El escritor murió el sábado pasado y nadie, salvo sus seguidores más fieles, sabe muy bien qué decir, tan escasa era la información disponible sobre la vida real de Trigueirinho (1931-2018). Un libro de inminente publicación revela cómo logró convertirse en el gurú brasileño de la legendaria ciudad de Erks.
Trigueirinho es palabras mayores entre los aficionados al esoterismo. Pero una persona fue Trigueirinho, como firmó sus 81 libros, y otra José Trigueirinho Netto, efímero cineasta, prolífico escritor y maestro espiritual que dejó de existir el pasado 15 de septiembre en Carmo da Cachoeira, estado de Minas Gerais, Brasil. Fundador y líder de la Comunidad Luz Figueira, entre otros grupos espiritualistas, acaso fue el autor que más aliento insufló a la mitología de Erks, inspirándonse en la obra de un argentino también famoso en las catacumbas ocultistas, Angel Cristo Acoglanis (Rosario, 1924 – Buenos Aires, 1989). Cosas dichas sobre Erks y el cerro Uritorco dominan buena parte de su obra, cuya tirada, en diferentes idiomas, se acerca a los dos millones de ejemplares.
Quiso la providencia que esté a punto de publicarse «La Ciudad de la Llama Azul – Luces y sombras sobre el cerro Uritorco» (Editorial Biblos, Buenos Aires, 2018), obra donde Sebastiano De Filippi da pormenorizada cuenta de la extraordinaria vida de Acoglanis y, por consiguiente, la de Trigueirinho. Tanta fue la influencia del primero sobre el segundo que la editorial Irdín, que publica los libros del brasileño, lleva el nombre de un idioma inventado por Acoglanis.
“Hoy, hijo, contempla en el Universo un cielo más brillante, porque una luz regresó a su origen, de donde seguirá impulsando el proyecto humano, porque su entrega es eterna”, dice el comunicado publicado en el sitio de la Comunidad Luz Figueira.
Queda pendiente una crónica sobre la comunidad de Figueira, cortesía de una amiga y colaboradora que la visitó, y otra sobre la mirada que tenían de él las figuras más influyentes del platillismo brasileño: lo largo de su vida recibió acusaciones duras (por ejemplo, que las fotografías de ovnis que exhibía a modo de prueba eran falsificaciones o confusiones con fenómenos banales), pero lo cierto es que logró sobrellevar ese tipo de denuncias sin contratiempos.
Agradecemos a De Filippi su autorización a publicar parte del capítulo que dedicó a la obra del esoterista que, entre otras cosas, aseguró la existencia de «cinco puntos focales de energía» en Sudamérica: Miz Tli Tlan, Mirna Jad, Aurora, Iberah y Erks, acaso el más renombrado de aquellos “centros planetarios”.
Por Sebastiano De Filippi
Gracias a una beca, el joven José Hipólito Trigueirinho Netto entre 1953 y 1958 vivió en Roma, donde estudió en el Centro Sperimentale di Cinematografia, una institución fundada en 1935 en la que estudiaron Michelangelo Antonioni, Pietro Germi, Dino De Laurentiis, Marco Bellocchio y tantos otros conocidos artistas y productores de la pantalla grande. Su carrera en el mundo del cine fue brevísima pero promisoria: al regreso a su patria, donde ya había trabajado como asistente, fue productor, autor y director de su única película, Bahia de Todos os Santos (1960). El film fue juzgado positivamente, pero el artista entró en crisis y algunos años después volvió a abandonar a Brasil por Europa, en busca de maestros y enseñanzas que pudiesen conducirlo por un camino de crecimiento espiritual.
Este recorrido de investigación se prolongó durante más de una década y su principal resultado fue adherir a las doctrinas teosóficas de Madame Helena Blavatsky, Alice Bailey, Rudolf Steiner y Paul Brunton, y la pasión por las enseñanzas de gurúes hindúes como Sri Aurobindo, Swami Vivekananda y Paramahansa Yogananda. Desde entonces, además de los autores citados, sus lecturas favoritas fueron la Biblia y el «Libro de las mutaciones» (conocido popularmente como «I Ching»).
Así, cuando Trigueirinho volvió a Brasil lo hizo con un oficio completamente distinto, el de filósofo, conferencista, autor y líder espiritual. En los primeros años ’80 fundó el Centro de Vivências Nazaré, una comunidad situada en Nazaré Paulista, pueblito cercano a la ciudad de San Pablo, de la cual salía solamente para ofrecer conferencias y cursos.
