La trekkie que cumplió el sueño que nadie había podido concretar

Por Alejandro Agostinelli

Si alguna vez pediste un préstamo de U$ 30.000 para refaccionar tu casa, ampliarla o simplemente para mudarte a otra más cómoda, se te van a caer las medias cuando sepas lo que hizo Line Rainville con esa misma suma de dinero.

«¿Cuáles son los requisitos para transformar un libro o una película en una obra de culto?», se preguntó el semiólogo italiano Umberto Eco en La estrategia de la ilusión (1988). «En primer lugar –se contesta– uno debe amarla, aunque eso no es suficiente. Debe proporcionar un mundo completamente amueblado, de suerte que sus fans puedan citar a personajes y episodios como si fueran aspectos de su mundo privado y sectario (…) Creo que para transformar una obra en un objeto de culto hay que ser capaz de romperla, dislocarla, desquiciarla, para poder recordar sólo partes de ésta, al margen de su relación con el todo».

Line vive en Quebec, a una hora de Montreal. Es trabajadora social, fanática de Star Trek desde la década del sesenta y, desde ahora, la mujer que ha conseguido lo que ningún hombre antes: gastar U$ 30.000 para refaccionar el sótano de su casa y transformarlo en una réplica del USS Enterprise (NCC-1701), la nave insignia de la flota estelar.

Tenía 9 años cuando vio la Serie Original (la vio con su padre, en francés) y se hizo adicta, al punto de celar a Spock por su cercanía con el capitán Kirk. Todos los martes, a las 19 hs, Line estaba al pie del cañón catódico. Lloraba, reía, se fastidiaba, leía entre líneas, se enamoraba de extraterrestres horribles que en el fondo resultaban encantadores y disfrutaba de las interacciones de personajes “racialmente” antagónicos porque procedían de planetas distantes.

Para planificar y realizar su nave subterránea trabajó más de un año. Se encargó personalmente de cada detalle: volvió a ver escenas para compararlas con las posibilidades arquitectónicas que le ofrecía el lugar, compró en eBay artículos indispensables (como un tricorder o el ajedrez en 3D) y conversó con un diseñador que, si bien no conocía la serie, le daba ideas para construir el mobiliario o conseguir piezas, ya que si las que obtenía no eran parecidas a las originales iba a tener que sacrificar el realismo de su obra. Algo que, en todo momento, le costó resignar. “Puse tanta energía en pos de lo que quería lograr que aceptar el fracaso iba a ser difícil. Aunque algunos están impresionados con la decoración, conozco bien cada inexactitud: sé exactamente qué podría mejorar”, dijo Line a Tim Hornyak, columnista de Cnet.
Por estos días, la comunidad trekkie exuda envidia por cada poro de su cuerpo y Line está impaciente, anhela inaugurar su sótano muy pronto, cuando promete celebrar una fiesta donde no faltará sopa de verdura vulcana plomeek o algunos coloridos bloques de comida espacial.

La remodelación del sótano de Line es también un vigoroso respaldo a las tesis de Henry Jenkins, autor del delicioso Piratas de textos (Editorial Paidos, 2010) y otros clásicos sobre los grupos de fans de películas, videojuegos y series. Para Jenkins, profesor de literatura del MIT, los fans no son consumidores manipulables sino activos productores de sus propios contenidos, capaces sobre todo de «desafiar» a las obras que adoran. Los trekkers, subraya Jenkins, están fuertemente comprometidos en la cada vez más compleja construcción ideológica de la serie, lo cual contrasta con «la ausencia de poder de los fans con respecto al desarrollo de las historias», que no tienen ni voz ni voto sobre lo que les ocurre a sus personajes o en los programas, pero «protestan en voz alta». A la vez, construyen nuevos significados y emprenden acciones personales o colectivas que dan alas muy concretas a ese incentivo de su imaginación que hizo volar sus mentes.

Rainville es, en este sentido, una fan que hizo su fantasía realidad y cerró el círculo con un mundo como el que describe Eco: completamente amueblado.

Fuente: News.Cnet / Agradecimiento: Sirius Mazzu

GALERÍA

William Shatner y Line Rainville
Fin del misterio: la Enterprise tenía baño.
Recreación de puente o sala de mando.

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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