Fue un encuentro académico internacional dedicado a debatir metodologías y abordajes posibles de diferentes fenómenos anómalos. Organizado por el Dr. Jeffrey J. Kripal, tuvo lugar en Houston entre el 3 y el 6 de marzo.
El autor argentino Sebastiano De Filippi presentó en el evento un manifiesto que entusiasmó a una audiencia exigente.
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Por una serie de circunstancias –especialmente mediáticas– que quizá aún no tenemos suficiente perspectiva para comprender cabalmente, en los Estados Unidos se ha disparado un frenesí casi febril por los misterios ufológicos, paranormales y extrahumanos. Así, muchos autores, documentalistas e incluso, como veremos, académicos buscan categorías prácticas para englobar materias no siempre relacionadas que suelen engordar bolsas con deliciosos caramelos culturales etiquetados como “sobrenatural”, “paranormal”, “insólito”, “inexplicable” o “paranatural”.
El desafío semántico es real: son temáticas afines, pero, al cabo de pensarlo un poco, llegamos a la conclusión de que todas las frazadas quedan cortas.
Quizá uno de los aciertos académicos que nadie podrá discutir al Dr. Jeffrey J. Kripal, uno de los más conocidos referentes en el estudio de religiones y el misticismo asiático, la historia del esoterismo occidental y la contracultura, es que encontró la horma donde hacer calzar esa heterogeneidad. La llamó, sencillamente, “lo imposible”.
¿Cuál es su definición de “imposible”? Es “cosas que no deberían poder suceder y aparentemente suceden”. El intento no es malo y es uno de los temas de conversación en su Cátedra «J. Newton Rayzor» de Filosofía y Pensamiento Religioso en la Universidad Rice en Houston, Texas. No en vano desde hace años acuden a Rice doctorandos de todo el mundo para estudiar bajo la supervisión de Kripal sus temas de tesis doctoral inspirados en fenómenos no convencionales.
Kripal, que además integra los comités directivos del Instituto Bigelow para Estudios de la Conciencia en Las Vegas (Nevada), financiado por el magnate hotelero y aeroespacial Robert Bigelow, y el Instituto Esalen en Big Sur (California), tiene cintura para sortear desafíos; por ejemplo, las encrucijadas epistemológicas que el concepto “imposible” propone. ¿Por qué predefinir “imposible” el detonante de una presunta experiencia anómala?
“Entiendo que la palabra «paranormal» generalmente hace sentir incómodos a los académicos, pero lo que mostraremos es que la palabra original en francés, que significaba algo así como «sobre natural», y sus categorías relacionadas fueron creadas por científicos y académicos en lugares como Cambridge, Duke y Harvard. En resumen, esta iniciativa es intelectual y tiene un profundo interés científico, científico-social y humanístico hasta el día de hoy”, expuso Kripal.
Un subtema que concita la mayor atención en estos debates está en la órbita de los llamados estudios sobre la conciencia, un área fértil y casi neonata de investigación en neurociencias. Desde luego, para profundizar la evolución y los fundamentos neurológicos de la conciencia hacen falta biólogos, psiquiatras y neurólogos que estudien los mecanismos genéticos y biológicos, pero también psicólogos, antropólogos y sociólogos, que darán cuenta de otra faceta clave de los fenómenos mentales, los mecanismos de cognición y del comportamiento.
¿Dónde buscar “lo imposible” a partir de aquellas premisas? ¿En las experiencias extracorpóreas? Quizás. ¿En las abducciones extraterrestres? Probablemente. ¿En los mal llamados fenómenos de percepción extra-sensorial? Por qué no. Nadie con sana curiosidad científica debería evadirse de responder las preguntas que estas problemáticas plantean.
Ahora bien, si esta clase de estudios, que con el antropólogo Ignacio Cabria llamamos “liminales” en los años ‘90, es rechazada en los congresos científicos mainstream, o queda atorada en las puertas giratorias de las publicaciones científicas acreditadas, ¿por qué no crear una corriente de “investigaciones alternativas” que dé cauce a inquietudes no tradicionales? (*)
Archivos de ¿lo Imposible?
Esta pregunta llevó al profesor Kripal a convencer a la Universidad Rice de crear los “Archivos de lo Imposible”. Los resultados de su convocatoria no son para menospreciar por aquellos que disfrutamos no solo de las lecturas estimulantes si no de saber que uno puede concurrir a ciertos sitios a consultar las fuentes originales. Hasta ahora, estos Archivos alojan nueve colecciones:
1) La Colección “Anne y Whitley Strieber”, donada por el mismo escritor, con miles de cartas que supuestos abducidos enviaron a la pareja desde 1987, año de publicación del libro “Comunión – Una historia verdadera”, obra que solo por “la chica de tapa” marcó un antes y un después en la historia de las abducciones.
