Los múltiples plagios de Alejandro Parra, la «cara seria» de la parapsicología argentina

El psicólogo Alejandro Parra hace lustros se viene presentando como el non plus ultra de la «investigación científica» en Parapsicología. Su colega, Juan Gimeno, puso la lupa en sus trabajos, consultó alguno de sus libros y revistas internacionales donde Parra colaboraba y encontró un cuadro devastador: su obra está colmada de gravísimos plagios. Ya fue expulsado de la Parapsychological Association. Completan el informe la más que posible comisión de un fraude experimental, según la denuncia realizada en 1991 por Ladislao Enrique Márquez y Naum Kreiman, que fue ignorada por la Parapsychological Association. Sólo el órgano de difusión de la Sociedad Española de Parapsicología (S.E.P.) recogió la denuncia, republicada ahora por Factor.

Por Juan Gimeno *

Siento una profunda pena por tener que escribir este informe, pero también una enorme indignación ante los gravísimos plagios del doctor en psicología e investigador argentino, Alejandro Parra, quien se ha burlado de todos y hoy queda en ridículo ante el mundo. Estoy convencido de que es indispensable transparentar esta conducta antiética que tanto daño hace.

* Alejandro Parra ya fue expulsado de la Parapsychological Association (constituida en 1957 por iniciativa del doctor J.B. Rhine) por sus reiterados y demostrados casos de plagio. (*)

* Varias revistas internacionales, entre las que están EdgeScience y el Journal of Scientific Exploration, han publicado o están por publicar retractaciones de diversos artículos publicados en que otros autores denunciaron plagio por parte de Parra.

* Investigadores de varios países han escrito a las autoridades de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales solicitando sea anulado el doctorado en psicología que le fue otorgado en 2009, ya que constataron que su tesis tiene partes plagiadas. También lo han hecho a la Universidad Abierta Interamericana, donde Parra actualmente trabaja.

* El último libro publicado por Parra en inglés (The Last Farewell Embrace, 2019) ha sido retirado de la venta por el editor, ya que está lleno de citas ajenas no reconocidas y segmentos cortados y pegados del trabajo de investigación de otras personas, quienes lo denunciaron públicamente.

Hasta aquí las noticias más relevantes sobre este caso vergonzoso de plagio múltiple. Cuando me enteré, pedí las pruebas y me fueron enviadas. Así que ahora, en este informe, explicaré de la manera más sencilla posible los principales plagios en textos en idioma inglés cometidos por Alejandro Parra. En realidad, todavía no es posible saber cuántos son en total, ya que a partir del descubrimiento del primero, el resto de la comunidad académica de habla inglesa puso sus ojos en los textos de Parra y aparecieron varios casos más, lo que convierte a la cuestión en mucho más vergonzosa. Desde ya, tengo en mi poder más información, que queda a disposición de quienes la soliciten.

Plagios en el libro The Last Farewell Embrace

En marzo de 2019 aparecía la primera edición del libro “El ultimo abrazo de despedida”, publicado por la editorial Luciérnaga, del grupo Planeta, con sede en Barcelona. A mediados del mismo año se publicaba la versión en inglés, titulada “The Last Farewell Embrace”. Algún investigador notó ciertos parecidos con sus trabajos, lo leyó a fondo y encontró los primeros plagios. Ante la señal de alarma, otros hicieron lo mismo y los plagios aumentaron.

