En Marzo pasado el conductor de TV Jimmy Kimmel le preguntó sobre los ovnis a Barack Obama, cuya respuesta –en obvio plan irónico– oxigenó a la corriente más conspiracionista de la ufología. AJ Vicens (*), en la revista Mother Jones, registró las primeras reacciones de los ufólogos. Ellos ahora le sostienen la vela a Hillary Clinton, posible candidata demócrata a la presidencia de los EE.UU., a quien imaginan dispuesta a develar toda clase de verdades ocultas sobre los extraterrestres.
La revista recogió las declaraciones de Stephen Bassett, un activista que desde 1996 denuncia el cover-up del gobierno de los Estados Unidos para ocultar la verdad sobre los extraterrestres; de Michael Salla, otro ufólogo convencido del “silenciamiento oficial” de las políticas del gobierno; y también reseña las idas y vueltas con los “Expedientes Secretos X” de John Podesta, ex jefe del staff de Bill Clinton, saliente Consejero al presidente Barack Obama e inminente presidente de la campaña electoral de Hillary, cuya candidatura aún no fue confirmada.
En una nota publicada en 1998, Washington Post dijo que Podesta era fanático de la serie de Chris Carter, que se identificaba con el agente especial del FBI Fox Mulder por “su inclinación hacia lo obsesivo y la paranoia” y deslizó que, cuando celebró su cumpleaños Nº 50, «la pareja Clinton se disfrazó de los agentes Mulder y Scully en una fiesta temática de los Expedientes Secretos X».
“Es hora de salir a buscar esa verdad que está ahí afuera. Los norteamericanos y toda la gente, en todo el mundo, quiere saber, ellos pueden manejar la verdad”, dijo Podesta a la periodista Leslie Kean en su libro “OVNIS: Generales, pilotos y oficiales del gobierno salen al público” (2011). Su página en Wikipedia destaca otra frase dicha en 2002, en una conferencia de prensa organizada por la Coalición para la Libertad de Información: “Es hora de que el gobierno desclasifique los registros de más de 25 años y proporcione a los científicos datos que ayudarán a determinar la verdadera naturaleza de este fenómeno”.
Las nuevas declaraciones giran en torno a la presunción de que Hillary comulga con las ideas de Podesta, pese a la falta de evidencias.
Mother Jones insiste en que “Podesta ha pedido abiertamente mayor transparencia del gobierno en asuntos relacionados con los ovnis”. Otra vez: es curioso que este reclamo parta de un funcionario que, mientras trabajó en 1995 para Bill Clinton, tuvo a su cargo un proyecto que desclasificó 800 millones de páginas de documentos de inteligencia y la inmensa mayoría NO tenía relación con ovnis.
Pese a lo cual, en febrero pasado, cuando estaba por retirarse de su puesto de Consejero Superior del presidente Obama, Podesta tuiteó: “1. Finalmente, mi mayor fracaso del 2014: una vez más no pude lograr la #divulgación de los archivos OVNI. #laverdadtodavíaestaahíafuera cc: @NYTimesDowd.”
¿Otro rapto de humor, al estilo del que hizo gala Obama cuando bromeó, en la entrevista de Jimmy Kimmel, de que él “no tocó” los archivos ovni oficiales porque “los aliens ejercen un control estricto sobre nosotros”?
Como sea, el tuit de Podesta excitó a los ufólogos. “Fue algo enorme y fenomenal”, celebró Bassett. Salla encontró en las declaraciones de Obama un “refuerzo” a la alusión de Podesta, un mes antes. “Ningún presidente ha dicho eso antes, ni siquiera como chiste”, afirmó Salla, convencido de que la Humanidad ya hizo contacto con 17 civilizaciones extraterrestres.
Es curioso, pero los entrevistados por Mother Jones ponen a Hillary –probablemente ajena a estas especulaciones– en el centro de la escena, con un platillo volador bajo el brazo.
Salla cree que ella es más proclive a la divulgación de “la verdad” que (el republicano) Jeb Bush y cita a guisa de ejemplo la visita que Rockefeller realizó al matrimonio Clinton en agosto de 1995, a Laurance S. Rockefeller, el cuarto hijo de John D. Rockefeller Jr., bien conocido por su afición a los ovnis.
Allá por Marzo de 1993, Rockefeller escribió una carta al Dr. Jack Gibbons (Asistente Especial del Presidente de Ciencia y Tecnología) donde anunció estar preparándose para decirle al presidente Clinton: “muchos sectores creen que el gobierno ha mantenido información clasificada durante mucho tiempo sobre ovnis, que no se ha liberado y que no hacerlo ha provocado recelo y desconfianza innecesarias”.
Hay abundante documentación sobre los vanos intentos del hijo del magnate para desclasificar información sobre ovnis –específicamente sobre el caso Roswell, que es la frustración favorita de los amantes de conspiraciones–. A lo largo de los años, sus gestiones exponen lo que significa buscar aquello que probablemente no exista: la teoría del complot es la explicación perfecta para no terminar de aceptar nunca que nuestras manos están vacías.
Fuente:
ETs para Hillary : ¿Por qué los activistas ovni están entusiasmados con otra presidencia de Clinton?
Informe y traducciones: Lucía Manucci
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McAndrew, James. The Roswell Report: Case Closed (USAF 1997)
