Telenueve. Rígoli y un libreto remanido: dar una no-noticia mediante un “especialista” que dice, sin evidencias, lo que el rating pide.

Sectas ayahuasqueras de otros mundos: como no existían, había que inventarlas

Telenueve. Rígoli y un libreto remanido: dar una no-noticia mediante un “especialista” que dice, sin evidencias, lo que el rating pide.
TL9 y un libreto remanido: dar una no-noticia mediante un “especialista” que dice, sin evidencias, lo que el rating pide.

Pablo Salum usó la desaparición de una persona para crear una nueva categoría de “secta destructiva”

Llamar “secta destructiva” a una religión minoritaria sólo porque no te gusta lo que sus devotos creen es injusto, peyorativo y discriminatorio. Pero si un pretendido “especialista”, sin la menor prueba, etiqueta como “secta” o “grupo coercitivo” a un grupo al que acusa vagamente de estar relacionado con la desaparición de una persona ¿cómo lo debemos llamar? ¿Ignorante? ¿Difamador? ¿Cretino? ¿Las tres cosas? Eso se preguntaron la semana pasada los directivos de la Fundación Mesa Verde cuando su organización recibió ese mote, y semejante acusación, por parte de Pablo Salum, un joven que se presenta como director de la asociación LibreMentes, propugna la sanción de una Ley Anti-sectas y en varios medios es considerado “portavoz del problema de las sectas” por su papel como “víctima” (de una “secta destructiva”, claro).

Ahora bien, ¿qué es la Fundación Mesa Verde? Es un grupo integrado por médicos, cientistas sociales e interesados en los estados ampliados de consciencia que, entre otros estudios sobre antropología de la conciencia y psicología transpersonal, investiga los efectos de la ingesta de la ayahuasca en las personas. En suma, no es una “secta” y, como aclararon sus directores, el abogado y antropólogo Diego Viegas y el médico psiquiatra Néstor Berlanda, ni tiene nada que ver con la desaparición de ninguna persona. Ni siquiera tenían idea de quién era Salum, aunque por Factor 302.4 conocieron los antecedentes de este “experto” especializado en repetir muletillas efectistas en la TV y en poco más, ya que su “Proyecto de Ley” asusta por su torpeza: sus ideas básicas, desde la existencia de una “problemática sectaria”, hasta el pretendido uso de “técnicas de manipulación psicológica”, no resisten el menor análisis.

En esta ocasión, Salum hizo lo posible por encajar dentro de la “hipótesis secta” a la desaparición de un rosarino de 28 años, Pablo Benedetto. ¿Cómo relaciona la desaparición del joven con las sectas? Nadie lo sabe, pero Salum afirma que Benedetto estuvo vinculado a una “secta destructiva que promueve el consumo del ayahuasca” y “una doctrina de platos voladores”. En varios sitios dijo que hablaba de la Fundación Mesa Verde.

La búsqueda de Benedetto en el Facebook de Salum.
Cómo Salum «busca» a Benedetto.

Nadie conoce el paradero de Benedetto desde el 3 de agosto. Fue visto por última vez en Casa de Piedra, un camping donde existió un templo comechingón, a 12 kilómetros de San Marcos Sierras y a 200 metros del Río Quilpo. Aparentemente, ese día Pablo tuvo una discusión con su esposa y decidió quedarse en el camping. Se dijo que iba acompañado por un tal Iván. Diez días después la Policía halló la Renault Kangoo de Benedetto llena de piedras y volcada en un barranco.

En suma: si bien había varias hipótesis más plausibles que la de una “secta” para buscar a Pablo, las especulaciones de Salum no sólo fueron las más disparatadas, sino las más difundidas. Diario popular (“Alertan sobre secta que usa droga para captar jóvenes”, 29-08-2013) citó al “titular del Movimiento Anti Sectas, Pablo Salum” con relación a la desaparición con grupos que captan jóvenes a través de la administración de una peligrosa droga llamada ayahuasca, un alucinógeno que provoca dependencia” (uno de los efectos más conocidos de la ayahuasca es quienes la ingieren la rechazan con asco, incluso vomitan). Por su parte, Mdzol mencionó un inhallable cable de Noticias Argentinas donde Salum habría dicho: “recibimos material y datos de muchos grupos que en nuestro país están operando con la ayahuasca como factor de captación y sometimiento”.