En definitiva, el 80 % del texto del libro es plagio puro, con diferencias menores con los originales ajenos. En total, hasta el momento, hay diez autores o grupos de autores que han encontrado segmentos copiados por Parra de sus propios artículos. Los plagios están repartidos en todo el libro, así que sólo voy a tomar el capítulo 4 (“Windows to the Beyond”: The Dreams and Visions of the End of Life”) (disponible aquí). Allí se verá pintado en amarillo el texto plagiado, que en las dos primeras páginas ocupa el 100% del total. Además, al comienzo de cada segmento plagiado se puede ver un rectángulo blanco con el dato del texto original plagiado. Por ejemplo, en la primer página aparece “from Nosek et al. (2015) p. 1” [De Nosek y otros (2015) pagina 1]. Para constatarlo se puede ir a ver el texto de Nosek y otros (disponible aquí). Yendo a la página 1, el primer párrafo de la Introducción es idéntico al comienzo del capítulo  (“End-of-life experiences…”) con leves diferencias en algunos lugares. Lo mismo se puede hacer en la segunda página del capítulo con el texto de Brayne et. al (2008) (descargar aquí). Se verá que en otras páginas del texto de Brayne y otros, hay citas en amarillo de otros capítulos del mismo libro, y también de otros artículos.

En otras páginas del Capítulo 4 hay también referencias de plagio a Fenwick et. al. (2010). (Se puede consultar aquí). Quien quiera continuar revisando otros capítulos, no tiene más que escribirme.

Plagio en un artículo publicado en la revista EdgeScience

INFLUENCIAS. El ex ministro de Ciencia y Tecnología Lino Barañao y Alejandro Parra, durante una charla que compartieron en la Fundación Columbia. Esta es la historia.

En el número 33 de marzo de 2018 de la revista EdgeScience, de la Society for Scientific Exploration, Parra publicó “Experiences at the End of Life In Nursing Homes” (disponible aquí). Al salir nadie notó el plagio, pero a fines de 2020 los investigadores descubrieron que ese artículo era casi idéntico a lo que iba a ser el Capítulo 5 del libro The Last Farewell Embrace. Para verificar una buena parte de los plagios de este artículo, hay que volver a abrir Brayne et. al (2008) p. 200 (disponible aquí). En este caso, Brayne y otros subrayan la mención en EdgeScience, que habrá que encontrar en el artículo de Parra con el buscador (Control+f). Ya que este artículo es casi idéntico al capítulo 5 del libro The Last Farewell Embrace (descargar el capítulo aquí). Allí se verá otra vez en amarillo el texto plagiado de otros autores, como Brayne y otros, el cual tiene más arriba el link para consultar. (Para ver un análisis más detallado de los plagios hechos a Brayne y otros en el capítulo 5 consultar aquí). Allí están discriminados cada uno de los párrafos y oraciones copiadas en en texto de Parra en color rojo, comparadas con el texto de Brayne y otros en negro.

Por si quedaran dudas, me comuniqué con Patrick Huyghe, editor de la revista EdgeScience, quien me aseguró que se publicará una retractación oficial a propósito del plagio de Parra en su artículo de 2018. [Esto será publicado en el número 45 del 20 de marzo próximo, cuya consulta estará disponible online].

El descubrimiento de este plagio tuvo reacciones inesperadas de personas cercanas a Parra. El propio Andrés Tocalini, MD Decano de la Facultad de Psicología y Relaciones Humanas en la Universidad Abierta Interamericana, le escribió a Patrick Huyghe tratando vanamente de justificar los plagios de Parra, disfrazándolos de errores involuntarios, propios y ajenos. El problema es que ese artículo fue parte de una investigación realizada durante dos años en la propia universidad, titulada «Análisis descriptivo de diversas experiencias anómalas de enfermeras y cuidadores» gracias al Fondo de Becas de Investigación otorgado por The Society for Psychical Research. Así, el decano funge como cómplice de Parra, y ambos tendrán que justificar el uso de los fondos ante la SPR, la cual –dicho sea de paso– es la institución decana dedicada al estudio académico de las afirmaciones paranormales, fundada en Londres, Reino Unido, en 1882 .

BENDITO TÚ ERES. Tocalini es psicólogo y sacerdote. Tiene una antigua relación el papa Francisco. Crédito Foto: Diario Democracia.

