Cielos despejados: libro sobre una silenciosa invasión marciana

El período 1991-2021 es significativo para quienes superamos la cincuentena: peinábamos, por entonces, veinte o treinta abriles, que es cuando empieza casi todo lo importante en la vida de una persona.

En asuntos ovnícolas, pasaron treinta años de algunas cosas significativas. El ufólogo Matías Morey Ripoll, por ejemplo, publicó en 1991 su primer trabajo en la legendaria revista Cuadernos de Ufología. Así, la nueva obra sobre “ovnis y afines” de Ediciones Coliseo Sentosa recopila treinta años de producción de Morey, tal vez el mayor experto en la casuística ovni de las Islas Baleares y figura clave del colectivo ufológico español agrupado en torno a Cuadernos de Ufología, Fundación Anomalía y Fundación Íkaros, según qué etapa.

«Cielos despejados. Escritos de un ufólogo después de los ovnis» reúne 19 artículos y ensayos poco conocidos, inéditos y escritos expresamente, en todos los casos sobre temas que se abordan desde una perspectiva actualizada, resaltando su significación histórica o el contexto de su elaboración.

En varios trabajos Morey, también desarrolla la vitalidad de la cultura –cada vez menos subcultura– platillista. Como él mismo escribe: “los marcianos han ganado la partida a los ufólogos, y nos han invadido tan bien que ni siquiera nos hemos dado cuenta”.  

Este flamante aporte a la reflexión ufológica, cuyo valor agregado es el buen sentido del humor y la agudeza crítica, se puede adquirir en Amazon o visitando la web de Coliseo Sentosa, que ofrece otras opciones.

Factor publica, en exclusiva, el capítulo introductorio de la obra.

Por Matías Morey Ripoll

No pretendo engañar a nadie. Esto no es un nuevo tostón de los míos, sino únicamente una recopilación de los trabajos sobre ovnis que he ido elaborando en los últimos treinta años, desde que en 1991 publicase el primero de ellos en la tristemente desaparecida Cuadernos de Ufología.

Treinta años que han coincidido con las mayores sequías de avistamientos (aunque de hecho ya habían empezado en los años ochenta) conocidas en el mundillo ufológico, y que han hecho perder a la sociedad casi todo el interés que hasta no hace tanto había dispensado a los platillos volantes y a sus locos seguidores. Tampoco es nada especialmente lamentable, a la vista de cómo está el mundo, y, sobre todo, de lo mal que habían gestionado los ufólogos esa —sin duda— inmerecida atención.

Este otoño —por no decir crudo invierno— de los ovnis, que en cierta manera coincide —vaya por Dios— con mi propia trayectoria vital (pues apenas tenía veinticinco años en mi debut en los papeles), curiosamente no se ha correspondido con un simultáneo ocaso de la presencia de los extraterrestres en la cultura, que casi puede decirse que sigue con igual o mayor vitalidad que en décadas anteriores, ya sea en la literatura o la cinematografía, o bien en la especulación científica y filosófica. Quién nos lo iba a decir: los marcianos han ganado la partida a los ufólogos, y nos han invadido tan bien que ni siquiera nos hemos dado cuenta.

Dicho proceso merece su propio estudio particular, pero no es ése ahora mi propósito (para alivio, lo noto desde aquí, de mis sufridos lectores). No obstante, creo que los artículos reunidos en este volumen pueden arrojar algo de luz sobre cómo hemos llegado hasta aquí y cuánto nos ha costado el viaje, en más de un aspecto. Sirva, pues, esta recopilación no como el testamento de nadie, sino mejor como el testimonio de alguien que, si algún mérito puede tener, es el de haber asistido en primera fila a la derrota de unas determinadas maneras de hacer y entender lo que —a falta de un nombre mejor— llamamos ufología, y su substitución por nuevas formas que la trascienden por completo. En definitiva, a pesar de su contemporaneidad, es una historia muy antigua que se repite a lo largo de los tiempos; aunque a más de uno puede haberle pasado desapercibida y siga presentándose como profeta de hechos ya acaecidos, o como último bastión de la pureza perdida, al modo de Hiroo Onoda, aquel soldado japonés escondido en la selva filipina que no se enteró —o no se quiso enterar— del final de la Segunda Guerra Mundial hasta treinta años más tarde de su conclusión [1].

Para ilustrar todo ello, he seleccionado una serie de escritos que, en cierto modo, pueden calificarse como “menores”, especialmente por su inferior extensión respecto a las obras “mayores” que he producido en este ámbito, o sea, el Diccionario Temático de Ufología (del cual fui tanto editor como corredactor)[2], los “Apuntes para una historia de la ufología balear” [3], y los artículos “Hollywood contra los platillos volantes. Extraterrestres y ovnis como argumentos cinematográficos” [4] y “Ufología de salón. Lo que salió de la caja tonta” [5], el primero de los cuales apareció también en la obra colectiva Vida en el universo [6], y el segundo forma parte de mi libro Extraterrestres en televisión [7]. Ahora bien, no por ser menos prolijos son menos significativos de mi pensamiento ufológico. Si los he traído ahora a colación ha sido, además de para facilitar un acceso más sencillo al público (pues algunos vieron la luz en revistas ya desaparecidas o de difícil localización), para que el lector pueda apreciar la evolución experimentada y las constantes que en cambio han permanecido a lo largo del tiempo.

Todos los textos, como decía, ya se han publicado en otras ocasiones, excepto el último (escrito especialmente para esta obra), y los §6, 7 y 8, que son inéditos.

