Guillermo Versalli nació en Chajarí, Entre Ríos, en 1974. Había un salto entre ese año y 2014, cuando, con el apodo cósmico de Antarel Elohím, se instaló en la llamada “Zona Erks”, Valle de Punilla, donde intentó fundar una comunidad. En la región nadie, salvo su esposa, Tyshina Amancay Kimei, conocía su nombre real. Hoy permanece detenido en la cárcel de Cruz del Eje donde enfrenta una acusación por el presunto delito de abusar sexualmente de una menor de edad.
El editor de Factor sigue su trayectoria desde 2018. La investigación sobre las acusaciones contra Antarel está en curso.
Por Alejandro Agostinelli
Antarel Elohím asegura haber despertado como ungido en el año 2013. Hasta entonces era un comerciante entrerriano, nacido en Chajarí, provincia de Entre Ríos. No había testimonios disponibles de su vida anterior. Fue recién en 2018, durante una entrevista, que me facilitó su nombre y compartió datos hasta entonces desconocidos.
Según su relato, una crisis espiritual le llevó tomar la decisión de mudarse a “Tierra Elegida”, un término que le calza a cualquier punto geográfico ubicado alrededor del cerro Uritorco, Córdoba, zona liberada de la new age patria –y por ende apta para toda clase de consumo de bienes y servicios mágico-religiosos–, y popular santuario extraterrestre a partir de 1986.
Desde sus redes sociales, Antarel había anunciado que entre el 8 y el 10 de septiembre esperaba a sus seguidores en Erks para “un reseteo de amor” por medio de la “energía estelar” de una máquina sanadora llamada Luz Escalar.
El jueves 7 de septiembre de 2023, personal de la Departamental Punilla Norte lo pasó a buscar por su residencia en Los Cocos imputado por el delito de “abuso sexual con acceso carnal y promoción a la corrupción de menores agravado”. La denuncia había llegado a la Fiscalía de Instrucción de Cosquín, a cargo de Paula Kelm, pocas semanas atrás. Una adolescente que asiste al Colegio Estatal de educación común I.P.E.A. Nº 343 en Los Cocos, le confió a un maestro que había sido abusada sexualmente por Antarel. El propio docente fue el denunciante.
Como en todo supuesto caso de abuso sexual de una persona menor de edad, la Fiscalía y el Colegio son reticentes con la prensa. Versalli, recluido en el Complejo Carcelario de Cruz del Eje, no contesta entrevistas ni ha facilitado aún el teléfono de su abogado defensor. Sólo contestó su esposa, Tyshina Amancay Kimei: “Se están diciendo muchas barbaridades. Que cada uno crea lo que quiera y la verdad saldrá a la luz. No está en mi interés hacer público nada. Otros lo acusaron de haber sido quien asesinó a Cecilia Basaldúa (N. del E. La mujer de 36 años asesinada el 25 de abril de 2020 en Capilla del Monte). Se ve que es el culpable de muuuchas cosas, según la gente”, ironiza. “Me río porque no hay mucha opción”.
El 15 de septiembre de 2023, poco antes de dar de baja las cuentas de Antarel Elohim en Facebook e Instagram, Tyshina escribió:
Hoy Antarel se a retirado (sic) por tiempo indeterminado dejando sus enseñanzas para que cada uno pueda ponerlas en práctica. Entiendo que nuestras mentes se llenan de preguntas del «¿por qué?» del «¿como?» Apelo a que estas respuestas las encuentre cada uno dentro de su corazón en el silencio de la mente”.
Guillermo Isidro Gabriel Versalli tiene 43 años, es hijo de Isidro Florentino Versalli, por años operador de LRH 200 Radio Chajarí, y de Susana Graciela Domínguez, ambos fallecidos.
La dicción serena y suave de Versalli, así como su seguridad al anunciar vaticinios que demoraban en cumplirse, coexistían con su simpatía angelical. Tanto él como su pareja, Tyshina, vestían enterizos blancos ceñidos, que Antarel solía abrochar al cuello con un botón plateado que le daba un aire de superhéroe galáctico.