Plagio de Parra en un artículo publicado en el Journal of Scientific Exploration

En el Vol. 31, No. 1, pp. 11–28, 2017, del Journal of Scientific Exploration, Parra publicó un artículo titulado “Anomalous/Paranormal Experiences Reported by Nurses in Relation to Their Patients in Hospitals”, en co-autoría con Paula Giménez Amarilla. A raíz de las denuncias de plagio, este año la revista publicó una retractación en el Vol. 35, No. 1, pp. 137–140. Allí se puede leer:

“(la revista) se retracta de este artículo debido a los múltiples casos de plagio, sin atribución (no se utilizan comillas ni se cita el texto). La primera fuente no se cita en absoluto y no aparece en las referencias. La segunda fuente se cita una vez, pero no en relación con el texto plagiado, pero sí aparece en la lista de Referencias”.

El artículo hace un detallado análisis de 4 páginas de los plagios, comparando cada párrafo del artículo de Parra contra los artículos originales plagiados (disponible aquí).

PARRA Y EL EXORCISTA. Junto al Padre Carlos Alberto Mancuso (2018). Fuente: Facebook

El plagio de Parra que no pudo ser

Recientemente, Parra envió un artículo que iba a ser publicado en el Journal of Scientific Exploration. Quizá como una rutina establecida para todos los casos o tal vez teniendo en cuenta los antecedentes del autor, los revisores subieron el supuesto original al programa Turnitin, que detecta fraudes de artículos. Así encontraron que ese artículo era un plagio del artículo en castellano escrito por Anna Conforte en el E-Boletín Psi, la misma revista electrónica de la que es director Parra. (El artículo plagiado puede leerse aquí). Lamentablemente, el informe oficial de los revisores no es público, pero he tenido acceso a esa información, y la parte principal dice lo siguiente:

“Las similitudes son: 1) casi todo el texto; 2) las citas dentro del texto están en el mismo orden y son casi idénticas; 3) la lista de referencias es idéntica en 24 de las 35 referencias del artículo de Conforte, 4) todas las notas eran idénticas y estaban en el mismo orden que en el artículo de Anna”.

Por estos motivos el artículo enviado por Parra fue rechazado para su publicación.

MEDIÁTICO. Alejandro Parra había sido hasta ahora «él» experto en parapsicología convocado por los medios. Deberán volver a llamar a Enrique Márquez.

Conclusiones

Estoy tentado de realizar un extenso editorial, cargado de adjetivos. Pero no lo voy a hacer porque creo que las evidencias mostradas me ahorran ese trabajo. Solo quiero agregar la dedicatoria que hizo Parra en su libro “El ultimo abrazo de despedida”. Después de cometer el peor de los pecados para un investigador, de robar información para conseguir prestigio y dinero, de burlarse de miles de futuros lectores, dice en la dedicatoria:

“Para Irma, la Reina Madre, Ejemplo de vida y virtud, ejemplo de lucha y superación. Para Sebastián [su hijo], futuro médico, que el dolor humano despierte tu sensibilidad y percibas el espíritu humano, que veas más allá de la mera apariencia”.

No hacen falta más palabras.

(*) Un miembro de la actual Junta Directiva de la PA expuso al autor que éstos fueron los motivos de la expulsión. Ante el pedido de una respuesta oficial, contestó: «La PA no se pronuncia sobre sus miembros».

(*) Juan Gimeno, profesor especializado en educación de adultos e investigador en parapsicología, ha colaborado en Cuadernos de Parapsicología, Comunicaciones de Parapsicología, Revista Argentina de Psicología Paranormal, Journal of the Society of Psychical Research, Journal of Scientific Exploration, entre otras. Estudió la historia de la parapsicología argentina y los efectos físicos de la mediumnidad. En co-autoría con J.M. Corbetta y F. Savall, escribió Cuando Hablan los Espíritus: Historias del movimiento kardeciano en la Argentina (Dunken, 2010) y El buscador de maravillas: Tras los pasos de clarividentes, psíquicos, curanderos (y farsantes) de la Argentina reciente (2014). Site. Ver POSTCRIPTUM al pie del artículo

ANTECEDENTES. El profesor Naum Kreiman (1919-2003) y Ladislao Enrique Márquez denunciaron un fraude cometido por Alejandro Parra en su Revista Argentina de Psicología Paranormal. La Parapsychological Association, presidida por el doctor Carlos S. Alvarado, ignoró las críticas. En este video recuerdan el caso para información de un amigo de ambos residente en El Líbano, el investigador Roger El Khoury. A continuación, el informe de Márquez.

