Lucía Manucci, colaboradora de Factor, fue entrevistada en el programa «Yo no fui» de FM 103.7 Radio Universidad Calf de la Universidad de Comahue, con la canducción de Santiago «Meteoro» Vega y la producción de Pablo Javier Frizan. Habló sobre conspiraciones, en todos los formatos y en todas sus variantes, en solo 27 minutos. En poco tiempo porque es una chica que habla rápido, explicó también por qué debemos estar atentos: la conspiranoia es una debilidad en la que cualquiera puede caer.
«Hoy la gente se pelea en facebook, en foros de los diarios… Antes, si te querías pelear con alguien a través de una publicación tenías que comprar una revista, escribir una carta indignado, llevarla al correo, despacharla, esperar a ver si te la publican, que alguien te la conteste… Así hasta que a alguien se le acabe la tinta o la revista salga de circulación. El proceso era más lento. Ahora es inmediato. Con las teorías conspirativas pasa lo mismo, ahora explotan. La teoría conspirativa más vieja de todas es la de La Matrix. Si te fijás los filósofos griegos y chinos ya tenían esta desconfianza de hasta qué punto lo que vivimos es real y no el sueño de alguien. Que puede ser suyo, mío o de un ente que ni siquiera somos capaz de imaginar la punta de su existencia», expuso, para empezar, Lucía Manucci, a punto de terminar la carrera de Psicología con una tesis sobre los juegos de rol.
Cuando Vega, alias Meteoro, le preguntó por el ranking de teorías conspirativas, Lucy aclaró que si fuimos o no a la Luna está en primer lugar. Y explicó así por qué está tan extendida: «Es más fácil convencer a la gente de que todo lo filmó Stanley Kubrick a que la Tierra es hueca y que tiene un sol en su interior».
Las teorías conspirativas más populares se basan en temas que todos conocemos: los Beatles, por ejemplo. «El caso de la muerte de Paul McCartney es genial porque no solo eligieron uno igual a él sino supertalentoso», ironizó. Inmediatamente, Vega le repreguntó si cae dentro de las teorías conspirativas el suicidio de Alfredo Yabrán. Lucía no supo si incluirla o no: «Es más parecida a decir si Elvis está vivo o no. Es más bien una duda, sin una plan elaborado». También expuso sus ideas a propósito del terraplanismo, la teleportación (el Experimento Filadelfia) y el caso de Alternativa-3, la historia que surgió de un falso documental sobre un plan para emigrar científicos terrestres a Marte y de cómo el calendario del fútbol favoreció la construcción de la historia. Destacó las diferencias entre el conspiranoico más acérrimo y el que siente simple desconfianza y dejó en claro que todos y cada unos de nosotros podemos caer en falacias y teorías conspiranoicas: «Si uno ve que fueron ocultadas evidencias, no vale creer en la falacia de la autoridad: debemos buscar evidencias científicas».
Bien por Lucy. Esto continuará.
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