“¿Cómo van a ponerse de acuerdo personas de Canadá, de Rusia, de Hungría, de América del Sur, para inventar una misma ficción?”, le contestó Jorge Luis Borges al periodista rosarino Carlos Del Frade cuando lo interrogó sobre los ovnis, hace 38 años. Las respuestas del escritor no son las de un escéptico.
Podrían haber estado conversando sobre “una pequeña esfera tornasolada de casi insoportable fulgor”. Pero no hablaban de El Aleph, la representación que Jorge Luis Borges sitúa en el sótano de la casa de Beatriz Viterbo en la calle Garay, lejos del Cielo. El tema podría haber sido el planeta espejo que es y no es la Tierra descripta en Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (1940). Pero tampoco: esa fantasía abrumadora que transforma a Tlön en un sitio verosímil tiene más que ver con el planeta Ummo, un invento que, como todo buen ufólogo sabe, es ajeno al fenómeno ovni. O a los mundos angelicales y diabólicos de Swedenborg, tema que Borges había abordado poco tiempo antes, en una conferencia que dictó en la Universidad de Belgrano el 9 de junio de 1978.
¿Qué pensaba Borges, entonces, sobre los platos voladores?
En 1981, Carlos Del Frade logró conversar con el autor de “Historia de la eternidad” (1936) en un hotel de Río Cuarto, provincia de Córdoba. El periodista, con 18 años de edad, participaba en el Quinto Congreso Nacional de Ovnilogía organizado por la delegación de Río Cuarto de Federación Argentina de Estudios de la Ciencia Extraterrestre (FAECE).
El escritor visitaba casualmente la ciudad cordobesa y el pichón de periodista, cuando se enteró que se hospedaba en su hotel, le fue a preguntar a Borges lo que a nadie, hasta donde sabemos, se le ocurrió preguntar (*). Por entonces, Del Frade era ufólogo. Era parte del grupo Investigación de Vida Extraterrestre (IVE) y estaba allí para hablar sobre un extraño “ser de las montañas”. Le faltaban algunos años para ser el periodista, el escritor, el diputado por el Frente Social y Popular (FSP) en la Provincia de Santa Fe que es ahora.
En 1983, Del Frade escribió:
Indiscutiblemente, el fenómeno ovni constituye, duda de por medio, uno de los hechos más enigmáticos de nuestro tiempo.
Un misterio que hace preguntar acerca de su existencia y, desde luego, de su procedencia. Se constituye de esta manera en un elemento intelectual y es imperioso para los pensadores de nuestro tiempo tomar alguna actitud al respecto.
Podemos disentir con él, pero Jorge Luis Borges representa uno de los ejemplos más claros de aquella búsqueda del hombre por encontrar las respuestas a las preguntas de todas las épocas. Sus conceptos, por sobre toda su obra, merecen atención y más cuando habla sobre los ovnis y los seres extraterrestres.
“…ojalá sea cierto, porque imagínese que tiene que haber seres tutelares que nos ayudan. Creo o trato de creer; por otra parte me parece muy raro que personas de países tan distantes se pongan de acuerdo para urdir semejantes fábulas, además, ¿por qué no?
Sería un hecho verosímil, y desde luego benéfico, ya que nadie supone que sean enemigos, y si fueran enemigos también serían mejor (N. del E.: mejores) porque éticamente ellos serían superiores, desde luego que científicamente lo son. En cuanto a mí, no siento la menor duda de que sea así y ojalá sea así, y ojalá se sienta su presencia muy pronto, ya que somos un mundo enloquecido, y ellos podrían salvarnos, es una esperanza, y no es una esperanza tan inverosímil, yo creo que no, yo creo que tenemos derecho de creer en eso. ¿Cómo van a ponerse de acuerdo personas de Canadá, de Rusia, de Hungría, de América del Sur, para inventar una misma ficción?”.
El reportaje completo fue publicado en la revista Temas de Rosario en 1981. Solo accedimos al párrafo incluido en el Boletín Informativo Año V Nro 5 (1983) de la Federación Argentina de Estudios de la Ciencia Extraterrestres (FAECE).
(*) Apostilla de Néstor Berlanda: parte de los rosarinos que asistieron al Congreso, organizado por ya fallecido Mario Luis Bracamonte, presidente del Círculo Ovnilógico Riocuartense y delegado local de la FAECE, se alojaron en el Hotel Crillón, donde se hospedaba Borges. Estaban, aparte de Del Frade, Sergio Rinaldi, Orlando Mastruantonio y el propio Berlanda. Según el original que aun archiva del Grupo IVE, la entrevista tuvo lugar el 5 de diciembre de 1981. ¡Muchas gracias por el aporte!
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