La decisión de Versalli de despedir a Antarel, cerrar sus cuentas en redes sociales y no dar explicaciones, no lo vuelve culpable, todavía. Sin embargo, si se llegara a comprobar su responsabilidad en un delito contra la integridad sexual de una menor, esa acción no debería teñir de sospecha a otros integrantes de su comunidad ni a otras comunidades similares, que existen en gran número en la zona de Punilla. Cada persona es responsable de sus actos.
QUIÉN ES ANTAREL
“Antarel”, el nombre que Versalli adoptó en su renacimiento espiritual, se originó en una ronda de meditación de doce días cerca del puente fronterizo Salto-Paysandú, Uruguay, en proximidades de la Estancia La Aurora, donde ocurrió el famoso encuentro con un ovni de Angel María Tonna, en 1976.
Allí, Versalli fue instruido por un grupo de guías que le preguntaron su nombre. Él respondió “Antarel”, y supo que ese sería su nombre a partir de ese día. Convencido de que Buda usaría las redes sociales si reencarnara, Versalli se sentó frente a una computadora para registrar su nueva iniciativa. Facebook le pidió que agregara un apellido, y él pensó: “Elohim”. Versalli ignoraba que esta palabra hebrea significa “muchos dioses”, pero desde los setenta el gurú francés Claude “Raël” Vorilhon la usa para referirse a Dios, a quien considera un alienígena. De hecho, Raël, ungido embajador o mesías por los extraterrestres en 1973, y Antarel, en 2013, no sólo resuenan fonéticamente familiares, también sus creencias y hasta en los uniformes son similares.
Desde 2015, se estableció con su esposa en una posada en la localidad de Puertas del Cielo, a escasos metros de la casa creada para recordar al inspirador y redactor de la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918, el Museo Deodoro Roca, en el Valle de Ongamira.
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Es difícil resistir una promesa de paz, armonía y bienestar, especialmente después de manejar veintidós kilómetros de ripio en un cascajo con la suspensión estropeada a través de la Ruta Provincial Nº 17.
Los convocados debían peregrinar hasta un predio de 67 hectáreas, del que Versalli decía ser propietario, pero que había sido cedido en comodato por un porteño fascinado con las visiones de Ángel Cristo Acoglanis en Los Terrones a mediados de los ochenta.
Durante más de cinco años, antes de mudarse a Los Cocos, Antarel estableció su embajada terrena en aquel Paraíso. Desde los ventanales de la Posada Puertas del Cielo, donde ofrecía alojamiento, se veían parques, arroyos, cascadas y senderos que conducían a los miradores de las sierras. Allí, anunciaba, empezaría su movimiento, inicialmente llamado Centro Comando Erks.
Versalli llegó a las sierras de Punilla en 2014 sin revelar su pasado. Nadie lo conocía más que por su nombre de Avatar: Antarel.
Su primera actividad pública fue en la finca Pueblo Encanto, un paseo privado de Capilla del Monte. El evento causó revuelo por cobrar entrada para que los asistentes pudieran tocar una réplica del legendario Bastón de Mando, una piedra esculpida en basalto de 4,5 kilos. La piedra era bastante parecida a la que solía ostentar el profesor Guillermo Alfredo Terrera, un esoterista que le atribuía poderes trascendentes. El préstamo del bastón lo hizo Carlos A. Lusianzoff, ex gerente de Tupperware y dueño de Pueblo Encanto.
Su proyecto comunitario tenía una pata inmobiliaria. No era un secreto: en su sitio de Facebook, Versalli anunciaba que Puertas del Cielo sería el hogar de una red de residencias habitadas por personas afines que vivirían en plena naturaleza, lejos de las grandes ciudades. Si todo salía bien, sobre esos terrenos se construiría la primera “Ciudad Dorada”. Cada ciudad tendría forma de mandala con una capacidad máxima de 500 personas. Funcionaría como un nodo de una red llamada “Mundo Sion”, una comunidad con sus propias reglas, economía y educación. En esta comunidad, Antarel sería el Máximo Educador Social e Instructor. El sistema económico acuñaría una moneda de intercambio, el Token Suv.
