El año que hoy termina el Café Ufológico de Rosario (CUR) encontró y entrevistó a Dionisio Llanca, protagonista en octubre de 1973 de un incidente ocurrido en Bahía Blanca rodeado de complejos ribetes ufológicos, médicos y mediáticos donde un grupo de personas utilizó procedimientos al filo de la legalidad para sonsacar el relato de una persona aparentemente confundida. La novedad generó celos, envidias y mohines entre ufólogos que consideraron que el hallazgo ponía en peligro su protagonismo, pero sobre todo destapó una caja de Pandora a partir del testimonio de Llanca sobre el feo papel que desempeñó en la “investigación” el actor Fabio Zerpa.
En la última semana del 2021, Luciana Alejandra Czyrka, abogada patrocinante de su ex cónyuge, Adriana Ferreyra, envió al dueño del canal de Youtube que aloja el espacio del CUR una carta documento para silenciar las críticas.
La acción demuestra que la viuda está mal asesorada (amenazar la libertad de expresión no puede sino generar condenas y publicidad negativa), pero ya se veía venir. Este no es el único cimbronazo que sacudió a los pequeños cenáculos platillistas argentinos en tiempos de youtuberismo, egolatría y pandemia.
Si la pretensión de restringir la libertad de expresión está mal vista, cuando alguien busca aplicarla por vías legales le puede costar caro.
Un gran ejemplo de esto fue el caso de María Kodama, viuda de Jorge Luis Borges y apoderada de su obra, quien en 2021 fue intimada a pagar 888.500 mil pesos de costas y honorarios por la Justicia Civil. ¿El motivo? Su demanda por plagio y fraude contra el escritor Pablo Katchadjian, autor de «El Aleph engordado», en verdad una recreación borgeana que rinde tributo a «El Aleph».
Aquella Kodama indignada por el “uso” de una obra de Borges quedó pagando, literalmente. Algo parecido le podría ocurrir a Adriana Ferreyra, la viuda de Fabio Zerpa, empeñada en mantener bajo estricto control todo lo que se dice y hace sobre el ufólogo que inspiró a Andrés Calamaro para componer el celebrado tema “Fabio Zerpa tiene razón”.
UFOLOGÍA ARGENTINA EN TIEMPOS DE YUTÚ: INFERNALES NIVELES DE TOXICIDAD
El regreso de Dionisio Llanca, esfumado durante 47 años de los medios, agitó el avispero de la ufología argentina: grupos ufológicos se dividieron o vieron cómo importantes miembros se alejaban indignados de otros; veteranos aficionados de la época alegaron problemas de cartel por su capricho de no compartir espacios con otros invitados e históricos adversarios del actor (algunos guiados por fines difíciles de confesar) se mostraron repentinamente solidarios con Ferreyra y, por carácter transitivo, con la idea de que acallar testimonios y evitar la circulación de la información tiene algún tipo de relación con el descanso de los muertos o la preservación de sus memorias.
El pasado 30 de diciembre, la abogada Luciana Alejandra Czyrka, letrada patrocinante de Ferreyra, le envió una carta documento a Carlos Iurchuk, creador del canal «Demonios» en YouTube y host del Café Ufológico Rosario, a quien intimó “se abstenga de realizar programas y/o manifestaciones respecto a la persona de mi patrocinada y del Sr. Fabio Alles Zerpa, sus obras y trabajos científicos, impidiéndole divulgar a usted y cualquiera de sus invitados información y/o imágenes que hagan referencia a los antes citados».
Una novedad del texto es que Zerpa produjo «trabajos científicos» (ciertamente, hasta quienes aprecian al ufólogo y actor uruguayo saben que no fue precisamente reconocido por algo parecido a la producción científica).
Ahora bien, la carta documento parece bastante indocumentada, ya que intima al youtuber a retractarse en 48 horas de una manifestación que el animador del canal realizó el 28/9/2021, aunque la querellante no precisa de qué se debe retractar. De paso, le pide “quitar de las redes sociales cualquier programa o información respecto de los nombrados, TODO ELLO BAJO APERCIBIMIENTO DE INICIAR LAS CORRESPONDIENTES ACCIONES CIVILES Y/O PENALES QUE CORRESPONDAN”.