Para buscar posibles vínculos entre la Fundación Mesa Verde, la ayahuasca y la desaparición de Pablo Benedetto debemos hacer, en síntesis, una delirante pirueta informativa y mental. Por un lado, porque Berlanda, Médico psiquiatra (Universidad Nacional de Rosario, UNR) y docente de la Cátedra de Psiquiatría Adultos (Facultad de Ciencias Médicas, UNR) y el abogado Viegas, Licenciado en Antropología Sociocultural por la UNR y auxiliar en la Cátedra de «Etnografía del Conocimiento» (Escuela de Antropología, UNR), son autores de un libro, Medicina del alma (Editorial Biblos) donde examinan las posibles aplicaciones médicas de la ayahuasca, las percepciones de quienes participan de estas experiencias y la historia sociocultural y religiosa con relación al consumo de estas plantas. Más allá de las opiniones o de las interpretaciones (yo estoy más cerca de la visión que tiene del asunto Manuel Borraz), para concluir que “sus estudios son peligrosos” hay que dar saltos ornamentales.

HALLAZGO. SIETE AÑOS DESPUÉS SE ENCONTRÓ EL CUERPO DE BENEDETTO, DESCALIFICANDO LAS HIPÓTESIS DE SALUM

Salum también relaciona a la desaparición de María Cash con la Ayahuasca.
Salum también relaciona a la desaparición de María Cash con la Ayahuasca.

NO ALIMENTAR A LA TV BASURA
Digamos de paso que poner bajo sospecha a la posible proximidad de una “secta” cuando alguien aparece asesinado (o no hay pistas de ese alguien) es un tópico casi rutinario: para una TV que premia el escándalo, el acusador tiene garantizado su minuto de pantalla.
Entre los argentinos, la antojadiza relación desinformación-sectas reflotó con las desapariciones de la familia Pomar y María Cash, y en los asesinatos de María Marta García Belsunce, Candela Rodríguez y Ángeles Rawson. Salvo en el caso de María Cash, quien sigue desaparecida, el hallazgo de los cuerpos no agotó las teorías macabras sobre grupos mafiosos o complots, ni cesó el sensacionalismo mediático.

claudio rigoli canal 9La falta de información genera rumores, teorías de conspiraciones paranoicas y el consabido torrente de falsas noticias que encuentra cauces rápidos en las redes sociales. Habitualmente, el responsable de conectar un hecho con una especulación es un sujeto anónimo. Es que anunciar presunciones expone al medio o a quien dé la cara: por cometer faltas de “lesa desinformación” los periodistas podemos recibir desde la crítica más ligera hasta descalificaciones brutales: imaginar cómo sucedieron las cosas y hacer pasar una suposición por una duda genuina a menudo implica renunciar a la búsqueda de la verdad.

Pero hay medios que a veces encuentran personajes dispuestos a poner su nombre y apellido para hacer de una noticia banal (de una no-noticia, o de un disparate), un asunto digno de interés e incluso de “seriedad”. Así aparecen figuretis como Pablo Salum o Christian Sanz (Editor de Mdzol). Con este material, periodistas apurados o productores televisivos arman informes muy “creíbles”, novelas involuntarias donde estos personajes hacen la “denuncia”, las “víctimas” cuentan su historia y los medios la echan a rodar libres de pecados, como si fueran ajenos a la pelota que pronto será bola de nieve.

MÁS ALLÁ DEL QUEMO
Hasta hace un lustro, en la Argentina, la falta de referentes mediáticos interesados en soltar el globo de las “sectas destructivas” las puso al borde de la extinción.

El “problema de las sectas” regresó con Pablo Salum, “víctima” y “especialista” a la vez. El joven fugitivo de la Escuela de Yoga de Buenos Aires ofreció su vida, a cambio de pantalla, para agitar la polémica: él necesita de los medios para legitimar su “lucha” y promover su proyecto (la llamada “Ley anti-sectas”), que -aunque parezca ciencia ficción- fue aprobada y reglamentada en la provincia de Córdoba.

