Contorneándose como en una danza aleatoria al compás de la música de las esferas o, si la metáfora no te gusta, cual balón de rugby sideral, así ve las lunas Nix e Hidra de Plutón el Telescopio Espacial Hubble.
La NASA asegura que a ese desfile caótico habría que agregar el más que probable tambaleo de las lunas Cerbero y Estigia. Son movimientos relacionados con el cambiante campo gravitacional causado por el sistema de Plutón y Caronte, en el que un cuerpo gira alrededor del otro sobre su centro de masa.
El cambio gravitacional ocasiona este efecto de “ir a los tumbos”, sumado a que las lunas no son esféricas sino alargadas. Otra sorpresa detectada por el observatorio espacial: la luna Cerbero es tan oscura como el carbón. Y los otros dos satélites son brillantes y blancos.
Estos resultados fueron presentados por el astrónomo Mark Showalter del Instituto SETI en Mountain View, California y Doug Hamilton de la Universidad de Maryland en el College Park, y aparecieron en la edición de este mes de la revista Nature.
Las imágenes no solo constituyen un gran espectáculo: sugieren que un observador no vería las mismas caras de Nix e Hidra de un día para otro. Cada luna mide entre 40 y 150 kilometros de diámetro. “Si estás sentado en Nix, puedes ver que Estigia orbita dos veces a Plutón mientras que Hidra lo hace tres veces”, explicó Hamilton.
Showalter, que además dirige el programa de observación con el Hubble, ha descubierto tres anillos planetarios y cinco lunas, entre ellas Cerbero, en el verano de 2011, y Estigia, la última en descubrirse, en 2012.
A mediados de Julio, la nave espacial New Horizons de la NASA llegará a Plutón y sus cinco lunas conocidas para tener una visión en detalle de este sistema planetario. Y sin duda recuperaremos, otra vez, nuestra capacidad de asombro, como es saludable que suceda cada vez que nos llegan noticias desde el espacio.