En octubre de 1987, Trigueirinho tenía 58 años, había escrito ya seis libros (dos publicados, cuatro por publicar) y estaba de paso en Buenos Aires para una serie de conferencias. Acoglanis recordó haber oído hablar de Trigueirinho en uno de los encuentros con “Yaco” Albala e intuyó que la mente del brasileño podía ser terreno fértil para su pensamiento. Lo llamó por teléfono, fijó una cita y lo visitó. Se presentó como Saruma, el portero de Erks y, apenas pudo verificar que el autor estaba interesadísimo en su historia, le entregó sus escritos y unos apuntes del sociólogo Lino Marcos Budiño –quizá el menos conocido y más influyente discípulo de Acoglanis–, además de fotos tomadas por él mismo y Roberto Villamil, entre otros.
Trigueirinho pronto se convenció de estar tratando con un ser especial, prometió estudiar todo el material y aceptó volver a verlo en Buenos Aires otras dos veces. Después, naturalmente, fue el momento de visitar el Uritorco en compañía de Ángel y el brasileño viajó a Córdoba tres veces. Finalmente tuvo que acompañar a Acoglanis a Uruguay para visitar “La Aurora” y conocer a Ángel María Tonna, protagonista central de los sucesos de esa estancia ubicada al Noreste del Uruguay.
En Los Terrones y con la guía de Saruma, el brasileño dijo que había logrado obrar una transmutación de su alma (un “cambio de mónada”, según él) que modificó radicalmente el curso de su vida. Por sugerencia de Saruma, abandonó la comunidad de Nazaré y fundó otra en Figueira, en la parte meridional del estado de Minas Gerais, donde, desde entonces, sus seguidores viven según las enseñanzas de la teosofía y las visiones de Acoglanis y Trigueirinho.
Los doce meses siguientes al primer encuentro con Acoglanis le fueron suficientes para escribir nada menos que cinco libros directamente basados en las enseñanzas de Ángel, en los escritos de Budiño y sobre sus experiencias directas en Los Terrones, si bien toda su vasta producción sucesiva lleva la marca de este encuentro (no en vano «El libro de las señales» está explícitamente “dedicado a Sarumah”). No hay que asombrarse de tanta productividad literaria, dada la cantidad inmensa de material canalizado que le había sido entregada.
En sus obras, el brasileño se refirió a su informante de por lo menos cinco maneras distintas: “Sarumah”, “un miembro del consejo Alfa y Omega”, “el pleyadiano”, “un extraterrestre” y “el adepto”, pero por alguna razón –muy probablemente por indicación del propio Acoglanis– decidió no citar nunca a Ángel Cristo por su nombre.
La inspiración de Acoglanis marcó para Trigueirinho el comienzo de una frenética actividad autoral: desde 1989 el escritor entregó a las imprentas un promedio de cinco obras por año. Hoy su catálogo supera los ochenta títulos, prácticamente todos inspirados en la teosofía y en las doctrinas de Ángel; algunos de estos libros fueron traducidos al inglés, francés, alemán y español, por una tirada total de cerca de dos millones de ejemplares. Por ironía del destino, las ediciones en español son publicadas por Editorial Kier, la misma casa editora que se había negado a publicar los escritos de Budiño corregidos y propuestos por Acoglanis.
Pero la actividad de divulgación de Trigueirinho no se detuvo aquí y se expandió a una larguísima y hasta ahora ininterrumpida serie de conferencias con cadencia semanal, grabadas y luego publicadas: hasta el día de hoy son más de 1.600.
Los materiales de Trigueirinho sobre Erks y los temas anexos retoman, elaboran y desarrollan el discurso de Acoglanis y la canalización de Budiño, tomando la forma de libros escritos en una prosa lineal, clara y de placentera lectura. Aun en el aspecto del contenido, los conceptos –si bien muy discutibles desde muchos puntos de vista, naturalmente– son explicados de manera pormenorizada y están contextualizados ordenadamente.
Pero si en este proceso Ángel pudo supervisar la escritura de dos de los cinco primeros volúmenes dedicados a las enseñanzas de Saruma, no ocurrió lo mismo con los otros. Veremos muy pronto por qué.
[Extracto de La Ciudad de la Llama Azul – Luces y sombras sobre el cerro Uritorco de Sebastiano De Filippi (Editorial Biblos, Buenos Aires, 2018).]
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