Triple crimen de Benavidez: un pacto con la estulticia

Las llamadas sectas son un “problema social” construido por los medios; sólo reaparece como tal cuando es activado por un caso, un conflicto, una noticia especialmente espectacular, amarillista o excepcional. Esta afirmación es contraintuitiva porque las sectas “existen”, “son muchas”, son lideradas por “psicópatas”, a sus integrantes les “lavan el cerebro” y, como todas las cosas que no se pueden controlar, por falta de “leyes especiales” (¡gracias al cielo!), terminan “asustando” a todos por igual, cualesquiera sea nuestra educación formal o nivel social.

San La Muerte Puede Matar2

No es fácil convencer a alguien de lo contrario –o del escaso sustento de estas afirmaciones– desdramatizando los escenarios propuestos por los medios, bosquejando estadísticas de almacén o preguntando por las evidencias que pretenden abarcar con esa categoría, la de secta, a millares de grupos diferentes.

Sin embargo, podemos poner al alcance de nuestra “intuición” esta refutación de las sectas como “problema social”. Para lo cual nada mejor que hacer un repaso rápido de un caso tipo.

El último “caso de manual” ocurrió pocos días antes de que las sectas estallaran por segunda vez en lo que va del año con la visita a la Argentina de Sri Sri Ravi Shankar.

Se trató del triple crimen de Benavídez. No fue un escenario típico: el 27 de agosto, Juan Carlos Cardozo, vecino de esa localidad bonaerense, asesinó a una mujer de 76 años y a dos menores de 15 y 6 años, a la sazón abuela, hermana e hija de su pareja, de quien se había separado hacía una semana.

hizo pacto con SLM

La madre, la hermana y el padre de quien casi inmediatamente acabó confesando la autoría del triple asesinato fueron entrevistados por un cronista de América 24. Dijeron que la pareja estaba desde hacía seis años en “una secta umbanda”. Es más, el padre acotó que él “había entrado por ella”. Sin precisar cuándo, él fue incorporado por una entidad (por el gesto parecía hablar de Exú). El hombre menciona que su hijo hizo “un pacto con la calavera”, motivo por el cual el cronista parece inferir que se refiere a San La Muerte, expresión con que aborda a su esposa (y madre del acusado), quien confirma que este santo estaba involucrado en los crímenes.

En el 1:27, el cronista pone a SLM en boca de la madre del acusado por los crímenes.

Así, la tendenciosa pregunta del cronista (otra vez, parte de la invención del “problema”) sumó otro granito de arena a la cadena interpretativa que confluyó en “la pista San La Muerte” (más que pista, una oportunidad que los medios no iban a desaprovechar para dar una pincelada de sensacionalismo a otro caso de violencia de género).

“Los medios no sólo se hacen eco de la versión -obviamente interesada- de los familiares del asesino, sino que ayudan a co-construirla, mediante las preguntas que los periodistas les realizan, reflejando sus propios prejuicios y desconocimiento de estas religiones y devociones. Trasladan así la responsabilidad de los asesinatos a las creencias religiosas de los involucrados –especialmente las de la víctima y no a la violencia de género cada vez más común en nuestra sociedad”, escribe el antropólogo Alejandro Frigerio en Afroamericanas.

Un poco la posición que llevé al mismo canal:

“San La Muerte: ¿Santo o demonio?” En América 24, el 28-08-2012.

El viernes 31 Telenoche (Canal 13) entrevistó a Frigerio, sin duda la persona más autorizada, por formación, experiencia y especialización, para hablar del caso.

Los editores del informe, titulado “¿El Santo que puede matar?”, habían tijereteado los testimonios a fin de “mejorar” el vínculo de la devoción por el santo y los crímenes. “A mí me entrevistaron durante 25 minutosescribe Frigerio pero, luego de decir cuatro o cinco veces que era un santo popular como cualquier otro, sólo pusieron la única referencia que hice a la popularidad del culto entre personas acostumbradas a enfrentar situaciones de violencia en su vida cotidiana -a raíz de una pregunta que me hicieron sobre si el santito tenía alguna «especialidad». Podrían haber puesto alguna de las varias veces que dije que el santo tiene devotos en distintas clases sociales, o que en los santuarios se ven familias y fieles que en nada se diferencian de los de San Cayetano o el Gauchito Gil, pero eso no parecía importante para quienes editaron el informe…”

Desde luego, Canal 13 fue a buscar el testimonio de Frigerio no porque al noticiero le entusiasmara echar un poco de luz en la oscuridad, sino porque necesitaba una voz autorizada que legitimara los (prejuiciosos) enunciados del noticiero.

Voces como las de Frigerio son imprescindibles en la TV –máxime en una sociedad que confunde cada vez más al teólogo con el especialista–. Pero, como el antropólogo está harto de que sus intervenciones resulten cercenadas, la próxima vez no creerá en las promesas de ecuanimidad del productor de turno y no aceptará volver a ser víctima de una entrevista impiadosamente mutilada.

Nunca me voy a olvidar de un “amigo” productor que, cuando lo llamé para quejarme por un informe donde no me reconocía ni en los estornudos, me confesó: “¡Sos un hijo de puta, no sabés cuánto nos costó sacarte de contexto!”.

¿Esta odiosa costumbre cambiará? Difícil. Mientras tanto hay que aprender a arreglárselas con lo que hay, buscar atajos creativos (por ejemplo, Frigerio sólo debería aceptar dar entrevistas en vivo) y tratar de pensar en lo que habrá, o lo que debería haber, el día que decidamos vivir en una sociedad menos prejuiciosa y donde la información no debe estar taaaan mezclada con «lo que le parece» a sus redactores, editores y gerentes de noticias.

ENLACES
Disfracemos la violencia de género de «pacto con San La Muerte» o de «asesinato umbanda»
Me río de San La Muerte (o el imaginario auge de las «sectas satánicas»).
¿Existe el lavado de cerebro?

El que prescribe

Alejandro Agostinelli, editor de este blog, es periodista desde 1982.

Fue redactor de las revistas Conozca Más, MisteriosEnciclopedia Popular Magazine Gente, y de los diarios La prensaPágina/12. Fue uno de los impulsores de la Fundación CAIRP y escribió y asesoró a la revista El Ojo Escéptico. También fue productor de televisión en Canal 9 y América TV. Fue secretario de redacción de las revistas de divulgación científica Descubrir NEO y fue editor de una docena de colecciones de infomagazines para la revista Noticias y otras de Editorial Perfil. Últimamente ha colaborado en las revistas Pensar, publicada por el Center For Inquiry Argentina (CFI / Argentina), El Escéptico y Newsweek.

Fue creador del sitio Dios! (2002-2004) y del blog Magia crítica. Crónicas y meditaciones en la sociedad de las creencias ilimitadas (2009-2010). Es autor de Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (Random House, 2009).

Asesoró a Incoming, el noticiero de Canal Infinito (2009-2011) y escribió la columna Ciencia Bruja en Yahoo! Argentina y Yahoo! español (2010-2012). Asesoró a las productoras SnapTv y Nippur Media en la producción de documentales históricos y científicos para NatGeo (2011-2013).

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