La impronta milenarista de la misión de Antarel se manifiesta en varios aspectos, como el número de “llamados” a formar parte de su proyecto, 144.000 elegidos, y el plan de evacuación del planeta Tierra, que denomina “ascensión”. Antarel lo describe como un proceso gradual que consta de 33 fases que culminarán en 2029, cuando “se abrirá un portal físico tangible”.
La comunidad impulsada por Antarel ha recibido distintas denominaciones, ya sea por reacomodamientos de orden práctico, como cambios en la composición del grupo, relaciones con figuras externas o mudanzas, o por inspiración divina. También han variado su oferta y sus socios en el proyecto. Al principio ofrecía técnicas de sanación crística y cuántica para el bienestar físico, mental, emocional y espiritual, en colaboración con el gurú venezolano Manuel Castillo, conocido en la región como Ananda Kumara. La geografía compartida por ambos gurúes era “sus montañas de cuarzo rosa y piedras preciosas, ese lugar mágico que los Seres Superiores han elegido para la realización del Plan con su más Alto Representante”.
Durante esa época, José Sergio Griffa, conocido como Mahatma Brahmachary Krishananda Ji, presidente del Parlamento Argentino de las Religiones (PAR), hoy Parlamento Universal de las Religiones, presentó a Versalli como “el Excelso Maestro Guía de la Fraternidad Cósmica de Ascendidos: Sri Antarel Elohim”.
En 2020, Antarel se mudó a Los Cocos y rebautizó su espacio en Erks como Área-337. Allí anunció el lanzamiento de un “dispositivo alquímico” que permite la distribución de “Agua Diamantina Cuántica”, elaborada con agua obtenida en “territorio energético Sagrado del Valle de ERKS” activada con “roca meteorítica y doce cristales de cuarzo que identifica las energías de los dictos solares” y una serie de ingestas de cloruro de magnesio como la que solía indicar “con fines de purificación” su colega y amigo en San Marcos Sierra, Néstor Santiago Corsi, también conocido como Profeta Kropp. El kit se podía adquirir en Mercado Libre, pero requería una dosificación tan laboriosa que la forma más conveniente de aplicarla sería visitando el, o quizá mudándose al, Área-337.
Así, de la activación de portales en distintos puntos considerados sagrados por Antarel, pasó a brindar herramientas terapéuticas que combinan magia, pseudociencia y un toque de religiosidad pop. El ahora “Avatar de Sirio” se detuvo en el Portal 777, ubicado en su morada en Los Cocos, donde erigió una “Pirámide cuántica de energía psicotrónica” que denominó Pedro Romaniuk (1923-2009), en honor al desencarnado patriarca del contactismo religioso argentino. En las mismas instalaciones convoca a su gente a ser irradiada con “energía cuántica” usando otro artefacto, una suerte de caja negra a la que llama Luz Escalar.
EN LAS PUERTAS DEL CIELO
En una visita que se prolongó por algunos días, entre el 10 y el 14 de febrero 2018, Antarel y Tyshina me recibieron sin objeciones en la Posada Puerta del Cielo. Después de una primera, escueta entrevista, dio una conferencia para un centenar de personas donde me citó como “un enviado” para difundir la misión y quizá a modo de ejemplo del interés que despierta en el periodismo su proyecto. Hasta ese día, me confió, nunca había sido entrevistado. Me contó los inicios de su misión, me dijo que no cobra por sus actividades espirituales y de qué maneras promueve la beneficencia. Cuando le pedí detalles sobre su iniciación me aseguró que sintió que regresaba de un largo viaje.
– Volvía de esas dimensiones con recuerdos vívidos. En ese profundo estado meditativo accedí a una vibración muy alta de frecuencias y aprendí todo lo que debía saber”. Hasta ese día Antarel fue –aclaró una, dos y hasta tres veces– una tabula rasa. “Durante 39 años (su edad en el momento de la entrevista) yo no pude leer libros ni nutrirme de fuentes externas. Leía dos o tres carillas y la vista se me cerraba, no podía seguir leyendo.
