A partir del 11 de septiembre de 2001 las cosas en la Tierra cambiaron bastante, por un lado porque aquel día estalló una concepción del mundo según la cual la población civil en Occidente está fuera de peligro; por el otro, porque el nuevo milenio inició con un triunfo de los «nuevos enemigos» de los EE.UU., que demostraron con estas acciones su disposición a dar su vida, y de acabar con la vida de miles de ciudadanos, para defender sus causas. Por lo demás, nunca sobra recordar que 2.977 seres humanos murieron en aquel atentado, y más de 6 mil resultaron heridos.
El 11S también fue un primer ensayo general del conspiracionismo: la inquietud de las primeras semanas, cuando todavía nada era seguro y nadie se animaba a precisar de dónde venían los ataques, desató un pandemónium de rumores enloquecidos que intentaron explicar a través de versiones más o menos verosímiles lo que no tenía explicación. Junto a los rumores conspirativos surgieron los profetas que “lo habían anticipado”. Entre nosotros, se llevaron toda la atención las psicografías de Benjamín Solari Parravicini. En el resto del mundo se multiplicaron “imágenes visionarias” presentes en la cultura popular: historietas, portadas, anuncios comerciales, películas, series, videojuegos, etc.
A lo largo de 19 años compilamos un catálogo de imágenes de «profecías sin querer» a propósito de los atentados en el World Trade Center y el Pentágono. Varios fueron publicados por primera vez en 2009 en Magia Crítica. Quedó la nota, pero la galería de imágenes se esfumó por aquello de los cambios tecnológicos imprevisibles. Desde entonces fue engordando en una carpeta de mi notebook. Estos son los resultados.
A comienzos del siglo XXI circuló profusamente una psicografía que el artista argentino Benjamín Solari Parravicini firmó en el año 1939.
Se ve la estatua de la Libertad partida al medio junto con la siguiente leyenda:
“La libertad de Norteamérica perderá su luz, su antorcha no alumbrará como ayer y el monumento será atacado dos veces”.
Solari Parravicini no previó que veinte años después se iban a empezar a construir las Torres Gemelas. Pero aún así –si deseamos creer– la profecía le pasó cerca. Vista tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, la subjetividad le da a este dibujo una dimensión profética que aún estremece.
Ahora bien, ¿cómo sabemos si la psicografía de Solari Parravicini más famosa fue publicada antes de 2001? Este era un interrogante abierto hasta que el periodista Marcelo G. Metayer descubrió el dibujo en las páginas 294 y 295 del libro de Pedro Romaniuk, «Cono Sur ‘Faro de Luz en el Mundo'» (Colección de Ciencia Extraterrestre, 1992). El hallazgo no prueba si realmente fue confeccionada en 1939, pero no deja dudas de que preexistió a la fecha del ataque a las Torres Gemelas.
Este no es, ni mucho menos, el único dibujo de Solari Parravicini al que se le atribuyen cualidades proféticas: el artista hizo centenares de garabatos cuyo encanto visionario sigue siendo celebrado, pese a que la inmensa mayoría de sus psicografías describen sucesos más o menos previsibles, son demasiado ambiguas o directamente yerran. A la vez, otros productores culturales han trabajado imágenes que podrían poseer el mismo potencial predictivo y que a nadie se le ocurriría señalar por su «clarividencia»; por un lado, porque sus autores no tuvieron tales pretensiones y, por el otro, porque a menudo son narrativas dispersas sin otro sentido que cuestionar el símbolo más emblemático del poderío económico de los EE.UU.: el Word Trade Center.
PROFETAS SIN QUERER
Vamos a pasar revista algunos «aciertos proféticos» seculares.
En la historieta «Rebelde», el dibujante español Pepe Moreno ambientó su peculiar «visión» de un atentado a las Torres Gemelas que tendría lugar en… 2002. Dibujó el comic en 1985:
En 1993, otro historietista español, Francisco Ibáñez, autor de «Mortadelo y Filemón», incluyó en una de sus viñtas este curioso «dibujito»:
Por aquellos días, los responsables de la web de mortadeloyfilemon.com intervinieron con su propia interpretación sobre el detalle, al que consideraron “una fatídica coincidencia”. En una nota fechada el 18 de septiembre de 2001 escribieron:
“En la aventura de Mortadelo y Filemón titulada «EL 35 ANIVERSARIO», publicada en 1993 (Magos del Humor nº 46, Olé nº 77, Super Humor nº 1), aparece en su viñeta final una ilustración en la que se aprecia claramente como un avión colisiona contra una de las torres gemelas de Nueva York.
“La escena, integrada como uno de los gags en miniatura que complementan habitualmente las ilustraciones de los cómics de Ibáñez, adquiere una nueva luz, escalofriante, tras los trágicos acontecimientos del pasado 11 de septiembre.
“Queremos aprovechar estas líneas para confirmar que la viñeta se publicó tal y como aparece reflejada en esta noticia. La ilustración no ha sido objeto de ningún tipo de retoque ni manipulación y la tremenda coincidencia, no es más que eso, una amarga casualidad del destino.”
En el episodio piloto de The Lone Gunmen, un spin-off de The X-Files emitido el 4 de marzo de 2001, funcionarios de la Casa Blanca secuestraron por control remoto un avión que partía desde Boston. El objetivo de los conspiradores era estrellar la nave contra el World Trade Center y que la responsabilidad recayera en «grupos terroristas antiamericanos». Esta operación les permitiría conseguir apoyo para embarcarse en una guerra nueva y rentable. El trío de héroes consigue anular los controles, frustrando el atentado.
