Feinmann lo hizo de nuevo

Hace poco celebrábamos en este blog el programa «¿Fuimos a la Luna?«, que pone blanco sobre negro el exitoso Proyecto Apolo que llevó al primer hombre a caminar sobre nuestro satélite en Julio de 1969. El pasado domingo, Página /12 le hizo dar a Neil Armstrong y al programa que permitió la conquista espacial varios pasos atrás.
En un suplemento pomposamente titulado Crítica de la Razón Imperial, José Pablo Feinmann reedita, reforma y amplía un viejo ensayo (porque ahora parece un cuento) donde pretende que la realidad tal como la conocemos es mera construcción mediática. Este argumento podría ser más o menos aceptable o más o menos discutible. Pero Feinmann, que podría haber presentado otros ejemplos (como la “inexistencia” de muertos civiles en Afganistán Irak, o de cuerpos en los atentados del 11-S) remite al programa Apolo. Bajo el título «La Colonización de la subjetividad. El poder mediático y la construcción del sujeto-Otro», leemos: El viaje a la Luna no ha tenido lugar. Le hace decir a su admirado Baudrillard (le llama «Jean», como si hubiesen sido compañeros de potrero) frases como esta:

Señores, ustedes no fueron a la Luna y eso me parece mucho más valioso, nuevo, revolucionario que si hubieran ido. Que la entera humanidad pueda ser engañada. ¡Se acabó la realidad! El poder la crea. Se inicia una nueva era en la historia humana. La del poder de lo virtual mediático.
Este esperpento (colmado de obviedades y sin embargo pretencioso) tuvo una versión original abreviada y, si esto fuera posible, peor escrita, que fue publicada en el mismo diario en Julio de 2009.
A falta de tiempo para desarrollar ampliamente el tema, refiero al lector a la reseña publicada en Magia Crítica, aún vigente pese a que hizo desaparecer a algunos protagonistas, como Francisco de Narváez, que en aquella ocasión simulaba un cierre de campaña en el planeta Júpiter. Ahora exageró el protagonismo de otros, como Henry Kissinger o Stanley Kubrick, en unos diálogos tan baladíes y estereotipados que dan pena. (Cada día me convenzo más de que José Pablo es a la profundidad intelectual lo que Claudio María a la honestidad espiritual.)
Si el lector alguna vez buscó algún caso patente de boludo ilustrado, probablemente estamos ante uno de los ejemplos más flagrantes –Feinmann se presenta como filósofo-. En otro sentido, la serie puede ser material de consulta y hasta de estudio.
Sin duda, el comentado no será el último ejemplo. El suplemento continúa.
A propósito de J.P. Feinmann se puede leer también «Bloggers, una apuesta a la reflexión crítica«.
  1. Un conocido conductor de radio y tevé que no goza de mi simpatía, sin embargo tiene una frase que se aplica como anillo al dedo a éste caso: «es un boludo importante».

    Saludetes
    Carolus

  2. La verdad que da risa. El ensayo es tan descabellado que parece una joda. Si el tipo no insistiera con tanto ahínco habría pasado como tal, pero parece que a José Pablo le gusta darse en la nuca con el «boomerang de los boludos»

    ¡Saludos!

  3. Parece que este feinmann sufre una suerte de compulsión mediatica de pavoneo intelectual que es mas fuerte que su sentído del ridículo. Pero que notable. Causa vergüenza ajena el guanaco este.

  4. Yo me pregunto: ¿hasta cuándo vamos a «matar» al mensajero?…Que Jose Feinman, que Juan de los palotes, que Pepe Dinamita….Es hora que vayamos a nuestra esencia, a la totalidad de los asuntos…porque el planeta tierra,se nos está muriendo….

  5. Y pensar que está considerado un importante filósofo… Ahora, los rusos ¿eran tan pelotudos como para dejar pasar semejante fraude en plena Guerra Fría y en medio de la carrera espacial? Los agentes de la KGB ¿no vieron semejante cosa?
    Para mí que Feinmann no existe. En realidad es una construcción mediática.

  6. No tengo opiniones a favor de Feinmann, pero el concepto de estar «en contra de» me parece más rídiculo que su nota.
    ¿Alguien tiene hecho un máster en lógica para poder opinar?

