El contratiempo (o) El sospechoso que vino del futuro

Dentro de diez años una siniestra corporación enviará al pasado a un periodista para cubrir en vivo la muerte del fiscal Alberto Nisman.

Alberto NismanEl tiempo es una caja de sorpresas. Para darse cuenta alcanza con releer libros antiguos, ver películas mudas o sintonizar el canal de televisión “Volver”, una empresa de Artear que almacena el mayor archivo de la historia fílmica y televisiva de la Argentina: acumula más de 26.000 horas de material grabado y llega a más de 3.200.000 abonados. Hace años que esta señal, que deja extraordinarios dividendos, lleva adelante un programa de inversiones que sólo conoce un reducido círculo de miembros del directorio de Artear, parte del Grupo Clarín. Para descubrir de qué se trataba había que entrar en el área privada de su página corporativa, detectar un egreso de fondos inusual, contactarse con algún allegado al directorio con ganas de conversar y, por último, atar cabos. Todo eso hizo el escritor Marcial Gordini. Sin creérselo del todo, se preguntó quién podía estar interesado en invertir mucho dinero en algo que, si lo apuraban, parecía el borrador de una máquina del tiempo. La idea se le antojó ridícula. Pero, ¿qué otra cosa podía relacionar a “Volver” con la astrofísica relativista? ¿Qué afinidad podía tener un grupo de medios argentino con una corporación foránea que financiaba a un grupo de científicos con ideas chifladas sobre sistemas de transferencia de energía a través de agujeros de gusano?

Al cabo de unos meses Gordini descubrió que tenía entre manos una historia alucinante. Como él es escritor, no periodista, consideró que sólo iba a poder develar sus hallazgos a través de una ficción. Nadie lo iba a tomar en serio.

Jugando con el Tiempo Este texto encabezaba el epílogo de “La Naturaleza del Tiempo”, la apasionante obra del Dr. Gustavo Esteban Romero que tuve el honor de editar y que, en pocos meses, publicará Editorial Laetoli. El libro fue prologado por Mario Bunge e incluye mi epílogo “I’ll be back. La fascinación por el tiempo en la cultura popular”. La idea era imaginar un viaje al pasado donde todas las cosas que van sucediendo no llegan a violar leyes o principios de la física conocida y reflexionar sobre la posibilidad de crear ficciones fantásticas sin apartarse de la realidad (dentro de lo humanamente posible). Decidimos suprimir el cuento por su exagerado localismo para una edición española. Juro que elegí el caso Nisman por puro capricho. Ahora, en ocasión del aniversario de su muerte, lo publicamos tal como fue escrito (al quedar fuera de aquella obra, sin muchas correcciones). Si te interesa conocer mi opinión sobre la muerte de Nisman, más allá de esta ficción, vas a tener que leer entre líneas.
       SOBRE «EL CONTRATIEMPO»
Este texto encabezaba el epílogo de “La Naturaleza del Tiempo”, la apasionante obra del Dr. Gustavo Esteban Romero que tuve el honor de editar y que, en pocos meses, publicará Editorial Laetoli. El libro fue prologado por Mario Bunge e incluye mi epílogo “I’ll be back. La fascinación por el tiempo en la cultura popular”.
La idea era imaginar un viaje al pasado donde todas las cosas que van sucediendo no llegan a violar leyes o principios de la física conocida y reflexionar sobre la posibilidad de crear ficciones fantásticas sin apartarse de la realidad (dentro de lo humanamente posible).
Decidimos suprimir el cuento por su exagerado localismo para una edición española. Y porque yo tampoco estaba demasiado convencido. Juro que elegí el caso de Alberto Nisman por puro capricho. Ahora, en ocasión del aniversario de su muerte, lo publicamos tal como fue escrito (al quedar fuera de aquella obra, con pocas correcciones).
Si te interesa conocer mi opinión sobre la muerte de Nisman más allá de esta ficción vas a tener que leer entre líneas.

El 17 de febrero de 2026 el diario Página/12 publicó la noticia, aclarando que el primer indicio lo recogió de un cuento que Gordini había publicado el año anterior titulado El sospechoso que vino del futuro. Cuando trascendió que el escritor había encontrado inspiración en un viaje real a través del tiempo, la vida de Gordini se trastornó. El acoso mediático lo obligó dejar el país, sin destino conocido. Para los programas de radio y televisión lograr una nota con él fue más difícil que entrevistar a César Aira. El anónimo redactor de Página/12 describía los esfuerzos realizados por un grupo económico argentino (todavía no revelaba que se trataba del Grupo Clarín) que había luchado durante más de una década para demostrar que el fiscal Alberto Nisman había sido asesinado por un comando iraní-venezolano que intentaba impedir la caída del gobierno de la entonces presidente argentina Cristina Fernández de Kirchner, por las revelaciones del fiscal, quien había amenazado con llevarla a juicio por encubrimiento de la causa AMIA. En su cuento, Gordini adelantaba que el principal sospechoso por la muerte del fiscal había sido enviado al pasado “por un poderoso multimedios que alegaba fines netamente periodísticos”.

El cuento de Gordini había recibido el Premio Nacional de Literatura justo cuando Fernández de Kirchner completaba su tercer mandato y se cumplían diez años de la muerte de Nisman.

