Mantener este blog discretamente actualizado no da tanto trabajo, pero lleva su tiempo. Me gustaría tener más tiempo libre, en cambio, para dar charlas y entrevistas a los chicos.
De Haedo era la nave de fibra del Capitán Beto, aquel ex colectivero, hoy amo entre los amos del aire, y de Haedo, provincia de Buenos Aires, también son Avril Iglesias, Martina Luca, Julieta Picabea y Sofia Ali. Las cuatro son alumnas de un colegio secundario, el Instituto Advéniat, y el pasado 1 de noviembre estrenaron su programa de práctica en FM Oeste 106.9.
Una vez al año y desde hace varios, su profe de Comunicación, Juan José Dimilta, seguidor de Factor categoría Veterano y autor de “Diario de un verano alienígena”, entre otros libros dirigidos a pibes y pibas, me convoca para disfrutar de las preguntas de sus alumnas. Siempre se aprende de ellas, y no es una frase hecha ni un cumplido. Mis reporteras empezaron el programa tranqui, hablando de reptilianos, siguieron con los sosías fantasmagóricos atribuidos a ciertas personas, los Doppelgänger, y otras teorías tan locas que, cuando les tocó pasar a las visitas extraterrestres, el tema sonó de lo más normal. Salvo cuando, por un rato, volvieron las conspiraciones: “Si la NASA lo está confirmando (la existencia de ovnis alienígenas) y la gente ya se lo esperaba, entonces puede significar que hay algo peor”, opinó Martina.
El primer miércoles de noviembre, Avril, Julieta, Sofía y Martina vivieron, no sin natural nerviosismo, su primera experiencia radial. El reportaje empieza en el minuto 15, pero recomiendo ver todo el programa:
Juan José Dimilta me expuso su idea sobre cómo perciben estos asuntos los estudiantes secundarios y por qué me elige para algunas prácticas. “Los alumnos suelen tomar muy livianamente y más como un entretenimiento toda la cuestión de ovnis, complots, etc., y es excelente que pueda entrar tu mirada para equilibrar y poner rigor científico y mirada periodística al asunto”.
La cosa terminó bien. “Ellas estaban orgullosas, agradecidas y felices”, agregó Dimilta.
Aprovecho para comentar que, efectivamente, me gusta, me parece necesario y de hecho a menudo participo en clases, charlas y talleres para alumnos primarios y secundarios.
Si me llaman o me escriben y nada lo impide, estoy al pie del cañón: para mí también es un orgullo que me convoquen por una de las causas más nobles posibles.
Hablar con los chicos.