Las autoridades sanitarias argentinas han demostrado la más absoluta indolencia ante una carta abierta firmada por 39 personas que plantean la necesidad de fiscalizar y controlar la eficacia de aquellas empresas e individuos que ofrecen servicios de atención en salud o productos medicinales que no poseen fundamentos científicos o que invocan poseerlos y no lo tienen, constituyéndose en un potencial peligro para pacientes en situación de debilidad o desamparo, dado que en muchos casos estamos ante prestaciones ampliamente publicitadas, como T.O.B. (Terapia de Campos Bio-Frecuenciales), Centro de Medicina Cuántica, Fundación Salud (Programa P.A.R.A. basado en terapias de Inteligencia Emocional y Psiconeuroinmunoendocrinología) o el «tratamiento Inmunomodulador» del Dr. Crescenti.
La indiferencia de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) quedó expuesta cuando su director, Dr. Carlos Chiale, eligió el silencio por toda respuesta a una carta abierta impulsada y firmada por reconocidos científicos, investigadores y especialistas (Mario Bunge, Roxana Kreimer, Celso Aldao, Daniel Flichtentrei, Diego Golombek, Diego Sarasola y Ricardo Cabrera, entre otros), enviada por mail hace dos meses y entregada en mesa de entradas el 18 de abril pasado.
Esa carta da ejemplos de casos concretos que ilustran el modus operandi y la impunidad con que actúan personas y organizaciones que proveen servicios medicinales sin dar pruebas de efectividad o seguridad a los pacientes.
A esa denuncia ahora se le suma la falta de respuestas del ente oficial supuestamente responsable de ocuparse del asunto.
Cabe anotar que la carta también fue enviada a la Asociación Médica Argentina (A.M.A.) y la Sociedad Científica Argentina (S.C.A.), entidades ambas que fueron invitadas a firmar el manifiesto. Ni siquiera acusaron recibo.
A renglón seguido, el texto de la carta:
Buenos Aires, 18 de Marzo de 2013
Dr. Carlos Chiale
Dirección Nacional de la ANMAT
Avenida de Mayo 869
Ciudad Autónoma de Buenos Aires – Argentina
De nuestra consideración:
En la Argentina siempre han coexistido, junto con la medicina científica –o medicina basada en la evidencia–, una variable cantidad de prácticas no científicas, como la medicina folklórica o el curanderismo.
Desde hace más de dos décadas se han sumado a estas nuevas terapias, especialidades y servicios medicinales que basan su oferta en afirmaciones, técnicas de diagnóstico o tratamientos pseudocientíficos.
En ocasiones no sólo aseguran falsamente tener a la ciencia de su lado, sino que aplican tecnologías o suministran productos alegando haber realizado una serie de pruebas científicas que, en el mejor de los casos, no están documentadas.
Si bien a menudo sus promotores no presentan evidencias de que tales “alternativas” devuelvan la salud, calmen dolores u obtengan alguna de las promesas de cura que se les ofrece a los pacientes, en cualquier caso estas supuestas medicinas suelen evadir el circuito legal y se sustraen a los controles del Ministerio de Salud y otros organismos, como la ANMAT.
No se nos escapa que entre los objetivos de la ANMAT está “autorizar dispositivos de uso médico, materiales y equipos de uso en medicina humana”, “autorizar, registrar, controlar y fiscalizar la calidad y sanidad de los alimentos, incluyendo los suplementos dietarios” y “vigilar los efectos indeseables, falta de eficacia y calidad de los productos de su incumbencia”.
Hoy están disponibles varios dispositivos sin que ninguna autoridad los fiscalice, controle, verifique o autorice. Entre los ejemplos más publicitados podemos nombrar: T.O.B. (Terapia de Campos Bio-Frecuenciales), Centro de Medicina Cuántica, Fundación Salud (Programa P.A.R.A. basado en terapias de Inteligencia Emocional y Psiconeuroinmunoendocrinología), LuzVida (Jugo de Pasto Orgánico) y los equipos de “Biorresonancia” utilizados por el Instituto Bioquántica Argentina.
En casos como la T.O.B. o P.A.R.A., en su web afirman poseer reconocimiento o certificados. Estos créditos, sin embargo, son inexistentes o inadecuados; pero contribuyen a crear una legitimidad que no poseen entre pacientes o familiares de pacientes con diversas enfermedades.
También es el caso del promocionado Tratamiento Inmunomodulador del Dr. Ernesto Crescenti.
No somos los primeros en descubrir la delicada situación de este “servicio”. En el documento “Salud, Ética y Medios de Comunicación” publicado en 2005 por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Dr. Carlos Gherardi (por entonces Jefe de la División Terapia Intensiva del Hospital de Clínicas de Buenos Aires y actualmente Director del Comité de Ética del Hospital de Clínicas) se lamentaba:
“Desde hace años se asiste a la difusión diaria (…) de un tratamiento oncológico basado en un producto constituido por un extracto de veneno de serpiente [que] no está aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Sin embargo, ningún organismo regulador oficial ha procedido a prohibir que continúe publicitándose”.
Más de siete años después, el pretendido tratamiento del Dr. Crescenti se sigue publicitando, comercializando y suministrando a pacientes pese a que sigue sin la aprobación de la ANMAT.
Si bien no existen ensayos clínicos que apoyen su uso, este tratamiento se comercializa como un “suplemento dietario» en su versión oral y como receta magistral en su versión endovenosa.