Con cierta ironía o ánimo clicbaitero, Iurchuk se preguntó desde su “directo” (las transmisiones diarias desde Youtube) si esa carta documento no significará “el cierre del canal”, ya que “no me parece correcto condicionar a los invitados a hablar o no de ciertas personas o temas, siempre que se haga con respeto”.
Iurchuk, conocido entre 1998 y 2003 por su sitio «El dragón invisible» y el boletín electrónico «El fuego del dragón«, protestó casi con amabilidad haber sido destinatario de esa carta: alegó que su intención, al hacerlo público, no es “agrandar grietas” (cualquier cosa que esto pueda significar, ya que en la Argentina la expresión «grieta» tiene connotaciones políticas).
Lo que sí es cierto es que un mundillo* alguna vez pintoresco hoy está cargado del egocentrismo de muchos improvisados que se creen dueños de un conocimiento validado científica, social o institucionalmente, cuando no hay nada más lejos de la realidad. Entre los llamados «difusores» el panorama no es distinto: la supresión de toda referencia a obras, trabajos o descubrimientos ajenos, la posesión “en exclusiva” de casos y hasta la profusión de charlatanes con ínfulas (a quienes no se les mueve un pelo cuando entrevistados maleducados insultan a personas que no están presentes), han contribuido a intoxicar el ambiente platillista patrio, afectado por una involución intelectual que sigue descendiendo a estratos infernales.
Otros incidentes permiten hablar de modales que, sin ser mafiosos, se le parecen bastante: el estudiante de Psicología José Maria Cisneros, quien en una de las emisiones del CUR aportó su mirada sobre la ilegalidad del narcoanálisis en el caso Llanca, también había recibido “sugerencias” intimidatorias por Messenger.
[* Cuando hablo de «ufología argentina» me refiero al movimiento social y a sus actividades públicas, desde luego no incluyo a la comunidad de abnegados aficionados que buscan, casi siempre en silencio y por amor al conocimiento, aplicar el método científico para esclarecer las causas de las observaciones de supuestos ovnis].
CENSURAR O PEDIR CENSURA: GARANTIA DE VISIBILIDAD
La viuda de Zerpa pretende disuadir la discusión sobre personas o sucesos históricos mediante apercibimientos legales y no, evidentemente, a través de conversaciones informadas entre personas respetuosas: el origen de este nuevo líbelo con pretensiones de legalidad es indudable consecuencia del testimonio de Llanca recogido por Lorena Sciarratta y Marina Giaveno, anfitrionas del CUR, así como otras posteriores del médico forense Ricardo Smirnoff, el toxicólogo Agustín Luccisano, entrevistado por Marcelo Metayer, y al editor de este blog –oportunidad en la que rendí homenaje a Marcelo Pesaresi, el periodista que con más empeño trabajó el caso, fallecido el 14 de agosto de este año, poco antes de la primera entrevista pública a Llanca
En aquella segunda transmisión otras dos esquirlas de mezquindad humana mancharon la serenidad con que se deberían abordar estos temas: el ufólogo Rubén O. Morales, autor en los 80 de una nota que hoy él mismo llamaría “negacionista” sobre el caso Llanca para la revista Humor, declinó participar del programa cuando supo que yo sería otro de los entrevistados (perjudicando a la producción del CUR, que debió retirar su participación ya editada). Carlos Ferguson, de la Red Argentina de Ovnilogía, intentó medrar «por lo bajini» la honestidad del proceder del equipo del CUR, generando la renuncia de Sciarratta a esa Red.
El último y quizá más patético de estos incidentes es el que acaba de protagonizar la Sra Ferreyra, hasta hace poco mimada en toda clase de eventos ufológicos, incluyendo este blog, cuando celebró la publicación del sitio El Universo de Fabio Zerpa, conocido como es nuestro deseo de que esté disponible la mayor cantidad posible de información sobre obra y figura de quien más popularizó el tema platillista en la Argentina
Se podría decir que pocos intuían que el empeño de Ferreyra por pretender silenciar a quienes nombren a su finado marido iba a alcanzar semejantes extremos, pero conviene recordar que los proyectos documentales que impulsaron los realizadores Leandro Bartoletti y Jorge Luis Sucksdorf fueron reorientados o directamente cancelados por problemas similares (entrevistados prohibidos, recortes, apologías y exaltaciones poco justificadas, etc.)