Esto no comprende la totalidad de mi obra ufológica, pues he descartado otros artículos en este volumen por diferentes motivos:

a) Los ya mencionados trabajos “mayores”, por ser mejor conocidos y tener una extensión que complicaría su inclusión en el presente libro.

b) Los artículos sobre aspectos de actualidad, publicados en BIIS, Cuadernos de Ufología, @nomalía o la web de la Fundación Anomalía, que no tenían muchas pretensiones más allá de reflejar algún aspecto concreto de algunas noticias sobre ovnis. Se incluye también aquí el trabajo inédito “El derecho de acceso a los archivos oficiales” (1994), que se decidió no publicar en Cuadernos de Ufología debido a su contenido eminentemente jurídico, porque está desfasado y porque, en efecto, es más un estudio legal que ufológico. Tampoco se han incorporado todas las entrevistas que me han realizado, ya sea en medios escritos o en radio y televisión, sino únicamente las que he considerado más significativas.

c) Las colaboraciones con otros autores, tanto en forma de artículos coescritos [8, 9], como en la de investigaciones o aportaciones para trabajos de otros ufólogos.

d) Los comentarios y reseñas sobre libros y otras obras, aparecidos en Cuadernos de Ufología, @nomalía o la citada web.

Los textos seleccionados se reproducen de la forma más fiel a su primera publicación, no se me ha pasado por la cabeza reescribir nada, por más que otros colegas no tengan tan claro este criterio; salvo por la unificación de formatos respecto a las fechas, citas bibliográficas y otras cuestiones de coherencia. Después de los mismos, eso sí, he añadido un breve comentario para situar el artículo en su contexto y valorarlo desde la perspectiva actual, con la indulgencia que supongo que todos mis hijos literarios se merecen.

No voy a alargarme mucho más. Después de treinta años en las selvas filipinas, quiero decir, en el cultivo más o menos activo de la ufología, no busco ningún especial reconocimiento ni establecer nuevos dogmas, que de ellos andamos más que sobrados. Sólo trato de dar testimonio de cuanto ha ocurrido en estos tiempos tan sacrificados para los ufólogos, y de cómo, pese a todo, pueden extraerse lecciones que nos guíen en la búsqueda de la comprensión y del conocimiento sobre un tema tan peculiar. Es algo que la ufología se debe a sí misma, y que podría evitarnos tener que pasar por el mismo trance que el pobre Hiroo Onoda, tanto tiempo lejos de casa y a la vez tan cerca de poder regresar, si no fuese tan cabezota. Ya no estamos para estos trotes, desde luego, ni nosotros ni nuestra dichosa disciplina.

Valldemossa (Mallorca), en algún momento de 2021.

Notas

1. Hiroo Onoda, que se negó a rendirse si no se lo ordenaba su superior, fue localizado en 1974 por el aventurero japonés Norio Suzuki, quien viajaba por el mundo en su búsqueda y en la de un panda salvaje y del yeti. Precisamente fallecería en 1986 en una avalancha en el Himalaya mientras intentaba localizar al abominable hombre de las nieves. No nos consta que entre sus objetivos hubiese incluido también a los ovnis, pero quién sabe.

2. Morey Ripoll, M. (ed.)(1997). Diccionario Temático de Ufología. Santander: Fundación Anomalía.

3. Morey Ripoll, M. (2001). “Apuntes para una historia de la ufología balear”. Cuadernos de Ufología, 2ª época, 27: 29-81. <https://www.academia.edu/5288219>.

4. Morey Ripoll, M. (2005). “Hollywood contra los platillos volantes. Extraterrestres y ovnis como argumentos cinematográficos”. Cuadernos de Ufología, 3ª época, 31: 4-58. <https://www.academia.edu/4985348>.

5. Morey Ripoll, M. (2005). “Ufología de salón. Lo que salió de la caja tonta”. Cuadernos de Ufología, 3ª época, 31: 59-112.

6. Campo, R. (ed.) (2008): Vida en el universo. Del mito a la ciencia. Santander: Fundación Anomalía. <https://www.academia.edu/42859110>.

7. Morey Ripoll, M. (2012): Extraterrestres en televisión.Valldemossa: el autor. <https://www.academia.edu/3479093>. Comentario en Factor

8. Ballester Olmos, V.J. & Morey Ripoll, M. (2000). “27 de noviembre 1999: ¿La última reentrada del milenio?”. @nomalía, 1ª época, 2: 29-39.

9. Ballester Olmos, V.J. & Morey Ripoll, M. (2020). “Mecenazgo OVNI: la Fundación Anomalía”. Academia, <https://www.academia.edu/43205665>. También en inglés: <https://www.academia.edu/43205123>.

«Cielos despejados. Escritos de un ufólogo después de los ovnis»  CONTENIDO

Introducción

1. Ufología y modelos de ciencia [1991]

2. Caos y casuística ufológica [1995]

3. ¡Salvemos (sic) la HET! [1996]

4. La nave portadora de 1953 [1996]

5. De aquí a la eternidad [1996]

6. Por qué elaborar BB. DD. ufológicas [1996, inédito]

7. Encuesta obra colectiva [1997, inédito]

8. CASUIB [1997, inédito]

9. El triángulo inmortal de las Baleares [1998]

10. Entrevista en @nomalía [2002]

11. Marte muerto [2006]

12. Pesadilla de una noche de verano (boreal) [2006]

13. Entrevista en Cineguías [2007]

14. Cuarenta años de 2001 (1968-2008) [2008]

15. Avatares [2010]

16. Arnoldiana: recuerdos de la era ufológica [2011]

17. El caso Hausmann [2015] 

18. El caso Hausmann: una aproximación desde Ibiza [2019]

19. Astrocultura y ufología [2021, inédito]

Índice onomástico

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

Contacto: aagostinelli@gmail.com
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