ÉTICA  EXPERIMENTAL  EN  LA  INVESTIGACIÓN  DE  PSI: LA  GRAN  “PARRADOJA”

“Cuando un científico se rehúsa a permitir que terceros vean los datos brutos de un experimento controvertido, hay buenas razones para sospechar que ha habido un encubrimiento”.        

 MARTIN GARDNER

Por Ladislao Enrique Márquez

Si los viejos lectores de Psi Comunicación (*) algún día encontraran en sus páginas un artículo firmado por Uri Geller hablando sobre los trucos y fraudes de supuestos dotados parapsicológicos, seguramente se sorprenderían y lo considerarían paradójico.

Similar sensación me acosó cuando encontré en el N° 31-32, Enero/Diciembre 1990 de Psi Comunicación (pp. 91-100), un artículo del señor Alejandro Parra con el título “Ética Experimental en la Investigación de Psi”. ¿Por qué?

Nada me hubiera causado perplejidad si el autor de esas páginas hubiese resuelto exitosamente en la Argentina una grave situación que lo tiene por protagonista y justamente atañe a lo que él nos propone desde el título de su artículo.

El señor Parra, en el transcurso del año 1990, irrumpe en la escena parapsicológica argentina con la edición trimestral de cuatro números de la Revista Argentina de Psicología Paranormal (RAPP) que él mismo dirige. En el número inaugural y de cierre de ese año incluye dos “trabajos experimentales” de su producción que informan hallazgos de resultados significativos de ESP.

Con reglas de juego aparentemente claras, el señor Parra proclamó la iniciación de su revista con algunas memorables frases de su editorial que rezaban así:

“Venimos a llenar un profundo vacío en la investigación científica en Parapsicología en Argentina…”. (p. 5)

Vamos hacia la búsqueda desinteresada de la verdad”. (p. 5)

“Tenemos el deber de informar, tanto al público lector en general, como a los investigadores en Parapsicología en particular; ya que nuestra revista cumplirá todas estas metas, propender el desarrollo amplio y cabal de todo cuanto se proponga como meta, siguiendo una línea intachable en lo que se refiere a esta rama de conocimiento humano”. (p. 5)

“…estamos presentes para aceptar críticas y sugerencias de nuestros lectores o toda aquella propuesta que se identifique con nuestros objetivos básicos, a los que seguiremos en forma estricta”. (p. 6)

¿Cómo dudar de que estas impresionantes afirmaciones no se iban a cumplir si en la contratapa de la revista aparecía una larga lista de renombrados parapsicólogos internacionales que conformaban el Consejo Consultivo Extranjero?

No hubo que esperar mucho para darse cuenta de que las promesas comenzaban a desvanecerse. El propio director iniciaba la autocombustión con su primer informe de un experimento plagado de errores[i] que anticipaba el nivel de esta publicación en materia de investigaciones. Si bien los antecedentes del señor Parra en este campo no podían hacer prever o garantizar un mejor comienzo, se suponía que, existiendo un equipo de consultores, al menos se preocuparía en buscar asesoramiento antes de publicar.

En lo personal, y a pedido del señor Parra, meses antes de la aparición de su revista fui invitado a integrar el Consejo Consultivo argentino. Condicioné mi aceptación a una libre expresión que además incluía una columna que estaría a mi cargo bajo el título: “PSI. La otra cara de la moneda”, en la cual abordaría aspectos críticos de la parapsicología. El señor Parra estuvo de acuerdo y prometió cumplir con lo pactado.

Este era sólo el comienzo de una larga lucha que se prolongó durante todo un año por intentar infructuosamente que respetara lo prometido.

