Mourners embrace as they wait to see Diego Maradona lying in state outside the presidential palace in Buenos Aires, Argentina, Thursday, Nov. 26, 2020. The Argentine soccer great who led his country to the 1986 World Cup died Wednesday at the age of 60. (AP Photo/Rodrigo Abd) APTOPIX Argentina Maradona

Velar al ídolo, ¿irresponsabilidad social o excepción inevitable?

Hoy cientos de miles de argentinos peregrinaron a la Casa Rosada para despedir a su ídolo máximo, Diego Maradona, justo cuando los velatorios están prohibidos por la emergencia sanitaria. Reflexiones, paradojas e ideas en borrador sobre cómo repensar ciertos fenómenos sociales en pandemia: cada situación imprevista requiere miradas nuevas.

Por Alejandro Agostinelli

Diego Armando Maradona (1960-2020) fue una personalidad que desató pasiones, odios, alegrías y tristezas ardientes, como las de ayer que, imagino, perdurarán por largo tiempo. Pero ¿qué nos pasa a los que tenemos menos fútbol que Sebreli?

En mi caso, asisto fascinado a las confesiones de felicidad que Maradona provocó durante sus años de oro o por tal o cual proeza, a veces en contextos asociados con reivindicaciones nacionalistas, transgresiones institucionales o pequeñas picardías argentas. Otros talentos son más fáciles de entender, como la capacidad de Diego para extraer de situaciones tensas frases ingeniosas rápidamente reapropiadas por todos, o su don de la oportunidad para expresar a viva voz simpatías polémicas. También son parte del combo las conductas de la vida pública y privada del ídolo que, a horas de su muerte, resultaron ser bastante convenientes para quienes quisieron enfatizar sus aspectos detestables.

Ahora bien, ¿qué nos pasa a los demás, a los ajenos de esa pasión, cuando vemos asistir a multitudes a su velatorio, por más que se declamen protocolos ad hoc y determinadas restricciones? ¿Qué pensar? No voy a decir cómo hacerlo, pero quiero tratar de bosquejar mi propia opinión.

A los fenómenos religiosos no les podemos exigir comportamientos racionales; como en las marchas anticuarentena organizadas por la oposición, cuando veíamos por C5N a personal de salud reclamándole responsabilidad social a terraplanistas que les escupían en la cara “¡Plandemia! ¡Esclavo del Nuevo Orden Mundial! ¡Títere de Soros!”

FRENTE A LA ROSADA. 26/11/2020. Foto: AP Photo/Rodrigo Abd

Desde hace décadas, mucho antes de la fundación de la Iglesia Maradoniana, Maradona es un tipo idolatrado. Pero hay diferencias significativas entre participar en prácticas devocionales y adherir a creencias conspirativas. Uno de los factores en común quizá es la ceguera de los profanos: quienes no comulgamos con esas cosmovisiones muchas veces somos incapaces de ver el mundo a través de sus ojos; por más que le pongamos empeño, algún detalle se nos va a escapar. Sin ser lo mismo, pasa algo parecido frente a la masividad de un funeral por la muerte de un ídolo popular –más aún cuando se trata de un ídolo construido con un cúmulo inimaginable de contradicciones: Maradona fue un cóctail cultural insuperable de todo eso, por eso es mito.

Nadie en su juicio recomendaría asistir a un foco infeccioso descontrolado. Pero estamos hablando de un fenómeno popular imparable.

Nada ni nadie lo iba a evitar: murió Diego Maradona, quizá el ícono popular simbólicamente más poderoso e influyente desde Juan Domingo Perón. Por eso, dentro de lo malo, lo menos malo era intentar controlar una situación que, librada al azar, hubiera sido un absoluto desorden (*). Todos necesitamos despedirnos de los seres que amamos, incluso, o sobre todo, en medio de la más grave crisis sanitaria en centurias; y si la moraleja es evitar el doble rasero, es cierto: quedan unos cuantos protocolos por revisar. Un caso extremo tuvo nombre y apellido: Gildo Insfrán.

¿Hay que enojarse con la multitud, que necesita despedirse de un ser al que adoró a lo largo de casi medio siglo? ¿No será como enojarse con la lluvia? Y al gobierno, que trata de administrar ese lío, ¿lo debemos acompañar? ¿lo debemos putear? Como si todo esto fuera poco ¿nos tenemos que preocupar por “bloquear al globerto anticuarentena”, el mismo que salía a marchar y a quien ahora se le infla la carótida porque las masas sudorosas van a llorar al cabeza new rich que desafió a los poderosos? ¿O estamos ante un caso de rabia ante la naturaleza (para los agnósticos) o ganas de enfrentar la ira de Dios (para los creyentes)?

Dejarse llevar por falsas dicotomías, sospecho, es poco provechoso; conviene tratar de apartarse de ellas y pensar por nuestra cuenta. No hay nada más sencillo, pero a veces nada más engañoso, que elegir entre blanco o negro.

Por lo mismo, me apresuro a aclarar que el título, la pregunta que disparó estas reflexiones, también es una falsa disyuntiva, pero plantearla me ayudó a complejizar un poco la discusión.

Hay que seguir remando, no patalear en el aire y enfrentar a los problemas de raíz; aunque parezca que es pedir demasiado y sepamos que –para que algo cambie– falte bastante.

(*) Esta nota se publicó poco antes de que comenzara la disparatada represión para desalojar a los asistentes de Plaza de Mayo.

RELACIONADAS

El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

Contacto: aagostinelli@gmail.com
Alejandro Agostinelli en Twitter
Alejandro Agostinelli/Factor 302.4 en Facebook
+ info sobre el autor, Wikipedia en Español
+more info about Wikipedia English