A horas del atentado contra la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, empezaron a circular las primeras informaciones en torno al hombre que gatilló el revólver.
¿Qué quiere decir el Sol Negro que luce en su codo izquierdo? ¿Cuáles eran sus páginas favoritas?
El magnicida fallido se mostró interesado en un intelectual neonazi poco conocido, «Nimrod de Rosario».
Por Boris Matías Grinchpun * y Alejandro Agostinelli
FERNANDO ANDRÉS «SALIM» SABAG MONTIEL. Las primeras especulaciones giraron en torno a los retratos con que los que el ciudadano argentino nacido en Brasil, Fernando “Salim”, solía exhibirse en redes sociales. En su brazo izquierdo luce un Sol Negro, como se conoce este símbolo asociado con grupos neonazis.
El hombre que apuntó y gatilló un arma a centímetros de la cabeza a Cristina Fernández de Kirchner tiene 35 años, nació en San Pablo, Brasil, y vive en el país desde 1993. Fernando Andrés Sabag Montiel alquilaba dos vehículos, un taxi y un Uber, poseía dos viviendas y presuntamente era parte de un microemprendimiento de copos de algodón de azúcar en el que «Ámbar» **, una supuesta novia reciente, era vendedora callejera. En entrevistas televisivas casuales, él y Ámbar calificaron de «vagos» a los que reciben planes de asistencia gubernamental, un concepto típico de la derecha y la ultraderecha. Sabag Montiel ya había sido pescado in fraganti el 17 de marzo de 2021, cuando la Policía de la Ciudad lo detuvo en el barrio de Agronomía por conducir un Chevrolet Prisma negro sin patente trasera. En aquella ocasión, llevaba una cuchilla de 35 centímetros de largo que, alegó, poseía para “su defensa personal”. Si bien hasta la fecha nunca había registrado un delito con armas, trascendió que tiene una denuncia por violencia de género y tres denuncias por maltrato animal.
Las especulaciones conspiranoicas más oscuras buscan responder por qué su pistola Bersa cal. 32 auto, con cinco municiones y apta para el disparo, no tenía la bala en la recámara; en definitiva, se preguntan con suspicacia extrema por qué falló el arma que gatilló Sabag Montiel. Oscuras especulaciones porque lo que para algunos es “un milagro peronista”, cerca de la religiosidad popular, para otros es abono humeante para el sesgo de confirmación, transformando lo que debería ser un repudio contra el atentado en un ejercicio de la sospecha indistinguible de lo que en ciencias sociales se conoce como negacionismo: a horas del atentado, varias figuras de la derecha insinuaron o hicieron circular la teoría loca de que pudo tratarse, o se trató, de un “autoatentado”.
N. DEL EDITOR: Sol Negro: qué significa el tatuaje del hombre que intentó asesinar a CFK continúa después del recuadro
MENÚ DE INTERESES EN LÍNEA DEL MAGNICIDA FRUSTRADO
Casi todas las páginas favoritas de Fernando Andrés Sabag Montiel abordaban temas como esoterismo nazi, nazionalismo, teorías conspirativas, extraterrestres, alquimia, hermetismo, masonería, Kabbalah, magia y death metal. Seguía a «Camarada Miguel SS«, una página católica de extrema derecha, falangista y antiderechos que iguala el comunismo con el satanismo y otras menos relevantes, como la página contactista Catálogo Paranormal o la de fans de Arnoldo Krumm-Heller, un ignoto rosacruz alemán. Entre sus favoritos también está División Ligustrina, que se presenta como «una organización sin fines de lucro conformada por Mujeres Argentinas Nacionalistas», que reivindica a figuras como el militante neonazi «asesinado salvajemente por una intolerante horda drogada anarco-bolchevique» Marcelo Scalera (1964-1996). Más significativo es su interés por el escritor ocultista Luis Felipe Moyano aka Nimrod de Rosario. Seguía nada menos que a cuatro editoriales que difunden o publican su obra: la casa chilena Editorial EPH (socia de El Portal de los Héroes), Editorial Vruna, Editorial Origen Oficial y Editorial de la Casa de Tharsis. También megusteó a la Revista sobre SH Orden de Caballeros Tirodal de América y España, que promociona los blogs Sabiduría Hiperbórea, con sede en varios países de América Latina, y Quintadoménica, grupos nimrodianos disidentes que reivindican las ideas sobre el origen semi-alienígena de Nimrod, según los textos de su madre Rosalía Elena Taglialavore. Por si faltara otro dato de color, Sabag Montiel seguía a un cirujano plástico.
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Otras conjeturas se asentaron en los primeros hechos corroborables, entre ellos el tatuaje que Sabag Montiel se hizo en el codo izquierdo y muestra con orgullo en su perfil de Facebook.