2) La Colección “Jacques Vallée”, donada por el prolífico autor franco-norteamericano, que incluye todos sus archivos personales de investigación sobre ovnis y otros fenómenos extraños.
3) La Colección “Edwin C. May”, donada por él mismo, quien fuera presidente y fundador de los Laboratorios para la Investigación Fundamental en Palo Alto, California, con los informes desclasificados de sus investigaciones oficiales y personales sobre “visión remota” del llamado proyecto Star Gate.
4) La Colección “Stewart Alexander”, donada por intermedio de la periodista Leslie Kean, que incluye parte de la biblioteca y todos los apuntes personales del médium británico.
5) La Colección “Richard F. Haines”, donada por el psicólogo y ufólogo que es autor, entre otros, de “UFO Phenomena and the Behavioral Scientist” (inédito en castellano, traducible como “Fenómenos OVNI y los científicos del comportamiento”, 1979), con la totalidad de sus archivos personales e institucionales de investigación sobre el fenómeno ovni.
6) La Colección “Brenda Denzler”, doctora en Estudios Religiosos de la Universidad de Duke y autora de “The Lure of the Edge: Scientific Passions, Religious Beliefs, and the Pursuit of UFOs” (inédito en castellano, traducible como “El atractivo del borde: Pasiones científicas, creencias religiosas y la búsqueda de ovnis”, 2003), donada a través de la profesora Diana Walsh Pasulka, que incluye una colección de recortes periodísticos sobre ovnis que cubre veinte años.
7) La Colección “Stanley Krippner”, donada por el famoso parapsicólogo, con la totalidad de sus escritos publicados e inéditos, más todo tipo de documentos personales manuscritos.
8) La Colección “Jeffrey J. Kripal”, donada por él, que incluye ensayos, correspondencia, notas de investigación y apuntes de cátedra que parten de la década del ’70.
9) La Colección “Larry W. Bryant”, donada por el autor de “UFO Politics at the White House” (inédito en castellano, traducible como “Política OVNI en la Casa Blanca”, 2015), con la totalidad de su archivo personal de trabajos publicados e inéditos, fotografías, recortes de periódicos y otros.
Este gigantesco archivo, alojado en una de las bibliotecas del campus de la Universidad Rice, merecía una suerte de marco ceremonial. Así fue como Kripal decidió organizar un congreso académico internacional sobre “lo imposible”, que comenzó de manera remota con tres webinars en los que Kripal dialogó con los profesores John Phillip Santos, Priscilla Wald y Hussein Ali Agrama, y que continuó en forma presencial desde el 3 al 6 de marzo.
En total hubo ocho oradores: el propio Kripal, Jacques Vallée, Leslie Kean, Whitley Strieber, Diana Walsh Pasulka, John Phillip Santos, Edwin C. May y Sebastiano De Filippi, cuyas conferencias fueron transmitidas en vivo y en directo por Zoom.
También hubo rondas de discusión por temas en las que participaron investigadores, académicos y periodistas, entre ellos Kathleen Canning, Clas Svahn, Stephen Finley, Paul H. Smith, Michael P. Masters, Eric Wargo y Joseph Laycock.
Si bien la inmensa mayoría de los presentes era estadounidense, hubo invitados de India, Rusia, Suecia, Inglaterra, Francia y Canadá. Llamó la atención una aislada presencia latinoamericana. Probablemente por su doble nacionalidad, aparte de su trayectoria en la especialidad, se destacó la presencia del ítalo-argentino Sebastiano De Filippi, actual Director Musical de la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación, formado en ciencias sociales y autor de dos importantes libros: “La Ciudad de la Llama Azul: Luces y sombras sobre el cerro Uritorco” (2018) y “Los Señores del Uritorco: La verdadera historia de los comechingones” (2019), este último en coautoría con Fernando Jorge Soto Roland, profesor de Historia por la Universidad de Mar del Plata.
En 2021 De Filippi dirigió una obra colectiva, “Proyecto Erks”, que reunió aportes de doce autores universitarios sobre la misteriosa “zona Uritorco”. Tantos esfuerzos algún fruto debían rendir. El manuscrito llegó a manos de Kripal y él le dedicó un elogioso prefacio (publicado en su día en Factor).
