El «caso estrella» de la ufología maussanita, como llaman en México a los promotores sin escrúpulos del fenómeno ovni, acaba de derrumbarse. Fue identificado el autor del famoso video conocido como «caso Las Lomas». Un resumen de la historia, caballito de batalla del «Fabio Zerpa mexicano» y de History Channel latinoamérica, es presentado aquí por Martín Fragoso, el especialista que indagó con más tenacidad los entresijos del fraude.
El viernes 26 de septiembre de 1997, en una de las casetas de policía de Televisa San Angel, un misterioso joven dejó un paquete para el periodista Jaime Maussán. Se trataba de un video en formato VHS en el que se observa un platillo volador que gira sobre su propio eje, que se bambolea y que segundos después se va por detrás de algunos edificios. El paquete también contenía una carta escrita a máquina y firmada por un tal «José Valles P».
El autor de la carta explicaba que había tomado el video desde la oficina de su empresa, que había tomado sin permiso la cámara de su jefe y que, antes de haber tenido la oportunidad de ver y videograbar este platillo volador, había sido un escéptico e incluso se había burlado de quienes hablaban del tema. De igual formaba solicitaba permanecer en el anonimato y pedía que las voces del audio se omitieran en televisión.
Dos días después de haber recibido la cinta, y antes de buscar posibles testigos o realizar una investigación, Maussán mostró el video en una emisión en vivo de su programa de televisión Tercer Milenio. Como la carta no especificaba el lugar del supuesto avistamiento, el ufólogo solicitó a sus televidentes que, si reconocían la zona, se la indicaran.
Al día siguiente, gracias a un televidente, Maussán y su equipo (de aquí en adelante maussanitas) supieron que los edificios que aparecen en las imágenes se encuentran en la colonia Lomas del Chamizal, en la delegación Cuajimalpa, al poniente de la ciudad de México.
Ese mismo día se dirigieron al lugar. Una vez ubicados los edificios, encontraron el sitio desde donde se había grabado el video: el edificio Corporativo Laureles Reforma. No pudieron permanecer mucho tiempo allí: los corrieron «a patadas». Sin haber logrado obtener más información, el equipo fue a comer a un puesto de tacos. La hija del señor que atendía el mencionado puesto aseguró haber observado el platillo volador. Maussán le preguntó a la jovencita de 13 años si el día anterior había visto Tercer Milenio, ella dijo que no y el ufólogo decidió confiar en su palabra. Así es como la joven Casandra López se convirtió en la testigo estrella del caso.
Tres días después, los maussanitas comenzaron a buscar más personas que pudieran haber visto la nave extraterrestre. El 16 de enero de 1998, en un programa de televisión, el ufólogo Daniel Muñoz y Maussán aseguraron haber encontrado un total de 12 testigos, entre ellos varios niños.
Una joven aseguró que la radiación del platillo volador le había quemado la piel, otros dijeron que sus mascotas se habían comportado de forma inusual y así.
En múltiples ocasiones los escépticos cuestionaron a los maussanitas la escasa cantidad de testigos. Sin embargo, los milagros están a la orden del día en la ufología, y para quien lo dude aquí hay uno: la multiplicación de los testigos. Algunas semanas después de aquel programa, Maussán ya presumía de haber encontrado no a 12 sino a ¡cientos de testigos! Y si había sucedido un milagro, ¿por qué no otro? Muñoz, en una entrevista que le realicé el 20 de diciembre de 2001, me habló no de cientos sino de miles de testigos. Varias aves, agregó, habían perdido de forma inexplicable su plumaje y varias personas habían visto afectada su salud por el paso de la nave intergaláctica.
ASÍ NACE UNA LEYENDA UFOLÓGICA
Veamos algunas críticas que recibieron Maussán y sus seguidores desde el principio: que en ocasiones inducía las respuestas («¿era redondo?», «¿te impresionó?», etc.), que algunos testigos no describían lo que mostraba el video y, sobre todo, que entre el día del supuesto avistamiento (6 de agosto) y la transmisión del video en TV (28 de septiembre) nadie reportó ante algún medio de comunicación haber visto un ovni: todos los supuestos testigos fueron apareciendo conforme el video se pasó una y otra vez en TV, y no sólo en Tercer Milenio sino en varios programas. A los maussanitas poco les importaba esta última crítica.
Maussán decía:
«Estamos en una etapa donde el cine, los efectos, los trucos cinematográficos, las computadoras pueden crear cosas como ésta; sin embargo, lo que la computadora no puede crear son los testimonios y son los análisis minuciosos que han venido realizándose para darle validez a este video…».
