El 26 de mayo explotó en las redes el flyer de un pretendido médium ofreciendo un Seminario Intensivo que va a enseñar “cómo prepararse a través de la energía sexual (kundalini) para ser parte de la primer migración consciente a las naves de la Federación Galáctica”.
Los efectos del meme fueron variados: curiosidad, perplejidad, risas… indignación. En la historia de este blog, el editor nunca recibió tantas veces un mismo meme, acompañado, casi siempre, de la sugerencia de escrachar, denunciar y/o investigar su origen.
¿Fake o realidad?
Allá vamos.
En la Argentina, un artista parodia a charlatanes y figuras exóticas de la cultura popular construyendo memes, flyers y otras representaciones más o menos distorsionadas de la realidad. No lo dice, pero además de divertir –y divertirse él mismo– busca, a semejanza del catalán Joan Fontcuberta, hacer dudar, emocionar y desafiar el sentido crítico del espectador.
La cosa comenzó con una estampida viral.
Era el flyer de un Seminario de 5 horas de duración que, a un costo (“intercambio”) de USD 480, tendrá lugar en un zoom para 50 asistentes el próximo 21 de junio. El evento propone “preferentemente a mujeres (hombres sensibles también pueden realizarlo)” formar parte de la “primer migración cósmica” (debería ser “primera”, pero bueno) coordinado por Ovidio Litoral, “Médium, Duendólogo, Máster en vidas anteriores (Nivel Teacher) y Master en Energías cuánticas (Incas, Mayas y Egipcias, entre otras).”
Amén de un video con una meditación cósmica y un pdf con todo el material destinado a las “activaciones”, el seminario incluye un Refrigerio virtual. Y una aclaración importante (aunque se encuentre al pie del flyer):
“Quienes participen del seminario deben hacerlo con el cuerpo desnudo (muy importante para activar la energía de Ashtar) por lo que se recomienda calefaccionar el ambiente con anterioridad al evento”.
El miércoles 26/05/2021, cuando el anuncio se viralizó por el planeta, me pareció reconocer su origen y llamé al sospechoso, un artista amigo de la casa. Enseguida admitió ser el artífice de esta, su enésima diablura. Parecía entre divertido, asombrado y todavía intrigado por las reacciones; también un poco asustado por la virulencia de algunos mensajes que recibió en la cuenta de mail de “Ovidio Litoral”.
¿Cuál fue la causa de la viralización? Solo podemos especular; evidentemente, el masivo impulso de compartir la imagen fue consecuencia de haber considerado a la propuesta 1) auténtica e inquietante, 2) dudosa e intrigante, 3) falsa pero graciosa, 4) cierta e indignante, 5) otro ejemplo de la decadencia de la especie, 6) Otras (o diferentes combinaciones de las opciones anteriores).
Si queremos dar una discusión cualitativa al asunto hay tres aspectos centrales:
su eficacia paródica, su credibilidad y su carga emocional (dramática o humorística).
-Eficacia paródica.
Según la ley de Poe, “sin un emoticón que guiñe un ojo o alguna otra muestra clara de humor es completamente imposible diferenciar una postura extremista sincera de su parodia” (Nathan Poe, 2005, en un foro creacionista).
Esto significa que tiene que haber signos más o menos evidentes, algún punto de clivaje o llamado de atención que permita diferenciar parodia de mera imitación. ¿Se despega el meme lo suficiente de sus eventuales fuentes de inspiración para entrar en la categoría de parodia? Volveremos sobre este punto.
-Credibilidad.
El meme se inspira en ideas preexistentes pero el autor le da un giro ligeramente más desquiciado para generar la duda respecto de su verosimilitud. Así, su credibilidad está atravesada por marcas contradictorias: el prospecto dosifica ideas y palabras corrientes en el ambiente new age y contactista (“activación”, “energía cuántica”, “energía de Ashtar”) con elementos o mezclas absurdas, es el caso del refrigerio virtual o la cuántica inca, maya o egipcia.
-Carga emocional (dramática).
La llamada carga dramática del meme procede de uno de sus párrafos destacados: el proceso de “migración consciente a las naves de la Federación Galáctica” genera una tenue asociación con eventos inscriptos en la memoria de quienes han sentido curiosidad por estos temas, ya que el concepto evoca el caso del suicidio en masa de Puertas del Cielo / Heavens Gate (migración = evacuación) y otras tematizaciones posteriores.
