Capilla del Monte: vuelven la energía, los sahumerios y los platillos siderales

El sábado 4 de diciembre, Fabricio Díaz, intendente de la ciudad más próxima a la leyenda de Erks, relanzó el producto turístico “Capilla del Monte” retrocediendo sobre sus pasos y postulando un rosario de motivos para insistir con los temas que siempre caracterizaron el lugar. «Ahora corresponde posicionar esta experiencia mística, venderla y generar economía”, dijo el funcionario durante la pasada FIT (Feria Internacional de Turismo), que tuvo lugar en el predio rural de Palermo.

Díaz se convirtió en el primer jefe municipal del galáctico distrito que hace un fuerte llamado a la unidad de las diversas tendencias, agrupaciones y congregaciones platillistas.

Por Fernando Jorge Soto Roland

Cuando el 31 de enero de 2020 observé —en vivo y en directo— como desmantelaban el marcianito verde de la entrada norte a Capilla del Monte, tras un lustro de vigencia haciendo de anfitrión al principal centro ufológico de Argentina, creí estar presenciando el fin de una época.

Aquel episodio fue para mí un fuerte mazazo emocional.[1] Le había tomado cariño al simpático alienígena. Además, Capilla sin extraterrestres parecía dejar de ser la localidad que el mundo entero conocía: un pueblo serrano, cordobés hasta la médula, hermoso desde lo paisajístico, pero que había conseguido su lugar en el mapa internacional gracias a la neo-mitología ovni desplegada desde enero de 1986, cuando un supuesto plato volador había dejado —según los ufólogos— una “huella” en las laderas del la sierra de El Pajarillo, a escasos kilómetros del centro capillense.

Recuerdo haberle dicho a Verónica, mi esposa: “Estos locos están poniendo a la parrilla a la gallina de los huevos de oro”. Diagnóstico que, pocos días después, se vio confirmado por la negativa municipal a organizar el mentado Festival Alienígena (FA!), celebrado desde febrero de 2012.[2]

La nueva gestión política del pueblo se mostraba reacia a los seres provenientes del espacio exterior (e interior). El por entonces electo intendente Fabricio Díaz (Partido Justicialista) creyó “vergonzante” que su lugar de nacimiento estuviera asociado a una temática que colegas de otras ciudades tomaban para el churrete, generándole un profundo malestar (según consignara oportunamente en los medios).

Ya lo dijimos: muchos soportaron la extirpación del cartel alienígena con estoicismo –así como otros aplaudieron la medida. Pero no fue así con el singular carnaval de disfraces, música y desfiles del FA![3]

La cámara de comercio reaccionó y desafió al estado municipal: los propios comerciantes, hoteleros, gastronómicos y demás proveedores de servicios turísticos iban a poner en marcha, si fuese necesario por su propia cuenta, aquella reunión, única en Latinoamérica. En ese momento el municipio reculó un poco, eligiendo colaborar con los permisos pertinentes y algo de dinero. Muy poco en comparación con los gastos millonarios del festival anterior (que, como era de esperar, también había despertado broncas y suspicacias).

Entonces, en marzo de 2020, sobrevino la pandemia y con ella la crisis. Una de las más duras que Capilla haya tenido que soportar (como casi en todo el mundo).

El aislamiento obligatorio, los contagios (que llegaron bastante tarde a Capilla) y las muertes, anunciadas hora a hora por televisión, evidenciaban que la humanidad en su conjunto estaba ante las puertas de un acontecimiento que había olvidado después de cíen años: el ataque despiadado de un virus a nivel planetario.

Sin visitantes, sin consumo interno, sin la savia turística que mantenía al pueblo, el cierre de negocios —algunos de ellos emblemáticos, como el restaurante Miña Cocina, amado rincón capillense por quien escribe—  se empezaron a suceder. El 2020 fue un año claramente malo para el pueblo del Valle de Punilla y bajo ese contexto dramático los criterios vigentes hasta entonces tuvieron que cambiar. En especial los del gobierno municipal.

La pandemia se prolongó más de lo imaginado. Todo se alteró. La forma de trabajar y de relacionarnos, de movernos por la calle, incluso la manera de morir.