Cuando el señor Parra publicó sin consultarme su primera investigación, hablé con él y, con la mejor intención, le sugerí que en el siguente número de la revista informara los errores cometidos. Confiando en la respuesta afirmativa que obtuve, me dediqué a esclarecer otras inexactitudes producto de la inexperiencia y vedetismo de otros dos autores. A propósito de esto, entregué un extenso artículo con el título: “Crítica y análisis de una pseudoinvestigación”, que finalmente y por exclusiva decisión del director, fue publicado en la sección Comentarios (?)[ii]. Con esta modificación, y sin consulta previa, salió el segundo número de la RAPP, pero vaya curiosidad (!), la prometida aclaración sobre los errores del primer experimento de Parra brillaba por su ausencia.

Así continuó esta injustificada omisión durante el tercero y cuarto número de la RAPP. Pero más alarmante aún fue la publicación en el último número de 1990 de otro “experimento” del señor Parra con mayor cantidad de errores que el primero [iii].

Este nuevo desastre provocó una grave situación que expondré sintéticamente para que el lector encuentre aún más justificado el título y las primeras líneas de mi artículo.

En la Argentina, el investigador en parapsicología más prolífico y con trascendencia internacional es el profesor Naum Kreiman; quien viene publicando por más de 20 años su revista Cuadernos de Parapsicología (CP). Su larga trayectoria en la investigación experimental lo acredita como un experto en el tema que nadie en nuestro país que se inicie en estas cuestiones puede ignorar.

El señor Parra no ignoró nunca esto, e incluso muy conscientemente lo invitó a formar parte de sus consultores a lo que el señor Kreiman, por razones que en este momento no vienen al caso, se negó. Pero nunca le negó su asesoramiento.

Cuando el señor Kreiman leyó este segundo experimento de Parra en el que incluso se invocaba una parcial réplica de otro que aquél había publicado en sus CP en 1988 con resultados estadísticamente no-significativos[iv]; de inmediato se puso en contacto conmigo para comunicarme no sólo los garrafales errores que había cometido Parra, sino también una sospecha de fraude que agravaba la situación.

La única forma de poder confirmar esta sospecha era disponer de los registros originales o copia de los mismos para hacer una evaluación con mayor certeza. Si bien el informe publicado por Parra quedaba totalmente invalidado por los elementales errores cometidos, Kreiman y yo deseábamos ir más lejos y poder confirmar o desestimar nuestras dudas.

Con la cautela que merece tan delicado problema, decidimos, en forma individual e independiente, persuadir al señor Parra que nos permitiera examinar los registros originales de sus supuestos hallazgos.

Contábamos con la “ventaja” de que el señor Parra no tenía la más mínima idea de los errores que había cometido.

Nuestra actitud insistente (llamadas telefónicas, solicitudes personales y por carta certificada) siempre fue infructuosa. La negativa de Parra fue absoluta. ¿Por qué no quería facilitar la información? Ese es un enigma que aún persiste, si bien cada uno puede hacer su interpretación: «A buen entendedor, pocas palabras». Lo evidente es que una actitud de este tipo ya pone sobre el tapete cuestiones de ÉTICA (y con mayúsculas).

El hermetismo de Parra nos dejaba pocas alternativas. Por su lado, Kreiman disponía de un instrumento válido para esclarecer el caso. Así, sin pérdida de tiempo (a pesar de que su revista venía atrasada), publicó en CP dos artículos cuyos títulos hablan por sí solos [v] [vi].

Por mi parte, y con la mejor buena voluntad, seguí insistiendo con mis requisitorias al señor Parra, pero SIN ÉXITO. Previendo el resultado, me anticipé con mucho tiempo a la aparición del próximo número de la RAPP, solicitándole personalmente que me reservara un espacio para publicar mis críticas. Y aproveché para recordarle, a modo de refuerzo, que la pactada columna “Psi. La otra cara de …” nunca se cumplió; por lo tanto, era hora de que me permitiera ejercer mis postergados derechos. En principio, y aunque de no muy buena gana, asintió y prometió publicar mi artículo.