Sin embargo, lo que este adorno en el cuerpo representa requiere de varias precisiones históricas. Empecemos por las recientes.
Durante la guerra entre Rusia y Ucrania, la insignia del Sol Negro reapareció con la controversia que quiso instalar Rusia sobre la nazificación del ejército ucraniano, difundiendo imágenes de militares que llevan tatuajes o escudos del “Sonnenrad” («rueda solar», en alemán). Por cierto, el regimiento de la Guardia Nacional de Azov, que defiende a la ciudad de Mariúpol, es una milicia derechista integrada por soldados enrolados en organizaciones neonazis y es un hecho que varios de ellos usan este emblema. Pero también pueden hallarse Soles Negros en la Federación Rusa, portados, entre otros, por los lectores del pensador “euroasiático” Aleksandr Dugin, partidario de esta guerra como, en su momento, de la ocupación de Crimea.
En esta insignia, el círculo interior tiene la forma de un sol del que parten doce rayos cuyas puntas alcanzan el círculo exterior y sus ángulos forman, a la vez, los brazos de la cruz gamada, constituyendo desde entonces un símbolo asociado al antisemitismo, el nazismo y los movimientos neonazis o supremacistas blancos. De hecho, los rayos (doce, como los meses que transita la Tierra en su recorrido anual alrededor del Sol) tienen la forma de runas sowilo, en la variante utilizada por las SS.
Las raíces de este símbolo son brumosas, pero pueden destacarse dos fuentes. Por un lado, los alquimistas le llamaban Sol Negro a la primera etapa en la senda que lleva a la Piedra Filosofal. Se le atribuye al sacerdote y filósofo renacentista italiano Marsilio Ficino (1433-1499) la idea de que este “ennegrecimiento” o putrefacción fuese presentado como la consecuencia de la disolución de la materia, una noción retomada por autores posteriores. Por el otro, la teósofa Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891) situaba en La Doctrina Secreta un sol oscuro en el centro de la Vía Láctea, “núcleo gravitacional y energético de la galaxia y reserva de la energía remanente tras el origen del universo”.
Probablemente estas ideas hayan nutrido a Karl Maria Willigut (1866-1946), un ocultista austríaco que antes de ser enrolado en las SS fue paciente psiquiátrico. Sus conocimientos del misticismo ario difundido en el Imperio Austrohúngaro por el periodista y escritor antisemita Guido von List (1848-1919), conocido por su importante papel en el desarrollo de la ariosofía, una corriente ocultista inspirada en el paganismo germánico, le permitió, junto a su proclamada capacidad para retener memorias ancestrales, granjearse la confianza de Heinrich Himmler (1900-1945).
Himmler, uno de los más influyentes líderes del Partido Nacionalsocialista (NSDAP), fue el verdadero ocultista dentro del régimen. Él fue responsable de desarrollar una suerte de religión en base a la mitología germánica, convertir a las SS en una orden iniciática y guerrera semejante a los caballeros templarios y teutónicos, y construir la capital mística del “Reich de mil años” en el castillo de Wewelsburg. Fue a él que Weisthor –seudónimo de Willigut en las SS- le dedicó los aforismos de Halgarita, donde describía una estrella denominada Santur que habría brillado sobre Hiperbórea junto a nuestro Sol, hace unos 230 mil años. El colapso de esa antiquísima civilización ocasionaría la extinción de este astro, que pese a haberse apagado continuaría orbitando cerca de la Tierra y emitiendo energías que potenciarían, en tanto descendiente de los hiperbóreos, a la raza aria.
Estas elucubraciones habrían sido las que llevaron a emplazar un emblema alusivo en el castillo de Wewelsburg, propuesto por Westhor como bastión de una futura orden que emergería de las SS. Sin embargo, varios especialistas han planteado que el diseño emplazado en la fortaleza germana no es un Sol Negro, sino otro inspirado en decoraciones solares usadas por las dinastías Merovingias ampliamente conocidas en el Tercer Reich. De hecho, durante la posguerra varios novelistas neonazis articularon otras caracterizaciones de la estrella oscura.
Con todo, ya en los noventa, como lo muestra el documental Scharze Sonne (1997) de Rüdiger Sünner, la asociación entre Wewelsburg y el Sol Negro se había consolidado como símbolo clave en los cultos neo-nazis. La del film es la versión que Sabag Montiel eligió para tatuar en su codo izquierdo.