  7. Alejandro, podría objetar varias cosas a este post (el insulto gratuito, por ejemplo), pero la falencia más importante me parece ser ésta: la ironía de Feinmann sobre el no-viaje a la Luna reproduce el ejercicio intelectual de Baudrillard (a quien nadie llama «boludo ilustrado» ni le niega el estatus de filósofo) en un libro que se llama «La guerra del Golfo no ha tenido lugar» y que plantea justamente este tema de la construcción mediática de la realidad. Criticar el texto de Feinmann como si el de Baudrillard no existiera es irse derecho para el lado de los tomates.

  8. Sebastián,
    En general, no suelo insultar a alguien que no me haya insultado a mí antes (como parte de la comunidad blogger, a quienes nos trató de «pelotudos»).
    El tema esta vez no es Baudrillard, pero dejame hacerte notar una diferencia notable entre el argumento de uno y otro.
    Según J.B., la guerra del Golfo sucedió, el punto es que los medios minimizaron tanto las noticias de la guerra que «es como si no hubiera sucedido» ya que sólo sucedió «realmente» para quienes la padecieron.
    ¿Cómo transladar, honestamente, el «ejercicio intelectual» si partimos de la base de que «el alunizaje no ha tenido lugar»? ¿Creer en el alucinaje (y con los argumentos que JPF presenta) no es irse para el lado de los tomates? ¿O acaso tu opinión es que JPF «ironiza»? Si es así, su ironía es por lo menos confusa y, por lo tanto, merece la crítica que hice.
    Saludos y gracias por tu opinión.

  9. Sebastián, en primer lugar, no necesito que me insulte personalmente para sentirme insultado. Basta con que desprecie en términos hirientes a mis pares para sentirme víctima de su ataque, porque él, cobardemente, no personalizó, sino que insultó a una masa de activistas culturales (de una nueva cultura popular que se gestiona en línea, que él no entiende ni entenderá, o sí, pero siempre desde sus abstracciones irrealistas).
    Si tu opinión es que ironiza, decime por qué no causa ninguna gracia y, por el contrario, disemina confusión en vez de claridad.
    En una de mis respuestas en el viejo blog escribí:

    «Para ser entendidos como tales, y no como disparates literales, los sarcasmos guardan mecanismos de acción retardada que develan o desactivan el acto paródico. En el artículo de referencia no hay nada de eso.»

    Puedo equivocarme, claro. Si pensás eso, te agradeceré algún argumento.
    Saludos,

  10. Bueno, en primer lugar, la ironía no tiene por qué ser graciosa. Pero ya te digo, puede fallar.

    En segundo lugar, me parece bastante claro que decir «Cualquier pelotudo tiene un blog» no significa «Cualquiera que tenga un blog es un pelotudo». Son dos afirmaciones radicalmente distintas. Yo tengo un blog (bueno, más de uno) y no me siento alcanzado por ese insulto. Es más, estoy de acuerdo con él: es tan fácil abrir un blog que resulta inevitable que muchos pelotudos tengan el suyo.

    ¿Querés que te diga por qué Feinmann disemina confusión? Es simple. Porque cuanto menos directo sea un discurso, cuanto más compleja una idea, más malentendidos generará. En este caso, por ejemplo, tu interpretación de lo que dice Baudrillard:

    —————–
    Según J.B., la guerra del Golfo sucedió, el punto es que los medios minimizaron tanto las noticias de la guerra que “es como si no hubiera sucedido” ya que sólo sucedió “realmente” para quienes la padecieron.
    —————–

    no es correcta. El punto de Baudrillard es más profundo y más radical que eso. Y todo su libro, su libro entero, es una ironía que no causa gracia.

  11. Sebastián, la diferencia entre tu impresión y la mía es que para mí Feinmann es un boludo ilustrado (e influyente), mientras para vos sería algo así como un sarcástico incomprendido (corregime si me equivoco).
    Me gustaría conocer algún argumento que defienda por qué en ese texto hay ironía (humorísticamente fallida, según tu opinión).
    Mientras no me convenzas, tu interpretación me seguirá pareciendo un recurso que te permite evadir la disonancia cognitiva (esto es, enfrentarte al hecho de que JPF es un boludo).
    Pregunta retórica: Los filósofos profundos y complejos que por estas razones causan malos entendidos ¿son buenos filósofos?