Que el costoso Seminario guarde relación con la Federación Galáctica abre un doble juego; por un lado, recuerda al sindicato de potencias galácticas de Star Trek, la Federación Galáctica de Alianzas Libres y la Federación Unida de Planetas; por el otro, el mismo concepto es parte de la cosmovisión contactista. Que llega aún más lejos si recordamos que el ex director de Seguridad Espacial de Israel, profesor Haim Eshed, aseguró que los extraterrestres han entrado en contacto con nosotros y que el propio Donald Trump estaba por revelar su existencia. Según el general retirado del ejército israelí (a punto de publicar un libro sobre el tema, claro), la revelación fue impedida por la propia Federación Galáctica “para evitar un episodio de pánico masivo” (se ve que el general temió innovar y eligió un lenguaje conservador, aunque no le alcanzó para ser tomado en serio).
-Carga emocional (humorística).
Este es casi un corolario de la ley de Poe. Definitivamente, hacer reír no sirve para diferenciar una creación disparatada de la realidad, del mismo modo que es casi imposible saber si Macri, Bolsonaro o Trump hablan en serio o tratan de ser graciosos como Micky Vainilla, Borat o Santiago NoEstudieNada (antes Dicky del Solar).
En el meme galáctico, cobrar 480 dólares para escuchar a Ovidio Litoral hablar de energías cuánticas o migración cósmica forma parte del paisaje nuevaerístico habitual. Pedir a una audiencia “preferentemente femenina” (u “hombres sensibles”) que se desnude frente al zoom o prometer “activaciones” asistidas por un Máster en energía cuántica egipcia y un refrigerio virtual, podría ser rizar un poco más el rizo. Pero ¿acaso no sobran ejemplos que alcanzan parecidos niveles de surrealismo en el mundo real?
Todas las semanas, el Resumen de Noticias / Proyecto Fuck News del propio Migo Welsh muestra cómo la realidad alcanza cotas de absurdo estratosféricas. ¿Cómo diferenciar delirios de eventos contundentes? ¿Cómo saber cuándo estamos ante una parodia que podría ser indistinguible de la realidad?
FACTOR INDISTINGUIBILIDAD
Pero lenguaje paródico exacto no es parodia, es imitación. Y, si lo es, debemos probar por qué es copia y no una pieza del mundo real.
Evidentemente, no podemos discernir un fake sólo por analogía. La realidad también se pone alucinatoria. De nuestro staff, Sergio Sánchez Rodríguez recordó a Víctor Truviano, el gurú que aseguraba alimentarse de “energía pránica”; Francisco Rinaldi evocó a Víctor Florencio, el niño prodigio mayor de edad que recluta psíquicos para su red; hubo un modelo de naves alienígenas camufladas como bolsas de supermercado («OVNIS DE GEOMETRÍA VARIABLE»); santuarios populares armados en torno a la meada de un perro y talleres para aprender protocolos que permitan al iniciado discernir mutilación de ganado extraterrestre de “otras”. Walter H. Villarreal, un participante del Grupo de Factor en Facebook, aportó una jugosa anécdota: “Cuando vivía en San Marcos Sierras, el Encuentro de Mujeres para la Sanación del Planeta proponía talleres delirantes como el de “Armado de Toallas Femeninas Orgánicas con chala de choclo”. Y así.
Aquí es cuando conviene dar un paso más: si el enunciado es dudoso, se impone intentar una verificación.
¡A BUSCAR RASTROS!
Estos fakes son una ocasión para reflexionar sobre la atención que ponemos a lo que vemos / leemos en un mundo ametrallado por estímulos mediáticos; también nos dan la oportunidad de pensar en el lugar que ocupamos los periodistas, quienes deberíamos saber leer, interpretar y buscar indicios sobre la materia siguiendo el ABC, googlear palabras clave y hacer búsqueda inversa en Google o en TinEye por aquello de que –a falta de rastros de un evento real– las posibilidades de concluir que se trata de un fake aumentan.
Da más clicks –y es mucho más fácil– seguir la marcha de la turba e ir por la cabeza de Ovidio Litoral, el duendólogo que invita a sus inexistentes fieles a una «migración consciente» hacia las naves de la Federación Galáctica… pero que también ofrece «refrigerios virtuales» y le pide a un puñado de mujeres y hombres sensibles que entren en un zoom en pelotas para ser parte de una “activación cósmica”.
Pero si un flyer ostenta su carácter absurdo o da guiños humorísticos, el siguiente paso necesariamente será investigar y, en la medida de lo posible, seguir aplicando idénticos criterios de decodificación en los mensajes periodísticos, publicitarios o políticos.
Esta megaviralizada farsa cósmica muestra la poca atención que ponemos al leer, mirar e interpretar.
Parece grave y lo es, claro que lo es.
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