Según Página/12 –diario que seguía siendo furiosamente kirchnerista– todo comenzó en febrero de 2025, cuando la corporación United Times lanzó el servicio para viajar al pasado, tan costoso que sólo estaba al alcance de grandes compañías. El Grupo Clarín había invertido un millón de dólares en el proyecto, de modo que cuando estuvo listo se aprestó a enviar a Héctor Das Neves, un periodista con un oscuro pasado sindical, hasta mediados de enero de 2015 para esclarecer “in situ” la aún dudosa muerte del fiscal. Viajó con la consigna de no alterar en absoluto la escena del crimen. El enviado (cuyo viaje también fue parcialmente financiado por la ex jueza y ex esposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado) debía tratar de acercarse todo lo posible a los protagonistas principales del hecho y obtener un registro fiel de los acontecimientos. Pero la historia nos muestra a un cronista falto de luces, que cometerá toda clase de despropósitos. Al parecer, su único mérito fue habérselas amañado para presenciar la muerte del fiscal –aunque otros luego afirmaron que posiblemente la precipitó.

Nisman en Noticias

[bctt tweet=»… el sospechoso por la muerte del fiscal había sido enviado al pasado por un poderoso multimedios…»]

Poco antes de emprender su viaje, Arroyo Salgado encargó a Das Neves interceptar un ejemplar de la revista Noticias que contenía un presunto mensaje intimidatorio. Una de las primeras cosas que hizo cuando llegó a 2015 fue viajar hasta Acasusso, donde atiende Gonzálo, el canillita de la jueza. El periodista, para explicarle al kiosquero qué detalle estaba buscando, dibujó un punto negro en la frente de una foto de Nisman publicada en una edición de Noticias, que olvidó en la tienda.

La consagración de sus torpezas será el 18 de enero, cuando se equivocó de día e ingresó en el complejo Le Parc a la misma hora de la muerte de Nisman. Das Neves había recibido instrucciones precisas para ascender hasta el piso 13 y entrar en el departamento por el piso de arriba sin ser detectado por ninguna cámara de seguridad. Sólo debía acomodarse en el conducto de ventilación del baño del fiscal, esperar pacientemente, y filmar la escena clave.

Desde donde se encontraba sólo llegó a verlo frente a su computadora. El zoom de la cámara le permitió revisar las páginas que estaba visitando. Cuando vio que se detuvo a leer una nota del sitio de Claudio María Domínguez sobre la muerte clínica y el regreso de la misma de un enfermo de cáncer que había elegido no recibir quimioterapia (*), Das Neves notó que la rejilla se aflojaba.

-¡La reputísima ma…!

En ese instante Nisman se levantó de la silla y fue directo al baño. Das Neves, horrorizado, sintió que su cuerpo iba a desplomarse en cualquier momento.

Lo peor no sucedió. Pero Nisman levantó la vista y se miraron durante una fracción de segundos. El fiscal estaba jugando con la pistola frente al espejo. Los dos pegaron un grito de los que hielan la sangre y Nisman disparó, volándose la tapa de los sesos.

Damian-PachterDas Neves entró en crisis. Retrocedió, acomodó la rejilla como pudo y reptó por el conducto hasta el cuarto por donde había ingresado. En ese momento desesperante ni siquiera contó con la ayuda de sí mismo: decidió llamar a su propio celular. Del otro lado oyó su propia voz, acusándose de loco. Y sí, él recordaba vagamente aquel llamado. No insistió. Solamente logró enviar un Whatsapp a un amigo, cronista en el Buenos Aires Herald. Le confió lo que había pasado hacía pocos minutos y le pidió ayuda. Pero no lo hizo, éste sólo atinó a tuitear la noticia de la muerte de Nisman y, horas después, huir del país.

Las huellas que incriminarán a Das Neves serán detectadas cuando corre el primer rumor de su viaje en el tiempo. Obviamente él se desentendió de la muerte. Explicó que sólo vio cómo “el fiscal, estando solo, accionó el gatillo en su sien”. Clarín no había enviado a Das Neves al pasado para que dijera eso y era obvio que la confirmación de su presencia en el departamento iba a ser aprovechada por el gobierno para dar vuelta la tortilla. A la vez, ¿quién lo iba a creer tan estúpido como para provocar el hecho sobre el que debía informar? ¿Un ruido, o el pánico de descubrir a un hombre colgado del techo, acaso justifican una acción suicida? La incursión de Das Neves daba sentido a la hasta entonces débil hipótesis de “suicidio inducido”.

Arroyo_salgado_en_revista_noticias_nismanA la United Times, la corporación que administra y controla la máquina del tiempo, no le sobraba tiempo para filosofar. Pronto chocó con el Grupo Clarín. No quería que el caso llegara a la Corte Internacional de Justicia ni lidiar con reclamos judiciales que pidieran la extradición de Das Neves a 2025. La ONU ya había recibido otras denuncias sobre intervenciones en el tiempo conflictivas y el riesgo de perderlo todo era elevado. United Times lo iba a traer de vuelta, pero el Grupo, insatisfecho con los resultados, le había ofrecido otro millón, quizá para despachar un sicario para asesinarlo.

Mientras los portavoces del multimedios acusaban al gobierno de “inventar una historia fantasiosa para socavar el prestigio del periodismo independiente”, Página/12 –a quien le convenía afirmar que el cuento era una investigación periodística– insistía en responsabilizar a Clarín: “Cuando esta operación comenzó no imaginaron que iban a encontrar solo a Nisman, y menos que iba a reaccionar como lo hizo cuando vio al cronista colgado del techo”.

(Poco después un grupo de investigadores convocó a un congreso internacional para analizar la credibilidad de los informes sobre viajeros en el tiempo; allí, algunos notables criminalistas iban a aportar evidencias para demostrar que todo, absolutamente todo, había sido una desquiciada falsificación. Pero todos estos pormenores suceden en una segunda parte que todavía no fue escrita: cualquier sugerencia será bienvenida).

(*) El artículo publicado en la página de Domínguez fue copipasteado de otro sitio llamado «Camino del Ser».

El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

Contacto: aagostinelli@gmail.com
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