Los que vendían el futuro en platos voladores

Carteles, avisos, comerciales de televisión… No hay rincón de la sociedad de consumo que no haya sido alcanzado por la mitología extraterrestre. El hallazgo de una curiosa publicidad publicada en 1967 nos da pie para garabatear unos tímidos apuntes sobre la invasión cultural de los objetos voladores no identificados (ovnis), eufemismo con el cual medios de difusión, ufólogos e instituciones acordaron utilizar para hablar de potenciales incursiones alienígenas.

Cuando el blanco a apuntar era el espacio. Alpargatas. Guardapolvos MB10. Agen: Castignani & Burd. 1967. Cortesía: Alejandro Frigerio
Cuando el blanco al que se le apuntaba era el espacio. Firma: Alpargatas. Guardapolvos MB10. Agencia: Castignani & Burd. 1967. Cortesía: Alejandro Frigerio

A fines de los 80, cuando comenzaba a renegar de mi triste condición de ufólogo y me acercaba al escepticismo para traspasar el dogmatismo cuasi religioso de los buscadores de extraterrestres, conocí a muchas personas interesantes. Una de ellas fue el italiano Paolo Toselli, un agrimensor que revisó con ojo científico los caminos de la percepción de aquellos fenómenos interpretados como ovnis, luego comenzó a recorrer las anchas avenidas de la mitología ovni para finalmente volcarse a la recopilación y estudio de diferentes leyendas urbanas.

Varias cosas podríamos contar sobre los aportes que hizo Toselli para arrojar luz sobre el mito de los platillos volantes y todas valdrán la pena. En esta ocasión quisiera dejar dicho que él fue el primer ufólogo que conocí que comenzó a reunir, a inicios de los años 80, los usos publicitarios, propagandísticos y comerciales de las imágenes sobre visitas extraterrestres.

cosa dall altra mondoEsta vocación coleccionista se tradujo en un catálogo compilado para el Centro Italiano Studi Ufologici (CISU), muestras y exposiciones, como la que presentó en el Museo Etnográfico de Alexandria en 2009, y libros como Cose dall’ altro mondo, en curso de publicación.

En su dossier podemos encontrar desde un aviso de laxante publicado en 1950, que muestra casas de diseño cubista en Marte, el creciente número de usos creativos de los platillos que se da entre 1978, el año de Spielberg, hasta mediados de los 90, cuando la grismanía (esos alienígenas cabezones de ojos negros y rasgados) explota en carteles, envases, juguetes, radio y televisión.

En su artículo “Ufo e pubblicitá L’ imagine Ufo come veicolo pubblicitario” (revista UFO Nº3, CISU, Junio de 1987), Toselli junta varios avisos de marcas que deciden asociar su imagen a los ovnis, entre ellas la famosa fábrica de indumentarias neoyorquina UFO, cuyo emblemático jean recibe justamente el nombre Ufo contemporary Inc. Esta marca consagra como ninguna la fusión entre la sigla y sus orígenes, anclados y consustanciados con los Estados Unidos.

Por razones comprensibles muchos avisos corresponden a empresas tecnológicas, aunque con excepciones notables, como el camembert pasteurizado, producido en Normandía, llamado “soucoupe volante”, o el yogurt Danone, que hizo una ambiciosa campaña de comerciales a fines de los 80, pocos años después de nuestro Yolanka, la marca que le puso su nombre a un alienígena que practicaba lucha libre.

[ttshare]»¿Qué futuro estábamos dispuestos a comprar hace 50 años?»[/ttshare]

En 1999, Paolo había reunido unos 700 ejemplos de estos avisos procedentes de todo el mundo. Algunos de ellos están expuestos en el Museo Ovni de Tuscia, al que Luis R. González le dedicó una crónica. 

Zenith_ufoToselli explica que los publicitarios recurrieron a la nave espacial para asociar sus marcas con una idea de perfección. Tal fue el caso de los relojes suizos Zenith, cuyo primer slogan fue “Dalla suizzera a tutte le galassie”, y siguió con una segunda campaña donde los platillos “controlaban” el reloj pulsera, ligando estéticamente ambos objetos.

Cuando lo que se vende es un automóvil es evidente que la idea del ovni irradia “potencia”.

Para quienes conocemos el llamado “caso Vidal”, el matrimonio alegadamente teleportado de Chascomús a México en 1968, a bordo de un Peugeot (así como era Peugeot el coche que conducía el protagonista de Che Ovni, la película que originó la falsa noticia), es una curiosidad digna de registro saber que en 1981 la firma francesa lanzó la campaña “Extra voiture” (“auto extra”) con su modelo 305.

En un aviso a toda página, el automóvil aparece rodeado por un haz de luz proyectado desde una nave spielbergiana que lo sobrevuela y un spot televisivo donde el enorme ovni ilumina el auto al ritmo de la banda sonora de Richard Strauss que musicaliza «2001: odisea del espacio»:

Para muchos, en el siglo XXI la euforia platillista se ha reducido a experiencias online, casi siempre relacionadas con la religiosidad y el complotismo, llegando casi siempre a romper las fronteras de lo lunático. Pero aún podemos confirmar la vigencia de estos comerciales cuando sabemos que el nuevo modelo Skoda Fabia Twin Color también es asaltado por un ovni en medio de una ruta.

Basta poner las palabras clave en Youtube (ufo comercial spot tv) para ver cientos de avisos donde los ovnis son protagonistas. Los argumentos que aparecen en los testimonios de encuentros cercanos, en series de televisión y películas se reiteran en forma abreviada en estas producciones, donde aparecen alternativamente temas como el miedo, el progreso, la salvación, la perfección, la potencia, el humor y el shock.

El aviso de Alpargatas con que abrimos este post, que ofrece un guardapolvos «para chicos espaciales», es una apuesta que confía en el futuro y el progreso. Nosotros eramos aquellos niños. Casi medio siglo después los argentinos seguimos lejos de la tecnología que nos permitirá soltar amarras con el planeta, aunque probablemente tengamos más deseos de hacerlo que nuestros padres en 1967.

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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