  12. Sos libre de no sentirte convencido por mis argumentos. No puedo hacer mucho más que insistir en ellos, porque la verdad es que si vos creés que Feinmann cree que el hombre no llegó a la Luna no vas a ver la ironía en lo que escribió, diga yo lo que diga.

    Es curioso que digas lo del recurso evasivo porque noto en tu análisis de su video un fenómeno parecido: forzás la interpretación para convertir lo que Feinmann dijo («Cualquier boludo tiene un blog») en algo que no dijo («Cualquiera que tiene un blog es boludo»).

    Y todavía cabe decir lo mismo de tu pregunta final. Alguien que ha desarrollado tantos y tan buenos argumentos lógicos en el pasado (he sabido recorrer largamente Dios.com.ar) no puede confundir la afirmación de que «Los buenos filósofos a veces confunden a alguna gente» con la afirmación de que «Los filósofos que confunden a la gente son buenos filósofos», ni la afirmación de que «Esta afirmación concreta de Feinmann no ha sido comprendida» con la más general de que «Feinmann es un sarcástico incomprendido».

    Evidentemente, buscás forzar también lo que yo he dicho para convertirlo en lo que no he dicho, y qué querés que te diga: así no se puede discutir. Lo único que puedo hacer, repito, es insistir en lo que dije. De lo que no dije no me voy a hacer cargo.

  13. De todas maneras voy a responder a tu pregunta retórica, y lo voy a hacer, nuevamente, con una reiteración de lo que dije antes: cuanto más sutil es un filósofo, cuando más profundo, complejo e interesante, más confusión y más malas interpretaciones va a provocar. Es inevitable. No digo que Feinmann esté en la cúspide de esa escala, por favor, pero si su frase tan sencilla sobre los blogs es tan mal interpretada, imaginate sus elucubraciones sobre la construcción de la realidad.

  14. Y… hablando de poder mediatico, no lei bien. Quiza me distraje en algun monento mientras leia, Uds. saben, siempre hay algun ruidito o alguien que te habla. El dueño de este Blog, no es mariano grondona?

  15. Juan P. Feinmann dijo “cualquier pelotudo tiene un bloc”, y entiendo que no fuerzo la interpretación. Es una frase despectiva y una generalización simplista, donde pagan santos por pecadores: boludos hay en todas partes, y eso sostengo en mi columna sobre los bloggers (ya que no es un análisis de la frase de Feinmann).
    No tengo en cuenta tu frase (“Cualquiera que tiene un blog es boludo”) por una simple razón: no fue la que sostuvo JPF.
    En cuanto a mi pregunta retórica, no quise forzarte a nada. Era una ironía claramente enunciada.
    Creo que descubrí otra diferencia en tus análisis y los míos. Cada uno ve ironías en lugares diferentes.
    Pero lo que se infiera de ello lo dejo a los lectores del blog, porque me parece que este intercambio (que te agradezco) está resultando un tanto cansador.
    Saludos

  16. Que mezcolanza el artículo!!! a ver, porque no lo leí entero ya que me aburrió y, la verdad me siento insultada cuando esto ocurre ¿obvia Internet? ¿obvia el poder democrático devenido en masa que nada tiene que ver con un canal de comunicación pasivo como la TV?
    El alunizaje tuvo implicancias políticas, por supuesto en medio de la Guerra Fría ¿y?; la guerra de Malvinas fue el manotazo de un dictador borracho ¿y?
    Lo mediático no es «malo» per se, mejor dicho, nada es malo o bueno, esa adjetivación se le otorga al uso que se le da a las cosas. Marx ya lo dijo «La tecnología descubre la relación activa del hombre respecto a la naturaleza, el proceso inmediato de producción de su vida, y, al mismo tiempo, de las condiciones sociales de su vida y de las representaciones espirituales que de ellas se derivan».
    Este sr, que tiene poder porque publica en un medio de comunicación masivo, dice esta sarta de pavadas de un modo «coloquial», «amistoso», «cómplice».
    Alejandro, todo bien, pero citar este artículo, a este sr, que le falta de respeto a la intelectualidad del otro, no vale la pena ni leerlo entero.

