La Asociación Médica Argentina (AMA) ofrece un curso para enseñar a “regresar a Vidas Pasadas”. Si esto es así, el Arte de Curar ha desterrado todo eufemismo y ha naturalizado su condición de Arte de Currar. Por cierto, ¿a qué atribuir este giro? ¿A cierta desorientación científica o porque “por plata el galeno baila”? Para algunos, el traspié califica rebautizar la Asociación Médica “El Club del Dr. Cureta”
En 2013 escribimos a la AMA para que reclamara junto a un grupo de profesionales, docentes y científicos a ocuparse activamente de la proliferación de medicinas o procedimientos médicos sin sustento científico. Este pedido iba a ser dirigido a la ANMAT, que prohíbe la comercialización de medicamentos que, al no haber sido aprobados, son considerados ilegales (Ley 16.463). Solicitábamos a esa Dirección, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, que “no permitiera abusos inspirados en el desconocimiento, las urgencias y las necesidades de la población para urdir engaños que en muchos casos terminan con la pérdida de tiempo, dinero e ilusiones de personas que están atravesando una difícil situación personal”.
Dejamos la carta en mesa de entradas al Dr. Carlos Chiale, Director Nacional de la ANMAT. Esa misma carta también había sido enviada a la Asociación Médica Argentina, destinada concretamente a su presidente desde 1998, Dr. Elías Hurtado Hoyo. No contestaron ninguno de los dos. En aquel texto le recordamos a Chiale y a Hurtado Hoyo que apoyar la pseudociencia va contra el Código de Ética de la AMA, cuyo Artículo 321 reglamenta:
“No deben aplicarse nuevos sistemas o procedimientos especiales, curas o modificaciones, aún en discusión respecto de cuya eficacia no se hayan expedido definitivamente las instituciones oficiales o científicas.”
Esta indiferencia hacia el abuso de la confianza del público por parte de charlatanes que aprovechan los agujeros negros del sistema de salud para ofrecer supercherías ahora parece continuar en la gestión del nuevo presidente de la AMA, Dr. Miguel Á R Galmés.
Ya no por ignorar el pedido de apoyo a un reclamo justo de desmontar el charlatanismo médico y pseudomédico sino porque dentro de las aulas de la AMA ofrecen cursos que no sólo se burlan de la medicina basada en la evidencia, sino que invocan creencias inspiradas en sistemas de pensamiento religioso, diametralmente alejados de la práctica médica tal como la ejercen los profesionales matriculados en universidades que forman médicos en la República Argentina.
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El ejemplo más flagrante es la clase que tendrá lugar entre el 27 de Junio y el 1º de Julio de este año. Durante varias tardes, a lo largo de 20 horas, el Dr. José Luis Cabouli ofrece en la misma sede de la Asociación Médica Argentina, Av, Santa Fe 1171, un Curso Básico de Terapia de Vidas Pasadas (TVP) dirigido a médicos, psicólogos y profesionales de la salud “que deseen adquirir un conocimiento diferente sobre la génesis de los conflictos emocionales con los que suelen enfrentarse a diario como así también profundizar en su desarrollo interior.”
Así, por la suma de $ 1.500, los asistentes conocerán las premisas básicas sobre las que se asienta la Terapia de Vidas Pasadas, como por ejemplo:
– La dimensión atemporal del alma, el atrapamiento de la conciencia y el concepto de la multisimultaneidad,
– Experiencia excluida de la conciencia, experiencia responsable y experiencia traumática,
– Síntoma: la vía de acceso a la experiencia excluida de la conciencia,
En el curso Cabouli se refiere al “trabajo terapéutico de las diferentes experiencias de muertes traumáticas”, la “influencia de las emociones, creencias maternas y eventos externos en el psiquismo del feto” y la técnica básica de regresión, entre otros temas. Cada una de las cinco clases teóricas cierra con una “regresión didáctica” a cargo del Dr. Cabouli. Y el requisito es llevar original y fotocopia de título profesional, matrícula y/o estudios cursados. No explica por qué, pero Cabouli entiende que “el curso puede ser de particular interés para obstetras, pediatras y aquellos profesionales que trabajan en cuidados paliativos o bien acompañando a pacientes en estado terminal”.
Conocimos la novedad a través del Lic. Fabián Maero. No salía de su asombro ni de su indignación. “Yo que ellos, comentó, no jodería mucho con lo de conectar con los finados, porque en una de esa enganchan con el doctor Favaloro y les descose el culo a patadas.”
El curso que Cabouli dará en AMA es el mismo que promociona en el sitio de salud Aula de Medicina, aunque a un precio mucho más económico.
Está claro que aquí el problema no es del Dr. Cabouli, quien ofrece su servicio como lo viene haciendo, en talleres y seminarios esotéricos y new age, sino los directivos de la AMA, ninguno de los cuales, al parecer, encuentran contradicción alguna entre ofrecer esta clase de cursos y varias afirmaciones contenidas en su Código de Ética para el Equipo de Salud, publicado por primera vez en 2001, en ocasión de los festejos de los primeros 110 años de la institución y realizada junto con la Sociedad Argentina de Ética en Medicina y “más de noventa personas de alta relevancia en los distintos aspectos del pensamiento humano, representativos de las distintas actividades de las Ciencias Médicas y no médicas relacionadas a la Salud, que hacen a un Ejercicio Profesional Ético”.
En su introducción histórica a la ética social afirma: “Llegada la Edad Media se abre camino la concepción moderna de la ciencia y la técnica, y del hombre mismo. El cosmos natural, divino, vedado para el hombre, comienza a ser revelado por la razón. A ese orden natural cerrado, esotérico, se le opone la ciencia, que es creación humana: la ética adquiere también otro rumbo, pues ella no puede sustraerse a las evidencias que la ciencia aporta. La ética sin ciencia sería algo inconsistente, vacío” (Pp. XIV del Código de Ética de la AMA).
La ética, en un “trabajo terapéutico de las experiencias de vidas pasadas”, aconsejaría proporcionar alguna prueba consistente de la relación existente entre “los síntomas psíquicos de la vida presente” y “experiencias traumáticas de vidas anteriores”. Para el Dr. Cabouli, el asunto se reduce a “emociones que se instalan en el alma en forma de energía”, que a su vez “originan patrones de conducta, mandatos y creencias, reacciones estereotipadas y una compulsión a la repetición que condiciona nuestro accionar cotidiano.”
Según los terapeutas de Vidas Pasadas sus tratamientos «curan» porque hacen “revivir el trauma original” a través de un proceso que llaman “estado expandido de conciencia”. Para Cabouli es “algo totalmente diferente del de la hipnosis” ya que durante esta experiencia “se produce el encuentro con su alma o, si lo prefieren con su Yo superior”. Se trata, en suma, de conceptos que pertenecen al área del esoterismo e incluso de la Teosofía, que por definición y naturaleza misma eluden todo intento de corroboración científica. Probablemente, en la Asociación Médica Argentina hay quienes piensan lo contrario. O les da igual y sólo quieren «hacer caja».
ENLACES EXTERNOS
En busca de la biografía perdida
Los buscadores de vidas anteriores ¿saben a dónde van?
La Lista de la Vergüenza (Círculo Escéptico Argentino)
Terapias Alternativas en el Paciente con Cáncer. Por A. Turek y A. Agostinelli
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