Carlos Demaría: «Los ovnis son tecnológicamente posibles, pero científicamente indemostrables»

A sus 92 años, Carlos Alberto Demaría sigue siendo un apasionado de la investigación astronómica. Ufólogo pionero, creó en 1974 el Centro Argentino Investigador de Fenómenos Extraterrestres (CAIFE).

Por Alejandro Agostinelli

Hoy, domingo 23 de marzo de 2025, cumplí una promesa largamente postergada: visitar al astrónomo aficionado y ufólogo de vieja data Carlos Alberto Demaría en su departamento de Belgrano, en la ciudad de Buenos Aires.

Interesado en el estudio de los platos voladores desde 1962, su primer intento por conectarse con otros aficionados al tema fue una carta enviada el 25 de junio de 1969 a la revista 2001: Periodismo de Anticipación. Gracias a ella, conoció a dos especialistas ya finados, el espeleólogo Julio Goyén Aguado y al actor Fabio Zerpa, que estaban bien inmersos en esas lides.

Así, Carlos se unió a la Organización Nacional de Investigación de Fenómenos Espaciales (O.N.I.F.E.), dirigida por Zerpa, hasta 1974, cuando se alejó decepcionado, poco antes de que siguiera sus pasos Guillermo Carlos Roncoroni, director y fundador de la revista UFO Press. Ese mismo año, fundó su propia entidad: el Centro Argentino Investigador de Fenómenos Extraterrestres (CAIFE).

No se equivocará quien imagine que en esa sigla encontré inspiración para nombrar a mi propio grupo, creado tres años después con compañeros de la secundaria: el G.A.I.F.E. En mi caso, sin embargo, reemplacé “Centro” por “Grupo” y “Extraterrestres” por “Espaciales”, porque, además de mi fascinación por los ovnis, soñaba con ser astronauta.

Hacía más de tres décadas que no veía a Carlos.

La primera conferencia sobre ovnis a la que asistí, en 1978, la dio Carlos en el Teatro Santa María del Buen Aire. En aquellos años solía aparecer en los diarios y, para mí y otros chicos que lo escuchamos esa tarde, era una autoridad en la materia. Por eso quedé petrificado cuando, al final de la charla, aquel hombre que sabía tanto de astronomía como de ovnis se detuvo ante mi saludo y se tomó el tiempo de responder mis preguntas. Su humildad y calidez me impactaron: hasta entonces, solo había conocido a Zerpa y Antonio Las Heras, a quienes, con mis 15 años, consideraba embaucadores o mercanchifles.

DOS RECUERDOS. Una entrevista que le realizó a Demaría Clarín el 25 de septiembre de 1976 y el folleto promocional de una conferencia que dio el 14 de junio de 1980, a las 19 horas, en el Club Atlético Banco Nación de Vicente López, a la vuelta de mi casa familiar. Mientras dio aquella charla -a la que asistí- tenía lugar un «caso ovni» que iba a dar mucho que hablar.

A lo largo de los años ochenta, con mi amigo Alejandro Chionetti solíamos ir a visitarlo a su casa de la calle Pedro Goyena, en el barrio de Caballito, donde nos invitaba a subir a la terraza para mirar el cielo a través de su potente telescopio rojo, que recuerdo junto al efervescente anecdotario que acompañaba el relato de su construcción, que le llevó dos años respetando las enseñanzas que recibió de Francisco Luis Poletti en la Asociación Amigos de la Astronomía de Parque Centenario. También iba a visitarlo a la sucursal del Banco Nación en Plaza Italia, donde fue funcionario, y más adelante coincidimos en varias reuniones en el Café Tortoni, precursor de los actuales Cafés Ufológicos. Carlos, jubilado desde hace lustros, aún mantiene las convicciones de toda su vida, pero en el año 2000 decidió alejarse del ambiente ovni, desencantado tanto con algunas personas como con lo que el tema le podía seguir aportando.