Con todo, Salum parece estar más allá del quemo: desde lo alto de su paternalismo sobreprotector e intrusivo él persigue un “bien superior”, que es hablar en nombre de los muertos y de los ausentes, devolver su mugre original a los que tienen el cerebro lavado y liberar a los devotos esclavizado de las técnicas de “control mental” que los mantienen atados a las iglesias equivocadas. Tampoco le importa si, en defensa de su causa, mancha la reputación de alguien que andaba por ahí, o no pasaba ni cerca, pero “a él le pareció que sí”.

Algunos integrantes de la Fundación Mesa verde integraron un grupo de investigación ovni. De ahí procede el disparate de Salum.
Algunos integrantes de la Fundación MV fueron parte de un grupo ufológico. ¿Saldrá de ahí el disparate de Salum?

AY AY AY! AYAHUASCA
Las “sectas extraterrestres ayahuasqueras” que Salum presenta son un nuevo pánico moral para que pueda revivir su gesta: él, vaya a saber cómo, se convenció de la existencia de “sectas” o “grupos coercitivos” que “mezclan una doctrina de ovnis con la toma ayahuasca, que es una droga alucinógena muy peligrosa, prohibida…” En el informe de Telenueve, que incluimos más arriba, Salum explica que su oenegé Librementes “está colaborando con la familia y la justicia” para esclarecer el hecho. “Nosotros, agrega, tenemos información de que (Pablo) habría pertenecido a una llamada secta o grupo coercitivo donde mezclaban una doctrina de ovnis con la toma ayahuasca, que es una droga alucinógena muy peligrosa, prohibida…”

Los que buscan a Benedetto deben estar muy atentos: no sería la primera vez que la estupidez, expresada con alevosía, desvía el curso de una investigación. “(Pablo) es bipolar y debería estar tomando medicación”, pontifica Salum con ínfulas de galeno. Y dispara otra conclusión: “(Pablo) no quería comer carne, sólo (consumía) vegetales semillas, y hay ciertos grupos new age en los cuales se da este tipo de consejos, dejando lácteos y demás.” En suma: su posible vegetarianismo sumaba aún más fichas a la secta de destrucción masiva.

Según Salum, la Fundación Mesa Verde es una “secta que utiliza y promueve” la ayahuasca, que es “una droga ilegal”, basándose “en los lineamientos del Santo Daime”. “Es todo falso”, explica Viegas. “Jamás estuvimos en San Marcos Sierra, no conocemos a la persona que supuestamente desapareció y nunca tomó ayahuasca con nosotros”. “Es más”, prosigue, “creo que ni siquiera la madre de la víctima nos ha mencionado.” La ayahuasca no es ilegal en la Argentina, informa. “Poseer e incluso comercializar las plantas en su estado natural no es delito”, dice, y niega en redondo que su grupo “promueva” el consumo del enteógeno. “Esta medicina indígena milenaria”, continúa Viegas, “no tiene sentido fuera de su contexto chamánico tradicional o alguna adaptación ritual que siga el ‘manual de instrucciones’ nativo, ya que existe un know how asociado y no cualquiera está en condiciones de participar en estas ceremonias”.

Viegas contesta a Salum, pero Salum es escurridizo: una vez lanzada la acusación, deja de nombrar a la Fundación. Aún así, abunda en generalizaciones temerarias. “En Córdoba –continúa– tenemos muchísimos de estos casos, incluso chicos perdidos en Perú, pero ahora como importamos todo…”, apostilla pretendiéndose gracioso. Los que siguen a estos malandras, sostiene Salum, son explotados laboralmente y siguen a sus líderes drogones como cabritas al pastor.

En 2011, el ex Ministro de Salud Claudio Zin habló de la ayahuasca a propósito de 17 personas que fueron detenidas porque estaban “alucinadas” o “en estado catatónico” por tomar este caldo enteogénico en Cosquín, Córdoba, donde funciona la Fundación El Emilio, un «Centro Terapéutico Natural» para rehabilitar adictos.

medit01En aquella ocasión, el fiscal Martín Bertone ordenó detener al grupo. En unas cabañas, dice el comisario Inspector Sergio Heredia, “encontramos a un montón de personas que habían consumido alucinógenos”. El escenario era poco prometedor, si es que alguien piensa que esa gente era “adicta” a la ayahuasca: unos baldes contenían el vómito de los participantes que habían ingerido el brebaje. Y no más: debe haber pocas cosas tan asquerosas como la llamada “Planta Maestra”. La causa nunca avanzó. Por supuesto, eso ya no fue noticia.

