Otro amigo se va: Fernando Cordova (1931- 2012)

Se nos fue Fernando, amigos. Compañero de redacciones, sonrisas y palabras, participamos de alguna creación de Editorial Atlántida y de conversaciones robadas en la Feria del Libro. Yo hacía varios años que no sabía nada de él. Nuestro común amigo Nahuel Sugobono algo me decía. Vicente Battista me alegró una tarde en la Feria hablándome de sus encuentros con viejos compañeros de la redacción de «Conozca Más», entre los que estaba Fernando. Yo me quedo con el fantástico recuerdo de su buen humor, de nuestras charlas políticas y nuestro común amor por los libros, a los que siempre me aconsejaba «subrayar, porque sino son una cosa muerta». De él sólo diré dos cosas más. Primero, un pedido: si su familia conserva sus memorias de militancia, una sugerencia: difúndanlas. Es una obra inteligente, sensible y justa. (Años después ese texto apareció. Está aquí). Segundo, comparto un texto de su compañero y amigo, el antropólogo Carlos Martínez Sarasola, quien tuvo el privilegio de estar muy cerca y la generosidad de compartir con sus amigos los recuerdos que aquí publico.

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El 19 de septiembre pasado partió nuestro querido amigo y compañero Fernando Córdova. “Redactor” –como quería que lo denomináramos, aunque para mí era un brillante escritor– estudioso apasionado de la historia y las ideas políticas de la tierra americana, amante de las cosas de la pampa, “revolucionario frustrado” como se definía y me gustaba definirlo con ese dejo de mutuo y melancólico orgullo.

Guitarrista empedernido, alegrador de cumpleaños, reuniones de amigos y celebraciones varias de esas que tanto disfrutaba, Fernando era un caballero, de los que ya quedan muy pocos, extremadamente galante con las mujeres, educado y respetuoso con los hombres y los niños. Tenía un gracejo que lo hacía especial, acompañado de su largo pelo blanco, su barba de Quijote y su cara angulosa y sonriente… todo un gentilhombre.

Fue un placer y un honor haber compartido con él proyectos trascendentes como aquella colección de leyendas en cuyo transcurso se selló buena parte de nuestra amistad. Imposible no tener presente a sus incunables libros que prestados generosamente llegaban hasta nuestras manos mil veces subrayados, señalados, marcados, como huellas indelebles de sus infinitas lecturas. El decía con particular entusiasmo: “¡los libros son para leerlos y marcarlos!” , haciendo de esa costumbre casi una consigna.

Tengo una imagen de Fernando llegando a mi casa una mañana de sol en su bicicleta, con su casco protector y luego desandando los tres pisos por escalera dispuesto una vez más a encontrarse para alguna tenida editorial, antropológica, histórica o política. Un día me dijo que ya a casa le costaría venir por culpa de la escalera, y yo le contesté que lo llevaríamos en sillita de oro, pero que no dejaría de venir. Entonces reíamos como dos chicos…

En los últimos tiempos de caída anímica por sus “achaques” de salud, lo mantenían vital su yoga, el cuidado en la alimentación, el amor que había renacido y la entrega a un proyecto de libro que lo había definitivamente concitado. Estos dos últimos acontecimientos también le habían devuelto una dosis importante de felicidad, esa que seguramente buscaba también en el encuentro y contacto con sus amigos y las conversaciones tan variadas que no dejaban de lado las cuitas familiares acerca de su hija tan querida o la memoria siempre próxima de su primo el “Che”.

Ahora en su ausencia guardo el recuerdo de un hombre que vivió como pensó, eso que yo valoro tanto. Entregado a sus convicciones, entrañable amigo de sus amigos, una especie de “maestro”, como muchas veces y cariñosamente le decía.

Fernando querido e inolvidable: estás para siempre entre nosotros, con nosotros, en ese rincón único, cálido y tibio que se aloja en lo más profundo e íntimo del corazón.

Buenos Aires, 24 de Septiembre de 2012

El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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