El 15 de febrero de 2025 falleció el doctor en Medicina Fernando Daniel Saraví, profesor en el Instituto de Fisiología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNC), pastor evangélico y humanista. Fue uno de los asesores médicos del desaparecido Centro Argentino para la Investigación y la Refutación de la Pseudociencia (CAIRP) y una personalidad inolvidable para quienes tuvieron el privilegio de conocerlo. Poco tiempo atrás, el CAIRP había perdido otras dos grandes figuras que revistieron en sus filas, los doctores Rubén Ardila y Celso Aldao (ver abajo).
Los restos de Fernando Saraví fueron velados durante tres días en la Iglesia de los Libres de Las Heras, Mendoza. La comunidad universitaria de la UNC sintió profundamente su partida. “Cuando entraba en Biofísica, sabía que estabas cerca por el exquisito aroma del tabaco de chocolate inglés que colocabas en tu pipa tipo Sherlock Holmes”, recordó en su despedida la Dra. Graciela Nora Arenas, quien compartió con él más de cuarenta años de carrera.
Saraví fue cofundador del Centro Argentino para la Investigación y la Refutación de la Pseudociencia a principios de 1990 y colaborador frecuente de su revista El Ojo Escéptico, donde publicó notas y traducciones sobre temas tan diversos como el efecto Kirlian y las terapias de regresión a vidas pasadas. Hombre de conversación amena y de firmes convicciones, dejó huella desde su primera visita a la sede del CAIRP, donde presentó varios artículos que formarían parte de su inminente libro La trampa de las medicinas alternativas (CLIE, 1992). Con criterio, permitió a los editores de El Ojo Escéptico eliminar los pasajes que aludían a la intervención satánica en ciertos fenómenos, ya que no coincidían con la orientación laica de la publicación: en Fernando convivían el científico y el cristiano evangélico, una dualidad que no sería la última vez que aparecería entre quienes se acercaban a una actividad que en Argentina se estaba estrenando: la desmitificación de la pseudociencia.
A lo largo de la década de 1990 acompañó a otros miembros del CAIRP a programas de TV y dio varias conferencias y seminarios en la sede de la institución; dos de ellas fueron recientemente rescatadas por Enrique Márquez, primer director del Centro, ahora disponibles en su canal de YouTube El Deschave.
Una vida dedicada a la ciencia
Nacido el 17 de junio de 1955 en Godoy Cruz, Mendoza, Saraví obtuvo su título de médico y doctor en Medicina por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde 1985, fue profesor titular en el Departamento de Bases Científicas en Salud – Instituto de Fisiología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC, donde dirigió el curso de Fisiología y Biofísica en la carrera de Obstetricia. En 1992, asumió la dirección del Departamento de Asistencia Médico Social Universitario y, en 1995, lideró el equipo profesional de la Escuela de Medicina Nuclear, alcanzando el puesto de jefe del Servicio de Densitometría Ósea.
Su trayectoria académica fue extensa y rigurosa. Realizó 33 estudios de posgrado y avanzó desde ayudante ad honorem hasta profesor titular. Diseñó 12 programas de grado y posgrado, fue profesor visitante en universidades nacionales y extranjeras, y elaboró 36 textos de material didáctico. Además, participó en 42 cursos de posgrado, integró cinco jurados de concursos docentes y evaluó tesis doctorales. Como investigador, dirigió seis proyectos, publicó un libro científico y 16 artículos con referato, además de 30 artículos sin referato y 42 comunicaciones científicas.
Su labor fue reconocida con numerosas distinciones, como el premio Trabajo Distinguido de la Sociedad Iberoamericana de Información Científica (1987) y el premio de Acta Gastroenterológica Latinoamericana (2001) al mejor trabajo de investigación básica o clínica. También ejerció la presidencia de la Sociedad de Biología de Cuyo y representó a la Facultad ante organismos gubernamentales. (Ver trabajos publicados).
Científicamente religioso… y religiosamente científico
Saraví combinó su labor científica con su vocación religiosa. Publicó 14 libros sobre estudios bíblicos, sectas, religiones y la relación entre ciencia y fe, entre ellos Parapsicología, ¿un engaño del siglo XX?, Los horóscopos o Mahoma, Necromancia: espiritismo y cultos afrobrasileños, La divinidad de Cristo vindicada, La esperanza de Israel y La profecía de las setenta semanas, todos editados por CLIE.
Cursó estudios teológicos en el Instituto Bíblico Bautista de Mendoza (1980-81) y en la Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos (FLET, 1982-84). Fue miembro del Consejo Pastoral de su congregación en Mendoza, perteneciente a las Asambleas de Hermanos Libres, director de la Escuela Bíblica Jaime Taylor y docente en el Instituto Teológico Karl Barth.
Criado en un hogar católico, su acercamiento al evangelismo se produjo a través de su esposa, Viviana Ester García, con quien contrajo matrimonio en 1982. En el estudio bíblico juvenil de su iglesia descubrió el Evangelio y el 30 de noviembre de 1979 hizo profesión pública de su fe, siendo bautizado en marzo del año siguiente por el pastor y misionero Jaime Taylor. Desde 1984, integró el Consejo Pastoral de la Iglesia de los Libres en Las Heras, Mendoza.
Saraví vivió en Las Heras junto a su esposa Viviana y sus hijos Julieta, Adrián, Claudio y Lucía. Su legado permanece a dos aguas, entre la academia y la fe, en los libros que dejó y en el recuerdo de quienes lo conocimos como quien fue, más allá de la ciencia y la religión: un tipo con una sabiduría admirable, un carácter amoroso y de una infinita generosidad.
Adiós a Celso Manuel Aldao, un referente de la ciencia y la docencia
El 24 de julio de 2024 falleció, a los setenta años, otro ex miembro fundador del Centro Argentino para la Investigación y la Refutación de la Pseudociencia (CAIRP), el Dr. Celso Manuel Aldao, un destacado ingeniero e investigador en física y química de superficies e interfaces semiconductoras. Se graduó en la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) y obtuvo su doctorado en la Universidad de Minnesota. Su carrera lo llevó a convertirse en el primer graduado de la UNMDP en alcanzar la categoría de Investigador Superior del CONICET.
Con más de 45 años de docencia en la FI-UNMDP y la Universidad de Minnesota, formó a decenas de investigadores y dirigió numerosas tesis doctorales. Su legado incluye más de 200 publicaciones científicas y una destacada labor en la formación de recursos humanos. Sus colegas lo recuerdan como un mentor apasionado y un hombre de principios, cuya huella en la divulgación científica y en la comunidad académica sus cuantiosos aportes seguirán vigentes.
FUENTES: Biografía en Dios.com.ar, FCM /UNC