En breve, las ocho conferencias serán publicadas por la Universidad Rice en el canal de YouTube de su Facultad de Humanidades y serán recopiladas en un libro publicado por la Editorial de la Universidad Columbia de Nueva York.
UAPs de la Pacha Mama
Una delegación suele estar integrada por varias personas. En este caso, por la Argentina solo asistió una y no había sido delegada ni comisionada por nadie: De Filippi fue invitado a título individual y no como representante de otros grupos o personas. Desde que se conocieron, Kripal y De Filippi mantienen una intensa correspondencia. De ese intercambio surgió la invitación de Kripal a participar de un encuentro «a puertas cerradas” celebrado en el Instituto Esalen de Big Sur. Allí, el argentino pasó una semana de reclusión junto a científicos, docentes, investigadores, escritores, psicólogos, periodistas, mecenas y agentes de inteligencia retirados.
El psicólogo Juan Acevedo Peinado también fue invitado a participar al congreso de la Universidad Rice, pero declinó por razones de fuerza mayor.
¿Quién es Acevedo? Antiguo habitante de la ufolandia vernácula e ideólogo del CIFO (Círculo de Investigaciones del Fenómeno Ovni) de Rosario, Juan luego afirmó haber sido iniciado por su padre en las tradiciones ancestrales guaraníes.
Nació en 1961 en la ciudad de Buenos Aires y se licenció psicólogo en la Universidad Nacional de Rosario. Poco tiempo después de fundar el Comunitario Otorongo Wasi, escribió “Plantas sagradas: El linaje secreto del chamanismo sudamericano” (Grijalbo, 2016), “El Shinkal y su Inty Raymi: El renacer de los olvidados” (2017). Antes, con Néstor Berlanda, escribió “Los extraños: Abducciones extraterrestres en la Argentina” (Emecé 2000, RA 2019). En los ’90, junto a sus colegas del CIFO desarrolló un proyecto recientemente recuperado en el volumen «CIFO – El legado: Tratado de metaufología del siglo XX para el siglo XXII» (2019), donde bosqueja una teoría para cuya definición recurrió a un anglicismo poco indigenista: “That” (Aquello).
En busca de matices para este comentario, escuché el programa de “Demonios” donde Acevedo confió a su conductor, Carlos Iurchuk, que si bien tanto él como De Filippi habían sido invitados, el segundo hacía las veces de “delegado por la Argentina”.
En la entrevista nos enteramos de la «enorme gravitación» que él tuvo en la presentación de Sebastiano e insinuó que los nuevos vientos que corren en sitios como la Universidad Rice son el resultado del trabajo que, asegura, personas como él y el CIFO llevan adelante desde 1991.
Prendiendo un cigarrillo detrás de otro y con la mirada ajena, perdida en la lontanza, un Juan hundido en el confort de su sabiduría ancestral desgranó ante un desorientado Iurchuk aquellas verdades que desde una suerte de claustro inescrutable «alguien» le permitía develar a cuenta gotas. Ahora bien, el fervor de Acevedo por la iniciativa de la universidad norteamericana denota un importante cambio de perspectiva.
En agosto de 2021, también en el canal “Demonios”, Acevedo dio a conocer una declaración difundida por el CAPEN (Círculo Argentino para la Perspectiva Noética) titulada “Manifiesto de la ‘Fenomenología Sudamericana’ Libertaria”. Es un texto ufopolítico cuyo enigmático autor, aparte de recoger ideas de Acevedo, reivindica el misterio ancestral que entraña la identidad sudamericana, la horizontalidad y la búsqueda de la liberación del “cipayismo y la hegemonía cultural” para que reinen la imaginación, la subjetividad y la ignorancia. Invitan a “desandar 500 años de sometimiento cultural”, le dicen “BASTA a las fantochadas mediáticas forjadora de esclavos sumisos y dependientes que esperan ‘el contacto’ con sus papás del Norte”. Estos “hijos de la Pacha” afirman ser “aprendices de una CONSCIENCIA INTELIGENTE TELÚRICA”.
