chebriau, cuya brigada tuvo a su cargo buscar a los Pomar, cuando su papel en la investigación de la desaparición del joven Luciano Arruga, hace diez meses, es tan turbulento? ¿Cómo enfrentará el Gobierno el gravísimo problema de inseguridad que nos aflige, esto es, la policía argentina?

FINDELDELIRIOTres preguntas formuladas sin la intención de alimentar ningún complot, sino con la ilusión de hacer reaccionar a los que podrían hacer algo para remediar la catástrofe.

Publicado originalmente en Newsweek, 10-12-2009

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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