¿Qué se hizo de la vida de Bernard Francis Law, el cardenal y arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Boston cuyo papel en los escándalos sexuales de la Iglesia Católica en los EE.UU. hizo estallar la investigación periodística que refleja “En primera plana” (Spotlight), que acaba de ganar el Oscar a la mejor película? / Actualización: Law murió en Roma el 20 de diciembre de 2017 sin castigo y sin haber perdido nunca la protección del Vaticano.
Bernard Law fue obispo de la Arquidiócesis de Boston hasta mediados de enero de 2002.
Cuando la ahora famosa investigación del The Boston Globe (ver tesis) obligó a Law a renunciar después de haber probado que las autoridades eclesiásticas habían protegido a sacerdotes pederastas, el cardenal encontró una segunda vida en la burocracia del Vaticano.
No era un destino inevitable. Después del resonante escándalo, aunque más no fuese para cuidar las apariencias, el cardenal Law podría haber sido reubicado en cualquier humilde parroquia donde purgar las desgraciadas consecuencias del encubrimiento, entre ellas haber reasignado a curas pederastas a parroquias donde siguieron cometiendo los mismos crímenes. En 2004, Juan Pablo II lo envió a la Iglesia de Santa Maria Maggiore, una importante basílica de Roma construida entre los años 432 y 440 conocida por su cielorraso cubierto de oro «importado» durante la Conquista a América.
Allí mantuvo su puesto en el Colegio Cardenalicio y participó en cada una de las ocho Comisiones del Vaticano, incluyendo el departamento más importante, la Congregación para los Obispos, que le permitió nombrar a los obispos estadounidenses durante aquellos años. En suma, dejó el trabajo administrativo y las agobiantes presiones de la prensa estadounidense y alcanzó un cargo mucho más influyente. En 2010, a los 80 años, renunció a su puesto en la basílica y se retiró a un edificio conocido como Palacio de la Cancillería, su último paradero conocido. Desde entonces huye de los periodistas y en el Vaticano su actividad es sólo ceremonial.
¿Cuál fue el papel del Papa Francisco, cuando supo que en Roma vivía apaciblemente el cardenal acusado de haber protegido a sacerdotes violadores? Hasta donde sabemos ninguno: no existe ninguna noticia de que alguna vez haya hecho algo al respecto. El Vaticano tampoco alimenta intrigas: La Nación cita fuentes vaticanas para rechazar la versión según la cual, al asumir, Bergoglio puso mala cara y se alejó de Law cuando éste se quiso acercar a saludarlo. «Eso es una leyenda urbana», dicen ahora.
Law dio nuevos destinos o ayudó a que burlaran los juzgados 271 sacerdotes que violaron a más de un millar de niños. La historia según la cual el flamante Papa Francisco cruzó de vereda cuando lo vio venir es falsa, según el Vaticano. El cardenal jamás fue citado a declarar y por seis años atendió en una basílica con cielorraso de oro. Foto: Iglesia de Santa Maria Maggiore.
Peter Saunders, miembro de la comisión del Vaticano contra la pederastia, denunció que Francisco «no hizo nada para terminar con los abusos». Por cierto, parece haber una actitud general del pontífice que no acompaña a la causa de juzgar a los sacerdotes que abusan de menores.
- Pese a que desde 2014 alega haber reclamado a los obispos «tolerancia cero» contra los abusos sexuales de miembros del clero, un nuevo manual del Vaticano dice que los obispos «no tienen la obligación» de reportar las denuncias de abuso sexual a menores a la policía. Estas denuncias, así, pasan a ser prerrogativa de la víctima o de su familia.
- En su reciente viaje a México Francisco no recibió a las víctimas de pederastía clerical, pese a la fuerte presencia en la prensa que tienen las víctimas de abusos sexuales de Marcial Maciel, fundador de la poderosa Legión de Cristo. Tampoco se refirió al tema en ninguna de las múltiples oportunidades que tuvo para hacerlo durante esa larga gira.
- El padre Julio César Grassi , quien cumple una condena de 15 años por abuso de menores, aún es parte de la Iglesia Católica: sigue en la nómina del Obispado de Morón.
- En otros casos de abusos cometidos por prelados argentinos, como los informados en una investigación de Jorge Repiso, el Papa le pidió perdón a las víctimas y se comprometió a «no tolerar el daño». Pero nunca les ofreció soluciones concretas.
- En octubre de 2015, el Papa retó a un grupo de familiares de víctimas de abuso de menores del sacerdote chileno Fernando Karadima Fariña, a quien aquellos señalan como protegido por Monseñor Juan Barros Madrid, actual Obispo de la Diócesis de Osorno. «No se dejen llevar por las narices de los zurdos», dijo el pontífice, quien ignoraba que estaba siendo filmado con un celular. Barros defendió a ultranza a Karadima Fariña: durante una homilia en 2004, le agradeció su «sabia claridad» y lo consideró su «padre espiritual», según la agencia católica ACI Prensa.
Es lo que tienen los excesos de “gestualidad”: suelen ser utilizados para encubrir otras realidades. Por cierto, Javier Smaldone recogió en su blog el video que muestra el momento en que Francisco saluda a Law sin inconveniente alguno.
Las evidencias de hipocresía y doble discurso de un Papa que, sin referente mejor en el horizonte, concita las ilusiones de millones de fieles, es, sin duda, una constatación perturbadora.
Todos estos documentos, noticias y enlaces a lo mejor generan consciencia sobre la gravedad de la situación o, quién sabe, quedan archivados en la nube, disponibles para evaluaciones futuras. Todo lo demás -las declaraciones rimbombantes de las instituciones eclesiásticas o ligadas al clero que defienden sus intereses y las excusas para proteger la propia fe del lado oscuro de la naturaleza humana- son macanas para la gilada.
Agradecimiento posterior (31/8/2018). A Carlos Dominguez por la oportuna sugerencia que permitió actualizar esta entrada.
ENLACES EXTERNOS
El pedido de perdón del Papa desde los ojos de la victima. Por Jorge Repiso.
El éxito de la noticia falsa
Curas abusadores: denuncian que muchos casos quedan en el limbo
Los 7 casos argentinos denunciados al final de «Spotlight»
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