  17. @Sebastián Lalaurette
    «En Argentina no hay pelotudo que no tenga un blog, y ponelo en negrita. No entro en un blog así nomás. A la mayoría de los que escriben blogs, un buen jefe de redacción les daría una patada en el culo y los echaría por la pésima prosa que tienen. No es cuestión de ‘ah, yo no escribo en ningun diario ni en ninguna revista, voy a poner mi blog’. No flaco, hay que saber escribir, sino no le hagas perder el tiempo al que te lee. Ese democratismo me parece agraviante con el lector». José Pablo Feinmann
    Esto me parece muy facho, de alguien que dice que los medios son la «revolución derechosa», da miedo. O sea, que alguien muestre esa irritación y desprecio por los demás y escribir desde una «altura» en un medio masivo. Que se mate el chabón, esa gente me da cosa, no quiero ni tenerla cerca; solo escucharla de vez en cuando para que me de urticaria y recordar que están en la vereda de enfrente. Y sí, si este tipo insulta a alguien nos insulta a todos, que use el término «bloc» con desprecio, demostrando hasta cierto sarcasmo. No pasa por no entender su sarcasmo, pasa porque su sarcasmo es lo suficientemente elitista como para poner el grito en el cielo.

  18. Me releí todo el ensayo a razón de buscar alguna clave.
    La verdad que no doy con el elemento secreto que haría a ese ensayo una ironía. Supongo que hay maneras y maneras de ser claro. También supongo que unos y otros ponemos la ironía en donde queremos o nos conviene. Igual, dejo mi impresión personal: No me parece ni sutil, ni complejo, ni profundo, ni interesante, ni irónico. A lo sumo, me parece un mal intento de todo eso. Pero bueno, si ocurriera que en realidad el ensayo es clarísimamente irónico, y yo no me diera cuenta por culpa de vaya a saber qué educación, que alguien me espabile con argumento. Hasta entonces, merecida y acertada crítica la de este post.

  19. Contesto las partes en que Paula y Nahuel se refieren a lo que yo dije.

    Paula: no seré yo quien diga que Feinmann no es elitista, ni insultante. Lo que cuestiono es que Alejandro se apresure a sentirse comprendido en el insulto, en esa mayoría a la que se refiere F. Yo no me siento insultado porque no creo que mi blog forme parte de esa mayoría en la que imperan la huevada, el poema de agenda, la puteada fácil y la definición de enemigos según «veredas». Si Alejandro se sintió incluido en esa mayoría es una cuestión suya; para mí, está claro que no forma parte de ella. «Si este tipo insulta a alguien nos insulta a todos» no tiene el menor sentido.

    Nahuel: la clave, como lo dije en mi primer comentario, es la referencia a Baudrillard. Si uno conoce el libro de Baudrillard, al menos de oídas, sabe de qué se trata: Baudrillard escribió UN LIBRO ENTERO como si la Guerra del Golfo no hubiera ocurrido. Feinmann menciona a Baudrillard y hace lo mismo que él. No sé si este argumento te espabila.

  20. Dana: me parece muy interesante lo que vos dices acerca de «estar en contra de». Pareciera que en este país todos quieren tener la verdad, la «posta». Y esto lo digo porque de esta manera, nos olvidamos de la esencia de las cosas. Es bueno que se opine, pero con propiedad, con seriedad y con -digamos- amistad. ¿Acaso no notamos los seis mil años de guerra que tenemos encima?. Y por supuesto, cuando nuestro aire y nuestra agua, se nos acaben…(el planeta)…no podremos hablar mal ni bien de nadie…¡no habrá futuro!. De todos los comentarios, el tuyo, el mejor. Un saludo.

  21. Feimann, además de lo que ya se dijo, es un pedante y un ignorante si cree que los lectores de un diario leyeron en todos los casos el libro de Baudrillard. Sebastián Lalaurette parece encandilado por este señor, eso disculpa el entusiasmo que pone para defenderlo.
    Del alunizaje del LEM debe decirse que sucedió, más allá de los usos políticos de los Estados Unidos. Todo lo demás es sarasa para la gilada. Las creencias equivocadas de las personas no dan para ironías intelectuloides irresponsables.
    Otro blog se hizo eco del asunto, ver en este enlace:
    http://lotuyaesta.blogspot.com/2011/01/hace-unos-anos-realizamos-un-programa.html

  22. Leí el artículo del señor Feinmann después de leer tu incendio (y también leí las opiniones del público asistente). La verdad es que siempre creí que el alunizaje era una «construcción», no una hazaña. Y que los dioses me libren de que creas que creo que no llegaron a la Luna. Es probable que hayan llegado (allá arriba o en alguna parte del desierto de Nevada o en un «set» —da lo mismo en el fondo, sobre todo porque las únicas lunas son las nuestras, subjetivas, y aquellas que de vez en cuando —si los mismos dioses quieren— fructifican y hacen nacer. Quiero decir: somos animales lunares.

