La música oficial dedicada al lugar del mundo favorito del antropólogo Guillermo Alfredo Terrera, Erks La ciudad metafísica, será interpretada el próximo viernes 1º de octubre por la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación que dirige el autor de la biografía de Angel Cristo Acoglanis, el maestro Sebastiano De Filippi.
El creador de la obra fue el difunto músico y académico Mario García Acevedo, iniciado en los ’80 en la Escuela Hermética Primordial de las Antípodas, el grupo esotérico liderado por Terrera. La Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación, bajo la batuta de De Filippi, inaugura la temporada oficial presentando, entre otras, Erks, la ciudad metafísica (1987), una obra sugerente e inquietante como los misterios del cerro Uritorco.
Por esas vueltas raras del destino hay personas que tienen una doble vida, una de las cuales permanece oculta hasta sus últimos años, y no es el típico caso de quienes tienen dos o más parejas o familias a la vez.
Guillermo Alfredo Terrera, escribano, abogado, doctor en derecho y ciencias sociales, diplomado en docencia universitaria, con cursos de posgrado en antropología, fue, durante la mayor parte de su vida, sobre todo un académico, en calidad de profesor, investigador y autor.
Hasta mediados de los ’80, sólo sus más íntimos sabían que en Terrera, oculto tras su densa actividad pública, había también un esotérico y ocultista o –como él prefería decirlo– un “hermético metafísico” que integraba una selecta cofradía de iniciados cordobeses, bonaerenses y porteños, que él llamaba Escuela Hermética Primordial de las Antípodas.
A partir de su jubilación de la Universidad de Buenos Aires y de su encuentro con Ángel Cristo Acoglanis –el sanador y gurú rosarino que lideraba ceremonias de contacto extraterrestre desde una estribación del cerro Uritorco– Terrera decidió hacer pública su actividad esotérica, organizarla en su domicilio de San Isidro, abrirla a todos los interesados y arancelarla.
De allí surgió una catarata de clases, cursos, entrevistas, folletos y libros de corte metafísico, con conceptos cada vez más osados y en ocasiones inconexos. La corta pero intensa relación del profesor con Acoglanis lo inició en la doctrina de Erks, la supuesta ciudad extraterrestre oculta en las profundidades de las serranías que desde hace lustros disfruta el turismo que visita la llamada Zona Uritorco.
Fue por entonces que Terrera empezó a mencionar a sus discípulos y acólitos, inicialmente solo de manera verbal, la identidad de otros alumnos de su Escuela Hermética. A fines de los ’80, el único discípulo vivo –y guardaba su afiliación en absoluta discreción– era el doctor Mario García Acevedo, prestigioso músico y musicólogo porteño, destacado como teórico y docente en diversas casas de estudios, incluida la Universidad de Buenos Aires.
Sobre su amigo García Acevedo escribió Terrera en El bastón de mando en la sabiduría de los maestros (luego reeditado como El bastón de mando. Historia y metafísica):
con el paso de los años (Acevedo) se ha convertido en un auténtico maestro del pensamiento filosófico, histórico y metafísico de la Argentina”.
En el momento de escribir esas líneas, de los miembros fundadores de la Escuela sólo sobrevivían Mario García Acevedo y Guillermo Alfredo Terrera, con la muerte de este último en 1998 sólo quedó García Acevedo, fallecido en 2013 a los 86 años de edad.
Si bien el músico argentino se llevó sus secretos a la tumba, es suficiente escucharlo hablar para percibir el parentesco estrecho con su cofrade Terrera: era un hombre con muchas certezas, que sabía mucho de todo, sabía que lo sabía, y lo expresaba con una verborragia colmada de erres, altisonante y casi de corte mussoliniano, como permite corroborar este aislado documento fílmico:
Uno de los aspectos hoy menos conocidos de la labor cultural de García Acevedo fue la de compositor. “Tal desconocimiento es injusto, pues compuso mucho y a menudo con singular inspiración, en un estilo generalmente cercano al de Max Reger, a quien tanto admiraba. No colaboró a dar a conocer su obra musical el hecho que, al producirse su deceso, la viuda arrojó a la calle la mayor parte de su biblioteca y archivo”, aseguró uno de los descubridores del curioso tesoro que aquí estamos abordando.
Terrera había puesto en autos a García Acevedo sobre la “existencia” de Erks, cosa que, por otra parte, confirmaron en sendas declaraciones algunos de sus más fieles seguidores, como el ingeniero Fernando Fluguerto Martí y el chofer Rubén Lazo. Pocos imaginaban que era posible encontrar una prueba de ello. Pero sucedió.
En 2019, dos integrantes actuales de la Asociación Argentina de Compositores, el profesor Lucio Bruno-Videla (titular del Instituto de Investigación en Etnomusicología de la Ciudad de Buenos Aires) y el licenciado Sebastiano De Filippi (titular de la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación) se anoticiaron gracias a un catálogo de la existencia de una partitura para órgano de García Acevedo titulada sugestivamente Erks, la ciudad metafísica, datada en 1987.
Así, ambos directores se pusieron a la búsqueda de la pieza, rogando que no hubiera terminado en la basura junto con buena parte del legado inédito del compositor. Los rescatistas lograron dar con el organista que estrenó la obra, el profesor Fernando Oliva, quien facilitó a De Filippi un escaneo del manuscrito que el autor le entregara. En base a este original, Bruno-Videla copió la música para su preservación y publicó en línea una versión en audio digital, disponible aquí:
A pedido del maestro De Filippi, su colega Bruno-Videla transcribió Erks para orquesta de cuerdas, teniendo a la vista otras piezas para el mismo orgánico que García Acevedo diera a conocer, como Epos. Tras la pausa que significó la cuarentena, el resultado está en proceso de ensayo por parte de la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación, como este video permite disfrutar:
Finalmente, tras tantos avatares y luego de 34 años, Erks, la ciudad metafísica de Mario García Acevedo tendrá su exhumación y su estreno en versión orquestal el viernes 1º de octubre, a las 19:30 horas, en apertura del concierto de temporada oficial de la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación, bajo la batuta de Sebastiano De Filippi.
El evento se realizará en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso Nacional, con entrada gratuita, sin perjuicio de que quienes no puedan asistir podrán seguirlo en vivo y en directo por el canal de YouTube del Honorable Senado de la Nación.
La música es sugerente, misteriosa e inquietante por partes iguales. Al margen de lo que cada uno pueda pensar sobre Erks y su existencia, a no dudar: la obra hace honor al relato.
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