No viajé a Capilla del Monte en el verano del 2021, pero a pesar de lo lenta que parecía la aplicación de las primeras vacunas, miles de personas no dejaron de visitarla. De todos modos, resultó una temporada atípica que no satisfizo las agónicas expectativas del pueblo. Desde Buenos Aires, seguí las noticias sobre el devenir económico, político y social de la región de Punilla, imaginando aquellos lugares a los que no había podido ir, pero deseaba hacerlo. Era una manera de estar allá imaginariamente. Por eso, cuando en agosto el intendente Fabricio Díaz fue convocado por el periodista Fernando Diz a participar en el ya longevo programa radial Cielos Profundosa hablar de ovnis”, me sorprendí. Y mayor fue el desconcierto cuando “al aire” el funcionario reconoció haberse equivocado con esa primera y casi espasmódica política anti-ET.[4]

Díaz atemperó su discurso inicial argumentando que lo que él siempre había querido era un abordaje serio de la temática y que el “marcianito verde” no comulgaba con ese proyecto; aunque sí el plato volador de la plaza San Martín, que había mandado a recauchutar para poder colocarlo en el lugar que se merecía dentro del espacio público.

Es de sabios cambiar, dice el refrán. Y el intendente, cambió.

El pasado sábado 4 de diciembre de 2021, en el predio de la Sociedad Rural Argentina, tras capear la emergencia sanitaria generada por el covid-19, y en el multitudinario marco de la Feria Internacional de Turismo de América Latina, el municipio cordobés lanzó su nuevo producto turístico, no sólo para el verano 2022 que está por empezar, sino como un política global hasta el término de su gestión. Lo denominaron: CAPILLA DEL MONTE MÍSTICA.

Finalmente, el mito resultó mucho más fuerte de lo imaginado por el gobierno. Los extraterrestres y toda la parafernalia de actividades que surgieron alrededor de esa creencia, ganaron la pulseada.

GRAN VOLANTAZO GRAN

Pocos minutos después de las 19:40 horas, Fabricio Díaz, Intendente Municipal, Alina Szczupak, Secretaria de Turismo, Juan José Nieto, uno de los principales agentes de viajes de Capilla del Monte, y el periodista y divulgador sobre la temática ovni Fernando Diz subieron al estrado. A la derecha de los disertantes, una enorme pantalla exhibía la cumbre del Cerro Uritorco con el pueblo a sus pies y la ilustración de una silueta humana en posición de loto, señoreando todo el valle.

Tras una escueta presentación a cargo de la Secretaria de Turismo, Diz tomó la palabra. Reseñó la historia de los ovnis en la localidad, nombrando a sus principales precursores, el gurú rosarino Ángel Cristo Acoglanis y el profesor Guillermo Alfredo Terrera, verdaderos adelantados del esoterismo vernáculo y dos de los primeros en ensalzar la faceta mística y ufológica de Capilla. Tiempo después, tras la aparición de la “huella” en El Pajarillo, otros se les sumaron (Fabio Zerpa, Pedro Romaniuk y Antonio Las Heras, entre los más conocidos creyentes).

Diz no dejó pasar la necesidad de que Argentina tuviera “un lugar mágico”; un sitio en el que “el fenómeno” se pudiera multiplicar y crecer, disparando —como se disparó en Capilla— una catarata de actividades alternativas como la meditación, el yoga, el reiki y el taichí, la ufología, la parapsicología y el contacto directo con la energía del lugar. Todo un patrimonio intangible, dijo, que sólo en Capilla del Monte ha podido prosperar con éxito, marcando la diferencia con el resto del país.

Seguidamente, Juan José Nieto, feliz por la decisión política de salir a promocionar estos productos, llevó a cabo una síntesis de la evolución del turismo local, refiriéndose a la importancia que Capilla había tenido dentro del llamado “turismo salud”, en la década de 1920 y 1930, pasando por el “turismo social” de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, para finalizar en la “huella” de 1986, la cual marcó —dijo— “un antes y un después en la historia de nuestro pueblo”.