– ¿Tenías problemas de concentración?
– No, pensé que la lectura no era lo mío. Todos tenemos la conciencia de la multidimensión, de dónde venimos, pero está vedada en la conciencia humana hasta que llega el momento. En mi caso esa conciencia está sin los filtros de la mente y puedo transmitir esas enseñanzas desde las altas esferas de conciencia. No es algo aprendido de libros, es algo totalmente nítido, puro, no es tomado de terceros. Una vez, por sincronismo, leí que (Benjamín Solari) Parravicini habló de Sion y de lo que se venía. Es tan coincidente que me dije “¡Wow! Alguien puede pensar que lo he tomado de ahí”. Me sorprende que ya se supiera lo que yo estoy plasmando en la Tierra. Es parte de la magia divina.
Explicó que la comunidad, todavía pequeña, vive del alquiler de habitaciones en la Posada. Cuando le pregunté por sus (en la fecha de la entrevista) 39 años de existencia humana dio algunas vueltas, tal vez porque su pasado no figura en el relato oficial.
– Tuve una vida multifacética. Fui millonario, fui famoso, fui pobre, participé en más de 60 emprendimientos, en muchos rubros y muchas formas. Yo siempre digo que fueron siete vidas en una.
– ¿Qué hacías cuando, como decís, fuiste famoso?
– No sé si viene a colación, pero fui reconocido por el INTI Córdoba. Fui la persona que homologó los primeros equipos de control de infracciones de tránsito legales en la Argentina. Durante muchos gobiernos, empresas famosas como Siemens presentaban sus equipos y nadie los podía hacer funcionar según las normativas europeas. Los grandes ingenieros del INTI de Córdoba esperaban novedades del ingeniero entrerriano que nunca había estudiado, que era autodidacta y hacía que todo funcionara.
–Hacías trabajos de ingeniería sin haber estudiado.
–Yo nunca estudié nada.
En el llamado Valle de Erks convive con otros maestros o comunidades espirituales. No conoció a todas estas personas, pero asegura que le hubiera gustado ser mejor recibido. “Hay una cierta barrera que poco a poco va bajando para lograr una verdadera unificación. Las Puertas del Cielo están abiertas a todas las personas, a todas las razas y a todos los cultos, a todos, y creo que cada uno, de a poquito, se va a ir dando cuenta de que esto es algo real y lo que tanto esperaron a través de la gran invocación, ya es real. En la mente cuesta aceptar que una parte humana esté cumpliendo una misión en la Tierra.”
– Ya es real: estás presente –arriesgué.
–Es así.
–¿Cómo te llamabas?
–¿Anteriormente? Mi nombre de pila es Guillermo.
–¿Y tu apellido?
–Versalli.
Guillermo Versalli. ¿Qué te pasa cuando escuchás tu nombre?
–No me reconozco. Amo mi humanidad, es parte de lo que vine a entregar y hacer, con sus errores, con sus grandes aciertos, con sus virtudes y todo lo que conlleva una humanidad. Es parte de la maravillosa escuela de aprendizaje de la Tierra. Pero la frecuencia energética de todas las personas puede cambiar a una frecuencia mayor. A medida que uno vibra más alto, las relaciones, los contactos, las personas, los lugares, acompañan esa vibración. Hay un punto de discrepancia entre el que elige vibrar cada vez más alto y el que elige quedarse en una vibración baja. La exigencia es que el cielo esté en la Tierra, donde allá arriba es perfecto y acá tenemos mucho que aprender. Cada persona debe ser su mejor versión de sí misma. Cuando uno vibra en amor incondicional, los pensamientos, el habla, las costumbres, hace que todo esté unificado. Cuando miramos hacia atrás uno nota la diferencia. Yo no soy ese.
En Puertas del Cielo asistí a una ceremonia cuya descripción dejo pendiente (probablemente para un libro de próxima aparición). Basta decir que presencié la representación, sólo en música e iluminación, más costosa, efectista y estéticamente atractiva de la historia del contactismo argentino.
