Juan Pablo Csipka: “Es primordial aislar el discurso de la derecha xenófoba francesa”

Juan Pablo Csipka (1979) se encuentra entre los jóvenes periodistas argentinos que han elegido las redes sociales para escribir viñetas sobre temas de actualidad política y cultural. Sus textos, ávidamente seguidos en Facebook, provocan enriquecedores debates. Es autor de “Los 49 días de Cámpora” (Sudamericana, 2013) y egresó de la Universidad del Salvador (donde ejerció brevemente como docente en la carrera de Periodismo) con una tesis inédita (sin desperdicio, decimos nosotros) titulada "Osvaldo Soriano y la industria cultural en el diario La Opinión”. Ha trabajado en diversos medios gráficos y digitales como Periodismo.com y La Tecla.
Juan Pablo Csipka (1979) se encuentra entre los jóvenes periodistas argentinos que han elegido las redes sociales para escribir viñetas sobre temas de actualidad política y cultural. Sus textos, ávidamente seguidos en Facebook, provocan enriquecedores debates. Es autor de “Los 49 días de Cámpora” (Sudamericana, 2013) y egresó de la Universidad del Salvador (donde ejerció brevemente como docente en la carrera de Periodismo) con una tesis inédita (sin desperdicio, decimos nosotros) titulada «Osvaldo Soriano y la industria cultural en el diario La Opinión”. Ha trabajado en diversos medios gráficos y digitales como Periodismo.com y La Tecla.

1. ¿Puede verse el atentado a Charlie Hebdo como un enfrentamiento entre «terrorismo islámico» y «libertad de expresión»? ¿Debe ser ilimitado el derecho de la libertad de expresión, si supone ofender a personas por su ideología, creencia y etnicidad?

La libertad de expresión puede verse amenazada por múltiples factores, incluso de índole terrorista. Aunque, en este caso, no está mal puntualizar el carácter religioso a niveles de fanatismo de quienes cometieron el ataque, fanatismo que lleva a reivindicarlo. El integrismo islámico forma parte del paisaje de la realpolitik desde la revolución iraní de 1979, que entre otras cosas prometió el Paraíso a quienes mataran a Salman Rushdie por haber escrito una novela que Komeini consideró insultante hacia su credo (se refiere a Los Versos Satánicos). El concepto de “libertad de expresión” está fuertemente asociado a las ideas liberales surgidas en el siglo XVIII, a la separación de Iglesia y Estado, a la Revolución Francesa. Todo eso, que transformó a Europa y al pensamiento occidental en pocas décadas, nunca se dio en los 1500 años de historia del Islam. Su desarrollo es distinto, en sociedades tribales y feudales que no tuvieron procesos de secularización.

Salman Rushdie
Salman Rushdie

Respecto de la limitación o no del derecho a la libertad de expresión, tiendo a creer en la autoregulación. A no provocar por la provocación en sí misma, a no banalizar. Hacer humor con el Holocausto o los desaparecidos me parece fuera de lugar. Justamente, una agencia de noticias tuvo en estas horas la lamentable idea de recordar y reivindicar la viñeta de Gustavo Sala ambientada en un campo de concentración, repudiada por amplios sectores, al punto tal de generar una disculpa de Página 12, diario que la había publicado. El autor del texto que defiende a Sala hizo el parangón con las sátiras de Charlie Hebdo y llegó a escribir que para los que criticaron la viñeta “está bien reírse de la religión musulmana pero no del Holocausto”. Mezcló peras con manzanas: una cosa es desacralizar a una religión (que no es lo mismo que burlarse del sentimiento religioso de quienes la profesan) en forma risueña, cosa que es discutible; y otra muy distinta hacer humor con un genocidio. También existe la acción civil para actuar si algo molesta en la esfera pública como discurso. Ese derecho asistía, sin ir más lejos, a quienes pudiesen sentirse damnificados durante los últimos años con los dibujos de Charlie Hebdo.

charlie heb2. Es inevitable repudiar un asesinato masivo a sangre fría a periodistas. Pero la violencia del grupo islámico ¿no invita a pensar la violencia discursiva ejercida desde los medios y la violencia estructural presente en las sociedades occidentales?

Occidente se considera como el reservorio de la civilización. Por fuera de ese reservorio, solo hay barbarie, para decirlo en términos sarmientinos. No es tan así. El acceso a la educación en las sociedades árabes primigenias era mucho más abierto que en el catolicismo, por ejemplo. El mayor genocidio de la historia es la conquista de América, y fue obra de Occidente. Las atrocidades del Imperio Otomano contra el pueblo armenio son negadas por el actual estado turco y nos horroriza. Lo que no se resalta es que el docto, ilustrado y fino Imperio Austro-Húngaro, ensalzado a niveles glorificantes, fue socio de los turcos en la Primera Guerra mientras se masacraba a un millón y medio de armenios. Alguna vez leí que por fuera de Occidente no se dio algo como el juicio de Nuremberg y que eso era un elemento diferenciador respecto de Oriente o las sociedades no occidentales. Es cierto. Ahora, no omitamos qué fue lo que generó que se llegase a Nuremberg: el nazismo, que germinó en Europa central, la Grecia de la modernidad, y que a su vez se asoció con el imperialismo japonés, cuyos crímenes no le iban en zaga.

soldado israeli en gaza“El discurso dominante equipara a un yihadista con un palestino que pastorea en Gaza”