UNA UFOLOGÍA CON RASGOS DE MUJER
Una de las novedades de estos años fue una mayor presencia de mujeres en la actividad de difusión ufológica. Por cierto, en diciembre de este año un grupo chileno ¡celebró el primer CONGRESO INTERNACIONAL FEMENINO DE UFOLOGÍA Y PARANORMAL!
En otro nivel menos que minoritario, otra novedad fue la presencia de voces escépticas en foros como (otra vez) el Café Ufológico de Rosario, donde presentaron su libro los colaboradores de este blog Fernando Soto Roland y Sebastiano De Filippi, invitación que malogró la unidad del CUR: Andrea Pérez Simondini, por entonces de creciente ascendencia en las reuniones rosarinas, rechazaba la idea de acercar a escépticos al Café, una actitud coherente en todas las actividades públicas de la ufóloga argentina. Aún así, otros factores terminaron por socavar el eje Rosario-Victoria. El dinero recaudado por entradas vendidas en «El foro ufológico del Litoral» realizado en Rosario el 14 de marzo de 2020, a poco de declarada la pandemia, se iba a invertir para crear una sala para honrar la memoria de Zerpa en el Museo OVNI de Victoria. Un desvío no consensuado del destino de fondos en manos de Pérez Simondini puso fin a la presencia victoriense en el CUR.
Para decirlo (casi) todo, si un espacio físico llamado “Universo de Fabio Zerpa” no tuvo lugar fue por decisión del propio actor: a más de dos años de su fallecimiento, por más que algunas personas insistan en forzar la realidad, su biblioteca se encuentra dispersa. Aun recuerdo el berrinche de Andrea Pérez Simondini cuando le conté que gran parte de los libros de Zerpa estaba en la biblioteca municipal de Exaltación de la Cruz, provincia de Buenos Aires, y otra porción, más pequeña, en una de las 21 bibliotecas de la iniciativa «Un sueño para Misiones» que coordina Jorge Kordi en la provincia norteña; unos pocos libros iban a llegar a Victoria, Entre Ríos. Pero Ferreyra se distanció de las dueñas del MUSEO OVNI, muy probablemente con ese material.
Cuando Zerpa todavía vivía, un productor de televisión tuvo en su casa, a lo largo de nueve meses, 650 volúmenes de la biblioteca personal de Zerpa por encargo de un amigo de ambos, ex productor ejecutivo de Canal 7. De la totalidad de esos libros, el productor solo se quedó con una copia del Martin Fierro traducido al varkulets por el contactado Eustaquio Zagorski que había pertenecido al padre Benito Segundo Reyna, el conocido jesuita argentino. El entonces funcionario de Canal 7, íntimo amigo de Zerpa, estaba presente cuando el finado actor aceptó que el productor se quedara con el ejemplar. Cuando Ferreyra se enteró del destino del volumen comenzó a reclamarlo y le dijo que él lo había recibido “por error”. Pero el manuscrito ya estaba en préstamo en manos de un grupo ufológico del pueblo de Cuneo, Ligurea, Italia, lejos del alcance de cualquier depredador. Los nuevos propietarios del aquilatado texto no tienen el menor interés en deshacerse de su ejemplar desde que leyeron la historia de Zagorski y el varkulets en Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Sudamericana, 2009).
Para finalizar, es un hecho que las amenazas de la viuda no pueden prosperar. Si ocurriera, imaginate qué mundo raro sería uno donde muchas señoras o señores Ferreyra, porque les desagradan las opiniones de los demás sobre sus ex parejas, se dedicaran a impedir toda referencia a sus sacrosantas personas.
Más que ante un «escándalo», estamos ante una redonda estupidez.
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Nota autorreferencial: Factor espera su carta documento por haberse referido a Zerpa en al menos dos oportunidades. Una, con motivo de su deceso, el 7 de agosto de 2019 (Fabio Zerpa: el estudio de su legado en la cultura popular) y otra, la versión digital de la nota biográfica que fue parte de “200 Argentinos – Vida, Pasión y Muerte (1810-2010)”, la colección publicada por la revista Veintitrés en 2010 (Fabio Zerpa «científico», su papel menos convincente.)
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