Dos diputados denunciados por militar un falso tratamiento contra el Covid-19

Dos legisladores de Juntos por el Cambio fueron denunciados por el Diputado del Frente de Todos, Rodolfo Tailhade, por difundir e incitar el consumo del Dióxido de Cloro, prohibido por la ANMAT, el Ministerio de Salud de la Nación y la Red de Toxicología de América Latina y el Caribe (RETOXLAC), que acaba de emitir un alerta a causa de los perjuicios en la salud “registrados en distintos Centros de Intoxicaciones de nuestra región”.

Nadie con un mínimo espíritu crítico utilizaría su banca en el Congreso de la Nación para defender el consumo de una sustancia ilegal como antídoto contra el Covid-19. Mucho menos, si este producto es considerado peligroso para la salud por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y el Ministerio de Salud de la Nación, para no mencionar el veredicto de otros organismos especializados. Espíritu crítico es lo que les faltó a los diputados por Juntos por El Cambio desde mediados de 2020, cuando, cada uno desde su espacio, militaron activamente contra la campaña de vacunación y promovieron el Dióxido de Cloro como “alternativa” para combatir la pandemia.

El Diputado del Frente de Todos, Rodolfo Tailhade, denunció en Comodoro Py a Martín Grande Durand, legislador de Cambiemos (Salta), y a Mónica Edith Frade, de la Coalición Cívica-Ari (Buenos Aires), en el marco de una investigación penal contra Andreas Kalcker, un falso científico alemán que difunde la llamada “Solución Mineral Milagrosa” o MMS (por sus siglas en inglés) para curar casi todos los males de este mundo, entre ellos el Covid-19. La MMS es una solución de clorito de sodio y agua destilada que se vende con la indicación de mezclarla con ácido cítrico para convertirla en Dióxido de Cloro, sustancias que contienen los ingredientes activos de algunos desinfectantes que, dada su toxicidad, están prohibidas para el consumo humano.

Inició esta investigación el fiscal federal Ramiro González, a cargo de la Unidad Fiscal de Investigaciones en Materia Ambiental, creada en 2006 por resolución de la Procuración General de la Nación. González presentó una denuncia penal contra Kalcker y otras cuatro personas que quedó radicada en el juzgado de Ariel Lijo por una serie de delitos contra la salud pública.

Tailhade sumó a la causa el caso de los diputados Grande y Frade. El salteño comenzó una campaña para difundir los pretendidos beneficios del Dióxido de Cloro. “Cura el cáncer, el autismo extremo, las gripes y te hace optimista”, dijo Grande a fines de julio del año pasado, presentándose además como consumidor: “En Salta somos varios centenares de consumidores y estamos comunicados por WhatsApp. No tenemos ninguna reacción adversa, yo tomo ocho tomas por día. Te hace optimista, te despeja la mente. Te va a cambiar la vida, vas a encontrar novia”, afirmó. El 1 de septiembre de 2020, Grande, con otros cinco diputados de Cambiemos, presentó el proyecto de declaración 4582-D-2020 para pedir al Poder Ejecutivo “disponga promover acciones concretas e inmediatas vinculadas a la investigación en torno del uso medicinal del dióxido de cloro para su aplicación al tratamiento de pacientes afectados por el Covid-19”. A los pocos días le puso el moño con otro anuncio: “Somos miles de argentinos los que consumimos dióxido de cloro y no nos hace mal”.

Ya cuando la animadora Viviana Canosa hizo su show de ingesta en vivo de Dióxido de Cloro, Grande salió en su defensa y proclamó que se trata de “una solución barata y efectiva”.

El 7 de octubre de 2020, la Diputada Nacional Mónica Edith Frade difundió información falsa sobre el Dióxido de Cloro en el recinto. En una intervención que pronto fue ampliamente viralizada por los activistas anticuarentena, Frade desestimó que la vacunación fuera “la única solución” contra el virus y exhortó al Poder Ejecutivo, “que tiene enrejado el país”, contactarse con el alcalde de San José de Chiquitos, en el departamento boliviano de Santa Cruz de la Sierra, “donde tienen autorizados el uso del dióxido de cloro, permitieron que la ciudad hoy no tenga un caso positivo”. Y se preguntó: “¿Por qué el Gobierno Nacional le está negando a los argentinos esas alternativas para minimizar los daños del virus?”.