EL SANTUARIO DE LAS COINCIDENCIAS EXTRAORDINARIAS
No es difícil conversar con los asistentes a la actividad. Todos parecen tener alguna historia para contar sobre cómo llegaron a la posada Puerta del Cielo. Dos profesoras de Yoga, Sol y Alejandra, de 31 años, contaron sus experiencias como visitantes primerizas. Alejandra dijo que le llamó la atención la convocatoria para un evento gratuito. Me hablan del prejuicio según el cual cuanto más caro, mejor. “Son los mismos que después protestan porque tuvieron que pagar. Lo gratuito puede ser poco convocante. Es la dualidad.” Eso le ocurre, aclara, a los que buscan tipo manotazo de ahogado.
Sol agregó que, para ella, la convocatoria era una señal. “Kármicamente una se va a sentir atraída por el lugar que le toca por el karma”, dijo. “Nosotras sentimos la energía de los eventos y confiamos en cómo se mueven las piezas. Si queremos ir a un evento caro, la plata aparece. Bajás la meta y vas”. El nunca bien ponderado dejémonos llevar por las coincidencias, comenté. “¡Exacto!”, contestó.
Alejandra contó que se había ido a vivir en España y se iba a casar el 10 de febrero. Sin embargo, el 21 de enero discutió con su pareja y decidió volver a la Argentina. El 23 se encontró con Sol, quien le contó sobre el evento, que empezaba el mismo día que se iba a casar. “En vez de estar allá, casándome, estoy acá, conociendo a Antarel”.
Sol también hubiera debido estar en España: era una de las invitadas a la boda. “Ale se vino y empecé los trámites para venir a Puerta del Cielo. Conocí el evento un día antes. Si querés sincronías, ahí las tenés”.
Las amigas dirán de Antarel: “Es como un niño emocionado y amoroso. Es claro y tiene ideas positivas”. Gustavo Reinoso, un comerciante discípulo del psicoanalista José Luis Parise, de Escuela EDIPO (Enseñanza de Iniciación Psicoanálisis-Ocultismo), encontró en Antarel el mismo mensaje. “La cosmovisión de los pueblos originarios también están ligadas a esto, a las estrellas. De ahí venimos”.
Otras impresiones de ese día: “El mensaje es bueno”. “Resuena en mí, dice cosas que aprendí de otros maestros”. “No dice nada nuevo, pero es sincero”. “No iba a venir, pero los recursos se precipitaron y obedecí la intención”. La palabra intención difiere del uso habitual, en este caso es más bien transformar deseos en realidad.
No hubo testimonios que desentonaran con los anteriores: la mayoría de ellos confirmó la idea de que las personas adultas que acuden a estas comunidades lo hacen por su propia voluntad, atraídas por la expectativa de que irán al encuentro de «conocimientos que les resuenan». Saben que estos «llamados» llevan a encontrar compañeros que comparten sus intereses, alguna figura carismática que les ofrece una visión del mundo, un sentido de pertenencia y un espacio donde compartir sus creencias y valores. Es mecanicista, pueril y no explica nada hablar de captación.
El único libro que Antarel citará en su charla es La Novena Revelación (La Profecía Celestina), de James Redfield, una novela-manifiesto new age publicada en 1993 construida sobre una trama donde las coincidencias significativas y los hechos sincrónicos revelan el sentido de la vida y el universo.
MISTERIOS PÚBLICOS, SECRETOS PRIVADOS
Los discursos religiosos se sustraen de la confirmación empírica, a diferencia de los asuntos terrenales, que son pasibles de indagación. Según Antarel, Guillermo Versalli fue famoso. Google lo desmiente. De su pasado técnico hay dos noticias, una buena y otra mala. La buena: en mayo de 2006, el Ministerio de Seguridad publicó en el Boletín Oficial que Versalli cumplió los requisitos legales “para homologar un instrumento destinado a captar imágenes de infracciones al tránsito marca Exel Sistemas, modelo GVSEM Versión 1.0”. La mala: el INTI Córdoba, donde esperaban las novedades del ingeniero entrerriano que nunca había estudiado, informó que su semáforo-foto-radar solo funcionó en dos localidades de la provincia de Santa Fe, en Recreo (ocho meses) y Videla (cinco meses). El fabricante no volvió a presentar la verificación periódica del INTI y el dispositivo fue discontinuado.
