
La tensión de esos días desató un alud de testimonios fascinantes.

En Palermo, Sicilia, Italia, un grupo de niños pudo presenciar el primer reptiliano. “Venid conmigo, os enseñaré mi idioma y os llevaré a la Luna”, dijeron los chicos que dijo el ser, parecido a un dinosaurio de 1.75 de estatura, que se levantaba sobre sus patas traseras y tenía el cuerpo cubierto de escamas. (Ver Postcriptum)
En Buenos Aires también tuvimos registro de un enamoramiento interplanetario, aunque unilateral: el caso de un ser de otro mundo hechizado por la belleza de una actriz argentina, Anadela Arzón, quien había coprotagonizado “El perseguidor”, film basado en el cuento homónimo de Julio Cortázar.

El curioso asedio era especialmente incómodo para la actriz, quien disfrutaba de las primeras mieles de su romance con el poeta Alberto Costa.

En la crónica no abundan textuales de la actriz. La única frase literal es: “No sé qué pensar. Todo esto me da mucho miedo. Yo no creo en los marcianos, pero esto me ha puesto los nervios de punta”.
Anadela se había hecho conocida por su participación en la película inspirada en la vida de Charlie Parker, el extraordinario saxofonista y compositor de jazz. “El perseguidor” refleja los delirios de persecución y la tortuosa relación del protagonista con la sexualidad, el alcohol y las drogas. El estreno de la película, en Marzo de 1965, tuvo sus sobresaltos. Zulma Faiad era menor de edad y se desnudó en la película. Al otro día, los rollos fueron secuestrados por la Justicia, que hizo lugar a un amparo de los padres de la actriz.
“El perseguidor” fue repuesta varios meses más tarde. Si el relanzamiento coincidió con la rocambolesca historia de Anadela, no parece haber sumado público platillista a las salas.
Aún así, el avance del hermano ultradimensional que quiso tener algo con Anadela no le llegó ni a los talones a Enis, el astronauta de Ozonis que, por la misma época, tuvo loca de amor a Martha Green, probablemente protagonista del romance espacial más apasionado, tierno y lejano que haya sucedido nunca jamás.
Fuente consultada: GENTE y la actualidad, 2/12/1965. (Estos recortes fueron donados en su momento por el Centro Recepción de Datos que dirigía Heriberto Janosch, a quien le agradecemos nos haya entregado este material confiado en que íbamos a ocuparnos de su preservación. Si alguien más desea ayudar a escanear estos recortes, sírvanse escribir a «alejandroagostinelli@yahoo.com.ar»).
NOTAS
Si logramos interesarte en la lectura de El Perseguidor de Julio Cortázar, este post cumplió uno de sus objetivos. Podés descargarlo de aquí.
Si, en cambio, logramos interesarte en la película El Perseguidor, este post cumplió otro de sus objetivos. La podés ver aquí:
“El perseguidor”, dirigida por Osías Wilenski, fue rodada en 1962 y estrenada en Marzo de 1965.
Breve homenaje a “El perseguidor” con la voz de Cortázar ilustrada por José Muñoz

La posibilidad de que el caso de Palermo constituyera un antecedente de los relatos reptilianos en la prensa europea movilizó a los amigos del Centro Italiano Studi Ufologici (CISU), con quienes me une una antiquísima amistad.
Edoardo Russo, Paolo Fiorino, Umberto Cordier y Salvatore Festa pusieron manos a la obra. Edo comentó al grupo mi interés y Paolo y Umberto han recuperado dos clips de recortes, que adjunto aquí y aquí también. Festa mencionó que el caso había sido considerado “forteano o criptozoológico”, pese a que los niños reportaron que la criatura los invitó a la Luna.
Los diarios locales dan otros detalles, como el nombres de tres niños (Donatella y Angelo Giarraffa y Mario Florio) y el del lugar exacto, Plaza Don Bosco, bajo la cual habría una gruta, donde prosiguió la historia. Según los diarios, una vez que se dio la alarma, la Policía y Carabineros bloqueó ese acceso y lanzó gases lacrimógenos, al cabo de lo cual «salió un gato grande». Para Il Corriere Della Sera los niños, la historia surgió de la confusión con un lagarto y un niño «sugestionado con películas de fantaciencia». Festa recordó que Giuseppe Stilo se refirió al suceso en tres ediciones de Il Giornali dei Misteri de 1993.
Enlaces relacionados
1965: Cuando los ovnis invadieron la Antártida
Ninguna felicidad es permanente
Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Sudamericana, 2009).
Adiós a «Bronco», el cazador de reptilianos
Qué se hizo de los Invasores / Busefi (I)
Adiós a los hombrecitos verdes
“¡Aterrizan los marcianos!” / Francisco García
Aliengaucho, o el Martín Fierro en lengua extraterrestre
7 lenguas artificiales: la imaginación tiene la palabra
Apología de un analista del varkulets
Contactado que recita su relato de memoria, pescado infraganti
Quiénes son los elegidos por los extraterrestres (serie de NatGeo, 2012).
Ganímedes: amanecida como un querer