Presurosamente, para evitar nuevos pretextos, entregué personalmente en la casa del señor Parra mi artículo “Del vacío científico al abismo pseudocientífico”[vii]. Nada dejé librado al azar para que ni siquiera pueda impugnarlo por cuestiones formales (tiempo de entrega, presentación, resumen en inglés y castellano, etc.).

A los pocos días de haberlo leído, y cumpliéndose una de mis profecías, Parra me expresaba sus dudas, según él por cuestiones económicas, sobre la continuación o cierre definitivo de la RAPP. Obviamente esto provocaría que nadie se entere de las críticas y de su actitud sospechosa de no querer facilitar los registros originales.

Lo inminente se hizo realidad: nunca se publicó mi artículo y la actitud sospechosa de un “experimentador” se trató de mantener oculta.

¿Será este un caso como el de Renner y Moewus, que el propio Parra recuerda en su artículo “Ética experimental…”? (p. 93).

¿Será una traición del inconsciente cuando Parra cierra el caso de Burt con estas textuales palabras: “Es indudable que en este artículo, vinculado con el problema del fraude en la investigación psi, no represente sino una paradójica denuncia a su propio delito”. (p. 95)

Lamento no poder dar una certera respuesta a las dos preguntas. Llevó más de veinte años para que se conociera la verdad de los hechos protagonizados por Samuel Soal, aunque mucho antes algunos profetas lo anunciaron públicamente. Seamos pacientes: el caso del señor Parra recién cumple dos años. De él depende que no sigamos apagando velitas.

(La nota de L. Enrique Márquez fue escrita en 1991)


Notas y referencias bibliográficas

[i]  Parra, A. (1990)  Un experimento de ESP en Grupo con Fotografías Ocultas. Revista Argentina de Psicología Paranormal (1), 1, pp. 11-15.

[ii] Márquez, L. E.  (1990)  Comentarios. Revista Argentina de Psicología Paranormal (1), 2, pp. 90-103.

[iii] Parra, A.  (1990)  El Efecto de Preferencia del Experimentador: Un Estudio Experimental. Revista Argentina de Psicología Paranormal (1), 4, pp. 177-181.

[iv] Kreiman, N.  (1988)  Actitud Activa versus Actitud Pasiva en Experimentos de ESP.  Cuadernos de Parapsicología (21), 3, pp. 1-9.

[v] Kreiman, N.  (1990)  El efecto del Experimentador – Crítica a un “Supuesto Experimento”.  Cuadernos de Parapsicología (23), 3, pp. 6-9.

[vi] Lema, H.  (1990)  Fraude y Simulación Experimental en Ciencia.  Cuadernos de Parapsicología (23), 3, pp 16-17.

[vii] Márquez, L. E.  (1990)  Del vacío científico al abismo pseudocientífico. [Inédito, descargar original desde aquí]. Originalmente enviado para ser publicado en la Revista Argentina de Psicología Paranormal. En marzo de 1991 se envió copia del mismo a 15 parapsicólogos de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, de los cuales 9 formaban parte del Consejo Consultivo de dicha revista. Total de páginas 7.

Publicación original: Psi Comunicación, Año XVII- Enero-Diciembre 1991 – Nos 33-34, pp.133-136.

A LA COMUNIDAD PARAPSICOLÓGICA

CON RANDI. Enrique Márquez junto a su mentor, el Asombroso James Randi

En 1991, Ladislao Enrique Márquez expuso, bajo este título, sus cuestionamientos sobre la ética de Parra. Los destintatarios eran los miembros de la Parapsychological Association. Lo ignoraron. Hoy, expulsando a Parra, le dan la razón… ¡30 años después!

Deseo comunicar que, según se ha informado a través de una publicación de dudoso rigor científico (Revista Argentina de Psicología Paranormal, Año 1 – N° 4, Octubre 1990, pág. 231), la PARAPSYCHOLOGICAL ASSOCIATION ha reconocido como Associate Member al Sr. Alejandro Parra.