Muñoz, por su parte, se mostraba asombrado de que hubieran encontrado personas que describían exactamente lo que se veía en el video. Muy extraño, ¿verdad?
Varios expertos analizaron el video, entre ellos Jeff Sainio de MUFON, Jim Dilettoso, cuyos trabajos Maussán ha presentado como «análisis de la NASA», y Víctor Quezada. Sainio es el único que concluyó que el video era un fraude. “(Sainio señala) diferencias en el barrido o corrimiento de las imágenes al ser movida la cámara. El escenario con los edificios muestra un cierto patrón, mientras que el objeto no tiene ese mismo corrimiento o barrido de la imagen. ‘Ello indica que el ovni no está en el video cuando la cámara, sostenida a mano estaba siendo agitada’», explicaba el periodista Mario Méndez Acosta.
En 1999, el físico Manuel López Michelone afirmó que el autor del video era su amigo José Fidel Kuri, un experto en animaciones por computadora y, en ese entonces, presidente de la empresa Computer Graphics. Kuri me aseguró que se trataba de una confusión: había trucado un video en el que se observaba un platillo volador (sin edificios de referencia) y se lo había enviado de forma anónima a Maussán; Kuri le platicó a sus amigos de su travesura y éstos, al ver el video del platillo volador de las Lomas, pensaron que se trataba de su video. Al parecer, el video de Kuri nunca llegó a manos del ufólogo.
En el año 2006, Pedro Ramírez, colaborador de Maussán cuando sucedió este caso, declaró: “me mandaron a investigar este caso que fue muy polémico y me tocó descubrir que todo era falso y, en lugar de decir: ‘ya encontramos quién lo realizó y sabemos que se trata de un caso falso’, se me pide que me calle y que no hable del asunto.” Al año siguiente, la ufóloga Ana Luisa Cid también entrevistó a Ramírez. En esa ocasión Ramírez reveló el nombre de la empresa que se encontraba en el cuarto piso del edificio desde donde se grabó el video y en la que trabajaba el autor del mismo: Publicidad Virtual. Maussán siempre ocultó este dato, el ufólogo (que es capaz de citar nombres, lugares y fechas cuando habla de los casos que «investiga») fingía demencia cuando le preguntaban al respecto (Philip J. Klass, entre ellos). En ninguna de esas entrevistas Ramírez reveló el verdadero nombre del autor de las imágenes.
A mediados del año 2009, Luis Miguel Barrera acudió a las oficinas de Tercer Milenio para solicitar una copia de la carta de «José Valles P.» Sobre las afirmaciones de Ramírez, Maussán dijo 1) que el nombre de la empresa no lo recordaba, 2) que efectivamente habían encontrado a alguien que afirmaba ser el autor de la cinta, pero que nunca lo había demostrado y 3) que tampoco recordaba el nombre de esa persona, pero que lo habían encontrado al buscarlo por su apellido materno en esa empresa.
Días después, Barrera se comunicó a Publicidad Virtual (Maussán «no recordaba» el nombre de la empresa pero Ramírez ya lo había revelado) y preguntó si en 1997 había trabajado ahí alguien cuyo apellido materno fuera Valles. Recién a finales de noviembre de ese año recibió la respuesta: en el archivo de recursos humanos estaba el nombre de Ignacio Ocampo Valles.
Ya con este dato, Barrera se comunicó con él por medio de Facebook. Antes, notó que entre los contactos de este Ocampo Valles había un empleado de Publicidad Virtual. ¡Era a quien buscaba! Al cabo de varios mensajes, el 25 de noviembre de 2010, Barrera le pidió a Ocampo Valles que firmara tal y como lo había hecho en la carta enviada al ufólogo. Dos días después Ocampo le envió la firma escaneada. Como mencioné líneas atrás, la firma jamás se había dado a conocer. Al comparar las firmas se observa que coinciden. La conclusión es inevitable: el animador gráfico Ignacio Ocampo Valles es el autor del video.
La investigación de Barrera muestra que Maussán, una vez que supo de Ignacio Ocampo (y que trabajaba en Publicidad Virtual y que posiblemente era el autor de la cinta), simplemente decidió ignorar esta información.
Ocampo Valles dejó de contestar los mensajes una vez que Barrera le explicó que lo había encontrado al preguntar en Publicidad Virtual. ¿Cuáles fueron sus intenciones para realizar el video del platillo volador de las Lomas?, ¿cómo lo hizo?, ¿por qué se ha mantenido en silencio por tantos años? Tal vez algún día hable claramente de todo esto.
Por ahora, gracias a los esfuerzos de Luis Miguel Barrera, el caso está cerrado.
ENLACE EXTERNO
El plato volador de Las Lomas. Por Martín Fragoso.
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