Intervención de la Diputada de Juntos por el Cambio Mónica Frade

“No requiere mucho esfuerzo contrastar estas irresponsables expresiones, básicamente fantasiosas, con los hechos de la realidad. La ciudad de San José de Chiquitos tuvo y tiene casos de Covid-19, tanto es así que su alcalde, Germain Caballero Vargas  –también fanático defensor e impulsor del uso del dióxido de cloro– dio Covid-19 positivo”, replicó Tailhade.

 “Tenemos que ser enfáticos, el Ministerio de Salud está totalmente en contra de la utilización del dióxido de cloro”, declaró el 22 de julio de 2020 la entonces Ministra de Salud de Bolivia, Eidy Roca.

Intervención del Diputado de Juntos por el Cambio Martín Grande, en defensa de Mónica Frade

 “No sería sorprendente si después de escuchar tales declaraciones, la población, ante la desesperación por curar a un familiar enfermo, comete la imprudencia de darle el desinfectante químico provocándole fallas respiratorias, trastornos sanguíneos, presión arterial baja, falla hepática, anemia, vómitos y/o diarrea, o la muerte”, declaró el Diputado de Frente de Todos. “Las esquirlas de tales declaraciones sí provocan daño y esta desinformación mata de verdad”, cerró Tailhade.

El fiscal Ramiro González aseguró que el caso de quienes comercializan los beneficios de dióxido de cloro “excedió los límites” y advirtió que se trata de delitos con penas de hasta 10 años de cárcel “para el que envenenare, adulterare o falsificare de un modo peligroso para la salud sustancias alimenticias o medicinales destinadas al uso público. Si se comprobara que esa sustancia provocó una muerte, la pena podría alcanzar los 25 años de prisión”.

González corroboró que Kalcker, quien detenta un título de «doctor en Medicina Alternativa y Biofísica Natural» obtenido en la fábrica de diplomas online con sede en Florida Universidad Abierta de Ciencias Avanzadas, expuso los supuestos beneficios de la sustancia en exposiciones que hizo en diciembre de 2019. Otros cuatro argentinos comercializan el producto a través de una web y en el apartado Marketplace de Facebook.

DENUNCIANTE. Diputado del Frente de Todos, Rodolfo Tailhade.

Para la fecha en que ambos legisladores asumieron la defensa del consumo del Dióxido de Cloro, el uso, la comercialización y la distribución del producto ya se encontraban prohibidos por la ANMAT, cuyo sitio destacaba: “el consumo directo de clorito de sodio, en solución acuosa, puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones”. De igual modo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) había advertido “la toxicidad de compuestos de cloro”, instando a la “toma de conciencia en autoridades, comunicadores sociales, profesionales y público en general del alto riesgo a la salud por el uso erróneo (oral, inhalado e intravenoso) que se ha promovido de esta sustancia para la prevención y tratamiento del Covid-19”.

El 4 de marzo de 2021, la Red de Toxicología de América Latina y el Caribe (RETOXLAC) suscribió un “alerta sobre el peligroso uso del Dióxido de Cloro o Clorito de Sodio que se publicita para la prevención o tratamiento de Covid-19”.  Estos productos –advirtió la Red– “se promocionan como MMS (Miracle Mineral Solution) o CDS (Solución Dióxido de Cloro), entre otros nombres de fantasía, son vendidos y presentados como ‘medicamentos’ para el tratamiento de diversas patologías, incluida la Covid-19, sin contar con evidencia científica que apoye su uso, eficacia, ni seguridad. El Dióxido de Cloro es tóxico por vía oral, por inhalación y al contacto con la piel. (….) (Su ingesta) puede provocar irritación y quemadura química de las mucosas de la boca y el tubo digestivo, distintos cuadros gastrointestinales, en ocasiones severos, con dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea, además de ocasionar trastornos hematológicos (metahemoglobinemias, hemólisis, etc.), cardiovasculares y hepato-renales, entre otros; existiendo registros de casos en distintos Centros de Intoxicaciones de nuestra región. La exposición a los gases que se desprenden del dióxido de cloro, por su elevado poder oxidante, puede dañar tejidos a nivel ocular o de las vías respiratorias, ocasionando irritación de los ojos, de la nariz, de la garganta, con sangrado nasal, alteraciones de la voz, broncoespasmo y según la concentración, neumonitis química o edema de pulmón”.

Descargar la declaración completa de la Red de Toxicología de América Latina y el Caribe

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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