El 4 y 5 de noviembre del año pasado, en el seminario Ciencia Vs. Pseudociencias organizado por Alicia Bañuelos, Hernán Martens y Federico Abrile, de la Universidad de La Punta, en San Luis (evento al que asistimos con Mario Bunge, Alejandro Borgo, Fortunato Mallimacci y Carlos Quintana, entre otros), di una conferencia sobre ovnis y medios donde, como suele pasar, me referí a asuntos para mí más interesantes que la eventual visita de ETs. Allí presenté la escena que veremos a continuación.
(Aprovechemos para hacer un rápido ejercicio de atención y memoria: las mellizas de la portada ¿se mueven o no se mueven? Pensalo un segundo antes de volver a ver la imagen para verificarlo).
En el seminario (la charla se puede ver más abajo) señalé cómo los recuerdos emotivos hacen impacto en la percepción, luego en el registro de la experiencia y, al final, en el relato. A guisa de ejemplo mostré cómo «reelaboró» el programa de televisión español «El Hormiguero» una escena clásica del cine de terror. Allí vemos a una niña de aspecto cuidadosamente desaliñado parada en el solitario pasillo de un hotel. El experimento muestra cómo la escena afecta a las personas que pasan por allí, determinando sus reacciones (temor, huida, parálisis, ataque), evidentemente influídas por recuerdos de imágenes o situaciones semejantes vistas en el cine o en la televisión.
Se me había perdido el enlace al video y ahora, que lo reencontré, lo quiero dejar aquí, para compartir las enseñanzas que deja este breve y macizo ejemplo de terror realista y no volver a perderlo.
Disfrútenlo y saquen las conclusiones que quieran.
Crédito: El gift de portada (la legendaria escena de «El resplandor») procede de Iwdrm.
Seminario Ciencia Vs. Pseudociencias (UNLP, 2010)
ADDENDA AL 27/11/12
En Brasil parecen haber tomado la idea para hacer una cámara oculta con una niña desmelenada y muñeca adentro de un ascensor. Es tan grande el susto que se pegan los participantes que uno sólo quiere pensar que antes del experimento les pidieron un electrocardiograma. (Gracias al Proyecto Sandía por el enlace).