Esta reivindicación indigenista, que asegura entre otras cosas «no buscar reconocimiento», sale al cruce de los informes sobre “UAPS” investigados por el imperialismo yanqui y no parece tomar nota de las primeras líneas del comunicado oficial de la Universidad Rice:
“En 2021, el gobierno de Estados Unidos publicó un informe preliminar sobre fenómenos aéreos no identificados (UAP), más comúnmente conocidos como ovnis, luego de décadas de negación y desinformación sobre la existencia e investigación de estas experiencias inexplicables” (Cita)
Ese encabezamiento posiciona a la Universidad Rice en el único aspecto en que los académicos y los chamanes sudamericanos que firman el documento parecen acordar, que es el “negativismo” y la “desinformación” (sobre la existencia de UAPs, un tipo de informes cuya existencia nadie en su sano juicio debería negar).
Pero el principal motivo de asombro es otro y más sencillo: hasta donde se sabe, Acevedo solo fue un espectador más de las ocho conferencias transmitidas por Zoom, como la mayoría de los mortales, ya que los demás trabajos no fueron transmitidos. A la fecha solo los tres webinars están disponibles en YouTube.
De Filippi fue el único argentino (e italiano, podría agregar) en el congreso de apertura de los Archivos. La responsabilidad fue doble y hasta insólita: nuestro compatriota fue elegido para cerrar las actividades con la última conferencia, después de personalidades como Jacques Vallée.
El Manifiesto de Rice
De Filippi tuvo un gesto de generosidad: llevó a Houston no solo su propio pensamiento, sino algo del trabajo de otros autores argentinos contemporáneos que han dedicado libros a estos temas, a quienes nombró en su charla, e hizo circular un PDF donde se muestran las portadas y los detalles de publicación de 31 libros de esos escritores.
Promovió generar esta difusión enteramente motu proprio e incluyó en esa selección a todos los autores argentinos vivos de libros sobre el área de interés, con total prescindencia tanto de su relación (o falta de ella) con cada escritor, como de su acuerdo (o desacuerdo) con sus respectivas posturas. Su idea fue “dar a conocer en el ‘centro’ algo de la producción que se realiza hoy en esta ‘periferia’”.
En su conferencia titulada “El Colegio Espectral: más allá de escépticos y creyentes”, De Filippi propuso ocho puntos sobre los cuales acordar un plan “para abordar el estudio de lo imposible de una forma equilibrada y seria, humana y humanista, que no cultive ningún fanatismo de parte: ni el extremo de una excesiva cerrazón escéptica y cientificista a priori, ni el de una perniciosa irracionalidad pseudo-espiritual a fortiori”.
Este programa tuvo tanto eco que un medio alemán lo llamó “el Manifiesto de Rice”. Dice así:
1. Obtener interés de la comunidad, apoyo público y financiación privada para un abordaje integral de lo imposible.
2. Estudiar lo imposible dentro del mundo académico oficial, con diferentes metodologías según cada disciplina.
3. Difundir los estudios de lo imposible y llevarlos a los medios de comunicación de manera creíble.
4. Enfrentar la incredulidad de los escépticos excesivamente materialistas, racionalistas, cientificistas y positivistas.
5. Enfrentar la credulidad de los creyentes excesivamente metafísicos, irracionales, anticientíficos y negativistas.
6. Consolidar un cambio de paradigma científico y epistemológico, ya en marcha en las ciencias duras, en línea con lo teorizado por Kuhn.
7. Buscar un paradigma cognitivo y ontológico en el que el sapiens abrace un ambientalismo radical y lo imposible como posible.
8. Conectar a los investigadores que han estado trabajando de forma aislada debido a limitaciones geográficas, lingüísticas y financieras.
Todavía no sabemos cómo se podrían llevar a la práctica las ideas que De Filippi propuso en Rice. Algunos de sus enunciados entusiasmaron a muchos participantes dispuestos a iniciar un debate que será inevitablemente ideológico frente a los modos de abordaje de los “fenómenos anómalos”: es un ambiente donde muchos de sus referentes cultivan visiones posmodernas, más bien aferradas a la idea de que la heterodoxia es per se meritoria y, a la vez, que desconfían de la epistemología científica, siendo quizá su apabullante historial de conquistas su principal ventaja comparativa respecto de ciertas cosmovisiones new age.
Cuando Kripal presentó a De Filippi caracterizó al argentino como “alguien de quien aprender”.
En todo caso, parece haber un antes y un después para quienes participaron en este congreso. Vamos a ver de qué maneras este esfuerzo fructifica.
Nota
(*) Agostinelli, Alejandro César; y Cabria, Ignacio [1994]: Documento de trabajo para la reunión de responsables y colaboradores de “Cuadernos de Ufología” presentando el «Proyecto Liminal, fenómenos y conocimientos en los márgenes de la cultura«. Mendoza, Argentina. 10 páginas. Inédito.
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