Como agente de viajes que es, Nieto aprovechó para promocionar la variada oferta turística que tiene la región, exaltando aquellos tours con mayor veta mística/ufológica, tales como la meditación con cuencos tibetanos, la observación del cielo, el ascenso al Uritorco (tanto de día como de noche), Ongamira, Los Terrones y “miles de experiencias de las cuales la gente sale encantada y agradecida”. “El público viene a buscar esto”, sentenció. “Y para ellos estamos trabajando”.

Ya para finalizar, el intendente Díaz afirmó: “Venimos a presentar un producto turístico y a comercializarlo —dijo—. Como intendente es también mi función generar economía, generar riqueza, porque de lo que nosotros vivimos es de esa actividad. En Capilla del Monte la principal fuente de ingresos es la economía del turismo. Y estas cuestiones, Capilla tiene una consolidación muy grande, muy sostenida en el tiempo, tanto en temas de energía y meditación, como en el fenómeno ovni. Por ahí tendríamos que hacer una mirada en el tiempo para ver si una cosa dependió de otra o cuál fue la precursora de las experiencias. Ahora corresponde posicionar esta experiencia mística, venderla y generar economía”.

Y prosiguió: “Tratándose de temas tan delicados (energía, meditación, terapias alternativas y ovnis), venimos conversando para darle una mirada particular. Por eso me junté con Diz y con un montón de gente que, en la localidad, está relacionada con el fenómeno ovni. Todos son precursores, promotores, investigadores (nuevos, viejos y más viejos). Son alrededor de veinte o veinticinco e hice una cumbre, con la ayuda de Fernando. Tuvimos una reunión y destaqué lo siguiente: ‘miren, si ustedes siguen divididos como charquitos, cada uno planteando su idea y posición, vamos a tener un problema. Vamos a ser un grupo atomizado de gente que habla de energía, meditación y ovnis. Ahora, si nos juntamos y nos despojamos de todas las cosas que no nos gustaban del otro y buscamos un punto en común, la cosa va a sr distinta’. El fenómeno ovni forma parte de un fenómeno de gran trascendencia en el planeta y nosotros tenemos unos de los destinos más importantes de la Argentina relacionado con esto. Es el destino más importante del país. (…) El 80 % de las personas que vienen a Capilla viene atraído por la energía, la meditación y los ovnis. Por tanto sería una necedad por parte del estado no afrontarlo de un modo serio.

“Como acordamos con los ufólogos, que están por formar una asociación, una especie de gremio con personería jurídica, creo que hay que abordar el tema desde la investigación. Poner en valor a personas, investigadores y científicos que han pasado su vida detrás de esto, tratando de develar tantas cosas importantes para la humanidad. (…) Así que espero que todos hayan percibido el modo en que nosotros lo queremos contar: con mucha seriedad y profesionalismo. Entendiendo  que, como gestores de turismo, tenemos que vender felicidad. Que la gente que viene a Capilla se vuelva a su lugar de origen feliz”.

“Nuestro principal rol es salir adelante, consolidar esto y que nuestras experiencias sean transformadoras. Es nuestro objetivo que Capilla del Monte se consolide como primer destino turístico de Argentina capaz de vender experiencias, como dije, transformadoras. Que la gente vaya y regrese siendo otra persona. Una mejor persona, porque se ha encontrado consigo misma”.[5]

En esta ocasión les ahorraré mis habituales opiniones escépticas sobre la temática ovni, a la espera de que esa gran unión entre ufólogos y místicos locales se concrete y Capilla siga siendo la querida, entretenida e interesante Disneylandia del misterio que supo ser desde hace tres décadas y media.


REFERENCIAS

[1] Algo parecido creí observar unos meses antes (en 2019). Véase El Plato Volador de Capilla del Monte. Disponible en Web

[2] Véase del autor: Festival alienígena 2017. Guerra de las galaxias. Disponible en Web

[3] Véase del autor: Y un día se llevaron al “marcianito verde” de Capilla del Monte. Disponible en Web

[4] Véase: Cielos Profundos del 13 de agosto de 2021. Disponible en Web

[5] Archivo del autor.

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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