Entre el viernes 4 y el sábado 5 de noviembre tuve el privilegio de participar del primer Simposio Internacional de Pensamiento Crítico organizado en Asunción del Paraguay por la Asociación Paraguaya Racionalista (APRA), una entidad fundada e impulsada, entre otros, por mi querido amigo Jorge Alfonso Ramirez. (*)
“¿Usted es puto?” fue la primera estocada que recibí desde la primera fila. El encuentro todavía no había comenzado, pero sí las embestidas de un participante que asistió -junto a un discreto séquito- con la firme intención de sabotear las jornadas. “No, pero si lo fuera ¿cuál sería el problema?”. El profesor Sosa Taboada, pues de él se trataba, señaló el cartel de la Asociación Somos Gay, única institución civil que, junto con la impecable Universidad Autónoma de Asunción, auspició el encuentro.
La más tenue de las acusaciones que le oí decir fue que, en el auditorio donde estábamos, “se prepara la matanza de miles de niños inocentes”. De ahí en más, ninguna de sus interrupciones me iba a sorprender. Con todo, ese personaje -que daba más pena que bronca- fue el único traspié de dos días signados por la confraternización, la generosa cordialidad de nuestros anfitriones y el formidable sentido del humor de todos, panelistas y asistentes.
Abrió el Simposio nuestro amigo Alejandro Borgo. Pese a que debió enfrentar las verborrágicas andanadas del personaje en cuestión, presentó una de sus conferencias que nunca aburren.
Fue seguido por Enrique Vargas Peña, un conocido periodista paraguayo (famoso en el mundo por su “entrevista” a un “diputado badulaque” a quien conminó a volver al trabajo e insultó a destajo) que presentó una excelente charla sobre las variadas formas en que se inmiscuyen los administradores del reino celestial en los asuntos del Estado.
Ese día también dio su conferencia el cordobés Alberto De la Torre, doctor en Física Cuántica y vicepresidente de la Asociación Civil Ateos Mar del Plata, quien explicó una teoría sobre el origen del Universo que no necesita de la intervención de un creador.
En la primera conferencia del sábado, el doctor Antonio Cubilla Ramos desmenuzó el tema “El valor de las hipótesis científicas”. Empezó preguntándose: “¿Por qué en las universidades del Paraguay, donde no se investiga, dan cursos de metodologías de la investigación?”. Una charla imperdible. A continuación, el joven periodista Eduardo Quintana, activo miembro de APRA, arremetió contra los medios gráficos del Paraguay, acusando a todos, hasta el diario donde él trabaja, de promover «la pseudociencia, la magia y la superstición». El chico se ganó la más larga y sostenida arenga del profesor Sosa.
Una conferencia importantísima fue la que dio la doctora María Gloria Montórfano, quien expuso contenido, problemas y alcances del llamado “Marco rector pedagógico para la educación integral de la sexualidad”, un proyecto al cual los sectores más conservadores del Paraguay vienen poniendo toda clase de trabas para impedir su aprobación, ya que surge en una sociedad donde la Iglesia Católica ejerce un peso enorme y no tiene el menor interés en sacar el pie de encima.
El siguiente orador, Jorge Alfonso Ramírez, dio una conferencia magistral titulada “El Jesús histórico y el Cristo de la fe”. Jorge es un estudioso apasionado de cada libro que llega a sus manos dedicado a las evidencias disponibles sobre la vida de Jesús, que confronta con documentos que baja de la web o posiciones geográficas de antiguos énclaves que redescubre mediante el Google Earth. Ojalá pronto podamos dar una buena noticia. (Alejandro Borgo, presidente del CFI Argentina, quiere traerlo a Buenos Aires para que dé un workshop sobre el tema, atractivo para ateos, agnósticos y creyentes en partes iguales.)
Hacia el final, di mi charla “El escepticismo activo” (arriba). Fue la versión en español de la charla que -bajo el título “Escepticismo activo. Una experiencia lationamericana”- presenté en la World Conference of Science Journalists (Doha, Qatar, 27-6-2011) en el panel “Investigating Pseudoscience”, que compartí con Tatiana Pichugina (Rusia), Alexander Sergeev (Rusia), Kendrick Frazier (EE.UU.) e István Vágó (Hungría). (**)
Una impresión que compartimos los invitados argentinos (Borgo, de la Torre, y yo), al término de la mesa de debate con la que cerramos el Simposio, fue la extraordinaria calidad de las preguntas e intervenciones del público paraguayo.
El profesor Sosa Taboada era, apenas, una mosca en la sopa.
(*) Mi agradecimiento a Jorge Alfonso Ramírez, Roberto Luis Nunes Sanchez, Vicente Ricardo Montanía Galeano, Héctor Caballero, Daniel Duarte, José y tantos otros integrantes de APRA.
(**) Otro resumen fue traducido del inglés al ruso por Tatiana Pichugina en la revista S & TRF.