"Proyecto UFO" y unas galletitas de otro planeta - Factor el Blog

Se cumplen 45 años del episodio N° 11 de la primera temporada de Proyecto UFO (1978-1979). Aquella emisión recreó libremente el encuentro ocurrido el 18 de abril de 1961, cuando el granjero Joe Simonton recibió tres galletitas de dos humanoides y un jarrón, donde el testigo vertió agua. El evento jalonó aquella época, en la que los ufólogos todavía rechazaban a los “contactados” (así calificaron al granjero) y el Proyecto Libro Azul consideró investigarlo, enviando al Dr. Joseph Allen Hynek, quien hizo analizar la composición de la galletita.

Por Leopoldo Zambrano Enríquez / Editor de Meditaciones de un fumador

Proyecto UFO, teleserie dirigida por Jack Webb que se mantuvo en el aire entre 1978 y 1979, es decir, dos temporadas de 13 episodios cada una, presentaba a dos investigadores del Proyecto Blue Book, o Libro Azul, de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que trabajaban en la Base Wright-Patterson para investigar avistamientos de ovnis. El episodio 11 de la primera temporada es una versión libre del caso Simonton, el caso del testigo que el 18 de abril de 1961 recibió tres galletitas de unos supuestos extraterrestres.

Poco a poco, el ciclo se fue quedando sin seguidores hasta que se convirtió en una serie de colección. Si perdió interés fue porque quizá, en la primera temporada, los casos eran resueltos como engaños y confusiones. En la segunda temporada trataron de «corregirlo». Pero el daño estaba hecho y ya no hubo tercera temporada.

Ni los que ya éramos aficionados al tema reconocemos las ilustraciones que sirven de fondo a la presentación del programa mientras escuchábamos el off de aquella frase que comenzaba: «Ezequiel vio la rueda…» quedó tan grabada en nuestra memoria como «David Vincent los ha visto»; y cómo no, si son las ilustraciones del Informe Especial N° 14, publicado por el Proyecto Libro Azul. Un reporte realizado en paralelo al proyecto que inició en 1952 y permaneció inédito hasta 1955. Edward J. Ruppelt, director del Blue Book de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, había contratado al Battelle Memorial Institute para hacer un análisis estadístico que se llamó Project Storck (Proyecto Cigüeña) y que, en tiempos de la reunión del Panel Robertson, aún no estaba terminado. Se intentó retrasar la reunión sin resultados y una vez terminado el informe fue clasificado como secreto. Intempestivamente, fue publicado como el «Special Report N° 14» ante el asombro de Ruppelt por su desclasificación.

«Casa de Muñecas», episodio 11 de la primera temporada de Proyecto UFO, emitido el 20 de mayo de 1978. Es una versión libre del caso Simonton.

Este episodio de Proyecto UFO es una versión libre del famoso caso de la galletita espacial que relató haber vivido Joe Simonton en Eagle River, Wisconsin, en la mañana del 18 de abril de 1961. Es un curioso caso de encuentro del tercer tipo, o encuentro en la tercera fase, en que los ocupantes de un platillo volador descendieron en el patio de un granjero dedicado a la crianza de pollos para pedirle un poco de agua mientras uno de ellos le acercaba una especie de jarra indicándole que la llenara.

Cuando Simonton regresa con el agua y se la entrega al ser, se interesa en lo que los seres estaban cocinando y le obsequian algunas de esas galletitas. Se despiden, cierran la escotilla y la nave se eleva por los aires haciendo mecer las copas de los árboles.

Blue Book investigó la historia y concluyó que debió ser un sueño bastante vívido del testigo, quien luego mezcló con la realidad. Las muestras del alimento, repartidas en dos laboratorios, no poseían nada fuera de lo normal más allá de constituir una simple galleta de trigo sarraceno bastante terrestre con ingredientes conocidos como grasa, leche, azúcar y sal de mesa.

Como siempre, la conclusión no gustó y los divulgadores del caso llevaron agua para sus molinos. Jacques Vallée comparó la experiencia con las apariciones de antiguas interacciones célticas entre humanos y seres sobrenaturales, John A. Keel reafirmó su veracidad exponiendo el caso de un hombre de negocios que pasaba por la zona y vio elevarse al platillo y, más recientemente, José Antonio Caravaca lo llevó al campo de su Teoría de la Distorsión, haciendo responsable a una entidad externa que se «disfraza» con los ropajes que pergeña de la mente del testigo, justificando así que, en cada relato, describan distintos seres.

Sin dudas el campo de la ufología, más que ser el estudio de los objetos desconocidos cuyo origen tampoco se sabe, es un estudio del comportamiento humano. De cómo algunos se inventan o creen haber vivido una experiencia y de cómo otros encuentran en esos relatos la evidencia para cimentar las teorías que enarbolan sin importar si las experiencias en que se basan sean un engaño, un invento, o una mera confusión, la idea es explicarlo a como dé lugar sin importar que no haya base alguna para tal explicación.

En los créditos finales de casi todos los episodios se leía el siguiente descargo:

“La Fuerza Aérea de los Estados Unidos, después de veintidós años de investigaciones, concluyó que ninguno de los objetos voladores no identificados reportados y evaluados representaba una amenaza para nuestra seguridad nacional”

TESTIMONIO DE SIMONTON. “Si esa era su comida, que Dios los ayude”, bromeó. “Le di a una un mordisco y sabía a cartón. Si de eso vivían, no me extrañó que fueran pequeños”.

GALLETITAS INTERPLANETARIAS

(DETALLES, DATOS Y ARCHIVOS)

Joe Simonton contó que en la mañana del 18 de abril de 1961 se dejaron ver desde el interior de un platívolo dos hombres vestidos de negro o azul oscuro. Le mostraron una jarra plateada y el granjero interpretó que tenían sed, por eso la tomó, sirvió agua y se las devolvió. A cambio, le dieron tres galletas. Tras esa escena el objeto se elevó y se perdió de vista.

El destino de las galletas

Una se la comió el testigo, quien declaró haber quedado poco satisfecho con el sabor. El juez local Frank Carter, miembro del Comité Nacional de Investigaciones sobre Fenómenos Aéreos (NICAP), descartó que el granjero pudiera beneficiarse de un engaño y envió otra galleta a la sede del NICAP en Washington DC, que se negó a tomar el caso. Su director, Donald Keyhoe, no creía en los “contactados” (el Dr. Joseph Allen Hynek aún no había inventado su famosa clasificación, en cuyo caso el de Simonton hubiese calificado como “Encuentro cercano del tercer tipo”, CEIII).

El Proyecto Blue Book no envió a investigar a militares, como se ve en Proyecto UFO, ni mucho menos a psicólogos. Envió a su asesor científico, el propio Dr. Hynek. El astrónomo por la Universidad Northwestern, por entonces lejos de ser reconocido como «el padre ufología», quedó intrigado por la consistencia del relato. Pero cuando mandó a analizar la galleta restante supo que sus ingredientes eran los de una galletita cualquiera.

¿Habrá sido que los humanoides quisieron engañar al buen Joe? Las coartadas de la mente para rehuir de las explicaciones sencillas resulta ser, a menudo, hilarante.

Finalmente, los Archivos Nacionales de los Estados Unidos acaban de desclasificar los artefactos, minerales y demás elementos que recibió el Proyecto Blue Book entre 1952 y 1969. No hay rastros de tecnología alienígena, pero tampoco de la galletita de Simonton.