Ahora bien, ¿cómo se puede leer este Sol Negro? El símbolo no tiene un significado unívoco y de éste se pueden desprender varios sentidos. En primer lugar, podría ser una fuente de energía que le daría a los descendientes de los hiperbóreos la fuerza y la sabiduría que les permite poner fin a la era de tinieblas e inaugurar –ahora sí– un Reich milenario. Por “sabiduría” se debe entender una forma de conocimiento oculta y contraintuitiva, ajena a las muchedumbres adormecidas por un materialismo y un racionalismo tan prosaicos como falaces.
Esta búsqueda de sabiduría incluye la lectura de autores de culto como Julius Evola (1898-1974), Miguel Serrano (1917-2009); en la Argentina, un favorito de Sabag Montiel es Luis Felipe Moyano, aka Nimrod de Rosario. Ya llegaremos a él.
En cuanto a la fortaleza representada por Wewelsburg, ésta no sería solamente física sino también psíquica y espiritual, de ahí la popularidad de la alquimia, la magia y el chamanismo.
El Sol Negro también desempeña una función más identitaria e incluso política: ante el tabú –explícito o no– que pesó sobre la esvástica y el resto de parafernalia nazi, los emblemas alternativos adquirieron valor como una forma de protección, pero también como una expresión de resistencia anti-sistema y contracultural.
Finalmente, el astro propone una utopía: en las alas de aviones ultra-veloces, en los flancos de platillos voladores sigilosos y en los brazaletes del “Último Batallón”, la estrella brillaría con la promesa de un ejército nazi renacido que prepararía su venganza desde la Antártida o, como puede verse en el film paródico Iron Sky 2, desde las profundidades de la Tierra Hueca.
¿Quién fue «Nimrod de Rosario»?
Autor vinculado al medio oculto de la extrema derecha, Luis Felipe Moyano (1946-1996), mejor conocido como Nimrod de Rosario, fue leído como un autor revelacionista, cuyos lectores lo elevaron a un estatus cuasi divino. El escritor chaqueño Carlos Busqued (1970-2021) fue uno de sus irónicos admiradores, consagrándose a la lectura minuciosa de su obra buscando inspiración para su tercer y último libro, que no terminó de escribir.
Tras una juventud bajo la influencia del hermetismo, el nazismo y el gnosticismo, desarrolló un sistema de su propia cosecha denominado «sabiduría hiperbórea». «Nimrod de Rosario», el seudónimo que adoptó, fue autor de la monumental El Misterio de Belicena Villca y Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea, una obra en varios tomos donde intentó sintetizar su pensamiento, que él atribuía a revelaciones de “dioses hiperbóreos”.
En 1985 fundó la Orden de Caballeros Tirodal de la República Argentina (OCTRA), que lleva el nombre de las runas Tyr y Odal que fueron su bandera.
Los miembros antiguos afirman que Moyano reclutó en vida un puñado de seguidores e incluso formó dos cohortes de discípulos. Se acercó al líder «carapintada» y coronel ultranacionalista Mohammed Alí Seineldín (1933- 2009), quien entre los 80 y los 90 no le impidió reunirse con David Goldberg (1955-1994), presidente de la Delegación de Asociaciones Argentino-Israelitas (DAIA), y con el propio ex presidente Carlos Saúl Menem (1930-2021).
La madre de Moyano, Rosalía Elena Taglialavore, también conocida como María, afirmó que Nimrod –quizá para ocultar que su padre era mestizo– nació de sus relaciones con un “extraterrestre ario”. Los seguidores del escritor rosarino descalifican a María como paciente psiquiátrica. Luego de su muerte, a los cincuenta años, el trabajo de Moyano es conservado por su familia y por grupos dispersos de acólitos, entre los cuales se destaca el neonazi Movimiento Veganista de Bolivia.
Fuente:
Goodrick-Clarke, Nicholas; Black Sun: Aryan Cults, EsotericNazism and thePolitics of Identity? (New York University Press, 2002).
(*) Boris Matías Grinchpun es doctor en Historia (FFyL-UBA) por la Universidad de Buenos Aires, becario posdoctoral del CONICET con lugar de trabajo en el CIS-IDES y docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Es parte del equipo de colaboradores de FactorElBlog.com
(**) Nota del 5/09/2022: Se la conoce como «Ambar» pero su nombre es Brenda Elizabeth Uliarte. El 4/09 fue detenida por orden de la jueza María Eugenia Capuchetti: tras cruzar escuchas y registrar cámaras de seguridad del día del ataque, el Juzgado determinó que Sabag Montiel y Uliarte llegaron juntos al edificio de Recoleta. El viernes 2/09, en una entrevista de Telefé Noticias, había declarado que hacía varios días que no veía a su pareja.
(***) Gracias a Gabriela F. Ruellan por su ayuda para precisar estos dos últimos datos.
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