
La serie de El Incal y la adaptación cinematográfica de la novela Dune, que acometió con Alejandro Jodorowsky, mejor escritor y guionista que tarotista-consejero, fueron una bisagra para quienes soñábamos o avizorábamos con temor ese futuro.
Lo que diferenciaba a Jean Giraud, que para nosotros era simplemente Moebius, de todos los demás es que en sus historias creaba nuevos mundos de verdad. Les Humanoides Associés, el colectivo que había impulsado “Métal Hurlant” a mediados de los setenta, también fue un hito para la historieta en tanto movimiento cultural.
El semblante patafísico de sus geniales historias fueron excusa para endosarle en su biografía un bagaje filosófico que él no parece haber pretendido, opinión que refuerza cada documental, entrevista o conferencia de prensa, como la de abajo, sucedida en Madrid hace un par de años durante la presentación de su película “Inside Moebius”. Escuchémoslo hablar en castellano sobre el uso artístico de una yerba que para él fue, por años, su compañera inseparable: la marihuana. Vale la pena.
Ahora, cuando sabemos que ha fallecido, y habiéndolo disfrutado en nuestra mejor edad, sentimos la obligación moral de decir, con la fuerza que nos permiten los medios disponibles, que se ha ido uno de los mayores historietistas de todos los tiempos. Y que, como a todo lo bueno que desaparece, lo vamos a extrañar hasta nuestra propia extinción.
MOEBIUS-TRANSE-FORME – Inside (La ligne qui… por FondationCartier







