Faltan horas para saber si un evento que parece ficción será realidad. Este Jueves sabremos si Londres tendrá su primer alcalde británico musulmán, Sadiq Khan, abogado defensor de los derechos humanos e hijo de un colectivero paquistaní. Khan le lleva varios puntos de ventaja al conservador Zac Goldsmith, un hijo de millonarios conservador que apela a la paranoia de las amenazas terroristas y al macartismo. Pablo Robledo escribe desde la ciudad europea que parece revivir la ucronía imaginada por Houellebecq en Sumisión (2015).
Por Pablo Robledo (desde Londres)
El jueves 5 de Mayo los londinenses pueden elegir, según indican (sin excepción) todas las encuestas previas, un alcalde musulmán. No es una ucronia distópica de Michel Houellebecq (Sumisión) ni una semi-ficción paranoica de Melanie Phillips (Londonistan). Ni siquiera es un libro, it’s a fact (los vecinos dixit). Pero la derecha y su establishment mediático y político (y sobre todo el lobby pro-sionista) dicen que, si eso pasa, los londinenses estamos fucked. Entonces, con todo esmero y dedicación, pusieron manos a la obra. Y comenzaron a hacer lo que mejor hacen: desinformar, confundir, mezclar, contra-informar, mentir, encubrir, ocultar y (tatatataaaaan) usar el arma que más conocen y mejor manejan: la vieja (y gastada ya) excusa del antisemitismo.
Sadiq Khan, 45, morocho, petiso, de ojos oscuros, abogado especializado en derechos humanos, hijo (que no es poco en la sociedad más impermeablemente clasista del planeta) de un inmigrante pakistaní que trabajo como conductor de autobuses (un fucking paki en terminología racista), hincha del Liverpool FC, vecino y diputado del barrio de Tooting (negro, pobre, caribeño, en el sur profundo de la ciudad), político (al que se podría definir como de centro-centro izquierda social-demócrata más que moderada) y sobre todo (vaya horror, vade retro) de religión musulmana. Candidato a Alcalde por el Partido Laborista.
Zac Goldmith, 41, rubio, alto, de ojos celestes, periodista especializado en ecología, hijo (que no es poco en la sociedad más impermeablemente clasista del planeta) del billonario financista y businessman (suenen las trompetas) Sir James Goldsmith (ne Goldschmit y al que, para abreviar una lista interminable, podríamos definir como ex-estanciero en Argentina y prominente sionista), hincha de… del póker, el backgammon y el cricket (en una entrevista reciente no supo decir qué equipo londinense juega en Loftus Road, el equivalente a que un candidato a Jefe de Gobierno porteño no sepa decir qué equipo juega en Parque Patricios), vecino del barrio de Kew Gardens (blanco, rico, bello, clase media alta-alta, a orillas del Támesis en el oeste elegante de la ciudad), diputado por Richmond Park, de religión judía. Declaro explícitamente su amor por y su conexión con Israel: “Quiero ser más judío de lo que soy… soy un impostor en ese sentido”. Candidato a Alcalde por el Partido Conservador.
Para Londres, la megalópolis más cosmopolita del planeta, en cuyas escuelas se hablan como lenguas y dialectos más lenguas maternas que días tiene el año, clichéticamente un crisol (de razas, nacionalidades, clases y religiones) políticamente siempre a la izquierda del resto del país, la elección entre uno y otro candidato era (¿es?) fácil y casi cantada. A pesar del proceso de gentrificación que está sufriendo la ciudad, a pesar de la limpieza social y la especulación inmobiliaria, de los recortes brutales, del avance de la xenofobia y el racismo (incluidas las ofensas criminales consideradas antisemitas que aumentaron un 25% en 2015), del lavado de dinero y la criminalización de la protesta social, los londinenses iban a votar (y quizás todavía lo hagan) por una gran mayoría (entre el 11 y el 20% de diferencia) a Khan. Pero claro, como diría el Chapulín Colorado, no contaban con la astucia (del lobby pro-Israel)
Desde la elección de Jeremy Corbyn como Líder de la oposición (teóricamente el segundo político más influyente del Reino) el eje del mal (Laborista), a los ojos del poderoso lobby pro-Israel, ha pasado a tener un tridente exclusivo: Corbyn, Ken Livingstone, Sadiq Khan (no necesariamente en ese orden decreciente pero más o menos) ¿Qué une a estos dos políticos del ala más dura de la izquierda laborista y a Khan? El apoyo constante, antiguo, coherente y sin reservas a la causa del pueblo palestino.