    Quizá lo importante no es el viaje a la Luna (para eso están los Melies o el cañonazo de Verne), sino lo que se desprende del uso de la proeza en términos de dominación general.

    Es razonable la ironía —o el sarcasmo— que intenta el señor JPF, solo que exageró un tantico, se le fue la moto, se estrelló; lo que es comprensible si, por otra parte, tengo entendido, es él también un escritor de ficciones; la ficción es un bestia no lunar, la ficción es solar, no se hunde, asciende —y se sabe que la vida gusta anidar en el claroscuro: mucho fuego esteriliza, mucha agua ahoga, mucha tierra asfixia, mucho aire es vendaval que destruye.

    Aluden algunos en el «blog» con tu diatriba, que el señor JPF es filósofo; interesante proposición aquella, lo malo es que nunca he terminado de entender a M. Baudrillard (la verdad es que me aburre un poco, como me aburre otro poco el otro filósofo francés, el del hacha en la carne de alguien, ¿su mujer? Ya no recuerdo esos chismes de alcoba tan del gusto de algunos iluminados.

    Y sí, Ale, me parece exagerada tu reacción; no sé, no recuerdo si los perros ladraron o no al paso de don Alonso y su escudero (creo que no, y en todo caso lo importante no fueron, no son, no serán los perros, sino el caballero aquel). Lo que me pone en una disyuntiva abierta a toda duda: ¿el señor JPF es perro que ladra o Quijote en delirio?

    Abro un Carménère para meditarlo.

    Me niego a perder el tiempo. Lo cierto es que no terminé de comprender el artículo del señor JPF. En parte porque le falta gracia, en parte porque le falta razonamiento, en parte porque le falta humor, o ira, o claridad, en fin, y a cambio sobran referencias a sí mismo. Un tipo que que se refiere a sí mismo, sospecha uno, pero no como suele sospechar la policía de sus sospechosos, no es un tipo serio.

    En todo caso ambos me han entretenido, y eso en estos tiempos es de verdad un halago. Lamento, sí, tu enojo. Déjalos correr, déjalos, Ale, en algún momento acamparán bajo la luz de la Luna y entonces, quién sabe, se vuelvan humanos. O así. No obstrante reitero: lo que imjporta no es la realidad o no realidad del vaije, sino lo otro, lo que sigue y el modo en que sigue. No haberlo expuesto debidamente es el error, la falta, la impotencia, la vaina, en suma, del artículo que te enojó.

    Con mucho afecto

  23. Con tu prosa da gusto ser criticado, Jorje 🙂

    Lo que me enoja es que el confuso, soso y autorreferencial dislate de JPF da plafón doctrinario/seudofilosófico a una leyenda urbana suscrita por numerosos compañeros planetarios. Y que algunos lo consideren un filósofo de referencia o, peor, un intelectual que está dentro del así llamado «campo nacional y popular». Acepto que esto último ya es una opinión discutible, por eso la planteo en otro orden de cosas.

    En cuanto a los motivos por los cuales debe disculparse la prosa del señor JPF, entiendo que una cosa es denunciar los sesgos ideológicos de las construcciones sociales que se tejen en derredor de los fenómenos dejando a salvo la efectividad de los sucesos documentados y otra predicar que la construcción social es una realidad completa, pura y dura.

    Eso ya sí es una fantochada, incluso cuando toca a nuestra puerta disfrazada de ironía berreta.