Las cosas finalmente no salieron como los malos deseaban, pero el argumento del episodio piloto es escalofriante. Y se emitió apenas seis meses antes de los ataques.
El 11 de septiembre de 2009, cuando fue publicada la primera versión de este post, Luis D’Elía participaba de un debate sobre el 11-S con notorios voceros de teorías conspirativas como el periodista francés Thierry Meyssan y otros partidarios de que el ataque fue un “autoatentado”. Las teorías noveleras en torno a los atentados crecieron con los años y podrían haber sido parte de esta nota, pero para no irnos por las ramas recomendamos visitar esta página.
SJ GAMES (Steve Jackson Games) es una conocida desarrolladora de videjuegos. Pero no siempre estuvo en ese negocio. En 1990 lanzó al mercado un juego de cartas de rol, Illuminati The Game of Conspiracy, que hoy sigue desatando pasiones entre los teóricos de la conspiración. Ese año, las autoridades federales de los EEUU se apersonaron en sus oficinas con una orden judicial para requisar la empresa bajo la acusación de “piratería informática”. En 1993, SJ Games ganó el juicio.
Desde entonces, no falta quien levanta alguna carta de Illuminati a modo de ejemplo sobre cómo el juego se anticipó a la realidad.
Las más conocidas son las imágenes de las torres gemelas estrellándose bajo el nombre de la carta “Terrorismo” y una ilustración clarividente del ataque al Pentágono. Ahora, otros blogs dedicados a recoger coincidencias significativas muestran una carta en la que se lee “Pandemia” junto a unos barbijos y guantes bajo el lema de “Quarentine”.
«Sabemos cómo ayudar a su empresa a conseguir millones de consumidores potenciales. Poniéndola aquí». «Aquí» se refiere a la planta 77 de la Torre Sur del World Trade Center, donde impactó el segundo avión el fatídico 11 de septiembre de 2001. Este anuncio del Instituto de Crédito Oficial apareció en la prensa española en 1998, tres años antes del atentado, fue recuperado por Rubinetto CM en el grupo de FB Publicidad de Mierda y publicado por primera vez en Público.
En una historieta de Superman, publicada en 2001 pocos días antes de los atentados, una fuerza alienígena ataca a la Tierra y las Torres Gemelas son destrozadas. DC Comics se mostró «espantada» por la similitud. Pero fue uno de los cómics más vendidos y hoy es considerado pieza de colección.
Algunos sitios agregan a esta lista una historieta de Spiderman, pero basta verla completa para advertir que es posterior al 11S: en realidad se trata de un homenaje a las víctimas que muestra al héroe arácnido resignado e impotente ante la catástrofe.
Hay avisos, como uno de la compañía aérea pakistaní Vía Pía de 1979, que proyecta la lúgubre sombra de un avión sobre las Torres. También hay comics, afiches de películas como las de King Kong y hasta el arte de tapa del cedé de una banda de hip-hop: los estadounidenses de The Coup estaban por lanzar su álbum Party Music en septiembre de 2001. ¡Y la portada mostraba a las Torres Gemelas volando en pedazos! El grupo debió cambiar la tapa del álbum y postergar el lanzamiento hasta noviembre de ese año.
En el episodio N˚12 de la temporada 4, «Marge vs the Monoraill», emitido en el año 1993, se puede ver en una escena un cuadro dentro de una sala del monoriel donde las Torres Gemelas están cubiertas de humo (arriba).
En el episodio 1 de la temporada 9 en 1997, «New York vs Homer», Lisa muestra la portada de un diario que dice «Nueva York»: 9 dólares por día. Detrás, las Torres Gemelas. Junto al 9 se forma un «9-11». «Se eligieron los U$S 9 como una tarifa económica. Puede ser inquietante, pero fue una pura casualidad», comentó el productor Bill Oakley.
Todas son ilustraciones que ponen la piel de gallina, vistas después del 11-S. Antes no movían un pelo. Y ninguna de ellas es considerada «profética», en un sentido mágico o paranormal, como sin embargo ocurre con las de Pelón Solari Parravicini: mirando hacia atrás, a lo Erich von Däniken, siempre vamos a encontrar representaciones que adquieren una significación especial que en su día no tenían –es aquí cuando tiene sentido imaginar cuántas cosas podríamos hacer si existiera la precognición o… si pudiéramos hacernos de un ejemplar de Predicciones Deportivas, como el de Marty McFly en Back to the future II.
La efervescente imaginación de los artistas (diseñadores, cineastas, historietistas….) podría haber sido útil para el aparato de «inteligencia» de los EE.UU. Sin duda, esos dispositivos no la vieron venir. Reunidas estas piezas, es imposible dejar de preguntarse dónde tenían la cabeza los encargados de prevenir esta clase de atentados.
La siguiente GALERÍA estará en permanente actualización.
Gracias anticipadas a quienes colaboren con nuevos aportes.
AGRADECIMIENTOS
Sirius Mazzu, Migo Welsh, Fernando Lucas, Guillermo David, Sebastián Jarré, Néstor Frapiccini y Marcelo G. Metayer.
Primera versión de esta entrada en Magia Crítica
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