Justamente, desde esta parte del mundo ha hecho falta un enemigo en el cual volcar la repulsa. Hablo de los Estados Unidos, la Roma de esta etapa de la historia. Su desarrollo es la historia de confrontaciones: los ingleses, los mexicanos, las tribus indias, los alemanes en la Primera Guerra, los nazis, los rusos en la Guerra Fría, Vietnam. No hace falta  ser un experto en relaciones internacionales para darse cuenta que desde la caída del Muro (o antes incluso, desde la revolución islámica), el enemigo pasó a ser el fundamentalismo árabe. De todas las confrontaciones  que tuvieron los norteamericanos, esta es de las más longevas y, sobre todo, asimétricas, porque pone como enemigo a sociedades que no conocieron algo siquiera parecido a la Revolución Francesa, lo cual dio pie a cosas como “el choque de civilizaciones”, fogoneado por el conservadurismo del último medio siglo, muy impregnado por los sectores religiosos más derechistas entre los credos protestantes. Dentro de esas asimetrías se inscribe el discurso  dominante, que poco menos que equipara a un yihadista con un palestino que pastorea en Gaza. La estigmatización es innegable, aunque no diría que Charlie Hebdo estigmatizase a los árabes sino a los fanáticos integristas. Aparte que desde su humor algo anarquista también satirizó a la Iglesia de Roma, por ejemplo.

3.  Hay ateos militantes identificados con las víctimas (“todos somos Charlie”). Hay religiosos no islámicos que descargan su ira contra el mundo musulmán y olvidan la intolerancia de sus propias iglesias. El atentado a Charlie Habdo se produjo en un marco de creciente intolerancia social, religiosa y cultural. ¿Qué estrategias y agentes se deben considerar para descomprimir el escenario de tensiones que origina este tipo de atentados? ¿Qué secuelas imagina en una Europa en crisis?

Emile Cioran dijo: “mientras más se alejan los hombres de Dios, más se acercan a las religiones”. Afirmar eso y decir que para llegar a Dios hay que pasar por la religión es más o menos lo mismo.  El sentimiento religioso que cada persona pueda tener es absolutamente legítimo. El problema se da en la intermediación, cuando los representantes de ese credo convencen a sus fieles de la infalibilidad de sus creencias y llevan a posiciones supremacistas en desmedro de otros credos, del diálogo interreligioso  y del ecumenismo, cosa que mermó mucho en los últimos años. La principal usina de antisemitismo en la historia ha sido la Iglesia de Roma. La idea de los judíos como deicidas fue sostenida hasta 1962, ayer nomás en dos mil años de historia del catolicismo. A lo que hay que sumar el rol del papa Pío XII en la Segunda Guerra, avalando el estado títere de Croacia que fundó el nazismo: el arzobispo de Zagreb, monseñor Stepinac, condenado a prisión por su complicidad con los ustashas, fue elevado a cardenal por ese pontífice, y cuando Juan Pablo II propuso beatificarlo, Serbia y Bosnia elevaron quejas formales a la par del mismísimo Simón Wiesenthal. Bosnia es, precisamente, el principal centro islámico de Europa, refiriéndonos a musulmanes europeos, no árabes. Su vinculación con la oleada musulmana que invadió España en el siglo VIII y fue desalojada en 1492 es nula, y en los últimos 75 años sufrió la limpieza étnica de los croatas nazis y la de los serbios en los 90, que incluyó el sitio de Sarajevo. La guerra civil yugoslava, con sus componentes étnicos y religiosos, nunca terminó de ser debidamente procesada por Europa. Para esa época, primera mitad de los 90, comenzó el rebrote neonazi en Alemania, focalizado contra los turcos, y el Frente Nacional ganaba adeptos. Francia es el caso paradigmático por su componente plurirracial. Pensemos que gran parte de su seleccionado de fútbol está formado por hijos de la inmigración de ascendencia árabe. La propia relación de Francia con el mundo árabe está en entredicho desde la crisis argelina, que derivó en la creación de las técnicas de contrainsurgencia luego copiadas por las dictaduras del Cono Sur y que dejó como marca la represión de 1961 en París, con un tendal de muertos y las fuerzas policiales mandadas por un prefecto de pasado filonazi durante la ocupación.

isisDespués de la masacre, el gran temor es que se englobe a los musulmanes por igual, como si fuesen todos fanáticos del ISIS, y que haya reacciones similares a las posteriores a los ataques del 11 de septiembre.  Aunque debo decir que al ISIS no se lo puede combatir de otra manera que militarmente. Así planteó esto de entrada el califato. Diría que es primordial aislar el discurso de la derecha xenófoba francesa, que tiene un filón después de esto, como muestran las encuestas, que le son muy favorables desde hace un tiempo. Generar un dialogo interreligioso entre el arzobispo de París y referentes religiosos del Islam en Francia podría ser un buen paso adelante. El aporte que haga Francisco desde Roma también podría ser útil. Me preocupa la interna política norteamericana, que el próximo presidente pueda ser un republicano de la línea del Tea Party con un discurso de guerra santa. El Partido Republicano estigmatizó al mundo árabe y sometió a muchos musulmanes  a secuestros y torturas, y desde la derecha norteamericana se reivindica eso. Obama no tiene reelección, por lo que podría generar canales de dialogo. Y sumo un factor permanente en el tablero: el conflicto israelí-palestino. Descomprimirlo de una buena vez es clave.

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

Contacto: aagostinelli@gmail.com
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