A fines de junio de 1995, nave espacial Galileo de la NASA pasó a menos de 10.000 kilómetros de la helada superficie de Ganímedes. Tomó fotos que muestran –por primera vez– los complejos detalles de la superficie. Las líneas son crestas iluminadas por el sol que se elevan sobre las llanuras y los rasgos circulares son cráteres de impacto. Ganímedes es la luna más grande de Júpiter y el mayor de los cuatro satélites descubiertos por Galileo Galilei en 1610: Io, Europa, Ganímedes y Calisto.
En la Argentina, hacia 1938, Benjamín Solari Parravicini -quien proporciona el que podría ser el primer relato de «abducción» en la Argentina (1968)- consideró que el satélite natural joviano era morada de los “navieros interplanetarios” que anotaba en sus psicografías.
En 1952 los espíritus que descendían hasta ingresar en el periodista científico Jorge Duclout, el primer contactado argentino, se relacionaba con seres de la misma procedencia. Veinte años más tarde, el rosacruz peruano José Rosciano Holder (Yosip Ibrahim), publicaba “Yo visité Ganímedes. El maravilloso mundo de los ovnis”. En septiembre de 1968 dos empleados del casino Juan Carlos Peccinetti y Fernando José Villegas, tropezarían en las calles de Mendoza con seres que señalarían el mismo punto de partida, en los groseros bosquejos que trazaron en la carrocería de un antiguo Chevrolet. Natural de Ganímedes era su madre según el pionero del contactismo argentino, Eustaquio Zagorski (1967) y eran también de Júpiter los visitantes que contactaron a Agapito Millán (1959) y a Francisco García, el marciano -también por parte de madre- que anunció por televisión el acuatizaje de 50 naves en la laguna de Chascomús (1973).
En 1974 los hermanos Sixto y Carlos Paz Wells recibirían psicografías de seres ganimedianos, quienes les encomendarían fundar Misión Rama, que habría de ser la mayor religión ovni nacida en América del Sur.
En 1995, cuando la nave Galileo hizo su safari fotográfico rasante, la luna joviana se convertía en paisaje emblemático de una nueva religión, que después de todo también iba a ser fría y un poco desolada.
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