A partir de la experiencia de un oyente abordamos con Cali Fidalgo el fenómeno de la parálisis del sueño en otra madrugada de «Historias Extrañas». Y hablamos de cosas estrambóticas que acechan en la noche: brujerías, extraterrestres, diabluras ¡y hasta de pavadas sobrenaturales!
Quienes viven esta clase de experiencias eventualmente asumen que “creer fuerte” acciona un dispositivo metafísico que abre paso a espíritus, hadas o bichos espaciales. Pues bien (nunca confieses que lo escuchaste acá): existe gente -alguna con título universitario- convencida de que son “reales”, “sólidas” o (incluso) “parafísicas” (mitad reales/mitad imaginarias) algunas manifestaciones sobrenaturales (supuesta o provisoriamente inexplicadas). Desde luego, éstas podrían encajar perfectamente con otras explicaciones posibles, como por ejemplo un sueño, una fantasía o una confusión. (Por desgracia, estos fenómenos tienen la desdichada costumbre de dejar evidencias físicas dudosas -si es que dejan alguna).
En ocasiones, las víctimas de esta clase de experiencias viven la llamada parálisis de sueño. Este fenómeno no es algo patológico, pero conviene estar despiertos para prevenir manifestaciones de este trastorno y además evitar que te vendan un buzón, o varios a lo largo del tiempo.
Hay experiencias banales prácticamente idénticas que no causan ninguna inquietud, afirma el ensayista e investigador británico John Rimmer, responsable de la revista Magonia. Probablemente, si no le ponemos fichas a ninguna creencia, se manifestará la banalidad y la experiencia seguirá de largo. Pero si apostamos a la creencia, ella hará rodar la rueda de la fe. Y tendremos alguna historia interesante para contar a nuestros nietos.
Acceso a la traducción en castellano del artículo de Rimmer citado en el podcast:
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