  24. @Jota Hablar de «activismo cultural» no supone ningún juicio de valor. No es ni bueno ni malo, simplemente es el papel que juega un blogger en el seno de la nueva cultura de masas. Generan cultura y promueven interacciones originales (de un tipo que antes no existía) a partir de sus producciones. Y los bloggers también producimos a partir de los aportes de los lectores más participativos.
    Así que ¡gracias Napoleón! 🙂

  25. Puchisima pucha, a mi que me estaba gustando los dichos de Feinmann claro, en Patagonia solo vemos sus videos por Encuentros y habla y habla de filosofos mas que de filosfía…, se nos escapan los detalles y como dice el refrán, el diablo está siempre en los detalles …, disculpen si menciono al coludo, pero bueh, me fascina el pensamiento mágico!!!!!

  26. Bueno, a mi no me molesta que muchos crean que el hombre no llegó a la Luna.

    Después de todo, en una sociedad libre, uno puede creer en lo que se le antoja.

    Lo que me molesta es que no había ningún escéptico esperando el alunizaje en la Luna para tomar esas fotos y testimonios a fin de que hoy por hoy, no tengamos sombras de dudas…

    Hablando en serio…, este escepticismo por el no alunizaje me causa irritación…, porque las evidencias a favor de los viajes son tantas y siguen muchas a la vista de cualquiera ¿cómo es que se llega a esto?

    Somos incomprensibles.

  27. Crítica de la Razón Imperial parece escrito por alguien que sabe que mierda que escribe, mierda le publican. El problema es que hay muy poca gente que puede mantener el nivel editando tanto.
    Los cursos de filosofía de Encuentro me parecieron muy buenos, y alguno que otro articulo en p12.
    Pero que quede claro, FEINMANN no es filósofo, en todo caso profesor de filosofía.
    En Crítica de la Razón Imperial me resulta insostenible su afirmación que «toda la filosofía actual se desprende de Heidegger», sobre todo sabiendo el pesimismo cultural y anti racionalismo del rector de la quema de libros. No se entiende cómo es que JPF quiere pasar por progresiste rindiendole culto a un filósofo de juguete como Heidegger.

  28. JP Feinmann no será santo de mi devoción, en verdad que es un poco patético pero el Sr. Agostinelli con su comprometida defensa del activismo cultural blogger no le va a la saga.
    Pensar que sumidos en el submundo virtual estamos en una barricada cultural, que formamos parte de un movimiento social o política es una parodia tan grande, es tan gracioso que alguien pueda sentirse ofendido en su dignidad e identidad de blogger por las palabras de Feinmann!
    Y del post, bueno, el unico objeto del mismo parece ser insultar y ridiculizar abiertamente a JPF, con colagge y todo, no hay nada, no se dice nada solo una descarga de insultos y resentimiento, y después el autor demuestra ni siquiera haber leído el libro de Baudrillard al cual remite Feinmann… en fin
    Que viva el pasivismo blogger!

  29. Aguante Feinmann, uno de los grandes pensadores de la Argentina. El problema es que es peronista y el gorilaje no se lo perdona. Ah, ¿y qué tanta loa a los yanquis porque fueron a la Luna? Acá hay medio planeta cagado de hambre. ¿A quién mierda le importa la luna?

  30. Carlos Domínguez :Un conocido conductor de radio y tevé que no goza de mi simpatía, sin embargo tiene una frase que se aplica como anillo al dedo a éste caso: “es un boludo importante”.
    SaludetesCarolus

    ¿Por qué importante? dejemoslo simplemente en un boludo.

  31. Estos progresistas me recuerdan a algunas sectas: se creen tan dueños de la verdad y se enroscan tanto en sus propias boludeces, que terminan afirmando cualquier verdura.

  32. Como dijo Heidegger, escuchando a unos campesinos,. «El agua no es H2O, sino aquello con lo que me lavo las manos».
    saludos y mb10 por la nota de parte de José A.

    Nota Madre: Filosofía y Nación

    Heidegger personaje
    Parece difícil pero no es para tanto
    Por Gabriel D. Lerman