CONFERENCISTA DE LARGO ALIENTO. El 8 de agosto de 1973 Carlos Demaría dio una conferencia en el Salón del Banco Nación de la República Argentina. El apoyo de esta institución le permitió recorrer el país presentando charlas sobre el tema de sus amores.

Además de organizar conferencias auspiciadas por el Banco Nación y de elaborar catálogos y publicaciones, como su boletín Extraterrestre —del que aún conservo varios ejemplares—, desde mediados de los años setenta Carlos fue un invitado frecuente en la televisión. Participó, por ejemplo, en el recordado programa El Hombre en el Espacio, conducido por Miguel Ceruse, entre 1980 y 1983.

CON HORACIO AIELLO. En Teleonce, el 5 de octubre de 1975.

Por supuesto, también investigó varias historias clásicas de la ovnilogía argentina. Entre ellas, la famosa incursión de un globo MIR francés el 17 de septiembre de 1985, confundido con una nave-ovni que sobrevoló Buenos Aires y otras regiones del país. Su participación en el esclarecimiento del caso fue reivindicada por el experto en globos estratosféricos Luis E. Pacheco en su Stratocat como el primer investigador que se salteó las anteojeras del platívolo y puso a prueba la hipótesis de que aquel avistamiento masivo podía explicarse por la presencia de un objeto artificial, en este caso un globo de investigación lanzado por la CNES de Francia.

Demaría también se interesó por casos de encuentros cercanos, como el confuso episodio que vivió el camionero Eugenio Douglas en Monte Maíz, Córdoba, el 11 de octubre de 1963. Una charla casual con el hermano del médico que atendió al testigo le permitió confirmar que Douglas no había “muerto de leucemia a causa de las lesiones provocadas por el ovni”, como le había asegurado sin fundamento su ex amigo Zerpa. Este descubrimiento posibilitó que R. Banchs entrevistara a Douglas 18 años después. Con la ayuda de Demaría, el caso Douglas recibió una interpretación más plausible que la difundida por los medios y los ufólogos de la época, al igual que otros episodios que revisó.

Aun así, cuando le pregunté cuál era su postura actual, me repitió la misma frase que le escuché decir hace 35 años:

Los ovnis son tecnológicamente posibles, pero científicamente indemostrables».

No me animé a confesárselo: en una entrevista del diario Clarín, Carlos consideró «muy creíble» la abducción del entonces cabo Armando Valdés en Putre, en el altiplano chileno. Su defensa del caso, basada en argumentos «relativistas», convenció a un niño de 14 años. Treinta años después, el mismo niño, convertido en un adulto con canas incipientes, iba a viajar a Chile para escuchar del militar lo que «en verdad» había ocurrido el 25 de abril de 1977: una cósmica tomadura de pelo. No estoy arrepentido: la entrevista a Valdés, una aventura inolvidable que compartí con mi compañero y amigo Diego Zúñiga Contreras, fue extraordinariamente reveladora.

En los últimos años, Demaría continuó su labor en tres blogs: uno dedicado a la astronomía y dos a la ufología. Sin embargo, terminó frustrado con WordPress, que le exigió un pago que no podía afrontar para mantenerlos en línea, lo que lo obligó a abandonarlos. Al menos uno de ellos aún sigue disponible.

A comienzos de los años noventa, cuando murió la madre de sus dos hijos, Carlos tuvo que dejar su casa con terraza y mudarse a un barrio rodeado de edificios, luces y sombras. Vendió su observatorio y se resignó a no volver a escrutar el cielo. Aun extraña sus noches de observación con su formidable telescopio, el mismo que inspiró a un semanario de actualidad a titular una entrevista a Carlos como «El Carl Sagan de Caballito».

Que más puedo contar, un montón de cosas. Pasé buena parte de la tarde escuchando sus historias con la misma fascinación de cuando era un pibe. Y, como tantas veces me ocurre, hubiese querido registrar la conversación. Quedamos en volver a vernos para hacerlo realidad.

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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