El regreso de Hal: el adiestrador que no supo cómo cotizar un caso de reencarnación

Desde hace treinta años Daniel Usandivaras se dedica a instruir perros y gatos. Nunca, a lo largo de su carrera como adiestrador, le tocó encontrarse con un caso tan asombroso y difícil de facturar.

Por Enrique Usandivaras, adiestrador (*)

Hace varios años fui el adiestrador de los perros de los integrantes de una “Escuela Filosófica” con orientación esotérica. Empecé a trabajar con el perro de uno de ellos. Lentamente, me fueron llamando los demás alumnos de la Escuela.

La Escuela tenía algunos problemas legales. Por este motivo, sus integrantes se manejaban con mucha precaución cuando entraban en contacto con alguien del “exterior”. Tiempo después, me pidieron que también me ocupara de la instrucción de sus gatos. Me dieron entera libertad para que les enseñara lo que yo quisiera ya que, ellos sostenían, que con este aprendizaje “sus animales evolucionaban”.

El desafío me interesó. Nunca antes había trabajado con gatos y la experiencia fue muy buena. En la Escuela lo único que les importaba era que aprendieran algo, no importaba qué, ya que, con el aprendizaje, sostenían, sus mascotas reencarnarían en seres más elevados. Yo visitaba a los perros y a los gatos en las casas de los alumnos y todo funcionaba muy bien.

Enrique Usandivaras. El autor es adiestrador profesional de perros. Tel: 15 2315 5082

Una tarde, visitando a uno de esos perros, me encuentro con un alumno que dice tener un conejo y quiere que yo me ocupe de instruirlo. Me sorprendió la propuesta y le dije que no me creía capaz de hacerlo. “Vos vení y conócelo”. Termino la clase y, el alumno, a quien llamaré Marcelo, me llevó a ver al conejo que vivía en el mismo edificio que el perro con que estaba trabajando. El conejo no tenía nada de misterioso, era un típico conejo blanco, de esos con los ojos rojos. Le explico a Marcelo que trabajo con premios, con reforzadores, y que no tenía ni idea de que reforzadores podía usar con el dichoso conejo. “Lo vamos a tener que dejar para otra oportunidad”, le dije. Marcelo estuvo de acuerdo. Pero agregó: “De todas formas vos, alguna vez, vas a ser el instructor de Hal”, como se llamaba el conejo.

Al tiempo me enteré que el conejo había muerto. Me crucé muchas veces con Marcelo, que vivía en el edificio donde también vivían muchos otros alumnos de la Escuela y muchos de los perros y gatos con los que yo trabajaba.

Pasó el tiempo. Una tarde llego al edificio y cuando entro está Marcelo. “Te estaba esperando”, me dijo. Le gustaba hacerse el misterioso. “Vení que te quiero presentar a un nuevo alumno”. Subimos al departamento y al entrar veo que estaban S y R, dueñas de dos de los perros que yo trabajaba y dirigentes de la Escuela. Me saludaron muy afectuosamente, me pidieron que me sentara y Marcelo, con algo de teatralidad, da unos pasos y abre la puerta del dormitorio. De inmediato sale un cachorro de bóxer, blanco, muy alegre. Divino. El perro vino directo a mí. Marcelo, S y R nos miraban en silencio. Lo acaricio, jugamos un poco. Le digo a Marcelo que el perro es divino, le pido algunos datos del cachorro mientras lo levanto y lo abrazo. Marcelo me mira sin responder, lentamente va dibujando una sonrisa de Mefistófeles. “¿No le ves cara conocida?”. No supe qué responder. Quedé mudo. Miré al perro atentamente en medio del silencio. De golpe me cayó la ficha. “Es Hal, el conejo”, le dije. “Sin dudas”, contestó Marcelo. “El Maestro ya lo verificó. Primero vino como Hal Conejo y ahora volvió como Hal Perro. Nos eligió a nosotros para reencarnar. Eligió volver a la Escuela y eligió también que vos puedas ser su maestro. ¿Te acordás que te lo dije?” No soy de lágrima fácil, pero en ese momento –lo juro– me emocioné. Rápidamente, acordamos días y horarios de clase y, a las dos semanas, me transformé en el maestro de Hal Perro.

Poco después de esto me encuentro con un amigo adiestrador, una noche, a tomar unas cervezas. De pronto me acuerdo de la historia de Hal Perro/Hal Conejo y se la cuento.

–¿Y cuánto le vas a cobrar? –pregunta.

–Lo mismo que le cobro a los demás perros –le digo yo.

Pareció sorprendido. Me dice que no le puedo cobrar lo mismo, que no entiendo nada del Universo, y ahora el sorprendido soy yo. Mi amigo sirve un poco más de cerveza.

–Te lo voy a explicar. Primero un alma, un espíritu, encarna en Hal Conejo y muere. Luego, de los millones de posibilidades de reencarnación que tiene Universo, ese espíritu elige volver como Hal Perro. Finalmente lo encuentra un alumno de esa Escuela solo para que vos puedas ser su maestro. ¿Y vos, a toda esa movida casi milagrosa que hace el Universo en tu favor, le vas a facturar lo mismo que si fuera un caniche de mierda que te vino por un volante que le dieron en el Pet Shop? ¡¡No te la puedo creer!!!

Volví a quedar mudo.

Nos quedamos tomando cerveza hasta muy tarde. Poco antes de despedirnos, mi amigo me dijo:

“Mejor que vayas pensando en ajustar honorarios, los adiestradores que se mueren pobres vuelven a la tierra reencarnados en conejos”.

Al irnos, mi amigo insistió en pagar la cuenta.

* Si te querés contactar con Daniel su tel es 15 2315 5082

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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