Ahora bien, según una reciente nota publicada en La Voz del Interior, “Exel Sistemas” permaneció años en el anonimato “hasta que una acumulación de denuncias por multas ilegales encendió la alarma: Versalli montó un sistema de radares y control de infracciones trucho con implicancias en Mayú Sumaj y Cruz del Eje”. En 2010, sigue el artículo, la Justicia provincial de Córdoba investigó estas prácticas ilegales en 18 municipios e instó a abandonar el dispositivo de Exel Sistemas. “Las personas que habían recibido las boletas truchas, que ascendían a miles, debían pagar en una cuenta del Banco Nación de Chajarí, a pocas cuadras de la casa de Versalli. Un exproveedor de Exel Sistemas reveló a La Voz: ‘cuando Versalli se vio acorralado por la Justicia ordenó a su secretario quemar todas las pruebas en el fondo de su propiedad en las afueras de Chajarí y huyó a Córdoba’”.
No fue fácil obtener más información. Los funcionarios del INTI rotan y los viejos amigos de Versalli tal vez cambiaron de empleo. Pregunté por él en Sistemas y Servicios Tecnológicos de Control (Systeco S.A.), con sede en Paraná. Un director recordó dos cosas: que Versalli había sido personal contratado por Systeco y que solía bailar en el corso de Chajarí.
En su nueva vida, el concepto programa está asociado con abrir portales energéticos. Esta actividad lo llevó a Uruguay, al lago Titicaca e, inesperadamente, a la ciudad de Buenos Aires.
SERMÓN EN BUENOS AIRES
El 10 de junio de 2018, el líder espiritual visitó Buenos Aires para abrir un portal estratégico. Era la primera vez que oficiaba una ceremonia en la capital del país.
Desde su inauguración, el 20 de diciembre de 1966, el Planetario Galileo Galilei es el enclave arquitectónico porteño que ha representado todo lo extraterreno. No es sólo una institución oficial dedicada a la divulgación de la astronomía, también ha acogido a la astrocultura (como se le llama ahora a la cultura asociada con la astronomía). En 1997, fue visitado por el escritor Ray Bradbury; artistas como Gyula Kosice y Aldo Sessa han expuesto su obra en sus pasillos; y ha sido locación de noticieros y películas –pese a ser un icono más gastado que la banda de sonido de «The X-Files».
En el siglo XXI, la plaza que rodea el Planetario se ha convertido en escenario de numerosos movimientos terapéuticos y espirituales. Desde que simpatizantes de la new age asumieron el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la plaza se ha llenado de personas que realizan prácticas de meditación, artes marciales y otros eventos similares.
Antarel llegó al Planetario acompañado por Tyshina Amancay, Swami Mahatma Krishananda Ji y el esoterista catalán Carles Torá o Karles Torah, otro activador de portales. Otros dos adeptos oficiaron de ángeles vigías. Parados a cada lado, observaron todo a su alrededor.
La charla comenzó a las 14:00. La amenaza de temporal en Puerta del Cielo había depurado la asistencia, y el fallido pronóstico de aguacero fue interpretado como una señal de apoyo de la divinidad. La ceremonia, ahora en un espacio público, fue modesta. El cielo estaba nublado, pero nadie espera ver luces de día. También hubo sonido: Antarel reguló el volumen y evitó los acoples. De los 150 participantes, dos tercios eran mujeres. Cuando convocó a unirse en tres rondas concéntricas para abrir el portal, nadie desertó.