La comercialización de medicamentos no aprobados por la ANMAT no sólo es ilegal (Ley 16.463) sino que va en contra del Código de Ética de la Asociación Médica Argentina que, en su Artículo 321, reglamenta:
“No deben aplicarse nuevos sistemas o procedimientos especiales, curas o modificaciones, aún en discusión respecto de cuya eficacia no se hayan expedido definitivamente las instituciones oficiales o científicas.”
Los firmantes reclamamos que el Ministerio de Salud y los organismos dependientes de la ANMAT tomen cartas en el asunto para no permitir abusos inspirados en el desconocimiento, las urgencias y las necesidades de la población para urdir engaños que en muchos casos terminan con la pérdida de tiempo, dinero e ilusiones de personas que están atravesando una difícil situación personal.
ENLACES E INFORMACIÓN
«Anmat, 20 años como garante de la protección de la salud»
El tratamiento Inmunomodulador del Dr. Crescenti. Por Elio Campitelli
Terapias Alternativas en el Paciente con Cáncer (pp. 865-879). Por A. Turek y A. Agostinelli
Efecto dominó: publicitar con Claudio María Dominguez atrae a la Justicia. Por A. Agostinelli
ENTIDADES (QUE DEBERÍAN ESTAR) BAJO LA LUPA DE LA ANMAT:
Tratamiento Inmunomodulador del Dr. Crescenti
TOB (Terapia de Campos Bio-Frecuenciales)
Centro de Medicina Cuántica
Fundación Salud
LuzVida
Instituto Bioquántica Argentina
PARTICULARES E INSTITUCIONES FIRMANTES:
1 Círculo Escéptico Argentino (CEA)
2 Alberto Clemente de la Torre, DNI: 7976936 / Físico.
3 Aldo Birgier, DNI: 8.140.913 / Psicólogo Clínico, docente de Metodología de la Investigación, M.A. en Psicología Medica.
4 Alejandro César Agostinelli, DNI: 16.639.423 / Periodista.
5 Alejandro J. Borgo, DNI: 12.587.590 / Periodista y escritor.
6 Alejandro Sánchez, DNI: 18.085.178 / Docente Investigador Universitario
7 Branham, Richard L. Jr. DNI: 18.803.666 Investigador Principal de Conicet en Astronomía
8 Carlos A. Quintana, DNI:16.939.740 / Técnico.
9 Carlos Antonio Domínguez, DNI: 13.431.631/ Psicólogo.
10 Celso Manuel Aldao, DNI: 10.608.585 / Docente Investigador Universitario
11 Constancio Miguel Arizmendi, DNI: 10.141.526 / Docente Investigador Universitario
12 Daniel Alejandro Mirabella, DNI: 18.028.957 / Docente Investigador Universitario
13 Daniel Flichtentrei, DNI: 11.684.386, (UBA) MN: 54414 / Médico cardiólogo.
14 Diego Golombek, DNI 17423592 / Doctor en Biología
15 Diego Sarasola, DNI: 18.415.280 – MN 88266 / Médico Psiquiatra.
16 Elio Campitelli, DNI: 34.080.541 / Estudiante.
17 Enrique Márquez, DNI 12.094.623 / Ilusionista experto en fraudes
18 Esteban Manazza Lezama, DNI: 28.749.355 / Empleado.
19 Federico Schipani, DNI: 32.126.155 / Docente Universitario
20 Fernando G. Toledo, DNI 23.949.288 / Periodista y escritor
21 Fernando Trabadelo, DNI: 12.890.032 / Técnico Electrónico
22 Gustavo Fernández Acevedo, D.N.I 16.012.590 / Docente Investigador Universitario
23 Héctor Domingo Caffarini, DNI: 11.134.031 / Abogado
24 Héctor Omar Mártin, DNI: 10.406.735 / Docente Investigador Universitario
25 Hilda Angela Larrondo, DNI: 11.024.698 / Docente Investigador Universitario
26 Javier Rodriguez Llarens, DNI 30.493.877 Ingeniero
27 Leandro Yampolsky, DNI: 34.142.852 / Estudiante.
28 Lisandro M. Carnielli, DNI: 25.171.830 MP: 21043 / Médico.
29 María Patricia Suárez, DNI: 11506716 / Docente Investigador Universitario
30 Mario Bunge, CI: 1.652.657 / Físico y filósofo.
31 Martín De Ambrosio, DNI: 25.851.184 / Periodista y escritor.
32 Miguel Adolfo Ponce, DNI: 23.306.967 / Docente Investigador Universitario
33 Miguel Hoyuelos, DNI: 17.338.883 / Docente Investigador Universitario
34 Raúl José López, DNI: 13.726.057 / Diseñador gráfico (Director de Goldpack)
35 Ricardo Cabrera DNI 12780366 / Docente Universitario
36 Roberto Stimler, DNI: 8.366.215 / Docente Universitario
37 Rodrigo Parra, DNI: 23.706.283 / Docente Investigador Universitario
38 Roxana Kreimer, DNI: 14.014.646 / Profesora de Filosofía
39 Silvia Mónica Ganduglia, DNI:11.351.367 / Docente
40 Fernando Saraví, DNI: 11.264.548 / Profesor Asociado del Instituto de Fisiología de la Escuela de Medicina y Profesor Titular de Farmacología de la Escuela de Técnicos Asistenciales en Salud (ambos de la Facultad de Ciencias Médicas, UN Cuyo)