    Al decir de José Pablo Feinmann, Heidegger es el más importante filósofo del siglo XX porque influye en el temprano existencialismo, el primer Sartre, en Lacan poderosamente, y después todo el estructuralismo y el postestructuralismo y el posmodernismo.
    «Sin Heidegger, se cae todo y Heidegger y Nietzsche leído desde Heidegger, o sea desde, digamos, Althusser, Foucault, Deleuze. En adelante es todo Heidegger, hasta la actualidad que es todo Heidegger. Como novelista, lo interesante era mostrar la tragedia de la filosofía del siglo XX, que está toda basada en un nazi, o en un tipo que fue nazi, largamente fue nazi.
    Como a veces digo en broma: si dejamos al nazi se cae todo porque está todo basado en un nazi, si lo sacamos al nazi también se cae todo porque no podés entender a ninguno de los grandes filósofos franceses sin Heidegger. Es un problema de todos los que nombré. Lo que pasa es que todos estos tipos quisieron salir del marxismo, aun Althusser, que se dice marxista, pero sobre todo Foucault, que es el que más talento tiene. Quieren salir y para hacerlo inauguran el heideggeareanismo de izquierda, o un nietzscheanismo de izquierda pero un Nietzsche leído desde Heidegger. En fin, ahí la cosa filosóficamente es compleja, pero narrativamente es fascinante.
    El drama es de los filósofos franceses: nos queremos ir de Marx porque la Unión Soviética se cae, porque el marxismo ha devenido en dogmático, bueno, queremos salir de Marx, ¿qué es lo que hay? Y dicen: está el otro grande, Heidegger, entonces se vuelven hacia Heidegger.
    Y Heidegger los lleva a Nietzsche y Nietzsche los lleva de nuevo a Heidegger. Entonces Foucault se entiende desde Nietzsche y Heidegger, bueno, después Barthes es menor en cuanto a filosofía, pero Deleuze también. Deleuze se entiende desde Nietzsche, y Derrida y Lacan ni hablar».

  33. El no-viaje a la luna es una ironía. Lo que Feinmann quiere sostener con ese relato es que a esta altura es irrelevante si fueron o no, porque el efecto es el mismo. Lo único que cobra trascendencia es que EE.UU fue capaz de imponer un acontecimiento Universal utilizando por primera vez a los mass-media de una forma brillante. Su relato sigue los mitos de la teoría conspirativa para desnudar nuestra indefensión: aún mas de cuarenta años han pasado y sigue siendo posible que todo haya sido un fraude, aunque materialmente haya tenido lugar. Aún sigue siendo posible que los medios de comunicación hayan nihilizado la realidad.
    En cierta forma Feinmann tiene razón: hacerse el compadrito en un blog generalmente no refleja ningún mérito. Tu lectura liviana de su columna no tendrá ningún tipo de consecuencia, mientras que cada error conceptual que él pudiera cometer -por minúsculo que sea- le será reprochado con prepotencia por una banda de bloggers que solo sabe mirarse el ombligo después de dejar un par de «Me gusta» en Facebook y twittear algún intento de frase ingeniosa.
    Agrego: no estoy conforme con la Crítica de la Razón Imperial que Feinmann está publicando. En general creo que abunda en anécdotas periféricas que diluyen la materia principal de estudio; pero no por eso se me ocurriría escribir un post tachando su condición de filósofo. Y leería varias veces cada uno de sus conceptos antes de gritar con prepotencia que es un ignorante.

  34. Yo leí el suplemento y esta nota no parece ni acercarse a la realidad.
    Si alguno puede leer el original se dará cuenta que José Pablo comienza a relatar el evento del Apolo como el inicio o la creación de la realidad virtual.
    Puede o no gustar lo que escribe, lo que no se puede es decir que tiene que escribir.
    Cualquier persona medianamente inteligente se dará cuenta que el ejemplo de Apolo se multiplicó por mil con posterioridad

  35. Nadie trató de aconsejar a JPF sobre qué escribir.
    En la medida que su ironía me parece por lo menos confusa, mantengo mi punto de vista inicial. Sin embargo, es perceptible que varios lectores de JPF, evidentemente mucho más inmersos que yo en su cosmogonía, han leído entre líneas y decodificado su «astucia».
    A mí, si se me concede el derecho a disentir, me sigue pareciendo un boludo ilustrado.

  36. Gracias Sebastián, siento que te resulte chocante, pero si no dijera lo que pienso no sería yo. Además, pienso que los insultos no siempre son gratuitos. Antes de sentir la necesidad de expresarlos uno pagó un precio. Saludos.

  37. No he dicho que los insultos siempre sean gratuitos. He dicho que el tuyo, en este caso particular, es gratuito: decís que Feinmann es un boludo en base a que no entendiste lo que dijo.