–En nuestro cuerpo biológico está nuestro ser. Le ponemos intención como canal de luz, irradiamos a nuestra mente hacia el centro de nuestra cabeza y luego proyectamos la energía hacia el centro del círculo desde el tercer ojo. Inclinamos la cabeza hacia arriba y proyectamos nuestra energía hacia todo el planeta.
El doble movimiento es: uno hacia adentro, crear una comunidad espiritual en la Tierra, y otra hacia afuera, irradiar bondad hacia los demás, no importa si son o no de la partida. En minutos, todo estaba listo para escuchar los mantras sónicos. Un acorde grave resonó como la sirena del fin del mundo. El maestro dejó el micrófono para ubicarse en el centro. Al final, Antarel invitó a los participantes a abrazarse. Hubo abrazos interminables, risas y llantos. A pesar de las esdrújulas tecno-místicas, la ceremonia fue emotiva.
Torá casi no sonríe, pero se lo ve contento: “El abrazo fue más energético que la activación”. Durante el trabajo, el catalán recorrió el perímetro del círculo con un adepto que sostenía un copal humeante. “Es para limpieza espiritual, lleva materiales muy potentes”. ¿Qué contenía? “Hierbas que llegaron ayer de familias mayas que trabajan con nosotros. Mi tarea consiste en levantar a quienes están con frecuencias bajas”. Dice que con Antarel le une el mensaje. “Nuestra diferencia es el modus operandi. La base, la finalidad, el destino, son los mismos”. Un pañuelo rojo de seda hindú estampado con el om cubre su espalda. Lleva alrededor del cuello varios collares. De uno penden tres piedras. “El que tiene el ágata fue extraído de un lugar muy importante para mí, el cuarzo blanco lo tuve en la antigua Lemuria y me regresó en Monterrey. Como debo lidiar con mucha energía densa, el lapizlázuli me protege.”
Carles Torá es una celebridad en YouTube. Ganó a su público con el siguiente relato: en 2017, viajó a la Antártida en una misión militar secreta para retirar siete valijas. Una de ellas la recogió en una “zona muerta” del continente. Allí, un cubo de 3 kilómetros de largo flotaba sobre el hielo. Del objeto emergieron tres seres. Uno de ellos, al que llama Nimroi, le dio una misión trascendente: revelar al mundo los mensajes cuánticos de la quinta dimensión. Nada de lo que vivió, aclara, es comprobable, ya que la Ley de la Seguridad Nacional impide confirmar detalles. Ni siquiera sabremos si tiene licencia de piloto.
“Hemos viajado mucho a través del Universo hasta llegar aquí”, dijo Mahatma Krishananda. Antarel, afirmó, es “un maestro elegido por Seres Superiores para realizar el Plan con su más Alto Representante”. Él es, o lo identifica con, Cristo-Maitreya-Samana. La teosofía no resurgía con la misma carga de extrañeza desde Las Ciencias Ocultas en la Ciudad de Buenos Aires de Roberto Arlt (1900-1942).
Maitreya nació a fines del siglo XIX en una obra de Alfred Percy Sinnett (1840-1921), un escritor que cruzó budismo con teosofía. Helena Blavatsky (1831-1891), fundadora de la Sociedad Teosófica, incorporó el personaje en su ópus La Doctrina Secreta (1888). La Altas Jerarquía Espirituales le otorgaron a Maitreya el papel de Instructor del Mundo. Derivas teosóficas posteriores asociaron a este avatar con el Cristo Cósmico, cuya Segunda Venida ocurriría poco antes o poco después del año 2025. Para el Mahatma, Antarel sería la nueva manifestación del mismo avatar. Antarel habla de cuatro años después.
Mahatma Krishananda Ji fue una influencia central en los inicios de la causa de Antarel. Dice haber sido iniciado en Tehri Garhwal, Himalaya, India, por el maestro Asha en Madras, y haber conocido a Jiddu Krishnamurti, el joven descubierto, educado y proclamado mesías por Charles W. Leadbeater (1854-1934), el sucesor de Blavatsky. Leadbeater, un teósofo británico, visionó el aterrizaje en Asia de “carros llameantes” de Hijos del Fuego procedentes de Venus, en una encarnación de hace seis millones y medio de años.
