“La libertad de pensamiento no tiene sentido a menos que incluya la libertad de tener pensamientos que otros consideran inaceptables”, escribió Ronald A. Lindsay, un filósofo que cita Alejandro Borgo, reconocido director del CFI Argentina, en su flamante “¿Te atrevés a ser libre?” (Editorial Planeta, 2012).
Si quiero seguir la premisa de Lindsay, puede resultar inaceptable que presente aquí el libro de Borgo declinando de arranque mi propia libertad para expresar mis diferencias. Pero aún no quiero hacerlo –me tomo esa libertad– porque antes deseo que muchos otros, o, mejor, muchísimos otros, tengan la oportunidad de leerlo. Ale Borgo es mi amigo, tenemos muchas coincidencias y ocasionalmente grandes diferencias, que a veces nos permiten mantener diálogos mutuamente enriquecedores. Reseñar su libro a pocos días de su aparición, y a sólo dos de su presentación en sociedad, me cuesta porque, si bien por un lado siento la necesidad de releer su obra antes de cometer alguna injusticia, por el otro no me interesa, ni remotamente, condicionar negativamente la lectura de un libro tan necesario.
Así las cosas, pese a algunas diferencias de fondo, que como fue dicho tampoco son apremiantes, valoro inmensamente su trabajo: Alejandro pone al alcance de un público masivo (porque esa es la ventaja, y no otra, del formato “autoayuda”), a una serie de autores, ideas y reflexiones absolutamente inhabituales entre los libros que ocupan este segmento.
Otra cosa importante. “¿Te atrevés a ser libre?” es quizás su libro más personal. No muchos críticos lo van a notar, y no lo van a notar porque sólo conocerán a Borgo a través de este libro, por sus ensayos en las revistas El ojo escéptico y Pensar, o por algunos de sus títulos anteriores, “Puede fallar” (en coautoría con Enrique Márquez) o “¡¿Por qué a mí?!” (en mi reseña me apresuré, creo que acertadamente, a calificarlo como “el primer libro escéptico de autoayuda”). Por eso no puedo evitar preguntarme “¿será comprendida su intención?”. A modo de parodia del título de aquella reseña, Borgo dice que éste es “un libro anarquista de autoayuda”. En su ironía deseo imaginar cierta dosis de autocrítica de un autor que, a veces, parece olvidar que las libertades individuales o sociales son relativas a unas condiciones materiales e históricas determinadas.
“¿Te atrevés a ser libre?” es, si nadie me niega la libertad de decirlo, una exposición tan metódica como caprichosa de lo que diferentes pensadores han expresado sobre este grandioso y complejo asunto. Y, al mismo tiempo, es una exhibición casi doctrinaria de su propia filosofía de vida. En este sentido, puedo dar fe de que la coherencia entre las acciones y el texto del autor son parte de un mismo vector, lo que –en el actual momento de la vida intelectual argentina– constituye un mérito más que destacable.
En cuanto a Alejandro, recuerdo con cariño sus ilusiones cuando comenzó a bocetar la revista Pensar, allá por 2003. En un reportaje que le hice para Dios! me dijo que Pensar, que salía para toda Iberoamérica gracias al impulso del CFI, iba a empezar dirigiéndose al docente, al científico o al periodista desinformado respecto de la temática paranormal o sobrenatural porque “hay que comenzar allí donde se gesta la educación”. Disfruto de aquel recuerdo porque, a casi diez años, Alejandro ha dado un salto. Ahora expone sus ideas a un auditorio mucho mayor. Más allá del alcance de un libro, éste también le ofrece la oportunidad para presentar sus ideas como a él le gusta, descarnadamente, a públicos (¡y conductores de radio y televisión!) nada acostumbrados a escuchar a alguien que expresa sus convicciones con ese desmesurado alarde de libertad.
Alejandro Borgo presentará junto a Francisco Bosch “¿Te atrevés a ser libre?», el próximo jueves 22 a las 19.30 en la Sociedad Científica Argentina, Salón «Moreno», Av. Santa Fe 1145, C.A.B.A. Entrada libre y gratuita.