Es habitual sonreír ante una creencia que está en las antípodas de la nuestra. Es parte de la naturaleza humana: cuesta contener el impulso de censurar, a través de un chiste o de la ironía, la idea que contradice de manera flagrante nuestras convicciones. Desde luego, esa reacción –que a veces se usa para cuestionar una idea con la que no acordamos– no significa promover el odio antirreligioso ni apoyar corrientes de opinión que exacerben el ánimo contra grupos religiosos a los que les asiste el mismo derecho que tiene cualquiera de manifestarse.
El derecho a ejercer la libertad de expresión tropieza, a veces, con insólitas barreras culturales. Algunos grupos religiosos acometen ataques despiadados por considerar que religiones rivales están inspiradas por fuerzas satánicas. En Brasil, Uruguay y otros países del cono sur, la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) ha centrado sus dardos en grupos africanistas. Con tanta virulencia que diversas organizaciones interreligiosas celebran en Brasil (sobre todo en Porto Alegre) El Día Nacional de Lucha contra la Intolerancia Religiosa con un incidente que tiene directamente que ver con ese conflicto.
El 21 de enero de 2000, la sacerdotisa de candomblé Gildásia dos Santos e Santos, la mãe do santo bahiana Gilda, iyalorixá del terreiro Axé Abassá de Ogum sufrió un infarto y falleció tras haber leído en la tapa del periódico de la IURD el siguiente titular: “Macumberos charlatanes perjudican el bolsillo y la vida de sus clientes”. La portada del Folha Universal mostraba una imagen retocada de la propia Mãe Gilda, con un ojo negro.
En Diciembre de 2007 se sancionó la Ley Federal 11.065/07 contra discriminación religiosa, y desde entonces se celebra el Día Nacional de Lucha contra la Intolerancia Religiosa para conmemorar la fecha de la muerte de Mãe Gilda. Hoy Domingo 20 y el Lunes 21 se realizará la cuarta de estas movilizaciones.
El caso fue un hito en la historia de este proceso porque la hija de la sacerdotisa africanista, Jaciara Ribeiro dos Santos, presentó una demanda contra la IURD por daño moral y mal uso de su imagen.
Los abogados de la IURD alegaron que la Editora Gráfica Universal es una empresa aparte de la Iglesia, pero la defensa fue poco convincente, ya que la IURD posee el 99,9% de las acciones de la editorial. Ambas empresas fueron condenadas.
En 2004, cinco años después de iniciado el proceso, la IURD fue condenada en primera instancia. El 6 de julio de 2005, el Tribunal de Bahía juzgó y condenó a la IURD por unanimidad por daño moral y alterar la imagen de Mãe Gilda. Se conminó a la iglesia a publicar la sentencia en la portada del diario dos ediciones seguidas y condenó a la IURD a indemnizar a los herederos de Gildásia dos Santos e Santos por R $ 1.372.000 (Folha Universal tenía una tirada de 1.372.000 ejemplares, o sea que recibieron el equivalente de $ 1.00 por diario) y los fiscales abrieron una causa criminal contra sus máximos responsables.
Por su parte, dirigentes afroumbandistas como Susana Andrade, quien preside en el Uruguay la IFA (Instituições Federadas Afro-Umbandistas), denuncia a la IURD por “terrorismo religioso”, ya que “su prédica alienante y violentista con fines económicos consiste en satanizar ritos umbandistas” y pide la lisa y llana expulsión del país de los “Pare de sufrir”.
No sólo eso es lo que hay que preguntar. ¿Por qué está en permanente conflicto con grupos umbandistas? Fuimos con ambos interrogantes al doctor Hilario Wynarczyk (*), quien nos envió algunas consideraciones:
Me ha llamado la atención a partir de las notas sobre las cuales Alejandro Agostinelli me hizo tomar conocimiento, la notable conflictividad existente entre la IURD, Igreja Universal do Reino de Deus, y el movimiento religioso afroamericano en Uruguay.
En primer término, la IURD no está en comunión con las federaciones evangélicas, en el caso de la Argentina, mientras que en el Brasil, que es su país de origen, sus relaciones con otros evangélicos podrían parecer por momentos algo complicadas (pero no quiero extenderme sobre detalles del Brasil, porque no es área de mi especialidad).
El formato de la IURD es semejante al de las iglesias pentecostales en muchos aspectos, pero a rigor la IURD no es una iglesia pentecostal. La IURD constituye más bien un movimiento muy ecléctico que hereda componentes de la cultura religiosa evangélica pero coloca un particular énfasis en el tema de la lucha contra lo que considera espíritus malignos, en paralelo con el tema del progreso de las personas por medio de la fe, un progreso que debe colocarse de manifiesto en temas de salud, armonización familiar y economía, entre otros asuntos que aquejan a las personas.
Como una consecuencia fácilmente esperable de su sistema de creencias, en la IURD hay una línea de orientación conflictiva hacia las prácticas religiosas afroamericanas. Y este es un tema por el cual en estos momentos hay algunos problemas notorios.
Por otra parte su organización, a diferencia de la mayoría de las iglesias evangélicas (pero sobre todo muy a diferencia de las iglesias pentecostales), es marcadamente piramidal y vertical. El funcionamiento de la IURD basa en un sistema de autoridad bastante estricto, y tiene además un formato episcopal. Entre los evangélicos pentecostales, es poco usual la existencia de obispos.
Esta iglesia, muy fuerte desde el punto de vista económico, es propietaria de uno de los dos principales canales de televisión del Brasil (el otro es católico), y personas ligadas con ella (así como personas ligadas con otras iglesias evangélicas) han hecho una incursión en el campo legislativo de dicho país.
Por otra parte, su notable dinamismo hace que hoy en día se haya expandido hacia numerosas naciones, incluyendo Inglaterra por ejemplo. En Luxemburgo, para mencionar otro caso ilustrativo, hay un templo con periódico propio en idioma portugués, dirigido especialmente a la comunidad de residentes originarios de Portugal.
Un aspecto penoso de estos conflictos con los seguidores del movimiento Umbanda, es que el mismo coloca en la opinión pública el tema de la descalificación de algunas religiones como “sectas” o cultos malos y cosas por el estilo. Esto no es bueno para las sociedades latinoamericanas, si lo miramos desde la perspectiva de la contribución al fortalecimiento del pluralismo cultural y la democracia republicana.
(*) El doctor en sociología (UCA), Hilario Wynarczyk, es un gran estudioso del movimiento evangélico. Es máster en ciencia política (Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil) y es autor de “Ciudadanos de dos mundos. El movimiento evangélico en la vida pública argentina 1980-2001”, (UNSAM EDITA, sello editorial de la Universidad Nacional de San Martín, 391 páginas, octubre del 2009) y “Sal y luz a las naciones. Evangélicos y política en la Argentina 1980-2001” (Instituto Di Tella y Siglo XXI Editora, 222 páginas, octubre del 2010).
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