Entra en escena Mark Regev (ne Mark Freiberg), 56, nuevo embajador del Estado de Israel ante su (¿graciosa?) Majestad y uno de los más influyentes halcones negacionistas de la extrema derecha israelí. CV que habla por sí solo: miembro prominente de la Juventud “Socialista” Sionista, vocero en las embajadas israelíes de Washington y Pekín, vocero en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Tel Aviv y luego Vocero en Jefe (el vocero de oro) de la oficina del Primer Ministro de Israel hasta el pasado abril. La imagen de Regev se multiplicó por miles de millones (de pantallas y quizás de agravios e insultos) ya que fue esa persona a la que muchos recordaran defendiendo (lo indefendible) en un inglés absolutamente perfecto (después de todo es australiano) durante los ataques israelíes al Líbano (2006) y Gaza (2008-9, 2012, 2014). Sus dotes mediáticas (y actorales) incluyen un cinismo a prueba de pruebas, una capacidad asombrosa de manipulación tanto del entrevistador como de la realidad y (sobre todísimo) un perfecto manejo de las tácticas y estrategias de la Hasbara (el orwelliano manual de estilo de Propaganda y Desinformación israelí).
Notas de pre-producción (desde la asunción del “Maestro” Regev): a) Malia Bouattia, 28, argelina, la primer mujer de raza negra (y la primer mujer de religión musulmana) en ser elegida Presidenta de la NUS (Unión Nacional de Estudiantes) fue “acusada” mediáticamente (y en la práctica con amenazas de bombas y violación) de antisemitismo por haber posteado (en 2011) que “…la Universidad de Birmingham es un puesto de avanzada sionista en el sistema universitario inglés” y haber sido filmada criticando a “los medios de comunicación manejados por el sionismo” y (horror de los horrores) haber sido oradora en un acto pro-palestino que había sido publicitado on-line (no por ella) con una foto de Hassan Nasrallah (el líder de Hezbollah); b) entre la gorda carpeta de recortes de los “crímenes” cometidos por Khan figura (entre otros casi 150) uno que es mi favorito. Evening Standard 22 de Abril (página 2) titula: Khan compartió plataforma con CINCO (mayúsculas del diario) extremistas… y las mujeres tenían que usar una entrada separada (copete). Se refería a un acto en Tooting bajo el lema “Palestina-El sufrimiento continua” ocurrido el… Domingo 19 de Septiembre del 2004. Otro que compartía plataforma aquel domingo era Jeremy Corbyn (por entonces, sólo diputado por Islington North).
Entonces, se sube el telón. El martes de la semana pasada, estrenó La Tempestad (imagino que la elección tuvo que ver con el reciente tetracentenario del nacimiento del bardo). Como si de un Macondo del Mar del Norte se tratara, el clima político se enrareció, se convirtió en lluvia torrencial de acusaciones de antisemitismo que, hilvanadas en un realista y mágico (pero nada casual) azar, llevaban a Naseem (Naz) Shah, 42, diputada Laborista por Bradford (West), la ciudad que alberga la mayor cantidad de musulmanes per cápita del país y Secretaria Parlamentaria Privada de John McDonnell (Ministro de Hacienda en la Sombras y mano derecha de Jeremy Corbyn).
Hace dos años, en medio del (último) brutal ataque israelí a Gaza, y nueve meses antes de ser electa diputada, Naz posteó en Facebook (junto al comentario “problema resuelto”, una carita feliz y la sugerencia de que haría lobby ante el Primer Ministro para que lo adopte) este gráfico:
SOLUCIÓN PARA EL CONFLICTO ISRAELI-PALESTINO
TRASLADO DE ISRAEL A LOS EE.UU.
PUNTOS PRINCIPALES
-Los israelíes son amados por los norteamericanos.
-Los norteamericanos recibirán a los israelíes en sus casas con los brazos abiertos.
– EE.UU. tiene tierra suficiente como para acomodar a Israel como su Estado 51.
– Israel podría tener un Estado Judío verdaderamente seguro rodeado de Estados amigos.
– EE.UU. no tendría que gastar más 3000 millones de dólares anuales del dinero de los contribuyentes para el presupuesto de defensa de Israel.
– El costo del transporte sería el equivalente a menos de 3 años de los costos de Defensa.
– A los palestinos les serían devueltas sus tierras y sus vidas.
– El Medio Oriente volvería a ser un lugar pacifico sin intervención extranjera.
– El precio del petróleo bajaría, la inflación bajaría y todo el mundo estaría contento.