UN AVAL FLOJO DE PAPELES
Es posible que Antarel se haya inspirado en la ceremonia de los abrazos a Mata Amritanandamayi Devi, más conocida como Amma. En solo un día, la “santa de los abrazos” ha llegado a abrazar a más de 50 mil personas. Mahatma Krishananda Ji, el mayor apologista argentino de Antarel, fue el primer vocero de Amma en la Argentina. Por poco tiempo: él dice que se alejó, en Amma Argentina dicen que lo echaron. Un juicio tajante sobre el Mahatma sería apresurado si solo se basara en lo que publica en su web y redes sociales. Su imagen ecléctica es quizás un reflejo de la inevitable diversidad del Parlamento Universal de Religiones que preside. Hay que admitir, eso sí, que su fervor por Antarel es similar al que prodiga a productos de un amigo que tiene en El Bolsón, Río Negro. Esta persona ofrece unas “Camillas la Cuánticas y Terapéutica de Kinesiologia-Nanotecnología OVR” para “equilibrar la carga eléctrica de las células del cuerpo”, que Krishananda Ji promociona en YouTube.
Es un juicio subjetivo, pero en la gran ciudad el discurso de Antarel suena desvaído y un poco fuera de lugar. La calma zen que contagia su relato parece más potente en las sierras, su tierra prometida. En el sermón de la plaza del Planetario, Antarel anunció que comenzaba la cuenta regresiva. Allí, reinstaló el catastrofismo apocalíptico que caracterizó a sus ancestros plativolistas, como Pedro Romaniuk:
Argentina será purificada. Grandes cambios fueron anunciados. Deben activar su corazón. Todos los que sienten el llamado deben ir a Córdoba, punto de encuentro”.
En los últimos años, Antarel se ha presentado como Avatar de Sirio y ha pasado de liderar una iniciativa comunitaria a administrar un servicio cuando rebautizó a su iniciativa Centro Cuántico ERKS. Este año, en sus posteos en las redes sociales, presentó una “máquina físico-cuántica” que, con el mismo rigor, podemos caracterizar como la cuarta tecnología para completar el doble par entre el cañón orgónico de Wilhelm Reich (1897-1957), el túnel fotónico de Carlos Belolahvek y la Máquina de Materializar Deseos de Carlos Logatt Grabner. Llama a su artefacto Luz Escalar y afirma que se basa en estudios y prácticas de Nikola Tesla (1856-1943). “Produce cambios moleculares y celulares en el organismo, tanto en cuerpo físico como en los cuerpos sutiles”. Sorprende que no haya restringido la “recalibración cuántica” a las sutilezas del cuerpo astral para evitar caer bajo el Código Penal.
Estos dispositivos, que combinan pericia técnica y cultura esotérica con fines ceremoniales o terapéuticos, echan raíces en la vasta tradición del movimiento contactista.
En febrero de 2018, Antarel me dijo que el Centro Comando Erks había comprado la Posada, algo lógico si pretendía vender parcelas. También supe que, por la misma fecha, la finca había sido visitada por interesados en comprar lotes. Pero el vendedor no era Antarel sino su propietario real. Averigüé sus datos y lo llamé. El dueño del predio me confirmó que en 2015 le había cedido a Antarel el complejo en comodato. Su voz denotaba cierta preocupación: “Está por comprar desde que entró. Ni siquiera le pregunté su nombre legal, lo sé ahora por vos. Fui un poco iluso, lo reconozco”.
Cuatro meses más tarde, frente al Planetario, prometió a su abigarrada audiencia un pasaje a la quinta dimensión a través de “la apertura de portales físicos”. Esto permitirá que “más personas activas en conciencia, listas para ascender a un nuevo plano”, puedan hacerlo. Los que se queden pueden sembrar “para la próxima generación de almas”.
El caso Antarel/Versalli es una historia viva y las noticias cambian todo el tiempo. Por lo pronto, se rumorea que hay 144.000 vacantes nuevamente disponibles en el Valle de Erks.