Desconozco cuál fue el criterio utilizado para tan equivocada decisión.

Me consta una similar admisión a la PA de la Dra. Rivka Bertish (una curandera argentina con título universitario), que ya fuera expuesta por su falta de idoneidad científica en la propia publicación del Sr. A. Parra (RAPP. Año 1 – N° 2 – Abril 1990, pp. 90-103). Por tal motivo, considero la obligación de informar que el Sr. Alejandro Parra, un joven ambicioso totalmente carente de formación científica, ha intentado irrumpir en el campo parapsicológico con dos “supuestos experimentos” que adolecen de gravísimos errores en todo nivel:

  •  UN EXPERIMENTO DE ESP EN GRUPO CON FOTOGRAFÍAS OCULTAS.

         (RAPP.  Vol. 1 – N° 1, Enero 1990, pp. 11-15)

  •   EL EFECTO DE PREFERENCIA DEL EXPERIMENTADOR: UN ESTUDIO EXPERIMENTAL.

         (RAPP.  Año 1 – N° 4, Octubre 1990, pp. 177-181)

Pero lo más significativo, y por ello el principal motivo de este comunicado, es que, en forma independiente y reiterada, he solicitado al Sr. Parra ver las copias u originales de sus supuestos experimentos, petición ésta que siempre fue denegada. Idéntico resultado obtuvo el Sr. Naum Kreiman en esta gestión.

Desconozco, aunque sí lo sospecho, cuáles son los “científicos” motivos que llevan al Sr. Parra a ocultar tan celosamente esa información.

Existe un hecho que agrava la situación, puesto que según parece, al menos así lo indica el tiempo, la revista del Sr. Parra no seguirá siendo publicada. ¡Vaya casualidad!, justamente cuando le entregué un artículo de mi firma al Sr. Parra en Diciembre del ‘90, para ser publicado en el primer número de 1991 de su revista.

Obviamente el mismo no lo favorece en nada, todo lo contrario, pero según el mismo Parra me confiara de su compromiso de publicarlo y dar a conocer mi refutación a sus supuestos experimentos, el incumplido compromiso me obliga a adjuntar copia de mi artículo para que el lector saque sus conclusiones. Si bien ya han sido publicados dos artículos críticos al Sr. Parra:

  •  EL EFECTO DEL EXPERIMENTADOR – CRÍTICA A UN “SUPUESTO EXPERIMENTO”.

  (Naum Kreiman. Cuadernos de Parapsicología, N° 3, Setiembre 1990, pp. 6-9)

  •  FRAUDE Y SIMULACIÓN EXPERIMENTAL EN CIENCIA.

  (Héctor Lema. Cuadernos de Parapsicología, N° 3, Setiembre 1990, pp. 16-17)

Para terminar, considero que es importante que la comunidad parapsicológica esté informada de esta GRAVE SITUACIÓN y sepan cómo actuar. Quedo a disposición de quien lo requiera para cualquier información adicional.

Buenos Aires, 19 de Marzo de 1991. República Argentina.

Ladislao Enrique Márquez

A CIENCIA CIERTA, 1994. Parra y Márquez estuvieron juntos en el programa de Daniel Frescó. En esa oportunidad, Márquez tuvo la caballerosidad de no enrostrarle las «debilidades» que empezó a descubrir del sujeto. Parra aún era jóven.
CURRICULUM. En la cuestionada Fundación Columbia, Parra solía dar charlas extensas como su CV y bien pagas.

(*) POSTCRIPTUM. Juan Gimeno falleció el 25 de octubre de 2021. Esta es nuestra despedida:

RELACIONADAS

El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

Contacto: aagostinelli@gmail.com
Alejandro Agostinelli en Twitter
Alejandro Agostinelli/Factor 302.4 en Facebook
+ info sobre el autor, Wikipedia en Español
+more info about Wikipedia English