¿Cómo un grupo dedicado a la investigación etnográfica de una medicina ritual indígena (que trabaja responsablemente, con protocolos, consentimientos legales y declaraciones juradas de salud) puede transformarse, en la mente de una persona, en una “secta destructiva”.

He ahí el misterio. Si damos crédito a los dichos de Salum, en Cusco existe un Museo Destructivo dedicado a la “apología de las drogas peligrosas y alucinógenas” (Museo Antropológico de las Plantas Sagradas, que está por organizar un Congreso Internacional sobre el Cébil), al igual que en el Museo de la Plata, donde se exhiben pipas y tabletas de inhalar que seguramente para los “Libres de Mente” es una forma de promoción infernal.

No sólo eso. Perú, en el Boletín oficial, ha declarado el ayahuasca “patrimonio cultural del Perú”.

¿Hay antecedentes de persecución penal contra los usuarios de ayahuasca? En diciembre de 2001, el antropólogo catalán Josep María Fericgla fue denunciado por “causar la locura de una joven en un taller de Psicología”. Fericla contestó que la joven se había retirado del taller en buenas condiciones de salud y había firmado una declaración de no padecer ningún trastorno psíquico. Aquel fue otro caso mediático: nadie acusó a Fericgla en sede judicial. También en Barcelona, el psicólogo Fernando Latorre, presidente de la Asociación Ícaro, fue denunciado por suministrar ayahuasca a sus pacientes. En Julio de este año, Latorre, que defiende el uso terapéutico de estas plantas y a quien le pedían penas de prisión de 4 años y 16.200€ de multa, fue absuelto de todo cargo.

El caso de la Fundación Mesa Verde da otra voltereta, ya que Viegas, a comienzos de los 90, no estaba tan lejos de Salum: fue parte de una “moda”, en la que también participó el autor de estas líneas, que consistió en descalificar a las “sectas platillistas”, a veces sólo porque sus impulsores proponían creer en cosas en las que “gente como uno” no creía.

De aquella experiencia pasaron más de veinte años. “La historia se repite dos veces, primero como tragedia y luego como farsa”, escribió Hegel, según un famosa cita de Marx.

El salto es olímpico porque, ahora que es farsa, el nuevo inquisidor carece de la menor vocación por la investigación y no está entre sus planes rectificarse: Salum, con un ego inflado por cierta atención mediática, se considera poco menos que infalible.

Lo lamentable, en este caso, es el triste papel de productores, periodistas y conductores de noticieros que, por un punto de rating, son abnegados constructores de la farsa. Toda esa cultura de idiotez y haraganería es difícil de desandar. Pero vale la pena intentarlo: si la historia se repite dos veces, a lo mejor la tercera es la vencida, y ya no se repite.

El libro de Amaringo y LunaNOTA
En la historia de algunos de los integrantes de la Fundación Mesa Verde hubo una búsqueda de vivir experiencias perceptivas por medio de la planta que los acerque a la comprensión de las visiones de los testigos de casos ovni, pero el asunto es tan extenso y ajeno a la cuestión central de este post que consideré apropiado dejarlo para otra ocasión. Un artículo dedicado a esta cuestión: The Ayahuasca-Alien Connection, inspirado en el libro de Pablo César Amaringo y el antropólogo Luis Eduardo Luna, “From Ayahuasca Visions, The Religious Iconography of a Peruvian Shaman a publication of outstanding paintings of ayahuasca visions by native shaman” (North Atlantic Books, 1999).

ENLACES
Ayahuasca: Sentir a dios en la punta de los dedos

¿Quién es Pablo Salum, el chico anti-sectas?

After Chamán. Página/12 (6-03-2005)

Una liana al mundo de los chamanes. CRÍTICA de la argentina (15.02.2009)

Dos años y medio después, se reglamentó la ley de sectas en Córdoba (25.06.2013)

¿Existe el lavado de cerebro? (Yahoo! 16.05.2012)

¿Invadidos por las sectas o por la prensa perezosa?

¡No me tires abajo el portal, hermanito!

Los “suicidas mágicos” del cerro Uritorco

El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

Contacto: aagostinelli@gmail.com
Alejandro Agostinelli en Twitter
Alejandro Agostinelli/Factor 302.4 en Facebook
+ info sobre el autor, Wikipedia en Español
+more info about Wikipedia English