  38. En cuanto a «si no dijera lo que pienso no sería yo», no tiene el menor sentido, por supuesto. Una cosa es decir lo que pensás y otra cosa es insultar, y no es cierto que no vayas a ser vos si hacés una cosa sin la otra: ya lo hiciste, por ejemplo, en tu polémica con Víctor Sueyro en Dios.com.ar, en la que hubo imputaciones y afirmaciones duras, pero sin insultos y en un marco de exquisito respeto. O sea que no se trata de ser o dejar de ser vos.

    Yo creo que a esta altura ya sabés que te equivocaste y lo más sensato sería admitirlo y pasar a otra cosa.

  39. Digo que Feinmann es un boludo por varias razones, eso de «en base a que no entendiste lo que dijo» corre por tu cuenta.
    Suelo equivocarme seguido, pero en este caso no tengo equivocaciones que admitir. Ya dije que creo en mis razones para pensar lo que pienso de JPF, y mi derecho a decirlo.
    Si aquello que escribió lo hizo en plan irónico, a mí no me parece que sea así, y de hecho veo que su «fino sarcasmo» solo es detectado por «entendidos», «lectores conocedores de sus códigos» u otros que le quieren salvar la ropa.
    Tu insistencia en endosarme tus conclusiones comienza a tornarse preocupante. A menos que te sientas por encima del propio JPF y confieses la presunta ironía de su parte.
    Saludos

  40. Sebastián, tengo la sensación de que sufrís el síndrome «si no me quedo con la última palabra el mundo creerá que el otro es el dueño de la verdad».
    A continuación, podés volver a expresar lo de siempre.
    Te prometo, si te sirve, que ya no contestaré. Palabras más o menos, nadie notará nuestra ausencia en este debate circular (ni siquiera notaría la presencia del propio JPF, que jamás postearía en un blog porque, faltaba más, el blog es el refugio de los boludos).

  41. Caigo en la trampa y vuelvo a escribir, aunque sólo para señalar que todas las cosas que entrecomillás en tus dos últimos comentarios («fina ironía», «entendidos», «si no me quedo… etc.» no son citas de nadie sino expresiones tuyas. Abrazo.

  42. Ah, reincido para transcribir esto, que aparece al final del fascículo anterior al que tanto te molesta (las barras representan itálicas):

    «Antes, sin embargo, nos vamos a divertir con una de las teorías conspirativas más fascinantes de la Historia. El hombre no fue a la Luna. /El viaje a la Luna no ha tenido lugar/. ¿Por qué surgió esa teoría? Nada surge porque sí. No pretendemos que sea cierta. Tampoco que no lo sea. Pero, así como analizaremos la hazaña comunicacional más formidable que un artista haya llevado a cabo, /La Guerra de los Mundos/, emitida a finales de los años ’30, con la que Orson Welles hasta tal punto creó la realidad desde una simple radio que aterrorizó a todos los Estados Unidos, desarrollaremos, por medio de lo narrativo, la teoría que afirma que el hombre no fue a la Luna, que Estados Unidos montó un show, un espectáculo tan perfecto que engañó al mundo entero. Si así fue, pocas veces el sujeto constituyente, el sujeto del poder, habría logrado constituir con más solidez, con mayor perfección a su objeto, ése al que se le llama realidad. Y sobre el que habrá mucho que decir.»

    Es el final del fascículo, o sea, el texto que precede inmediatamente a lo que vos criticás. Si la ironía estaba clara con la mención de Baudrillard, ahora no hay forma de ignorar el juego que propone explícitamente Feinmann. Quiere decir que tu crítica es doblemente desinformada: te pusiste a criticar un texto sacándolo de contexto, ignorando que era parte de un texto mayor y que lo precedía una aclaración muy explícita sobre lo que el autor se prestaba a hacer. Obviamente, y como esta experiencia demuestra, sacar las cosas de contexto no suele producir buenos resultados.

  43. Esa ironía estaba en el final de otro fascículo. Pero ahora es clara, nunca antes.
    Te agradecería me envíes escaneado el fragmento así jerarquizo la aclaración.
    Si no te resulta posible, trato de conseguir ese ejemplar del suplemento en el archivo del diario.
    Muchas gracias.

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El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

Contacto: aagostinelli@gmail.com
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