El día que comenzaron a morir las ironías y la chicana política (con temas que, sabemos, son tabú), ante la enorme presión desatada por las acusaciones de antisemitismo, Naz renunció a su puesto, pidió disculpas públicamente y luego fue suspendida como miembro del Partido Laborista. Lo que muy pocos (o casi nadie) se atrevieron a chequear fue el origen del documento gráfico posteado por Naz. Según informa el portal web Vox Political -politics for the people, el origen de la imagen resultó ser el blog de uno de los (tantos) enemigos público numero 1 (y dos y tres y cuatro…) del Estado de Israel dentro del movimiento judío anti-sionista el lunes 4 de Agosto del 2014. Norman Filkenstein, 62, (cuya madre es sobreviviente del Gueto de Varsovia y del campo de concentración nazi de Majdanec donde gran parte de su familia fue exterminada y cuyo padre es sobreviviente también del Gueto de Varsovia y de Auschwitz), cientista político, profesor universitario, historiador (discípulo preferido de Noam Chomsky) y uno de los estudiosos más respetados del conflicto palestino-israelí y las políticas del Holocausto (autor de libros fundamentales para los estudiosos del tema, tales como La industria del Holocausto; Mas allá de la Chutzpah: sobre el mal uso del antisemitismo y el abuso de la historia e Imagen y Realidad en el conflicto Israel-Palestina). Pero claro, estos son detalles menores, que a quién le importan. Lo que está claro, según el relato sionista, es que Naz (parte de una Comisión Parlamentaria que analiza el crecimiento del antisemitismo) es una antisemita y Norman un self- hatred Jew (judío que se odia a sí mismo).
Entra ahora en escena Ken “El Rojo” Livingstone, 70, tres veces Alcalde de Londres (por el Partido Laborista y por fuera de él), archi-enemigo declarado de Margaret Thatcher y polemista genial. Mientras Corbyn trataba de capear la “tormenta Naz” y Khan hacia malabares para defenderse de las acusaciones de antisemitismo (su rival, Zac, fue acusado a su vez de islamofobia) Ken da un reportaje (a la BBC Radio London) en el que declara que “nunca había escuchado a nadie en el Partido Laborista hacer comentarios antisemitas” y luego dice “… Acordémonos, cuando Hitler ganó su elección en 1932 su política era la de que los judíos debían ser movidos a Israel (sic, debió haber dicho Palestina bajo Mandato Británico, porque en 1932 Israel no existía). Él apoyaba al sionismo antes de volverse loco y terminar asesinando a seis millones de judíos” (Explosivo). Pandemónium en los medios, las redes sociales la política, la isla.
En los últimos siete días, el antisemitismo fue tema dominante y excluyente. Khan pidió la inmediata expulsión de Ken del Partido Laborista. Corbyn (amigo y aliado político de Ken por más de 30 años) lo suspendió como miembro del Partido. Ken no se retractó sino redobló la apuesta: «hay una muy bien orquestada campaña por parte del lobby pro-Israel para embadurnar a cualquiera que critique las políticas israelíes como antisemita», declaró. Y citó el trabajo de Lenni Brenner (nacido en el seno de una familia judía ortodoxa, auto-declarado ateo y marxista), 79, escritor, historiador, especialista en el tema de las políticas del sionismo, activista trotskista en el área de derechos humanos y civiles.
Entre los libros de Lenni citados por Ken, hay dos (publicados en Argentina por la Editorial Canaan: Sionismo y Fascismo: el sionismo en la época de los dictadores y 51 documentos: colaboración de los dirigentes sionistas con los nazis), cuya lectura recomiendo. En Londres, dio la impresión de que nadie jamás había escuchado hablar (menos aun leído) de Brenner. Salvo, quizás, los archivos del The Guardian (que no mienten) recordando que cuando (en 1983) Brenner visitó Londres “la policía investiga un ataque contra Brenner perpetrado por un grupo sionista de ultraderecha en el Town Hall de Lambeth. Dos personas, incluidas el anciano que moderaba la reunión, fueron hospitalizadas y los atacantes escaparon (como siempre) en un coche cuya patente fue registrada por el diputado por Lambeth, John Fraser”.
El jueves 5 de Mayo son las elecciones, no solo en Londres sino también en otros lugares del país. El Partido Laborista, como resultado de las furiosas acusaciones de antisemitismo, corre el riesgo de sufrir serias pérdidas electorales. Corbyn crea una Comisión al interno de su partido para tratar el tema del antisemitismo. Mark Reveg se frota las manos en su nuevo despacho. El portal (de judíos anti-sionistas) Jews for Justice for Palestinians publica una serie de artículos sobre la polémica bajo el titulo Carnaval de Ignorancia. Parafraseando al futbolista-filosofo Gary Lineker (“el futbol es un deporte en donde juegan once contra once y siempre ganan los alemanes”) se podría decir que la política (internacional) es un juego donde juegan 193 países (dirigen los Estados Unidos) y siempre gana Israel.
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