“Nuestra Señora de la Rebeldía” es la Santa Patrona de una Secta Destructiva que opera bajo el nombre <Iconoclasistas>. Usan a modo de emblema la figura de la Pachamama y demuestran poseer un generoso ramillete de recursos para introducir sus mensajes gráficos subversivos en la consciencia popular. Esto, que ya parece peligroso, no lo es tanto como el siguiente paso: enseñan a manejar este lenguaje en células de acción colectiva por medio de lo que llaman Talleres de Mapeo Colectivo (TMC).
Entre el terrorismo intelectual, el extremismo social y un acervo de triquiñuelas captadas de la cultura pop, este grupo sectario afirma “elaborar relatos colectivos críticos” para reflexionar a partir de “mapeos” de la realidad. Perpetran esta abominación a través de la astuta confección de mapas que permiten lo que sus adeptos llaman “articular procesos de territorialización”.
Estas herramientas están al servicio de sectillas subsidiarias que pretenden “disputar e impugnar aquellas narraciones instaladas desde diversas instancias hegemónicas” (no sólo aquellos relatos políticos, sociales e institucionales, sino a nivel del público y los medios, a través de sus creencias, mandatos y formas del sentido común).
Esta secta de NN (desde luego, ocultan sus nombres) muestra la hilacha cuando, para ganar adeptos a sus múltiples causas, no duda en incurrir en lo que a gran escala calificaríamos de lisa y llana demagogia: en su afán por plantear preguntas que se hacen las personas respecto de sus ámbitos de pertenencia, estos inadaptados facilitan -con fingida benevolencia- ideas que socavan el sentir nacional a través de respuestas prácticas que, curiosamente, parecen ser tener una inmensa utilidad social. Este aspecto de la problemática no es desdeñable ya que -si el ejemplo cunde- puede convertir a estos sujetos en un peligro social mayúsculo.
Entre junio de 2008 y diciembre de 2009, los TMC actuaron en la ciudad de Rosario, donde lograron evadir el ojo escrutador de los temibles peritos en sectas que acechan en la metrópoli.
Bajo el escudo de las “artes visuales” y un ponzoñoso apego a las preocupaciones de jóvenes, mujeres, vecinos y trabajadores, <Iconoclasistas> son una peste infiltrada en los más recónditos huecos de la sociedad. Su corrosiva obra puede estar en cualquier parte. En carteles callejeros, grafittis, estampitas, remeras, chistecitos que circulan por las redes sociales y en imágenes e infografías que, en fin, pretenden construir la peor pesadilla imaginable: transformar la hermosa realidad que los nuestros, los de nuestra pálida raza occidental y cristiana, conservamos a diario con pulido esmero y tesón inquebrantables.
Más info (por si no nos creen):
Descargar folleto Mapeo colectivo. Profundizando la mirada sobre el territorio.
Descargar afiche de Nuestra Señora de la Rebeldía en alta resolución (para imprimir).