Si la CGT la quiere canonizar, alguna militancia la imagina feminista y la TV Pública del kirchnerismo le dio aire a un Palito Ortega montonero, ¿por qué no podemos disfrutar de una Evita cosmonauta?
A propósito de la exhibición Políticas del deseo: para todes, tode (Desde hoy, 4 de marzo, en el CCK).
Así como Peter Capusotto y sus videos hizo despegar la Unidad Básica “Isabel Sería Soltera” para poner a luchar a Bombita Rodríguez contra los burócratas sindicales del espacio, los compañeros peronautas tenían que estar preparados para que, por un lado, la vieja guardia quiera canonizar a Evita, mientras que el sector cercano al progresismo, por el otro, intente ungirla embanderada medio despistada de un feminismo reacio a dejar del todo al patriarcado.
Antes de llegar a la galería de imágenes queremos exponer algunos hitos más o menos singulares asociados a la líder histórica del movimiento peronista.
El 7 de mayo de 2019, y luego en noviembre, la CGT pidió al Arzobispo de Buenos Aires canonizar a la «Santa del Pueblo».
«Eva Perón entregó su vida en un mandato providencial que fue la misión de rescate de la dignidad de la persona humana en su sentido más trascendente. Síntesis de una profunda fe en su Pueblo y en Dios, que a cien años de su nacimiento continúa estando en el corazón popular y en los altares del pueblo humilde junto a la Virgen María», decía el comunicado que distribuyó la central obrera.
Algunos años antes, en mayo de 2013, un hombre conocido como El Señor de las Pancartas, le hizo el mismo reclamo al papa Francisco, como registró en una adorable crónica María Cecilia Galera. “Nunca estuvimos tan cerca de beatificar a Evita” era la consigna de este hombre, que consideraba el nuevo papa, argentino y peronista, ofrecía una oportunidad histórica para consagrar el sueño de miles de argentinos.
Es claro que transformarla en una suerte de heroína cósmica es una opción superadora. Más porque tiene un anclaje en la vida real de sus tiempos de actriz.
Según cuenta Juan José Sebreli (Las Señales de la Memoria, 1987), en octubre de 1945, Eva Duarte fue parte de una expedición a Marte hasta que cierta circunstancia obligó a los astronautas a quedarse en el planeta rojo para siempre. Ella protagonizaba el radioteatro “Quinientos años en blanco” que transmitía Radio Belgrano a las seis de la tarde. Pero cuando el 9 de octubre de ese año el general Juan Domingo Perón es obligado a renunciar a todos sus cargos, para ella empieza una nueva aventura.
La galería de fotos de abajo y todo lo demás vienen a cuento porque desde hoy, miércoles 4 empieza la exposición Políticas del deseo: para todes, tode organizada en el Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151, CABA) por el ministerio de Cultura y el de Mujeres, Géneros y Diversidad, para celebrar el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras bajo la consigna “Nosotras movemos el mundo”. Desplegada en doce salas del cuarto, quinto y sexto piso, la exhibición presenta hasta el sábado 7 de marzo obras de más de 250 fotógrafas, poetas, compositoras, músicas, cantantes, bailarinas y diseñadoras de todo el país. También habrá conciertos, charlas y debates, como escribe aquí Natalia Gelós. (Consultar aquí agenda)
El año pasado, esta serie de óleos de Olmi, protagonizados por diferentes representaciones de Eva María Duarte de Perón, se expusieron en las salas temporarias del Museo Evita con el nombre “Asteroide 1569 Evita” en conmemoración del centenario de su nacimiento.
Evita astronauta es uno de los atractivos pero no el único. Tampoco es novedad. Aun así, Natalia cuenta en su crónica que hasta los empleados del CCK quedan absortos cada vez que pasan por el sector donde expone sus obras la polifacética Marina Olmi.
En las gacetillas cuentan que Olmi imaginó una Evita desmitificada: con humor y sus contradicciones; y también, una Evita del porvenir, “juvenil, vital, que transita por el camino de guiar a la juventud en el amor y el compromiso con el prójimo desconocido”.
Esta notita puso la lupa sobre Evita, pero el eje de la muestra es la mujer y visibilizar las reivindicaciones del colectivo LGTBIQ+.
«Nos empuja la marea de las pibas, las reivindicaciones trans, travestis, tortas, maricas, no binaries, agéneros, de géneros fluidos, de mujeres y lesbianas, pensando la autogestión de nuestras políticas afectivas en articulación imprescindible y responsable desde la gestión pública, conformándonos en interlocutoras de un Estado que se sensibiliza con nuestras resistencias, en la certeza de que la soberanía de nuestros cuerpes (sic) es una de las claves fundamentales para pensar una Argentina libre, justa, federal, plurinacional, popular y democrática».
Nada que objetar a lo esencial de la declaración de principios. Pero ¿era necesario «cuerpes»? En el CCK alguien debería dar clases de inclusivo.
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