Netflix estrenó “Historia de lo Oculto” (2020) y este blog aceptó su destino, ser caja de resonancia de las aristas menos exploradas del misterioso film. Así, invocó la manifestación de diversas voces, sin discriminar entre lo que pudieran tener para decir escépticos crispados, agnósticos mareados o conspiranoicos babeantes.
La tarea no fue sencilla. El rescate del colorido ramillete de impresiones que sigue causando la película escrita y dirigida por Cristian Ponce se nos antojó una obsesión. El editor -al menos en principio- se autoexcluyó: desprovisto del expertise, las herramientas y la mochila de conocimientos propios de los críticos de cine, salimos a buscar ideas entre colaboradores, especialistas y amigos curtidos en el esoterismo más excéntrico. Ellos proporcionaron lecturas que iluminarán no sólo los aspectos artísticos sino los contenidos simbólicos, ocultistas y antropológicos del film. Esta visión de Daniel Sartagal es la primera de varias que convergerán en estas páginas, algunas contrapuestas y otras, quizá, complementarias. Continuará.
Por Daniel Sargatal *
Ilustración de portada: Nahuel G. Dimarco Bustos
«Historia de lo oculto» (Cristian Ponce, 2020) puede parecer, apenas, una película de terror construida a partir de una premisa genial: ¿está la política argentina en manos de un aquelarre? Es mucho más que eso. Es una denuncia, codificada, obligadamente parcial y en clave de ficción de una horrorosa realidad. Voy a contar lo que pueda sin poner en riesgo mi vida ni la del director, a quien, aclaro, no conozco. Sí admiro su coraje, la valiente decisión que tomó el día que osó exponer al escrutinio público semejante revelación.
LA HISTORIA
La mayor parte de la historia política de Argentina se desarrolló bajo el influjo directo o indirecto de un aquelarre.
En 1861 Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Roca, reconocidos masones y palladistas secretos, realizaron un nefando ritual en los túneles que van de la Manzana de las Luces hasta lo que hoy es la Casa Rosada. Su intención era convocar fuerzas oscuras que los asistieran en la guerra que planeaban lanzar desde Buenos Aires contra la nación. Despertaron a un Primordial, un monstruo antiguo que había llegado arrastrándose sonámbulo por los zanjones que debajo de la ciudad canalizaban el agua de los pantanos que se encontraban al oeste de San Telmo. La historia argentina terminó convertida en una serie de ofrendas de sangre a este Terror Oscuro, desde la guerra contra el Paraguay, pasando por la campaña del desierto, hasta las masacres del último régimen militar.
Así, lo que se dio en llamar «oligarquía» no fue más que un círculo de cultistas infernales al servicio de un dios antiguo y sanguinario llegado desde más allá del tiempo y las estrellas.
Para la década del 10′, el Horror había crecido tanto que fueron necesarias nuevas salas y galerías para contenerlo.
La construcción de la red de subterráneos en Buenos Aires fue la excusa perfecta para ocultar esta obra. Mi bisabuelo, un ingeniero asturiano experto en minas, fue uno de los responsables. El viejo encontró unos pliegos manuscritos que alguien había escondido en un túnel del siglo XVII obstruido y olvidado. Esa revelación le costó la cordura y lo llevó al suicidio. Así, mi familia entró en contacto con el espantoso secreto.
Santa Evita supo de su existencia, luchó contra el Dragón y le costó la vida. Kurt Wilckens y Simón Radowitzky, a su manera, ya lo habían combatido.
En la década del 30 la supuesta explosión del horno de una panadería clandestina que funcionaba en los sótanos de un conventillo de la calle Defensa fue en realidad tremendo bombazo anarquista en que el Maldito perdió varios tentáculos.
Muchos otros se enfrentaron con los brujos sin ser del todo conscientes del Horror que no dejaba de crecer bajo los pies de los habitantes de Buenos Aires.
LA PELÍCULA
«Historia de lo oculto» es básicamente un documental.
El programa de televisión fue en verdad un programa de radio y no sucedió en el hipotético 1987 del film. Por lo demás, la historia se desarrolló casi exactamente igual que en la película. Las referencias, tanto a Bernardo Neustadt como a realidades alternativas, no son más que un intento casi naif por ocultarlo. Las menciones a la Tendencia también apuntan a despistar. El robo de los niños, si bien existió, no llegó a ser el evento total que imagina la película.
En «Historia de lo oculto» vemos la mitad de la oculta realidad, lo que sucede sobre la tierra, una historia de brujos, el apéndice humano del Horror que vive en Buenos Aires. Pero lo que vemos, aunque parciales, son hechos reales.
No voy a agregar nada más porque hubo muertos y sospecho que aún deben existir responsabilidades penales.
Lo que si voy a hacer es enumerar algunas claves que vinculan «Historia de lo oculto» con la historia.
-El mismo relato nos da las herramientas para separar la parte ficcional: «Como las preguntas de rutina en el detector de mentiras nos dan las claves para entender todo lo demás».
Lo que vio Abel:
Queda claro, lo que Abel vio fueron los tentáculos del Maldito y que las granjas no son granjas ni se encuentran en el interior del país.
El director conoce o intuye la verdadera naturaleza del Horror.
– Adrián Marcato representa a las viejas familias cultistas. La iniciación del futuro presidente Belasco y de los compañeros de universidad es la alianza entre la oligarquía con los «capitanes de la industria» y la «patria financiera». La vieja élite enseñándole a la nueva toda la inmundicia que ella ya sabía (métodos no tradicionales de negocios).
-Belasco es el presidente que nadie quiere nombrar, fusionado con rasgos de un turbio empresario que desempeñó el cargo hace poco tiempo.
Pánico Satánico:
El pánico satánico es un pánico moral. Los pánicos morales se han usado a través de la historia para buscar chivos expiatorios y respuestas sencillas a asuntos complejos. Lo que vemos en la película es exactamente lo contrario: Marcato y compañía son realmente satanistas, mal podemos hablar de la construcción de un pánico.
Se trata de otro de los puntos de control que nos permiten diferenciar los elementos de ficción de la parte documental.
– Lucio, el profesor: es un personaje inspirado en Rodolfo Walsh, que nunca fue brujo ni traidor.
Las cinco casas:
Son los cinco templos subterráneos del Culto Infernal. Uno se encuentra debajo de la iglesia de la Merced, en los mismos túneles donde despertó el Horror. A otro se accede por el sistema de alcantarillas que se encuentran en la parte antigua del Regimiento de Patricios y sobre ese templo se construyó la mezquita. El tercero está en los sótanos de la biblioteca que contiene la copia porteña del Necronomicón. De los otros dos no conozco la ubicación.
ANEXO DOCUMENTAL
SOBRE EL AUTOR / Nota del editor
Abajo dejamos el mensaje que acompañaba la colaboración enviada por Daniel Sargatal; también es su último texto: desde entonces, no ha vuelto a contactarse con el editor de FactorElBlog.com. Otra mala señal: Facebook bloqueó su página. Si bien nunca contestó a mi pedido de unas líneas de presentación, basta decir que estuvo al frente de una serie de investigaciones sobre la raíz de Lombriguera y es autor de bellos textos cuasi autobiográficos -que raramente se anima a firmar. En este blog también podemos leer de él Yo sólo quiero volver a casa. (Esta selfie tomada por otro miembro del equipo, el prof. Fernando Jorge Soto Roland -anteojos, izquierda- es el último registro con vida de Sargatal).
RELACIONADAS – CINE ANÓMALO / REALITY FAKE